Universidad Politécnica de Madrid Escuela Técnica Superior de Arquitectura
Definición científica
del concepto que hace referencia a la cosa concreta arquitectónica
en el contexto de las ciencias básicas
Introducción en el campo del saber del término que lo designa:
el “espacio (región) arquitectónico” es un espacio estancial de frontera artificial
Tesis Doctoral
Jesus Sanz Castro Arquitecto
2016
Departamento de Proyectos Arquitectónicos
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM)
Definición científica
del concepto que hace referencia a la cosa concreta arquitectónica
en el contexto de las ciencias básicas
Introducción en el campo del saber del término que lo designa:
el “espacio (región) arquitectónico” es un espacio estancial de frontera artificial
Tesis Doctoral
Jesus Sanz Castro
Arquitecto
Dirigida por
Javier Maroto Ramos
Doctor Arquitecto
Álvaro Soto Aguirre
Doctor Arquitecto 2016
Tribunal nombrado por el Mgfco. y Excmo. Sr. Rector de la Universidad Politécnica de Madrid, el día _____________________________________________________________
Presidente D. _________________________________________________________
Vocal D. ____________________________________________________________
Vocal D. ____________________________________________________________
Vocal D. ____________________________________________________________
Secretario D. _________________________________________________________
Suplente D. __________________________________________________________
Suplente D. __________________________________________________________
Realizado el acto de defensa y lectura de Tesis el día _________________________
en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
Calificación __________________________________________________________
EL PRESIDENTE LOS VOCALES
EL SECRETARIO
La investigación científica precisa del análisis filosófico de las entidades lingüísticas, conceptuales y físicas, que forman los problemas y las hipótesis científicas, a través del examen lógico y epistemológico.
Yo, que soy más bien un apasionado de las artes, nunca he sido muy dado a tales tareas; pero he tenido la suerte de escuchar a mis padres durante mi infancia, cada uno de ellos conocedor de una de esas dos habilidades.
Fina, profesora de lenguaje, tiene siempre muy clara la estructura y la forma sintáctica, el contenido y la significación semántica, así como la función metodológica y el alcance sistemático de las entidades lingüísticas (términos y oraciones) y de las entidades conceptuales (conceptos, proposiciones y teorías).
Juan por su parte, tiene tal conocimiento de la realidad natural de las entidades físicas, que sabe distinguir un campo de cebada de uno de trigo a varios kilómetros de distancia, sabe pescar con la mano, conoce todos los tipos de árboles del bosque, y sabe distinguir los árboles frutales según su flor en primavera.
A ellos les dedico ésta, mi primera investigación científica.
Madrid, 10 de febrero de 2016
CONTENIDO
Agradecimientos . . . 1
Resumen / Abstract . . . 3
INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN EXPOSICIÓN DE LA PREGUNTA POR EL OBJETO QUE ES EL RESUL- TADO DE LOS PROCESOS DE PROYECTO Y OBRA ARQUITECTÓNI- COS Y QUE ES EXPERIMENTADO POR LOS SUJETOS . . . 9
1. La cuestión del objeto que es el resultado de los procesos de proyecto y obra arquitectónicos y que es experimentado por los sujetos. . . 11
2. Estado de la cuestión . . . 24
3. Metodología científica . . . 25
4. Plan de la investigación y objetivos a alcanzar . . . 31
5. Fuentes consultadas . . . 33
viii
El problema científico
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA CIENTÍFICO
LA PREGUNTA POR EL CONCEPTO QUE REPRESENTA LA IDEA ABSTRACTA Y GENERAL DEL “OBJETO QUE ES EL RESULTADO DE LOS PROCESOS DE PROYECTO Y OBRA ARQUITECTÓNICOS Y QUE ESTÁ SIENDO YA EXPERIMEN- TADO POR LOS SUJETOS” . . . .. 43
1.1. Reconocimiento de las entidades filosóficas.
Aproximación preliminar al concepto teorético no-formal . . . 45 1.2. Descubrimiento del problema científico.
