Machacarte Con
Tu Diálogo Interno
Para músicos que quieren disfrutar de su profesión.
Lamentedelmusico.com
Dedicado a todos los músicos que en algún momento de su vida tomaron la decisión de por fin empezar a disfrutar al 180%.
SI CREES QUE TIENES UN PROBLEMA PSICOLÓGICO O PSIQUIÁTRICO DIRÍGETE A UN PROFESIONAL DE LA SALUD YA!. EN LA MENTE DEL MÚSICO NOS
DEDICAMOS AL ENTRENAMIENTO DE MENTALIDAD PARA MÚSICOS PROFESIONALES QUE QUIEREN DISFRUTAR DE SU PROFESIÓN Y LIBERARSE EN EL ESCENARIO PARA LLEGAR A SU MEJOR VERSIÓN.
Indice
1. El mayor error de un músico con el diálogo interno...7
2. Somos muy buenos distinguiendo sonidos...11
3. Cómo nos afectan las voces...13
4. Lo que has intentado hasta ahora...14
5. Primer paso: Escucha la voz interna...16
6. Segundo paso: Escuchar la voz interior sintiéndote bien...17
7. Tercer paso: Aprende y déjala ir...19
8. Comprueba el resultado...21
9. CODA...23
Soy Joseba Olano y soy el fundador de La Mente del Músico, el creador del programa Supera el Miedo Escénico y me dedico a entrenar a músicos en mentalidad.
Los deportistas de élite saben que las habilidades son una parte importante y necesaria, pero que sin la mentalidad adecuada no las puedes aprovechar en el momento en el que las necesitas.
En la formación de un músico clásico encuentras el estudio de habilidades técnicas, pero ni rastro de cómo gestionar emociones, de cómo tener confianza en ti, de cómo
quitarte la coraza, o de cómo disfrutar en el escenario.
Mi gran pasión es ayudar a las personas a disfrutar de su profesión, y que vivan haciendo lo que más les gusta en la vida, desde un enfoque práctico y orientado a resultados concretos.
Porque si no es práctico y da resultados concretos, no me vale. Por eso no creo en conceptos vagos o abstractos, literatura motivacional, o en exploraciones interminables.
Trabajar la mentalidad no es algo abstracto. Se puede explicar de manera sencilla, y definir ejercicios prácticos, que aunque sorprendan al principio, están basados en cómo funciona la mente de manera natural.
Soy consciente de que hay cosas que te van a sorprender o parecer curiosas, y a la mayoría de la gente le resultan muy fáciles de hacer aunque nunca antes las hubiera hecho.
Los conceptos y ejercicios que te mostramos aquí son una de las herramientas que desarrollamos con músicos
profesionales para conseguir superar los nervios y miedo escénico y disfrutar por fin de la profesión sin sufrimiento.
Si te machacas hablándote, si tienes un diálogo interno negativo, o un crítico dentro demoledor, aquí tienes una oportunidad para gestionarlo y superarlo.
1. El mayor error de un músico con el diálogo interno
“Ahora viene la parte que fallo”
“Esto no es para ti”
“No eres suficientemente bueno.”
“¿A dónde vas?”
“Se van a dar cuenta.”
“Ahora es el momento de la verdad”
“No voy a poder”
“Se me queda grande”
“Me quiero ir”
“Te vas a poner nervioso”
¿Te suenan?
Todos tenemos en varios momentos pensamientos en forma de diálogo interno. A veces nos recordamos las mierdas que nos han pasado, las cagadas, o nos
machacamos diciéndonos todo lo que puede ir mal.
El problema de machacarse con el diálogo interno es la sensación negativa que te genera, y que puede ser desde una ligera sensación de fondo, hasta una incomodidad importante.
El mayor error a la hora de manejar el diálogo interno es dejarlo tal y como está y pensar que no pasa nada.
Para un músico, o para cualquier persona que tenga que desarrollar sus habilidades delante de público, el sentirse bien es de vital importancia. Porque para poder interpretar al nivel que quieres, y llegar al disfrute que tú quieres es necesario que tu mente esté en un estado de alto
rendimiento.
