RECOMPENSA POR AMAR A NUESTRO DIOS
Martes 18 de octubre del 2011 Estudiando la palabra nos damos cuenta de que Dios es galardonador del que le busca, siempre Dios trae recompensa a los que le aman.
La gran bendición que Dios nos da es mandar su lluvia para que caiga sobre nosotros en todo tiempo, dentro del avivamiento que estamos viviendo Dios dará lluvia de la que nos hace falta.
LBA Deuteronomio 11:13 Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os
ordeno hoy, de amar al SEÑOR vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma,
El amar a Dios no tiene que ser a la fuerza, sino que tiene que ser voluntario, cuando estamos enamorados del Señor hacemos muchas cosas por El. Dios anhela que cada día nos enamoremos más y más de Él.
Dios espera que nos entreguemos por completo a Él, con nuestro espíritu, alma y cuerpo y que le sirvamos con todo nuestro corazón.
Dios da recompensa aquel que le busca, veamos algunas:
Las lluvias de Dios
LBA Deuteronomio 11:14 Él dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia
temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.
Aquí vemos tres tipos de lluvia y tres tipos de recompensas que Dios da (grano, mosto y aceite).
Estos tres tipos de lluvia nos dará grano, mosto y aceite, tres elementos necesarios para que la iglesia viva en una abundancia poderosa sobre la tierra, no solo pensar que en el cielo vamos a ser abundados si no también aquí en la tierra.
El grano de trigo hay que molerlo para hacer pan y el pan es figura de la palabra, quiere decir que hay una lluvia que activa la palabra.
Dios en este tiempo final quiere recompensarnos dándonos los secretos que están en la palabra, secretos que nos hacen llenarnos de Él, que nos hacen vivir.
La palabra de Dios renueva los pensamientos, la palabra de Dios restaura, sustenta, santifica.
LBA Juan 17:17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.
La lluvia de Dios que El quiere derramar lo que va a hacer es aclarar los pensamientos, renovarlos para que vivamos de una manera diferente.
LA LLUVIA QUE DA GRANDEZA MINISTERIAL
LBA Deuteronomio 28:12 Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos, para
dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.
Lluvia = 4306 matar {maw‐tawr'} = la lluvia, lluvia de 36 años, una gran, pequeño. Dios se va a manifestar muchas veces hasta en pequeñas cosas. A veces no nos damos cuenta de las pequeñas cosas buenas que nos pasan que allí Dios está actuando.
De una raíz = H4305 matar = llover, derramar, lluvia.
Dios hace que la lluvia se derrame sobre nuestra vida, hace que el Espíritu Santo se derrame con poder en nuestras vidas, cuando lo amamos.
LBA Deuteronomio 32:2 Caiga como la lluvia mi enseñanza, y destile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero sobre la hierba. La lluvia de enseñanza que cae sobre la iglesia hace que reverdezca todo, la enseñanza hace que la vida cambie.
En el final de los tiempos el ministerio magistral tendrá una participación extraordinaria para destaparle los oídos a la iglesia para que pueda comprender lo que Dios quiere para este tiempo.
LA LLUVIA DE SEÑALES QUE SEGUIRAN AL MINISTERIO
LBA 1 Samuel 12:18 Clamó Samuel al SEÑOR, y el SEÑOR envió aquel día truenos y
lluvia; y todo el pueblo temió grandemente al SEÑOR y a Samuel.
La voz del ministro que esta puesto por Dios en una congregación activa los aires las esferas, espirituales de Dios sobre nuestra vida.
QUE PASA CUANDO NO HAY LLUVIA MAW‐TAWR
LBA Isaías 5:6 Y haré que quede desolada; no será podada ni labrada, y crecerán
zarzas y espinos. También mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.
Cuando no hay lluvia hay desolación, cuando no se siente la presencia hay sequedad en el alma.
Crecen espinos y zarzas quiere decir que a quien toquen lastiman.
COMO PUEDE PARAR LA LLUVIA MAW‐TAWR SOBRE LA IGLESIA
LBA 1 reyes 8:35 Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos
pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,
La lluvia se puede acabar por el pecado, hay generaciones que crecen en sequedal porque no confiesan su pecado.
Lo único que el Señor quiere es que se confiese el pecado y se aparte para que la lluvia se derrame.
Si no hay lluvia en un lugar no puede haber fruto porque se secan los arboles.
LA RESTITUCION DE LA LLUVIA MAW‐TAWR SOBRE NOSOTROS PARA VIDA
LBA 1 Reyes 8:36 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y
de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar. Y envía
lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por heredad. La confesión tiene que comenzar desde las cabezas y luego el pueblo y debe haber un verdadero arrepentimiento. Tenemos que pedirle al Señor que envíe sobre nosotros la lluvia. El ruego ministerial debe ser el de pedir la lluvia.
Para que la lluvia siga cayendo debemos reconocer nuestra condición y pedir perdón si estamos mal.
La lluvia es nuestra heredad, y no la perdamos sino disfrutémosla y heredémosla a nuestros hijos.
LA BOCA DEL MINISTRO PUEDE ACTIVAR O DESACTIVAR LA LLUVIA MAW‐TAWR
LBA 1 Reyes 17:1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a
Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.
Por la palabra que sale de la boca del ministro se activa la lluvia sobre la iglesia.
LBA Job 5:10 Él da la lluvia sobre la faz de la tierra, y envía las aguas sobre los campos.
LBA Isaías 30:23 Entonces Él dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra,
y pan del producto de la tierra, y será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales.
Amemos al Señor Jesús con todo nuestro corazón para que podamos recibir de su lluvia por siempre.