Ontología científica del concepto “espacio” . . . 69 1.3. Formulación del problema científico.
La pregunta por la definición científica del concepto que repre- senta la idea del “objeto que es el resultado de los procesos de proyecto y obra arquitectónicos y que está siendo ya experimen- tado por los sujetos”, y el término que lo designa . . . 75
El conocimiento explicativo (teórico) del problema científico
2. CONSTRUCCION DEL MODELO TEÓRICO
LA “TEORÍA DEL CONCEPTO GEOGRÁFICO” . . . 79 2.1. Selección de los factores pertinentes.
El significado del concepto “objeto (cosa concreta) arquitectóni- co” en el contexto de esta teoría, y el sistema taxonómico en el que se encuentra . . . . 81 2.2. Invención de la hipótesis central.
Hipótesis de partida: "El espacio (región) arquitectónico es un espacio vivencial de frontera artificial" . . . 91
3. DEDUCCIÓN DE CONSECUENCIAS PARTICULARES
EL SOPORTE RACIONAL DE LA HIPÓTESIS . . . 99 3.1. Búsqueda de soportes racionales en esta investigación.
Conocimiento teórico existente sobre los conceptos que forman el enunciado hipotético . . . 101 3.2. Búsqueda de soportes racionales en investigaciones similares.
Conocimiento teórico existente sobre los conceptos implicados en la formación de una definición científica . . . 131
El conocimiento predictivo (práctico) del problema científico
4. PRUEBA DE LA HIPÓTESIS
ANÁLISIS LÓGICO DEL CONCEPTO TEORÉTICO “ESPACIO (REGIÓN) ARQUITECTÓNICO” . . . 161
4.1. Diseño de la prueba.
Método operativo y estructura general de la prueba . . . 163 4.2. Ejecución de la prueba.
Análisis lógico del sistema conceptual (s) “espacio (región) ar- quitectónico” a través del modelo cualitativo m(s) . . . 169 4.3. Elaboración de los datos.
Exposición de la idea que representa el concepto “espacio
(región) arquitectónico” en el contexto de las ciencias básicas . . 195 4.4. Inferencia de la conclusión.
Deducción del “género” y la “diferencia específica”, y la deduc- ción definitiva de la definición científica del concepto “espacio (región) arquitectónico” . . . 201
La resolución del problema científico
5. INTRODUCCIÓN DE LAS CONCLUSIONES EN LA TEORÍA VALIDACIÓN DE LA “TEORÍA DEL CONCEPTO GEOGRÁFI- CO” Y SUGERENCIAS ULTERIORES . . . 207
5.1. Consideración de la validación del modelo teórico.
Verificación del enunciado hipotético y validación del modelo teórico . . . 209 5.2. Reajuste del modelo teórico: eventual corrección o aun reempla-
zo del modelo.
Sustitución del término ‘vivencial’ por ‘estancial’. . . 213 5.3. Sugerencias acerca de investigaciones ulteriores.
Examen de posibles extensiones y de posibles consecuencias en otros departamentos del saber . . . 219
Bibliografía . . . 235 Indice . . . 251
AGRADECIMIENTOS
Al arquitecto Javier Maroto Ramos, profesor de proyectos del departamento de proyectos de la Escuela Técnica superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) y codirector de esta investigación, que confió en mí para comenzar esta aventura científica en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Al arquitecto Álvaro Soto Aguirre, profesor de proyectos del departamento de proyectos de la Escuela Técnica superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) y codirector de esta investigación, por su enorme amabilidad y dedicación, clave para la conclusión de esta tesis doctoral.
Al arquitecto Roberto Cavallo, profesor de proyectos en la Faculty of Architecture and the Built Environment, así como a Kees Kaan, profesor y director del departamento Complex Projects, por la enorme ayuda recibida en el proceso de esta investigación durante mi estancia internacional de dos años en la Delft University of Technology (TuDELFT).