Aunque la explicación que te voy a dar ahora está sobre- simplificada, me servirá para explicarte cómo funciona el cerebro, y porqué sentirse bien es vital para un músico, tal y como sospechabas.
Cada vez que usas tu cerebro las neuronas conectan entre sí mediante señales eléctricas. Es en cierto modo como un ordenador en el que se producen millones de conexiones.
En un ordenador la electricidad va a través de cables de cobre, que es un conductor muy bueno, así que la señal va de un sitio a otro como por una autopista muy bien
asfaltada.
En tu cerebro las señales eléctricas con las que se conectan entre sí las neuronas no van a través de cables, sino que viajan por un medio líquido. Es como un jugo que baña las neuronas y que las señales tienen que atravesar.
Lo más importante de este jugo cerebral es su composición química. Dependiendo de esta composición química las señales eléctricas que viajan por las neuronas viajan cómodas o incómodas.
Si la composición química es la adecuada, las neuronas están contentas y funcionan a tope. Y si la composición química no es la adecuada, pues no.
Así que mejor tener la composición química adecuada.
¿Sabes de qué depende la composición química de ese jugo?
De cómo te sientes emocionalmente.
Si te sientes mal, este jugo empeora, y las neuronas no están al 100%. Por eso un músico si está nervioso, tiene bloqueos, se queda en blanco, o no disfruta como cuando está sólo en su casa.
Por eso cuando un músico se siente bien, consigue disfrutar e interpreta a su auténtico nivel delante de la gente.
Créeme, esto es más importante de lo que pueda parecer, y es una de las primeras cosas que trabajo con los músicos profesionales para que empiecen a disfrutar.
El error habitual es no prestar atención a cómo te sientes, y esperar que si “enganchas” con tu actuación entonces te sentirás bien.
Error.
El cerebro funciona exactamente al revés. No se trata de primero “hacer” y luego esperar a “sentirse” bien. Se trata de primero “sentirse” bien, para que luego poder “hacer”
bien.
Esta es una de las claves de la mentalidad de alto rendimiento, y la principal razón por la que muchos profesionales no llegan nunca a liberarse y disfrutar de manera regular y en todos los contextos y públicos.
2.Somos muy buenos distinguiendo sonidos
Hasta hace no tantos años se consideraba que escuchar voces en tu mente era un signo de enfermedad mental, o incluso que te hablaba dios o el demonio.
Afortunadamente, hoy ya sabemos que hablarse a uno mismo es una de las formas de pensar, y que todos la
tenemos. Y la usamos para recordarnos cosas que tenemos que hacer, nos avisan de peligros, pensamos lo que hemos hecho, “tengo que acabar de mandar ese email”, “es buen momento para irse a dormir”, etc...
Cuando nacemos escuchamos a la gente alrededor hablar, y con el desarrollo del cerebro empezamos a reconocer
sonidos y reconocer patrones. Después empezamos a producir sonidos, al principio sólo sonidos y luego
intentamos copiar los sonidos que escuchamos, aunque no los entendamos. El siguiente paso es empezar a dividir los sonidos en palabras, y a relacionarlas palabras con eventos que pasan a nuestro alrededor.
Y es en esa fase cuando creamos la base para aprender cómo producir lenguaje y comunicarnos. Y finalmente aprendemos a reconocer palabras escritas que podemos convertir en sonidos, o sea leer.
Si no tuviéramos voces internas no podríamos entender lo que nos dicen, ni comunicarnos, y tendríamos sólo los
gestos y los ruidos.
Y mientras aprendemos las palabras y la gramática, aprendemos también a distinguir las características no verbales del lenguaje:
Aprendemos desde que nacemos a distinguir de la comunicación no verbal el volumen, el tempo, la cadencia, la entonación, el timbre, o de qué región o país es la persona.
Y somos muy buenos distinguiendo sonidos, y de hecho nos es muy fácil por ejemplo distinguir si una voz es de mujer u hombre, o la emoción de la persona que habla, aunque sea por teléfono y con mala calidad de sonido.
Y como músico que eres, tienes una buena capacidad de distinguir sonidos. Ahora vas a comprobar que esa
capacidad también aparece en otras áreas de tu vida además de la música.