Al arquitecto Remo Dorigati, profesor de proyectos en la Scuola di Architettura e Società, así como al Dipartimento di Architettura e Pianificazione por la enorme ayuda recibida en el proceso de esta investigación durante mi estancia internacional de un año en el Politecnico di Milano (POLIMI).
Agradezco el gran interés, ayuda y dedicación que han mostrado en esta investigación los profesores Ignacio Vicens y Hualde y Félix Ruiz de la Puerta de la Escuela Técnica superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, los profesores Ismael Martínez Liébana y Juan Antonio Valor Yébenes de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, y el profesor Álvaro Galmés Cerezo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid.
Finalmente se quiere señalar el inspirador legado de Aristóteles en el ámbito de la Ontología y la Lógica formal y de manera particular su aportación al conocimiento científico del concepto “espacio”, y el inspirador trabajo del científico Albert Einstein por su aportación a la Filosofía de la ciencia y su inspirador modo de enfrentarse a los problemas científicos en general.
RESUMEN
El objetivo de esta investigación científica es saber qué es el ente que es objeto de la proyección arquitectónica. Para ello se contempla aquella construcción arquitectónica que es ya vivida por los seres humanos. Una vez el objeto arquitectónico es experimentado por los sujetos, éstos pasan a formar parte del propio objeto, modificando su composición. El objeto arquitectónico pasa así de ser un sistema de tipo técnico a uno de tipo social.
Para comenzar la investigación se determina el problema científico, que es el concepto que representa la idea abstracta y general del objeto arquitectónico.
Realizando una interpretación del correlato de la idea en el contexto de las ciencias básicas, nos damos cuenta que no contamos con una definición científica del objeto, y que no existe un término que lo designe. Estas carencias en el campo del saber son las que nos animan a realizar esta investigación.
La pregunta específica que nos hacemos es ¿qué es el objeto que ha sido creado por los arquitectos y que existe ya en la realidad material, y que por lo tanto es susceptible de ser experimentado -o vivido- por los sujetos e investigado por los científicos?
Formulamos la pregunta científica de manera inequívoca: “La pregunta por la definición científica del concepto que representa simbólicamente la idea abstracta y general del objeto que es el resultado de los procesos de proyecto y obra arquitectónicos y que es experimentado por los sujetos”.
Para dar respuesta a esta pregunta se construye una teoría, donde se conjetura que el objeto arquitectónico pertenece al sistema taxonómico de la Geografía, ya que es ésta la disciplina que se encarga del tratamiento de los espacios (o regiones). La suposición particular que nos lleva a esta conjetura es que, si el correlato fáctico del concepto
“espacio” (topos) pertenece al ámbito de la geografía, el objeto que es objeto de la Arquitectura debe por tanto también pertenecer al mismo ámbito científico. El término que esta teoría introduce en el campo del saber es ‘espacio (región) arquitectónico’ - entiéndase un objeto geográfico, como ‘espacio político’, ‘espacio psicológico’, etc.-.
4
Se construye ahora una definición hipotética del concepto. Para ello se conjetura que el género próximo al que pertenece la especie es el “espacio vivencial” –introducido por el filósofo Otto Bollnow-, entendiendo que este género incluye todos los espacios naturales y artificiales susceptibles de ser experimentados por el ser humano.
Posteriormente se conjetura la diferencia específica de la especie, dándonos cuenta de que la diferencia que existe entre los espacios arquitectónicos y los naturales es que la frontera de los primeros es artificial –viene de la modificación de la naturaleza por parte del ser humano-. Contando con el género próximo y con la diferencia específica de la especie, formamos la definición “el espacio (región) arquitectónico” es un “espacio vivencial” de frontera artificial”. Esta definición es el enunciado hipotético que se pondrá a prueba.
Se realiza la prueba del análisis lógico del concepto “espacio (región) arquitectónico” introducido en la teoría, en la que a través de sucesivas deducciones determinamos su composición, entorno y estructura. Observando las conclusiones de la prueba deducimos la definición del concepto, y viendo que coincide con la conjetura del inicio, se da por validada la teoría. Para terminar, se concluye que el signo ‘espacio (región) arquitectónico’ es por tanto el término que designa el concepto que representa simbólicamente la idea abstracta y general del objeto que es el resultado de los procesos de proyecto y obra arquitectónicos y que es experimentado por los sujetos, y se da por tanto resuelto el problema científico planteado al comienzo de la investigación.
Para terminar, se decide sustituir el término ‘espacio vivencial’ por el término
‘espacio estancial’, ya que la actividad de estar en un espacio expresa de manera inequívoca la actividad que define el objeto de la disciplina que trata el objeto en cuestión, mientras que la actividad de vivir -o experimentar- un espacio tiene un cierto grado de vaguedad. La definición resultante es, por lo tanto: el “espacio (región) arquitectónico” es un “espacio estancial” de frontera artificial.
El resultado de esta investigación nos indica que los arquitectos debemos encontrar las propiedades del ente arquitectónico en una nueva ciencia particular perteneciente a la ciencia de la geográfica humana, que esta investigación propone a la comunidad científica como Geografía de la estancia -o Geografía estancial-. Así como los objetos urbanísticos –asentamientos- son estudiados por la Geografía del asentamiento o de la población, los objetos arquitectónicos -estancias o conjuntos estanciales- deben ser estudiados por la Geografía estancial.
ABSTRACT
The objective of this scientific research is to know what is the entity that is subject of architectural design. To do this, we consider those architectural buildings that are already experienced by humans. Once the architectural object is experienced by the subjects, they become part of the object itself, changing its composition. Therefore, the architectural object becomes a social type of system, instead of a technical one.
In order to begin this research, the scientific problem is determined, which is the concept that represents the abstract and general idea of the architectural object.
Performing an interpretation of the correlation of the idea in the context of basic sciences, we realize we do not have a scientific definition of the object, and that there is not a term that designates it. This lack in the field of knowledge is what inspires us to undertake this research.
The specific question we establish is: what is the object that has been created by architects and already exists in the material reality, and therefore is likely to be experienced -or lived- by persons and researched by scientists? Formulating this scientific question unequivocally: "The question of the scientific definition of which symbolically represents the abstract and general idea of the object which is the result of processes of design and architectural build, and is experienced by persons."
In order to answer this question, a theory is built, where we conjecture that the architectural object belongs to the taxonomic system of Geography, as it is the discipline that deals with the treatment of the spaces (or regions). The particular assumption that leads to this conjecture is that if the factual correlation of the concept
"space" (topos) belongs to the field of geography, the object that is the subject of Architecture should therefore also belong to the same scientific field. The term this theory introduces into the field of knowledge is 'architectural space (region)' understood as geographical object -as 'political space', 'psychological space', etc-.
6
A hypothetical definition of the concept is now built. For it is conjectured that the genre to which the species belongs is the "experiential space" -introduced by the philosopher Otto Bollnow-, understanding that this genre includes all natural and artificial spaces that can be experienced by humans. The specific difference of the species is later conjectured, realizing that the difference between architectural spaces and natural is that the border is artificial –it comes from the human modification of the nature-. Counting on the genre and the specific difference of the species, we are defining "architectural space (region)" as an artificial-bordered "experiential space".
This definition is the hypothetical statement that will be tested.
A logical analysis of the concept of "architectural space (region)" introduced in the theory is tested, in which its composition, structure and environment is determined through successive deductions. By observing the results of the test, we deduce the definition of the concept, and by seeing that it coincides with the start guess, the theory is considered validated. Finally, we conclude that the sign 'architectural space (region)' is therefore the term for the concept that symbolically represents the abstract and general idea of the object which is the result of processes of architectural design and build and that is experienced by persons. This gives solved the scientific problem posed at the beginning of this research.