3.Cómo nos afectan las voces
Ahora toca una parte práctica:
Haz una pausa para recordar y escuchar las voces de gente que conozcas. De uno en uno escucha la voz de tu madre, de tu padre y de otras personas importantes en tu vida.
Con cada voz date cuenta de cómo suena, y también de cómo te sientes al escuchar cada voz. Haz lo mismo con las voces de amigos o personas cercanas.
Tu reacción a cada voz que recuerdas se basa en lo que esa voz dice, pero también al tono de cada voz y de las
experiencias asociadas a cada una de esas personas.
Si nuestros padres fueron normalmente amables y comprensivos, habremos aprendido a hablarnos con comprensión y amabilidad. Pero es posible que en momentos en los que ellos estuvieran cansados o
frustrados, nos pudieron hablar en modo no ideal, y poder nosotros haber aprendido a hablarnos en tonos críticos, distantes o agresivos.
4. L o que has intentado hasta ahora
Es más que probable que lo que has intentado hasta ahora para dejar de machacarte estaba enfocado a lo que te
decías, y no tanto en Cómo te lo decías, a pesar de que a lo que respondemos principalmente es a la tonalidad.
Haz la prueba: escucha una voz en tu cabeza diciéndote “Eres un fenómeno” en un tono irónico y despectivo. ¿A qué reaccionas, a las palabras o al tono?
Lo que mucha gente intenta por su cuenta es esto:
- Discutir o razonar con la voz hasta vencerla. ¿Has
conseguido que la voz desaparezca, o te ha pasado como en una discusión real típica, es decir, que la otra persona se esfuerza en tener la razón aún más y sube la voz e insiste e insiste?
- Enfocarte en otra cosa. ¿Has conseguido silenciar tu diálogo, o te ha resultado imposible escapar?
- Vivir el presente. En culturas milenarias se predica la atención al presente, poniendo la atención en algún aspecto de nuestra experiencia presente, tal como la respiración o una vela. Estos métodos tienen el
inconveniente de que pueden llevar años de práctica para dar resultados únicamente parciales.
La manera que te proponemos es radicalmente diferente:
Primero escuchar la voz interna, segundo eliminar su efecto negativo, y por último hacerla desaparecer o convertirla en un aliado útil.
5.Primer paso: Escucha la voz interna
Cuando alguien te habla, es fácil darse cuenta de quién habla, si habla alto o bajo, lento o rápido, si usa su registro grave o su registro agudo, si suena tranquilo, cariñoso,
ansioso, etc.
Pues lo mismo puedes notar en la voz interior.
Selecciona una voz interior, una frase que te digas con lo que te machacas, y mientras la escuchas en tu mente, te podrías dar cuenta de bastantes cosas:
– De quién es la voz.
– Si el volumen es alto, bajo o normal.
– Si habla rápido, lento o normal.
– Si es grave o aguda – La cadencia, el tono.
¿Dónde exactamente suena esa voz en tu cabeza? Hay mucha gente que se sorprende al descubrir que la puedes ubicar con mucha precisión.
¿Listo? Al siguiente paso.
6.Segundo paso: Escuchar la voz interior sintiéndote bien.
Una vez que ya has identificado la voz, no vamos a cambiar lo que dice, sino cómo lo dice, que tal y como lo decíamos antes es el aspecto principal al que reaccionamos.
Vas a hacer los siguientes cambios, y ve dándote cuenta de cómo cambia cómo te sientes con cada cambio.
La mayoría de las personas hacen los cambios muy fácilmente, es simplemente que no te habías parado a pensar antes en hacer esto.
Dirección: Cambia la dirección hacia la que la voz apunta, y averigua cómo esto cambia tu experiencia. Mucha gente encuentra que cuando la voz apunta fuera de ti, es más fácil escuchar la voz y sentirse bien.
¿En qué dirección la voz deja de tener un efecto negativo en ti?
Ubicación: Ahora cambia la ubicación de la voz para experimentar el escuchar la voz desde diferentes sitios.
Prueba a escuchar esa voz como si sonara en tu rodilla, en tu estómago, o desde el dedo gordo del pie. Mucha gente si escucha esa voz en el estómago o en el corazón le afecta especialmente. Prueba también a escuchar la voz como si
estuviera fuera de tu cuerpo, primero a dos metros, luego a cinco, etc...