Finally, it was decided to replace the term 'experiential space' by the term 'staying space', since the activity of staying –being- in an space express unequivocally the activity that defines the object of the discipline that treats the object in question, while the activity of experimenting -or living- a space has a degree of vagueness. The resulting definition is therefore: the “architectural space (region)” is an artificial- bordered "staying space".
The result of this research indicates that architects must find the properties of the architectural entity in a type of specific science pertaining to the science of Human geography, this research suggests to the scientific community as Geography of the Stay -or Staying Geography-. Just like urban objects -settlements- are treated by rural and urban Settlement Geography, architectural objects -staying complexes- should be treated by Staying Geography.
INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN
EXPOSICIÓN DE LA PREGUNTA POR EL OBJETO QUE ES EL RESULTADO DE LOS
PROCESOS DE PROYECTO Y OBRA ARQUITECTÓNICOS
Y QUE ES EXPERIMENTADO POR LOS SUJETOS
Se pretende aquí introducir esta investigación científica, con el objetivo de que el lector pueda tener una comprensión global de la misma.
Comenzaremos así determinando el campo o marco en el que se encuentra esta investigación. Para ello expondremos el tema -o cuestión- en el que se encuentra el problema específico que se va a tratar, y el campo temático en el que se encuentra el tema planteado. Posteriormente especificamos el objetivo fundamental que la investigación persigue. Después se mencionará la motivación personal del investigador a la hora de la elección del tema y se señalará la necesidad de su estudio para la comunidad científica.
Por otra parte se comentará el estado de la cuestión elegida -una vez revisado todo lo que se haya investigado hasta la fecha- y se expondrá la metodología científica que se va a utilizar en el proceso, que conforma su plan o estructura general.
Para terminar esta introducción, se comentará la gran diversidad de fuentes que se han utilizado en esta investigación a la hora de deducir las consecuencias particulares de las variables del enunciado hipotético.
Introducción a la investigación
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Introducción a la investigación
1. LA CUESTIÓN DEL OBJETO QUE ES EL RESULTADO DE LOS PROCE- SOS DE PROYECTO Y OBRA ARQUITECTÓNICOS Y QUE ES EXPERI- MENTADO POR LOS SUJETOS.
a. Exposición de la cuestión -o tema- en el que se encuentra el problema específico que es objeto de esta investigación.
El tema en el que se engloba la investigación que encontraremos en el cuerpo general de esta tesis doctoral es el objeto que, una vez ha sido proyectado por un arquitecto y ha sido materializado en el proceso de la obra –o construcción- arquitectónica es ya experimentado –o vivido- por los seres humanos. Así, una vez los técnicos y los constructores han terminado su trabajo, el objeto arquitectónico que comúnmente llamamos construcción arquitectónica –véase edificio, plaza, etc.- se encuentra en disposición de ser utilizado por los sujetos y de ser estudiado científicamente por los investigadores. Este objeto arquitectónico definitivo que se encuentra ya en manos de los seres humanos y en el que el arquitecto ya no intervendrá, es realmente el objeto y objetivo fundamental de la actividad del arquitecto proyectista y de la actividad arquitectónica en general.
Es muy importante darnos cuenta en este punto de que, una vez el objeto arquitectónico está en uso, ya no será un objeto únicamente formado por los materiales de construcción aparejados y el aire que alberga. El número de componentes de la composición del objeto aumentará, al contar con los sujetos que lo experimentan y con otros elementos del espacio -como el mobiliario, la luz, las plantas, etc.-. Todos estos elementos –incluyendo los seres humanos- pasan a formar parte del propio objeto arquitectónico, modificando su composición. Si el objeto ha cambiado su composición, se habrá convertido por tanto en un objeto diferente. Así, este objeto no será el objeto de tipo técnico que era al terminar las obras -la construcción todavía sin actividad- sino un objeto social –o humano-.
Este objeto arquitectónico del que hablamos no será ya por tanto objeto de estudio de la ciencia aplicada de la Arquitectura –que se ha ocupado de su concepción, su
Introducción a la investigación
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proyecto y su construcción- sino de alguna ciencia particular de las ciencias básicas, ya que son éstas las que estudian los objetos que se encuentran en la realidad.