¿En qué lugar la voz deja de tener un efecto negativo en ti?
Esto mismo funciona igualmente con las imágenes que nos creamos en la mente. Si te estás imaginando algo que te hace sentir mal, puedes alejarla y dejarla en el punto en el que te liberas de ella y deja de tener efecto negativo en ti.
Volumen: Experimenta el cambio que supone el bajar el volumen de la voz, hasta dejarla en el punto en el que te es fácil escuchar la voz y sentirte bien.
¿A qué volumen la voz deja de tener un efecto negativo en ti?
En este punto es posible que la voz haya desaparecido, o incluso que se haya modificado de manera espontánea hasta convertirse una frase positiva. Es habitual que hasta el tono cambie y sea ahora más agradable. Pero en todo caso, pasa ahora al tercer paso.
7. Tercer paso: Aprende y déjala ir.
Ahora sí nos vamos a fijar en Qué dice la voz. Ahora que te sientes bien al escucharla es el momento adecuado para entenderla.
Tu cerebro necesita sentirse bien para funcionar plenamente, así que para entender la voz y dejarla ir es también importante que te sientas bien al escucharla.
Ahora sigue estos pasos:
Ponte en el lado de la voz. Las artes marciales lo tienen muy claro: Si te pones en el lado del enemigo, te será muy fácil aprovechar su fuerza a tu favor. Si quieres conversar y llegar a un acuerdo amistoso con alguien ¿qué te sería de más ayuda: sentarte enfrente o al lado de la otra persona?
Pues simbólicamente ponte del lado de la voz.
Pregunta a la voz su intención positiva. Cuando un padre critica o dice cómo hacer las cosas mejor, es fácil
interpretar que está decepcionado o que no le gusta su hijo. Pero cuando te das cuenta de que su intención es hacer mejor a su hijo para que su vida sea mejor, y de que esa es la mejor manera que sabe hacerlo, entonces el
significado cambia totalmente. Te gustaría que lo hiciera de otra manera, claro, pero ahora le ves con otros ojos en vez de sentirte mal.
Pregunta a tu voz interna qué es lo que en el fondo quiere conseguir positivo para ti. Y sabrás que lo has encontrado cuando de manera sincera estés de acuerdo en eso. Por ejemplo, si la voz dice “me quiero ir” podría ser que su intención positiva sea protegerte, y estoy seguro de que estás de acuerdo en que alguien quiera protegerte. Lo que no te gusta es cómo te lo decía.
Ahora dirígete a tu voz interna, agradecele lo que quiere conseguir para ti, y pídele que te hable de una manera más agradable para ti, y que lo haga en un momento que sea adecuado.
Con un guitarrista trabajamos un diálogo interno que era demoledor, y que se le activaba al subir al escenario.
“Quiero irme de aquí, no quiero estar aquí”. En su caso alejar la voz fue suficiente para sentir alivio. Al preguntar por la intención positiva, averiguó que era protegerle. Este guitarrista le pidió a su voz interna que le protegiera de otra manera, por ejemplo recordandole los días antes que continuara con su preparación con una voz firme pero cariñosa, en vez de una voz ansiosa al subir al escenario.
Este es un ejemplo, tu caso puede ser totalmente diferente.
8. Comprueba el resultado
¿Si tomas una respiración profunda, te acomodas en tu silla e intentas escuchar esa frase ahora, qué notas diferente?
¿Si intentaras pensar en esa frase como pensabas antes, qué notas?
¿Si piensas en los momentos en los que antes pensabas así, de qué te das cuenta?
Ahora imagina que estás en el momento en el que te aparecía este diálogo. ¿Qué es diferente ahora?
9.CODA
Para finalizar te voy a contar una cosa que aprendido en todo este tiempo trabajando con músicos profesionales:
Las personas que consiguen resultados son las que pasan a la acción, las que toman decisiones.
Un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo.
Si has leído este ebook y no has completado los ejercicios, te sugiero que lo vuelvas a leer y que hagas los ejercicios.
Puede que te encuentres cosas curiosas al hacer ejercicios, pero lo que sí te garantizo es que si no los haces no vas a conseguir ningún resultado.