Debemos ahora especificar el campo de estudio en el que se encuentra esta cuestión. Nos preguntamos entonces ¿cuál es la ciencia básica que estudia el objeto arquitectónico una vez existe en el mundo real y es experimentado por los sujetos? Esta es la principal pregunta que esta investigación persigue contestar, por lo que en este momento debemos concluir que esta investigación se encuentra dentro del campo de investigación que se ocupa de categorizar los objetos de la realidad en los sistemas taxonómicos de las ciencias particulares. Este campo de investigación es la Filosofía de la ciencia, que es capaz de estructurar la ciencia en taxonomías valiéndose de la sistematización y definición de los conceptos científicos a través de la ciencia de la Lógica formal.
Como veremos al explicar el problema científico, estos objetos arquitectónicos responden a los términos que utilizamos comúnmente como edificaciones, construcciones, arquitecturas, etc. Estos términos no son científicos, esto es, son los términos que se utilizan en el lenguaje común y tienen una definición en el diccionario, pero no pertenecen a ninguna taxonomía científica en el contexto de la ciencia básica.
Para comprender esto, fijémonos en el concepto común “agua” y en el concepto científico “H2O”. Ambos términos se refieren a una misma realidad, pero contemplada en contextos diferentes. El concepto “agua” representa la idea del líquido que todos conocemos comúnmente, mientras que el concepto “H2O” representa la idea de un compuesto químico que estudiamos científicamente gracias a la ciencia química. Estos dos conceptos no son uno mejor o peor que el otro, sino que son simplemente dos conceptos diferentes, porque representan ideas diferentes dependiendo del contexto.
Es por tanto este término científico el signo artificial que esta investigación pretende descubrir o crear, como una aportación al campo del saber. El término científico al que nos referimos no existe en la actualidad, y es por esa razón por la que la nominalización de la cuestión -que se expresa en el título de este capítulo- es tan extensa.
Como se especifica en el título de esta tesis doctoral, esta investigación va a tratar la cuestión del objeto arquitectónico en el contexto de las ciencias básicas. Así, podríamos adelantar aquí que la nominalización genérica del correlato fáctico de la idea
Introducción a la investigación
abstracta en cuestión sería, técnicamente, una ‘cosa concreta arquitectónica’, haciendo referencia a un objeto de la clase objeto concreto (o hecho concreto) que viene de la creación de un arquitecto. Pero este término, aunque correcto, es demasiado genérico –y por lo tanto vago- porque incluye la idea de diversos tipos de objetos.
Vamos entonces a especificar a continuación a qué tipo de objeto nos referimos.
Para ello examinaremos primero el concepto “objeto” en general, y posteriormente estableceremos una división de los diversos objetos científicos a los que podemos referirnos al utilizar el concepto “objeto arquitectónico”.
Sobre el concepto “objeto”.
La definición de objeto es:
Todo aquello que puede existir, pensarse, hablarse o ser objeto de una acción. Es el más básico, abstracto y general de todos los conceptos filosóficos; por tanto es indefinible. Así, la clase de todos los objetos es la máxima clase. Los objetos pueden ser individuos o colecciones, concretos (materiales) o abstractos (ideales), naturales o artificiales. Por ejemplo, las sociedades son objetos concretos mientras que los números son abstractos;
las células son objetos naturales en tanto que las palabras son artificiales.1
Un “objeto” es, científicamente, todo ente que existe en la realidad, y por lo tanto aquello por lo que nos preguntamos en la investigación científica. Las ciencias ideales o formales tratan “objetos ideales”, que pueden ser conceptos, fórmulas y teorías. Las ciencias fácticas tratan “objetos concretos o reales” -también llamados “hechos”-, que pueden ser de cuatro tipos: sistemas concretos (también llamados cosas), fenómenos, eventos y procesos. A su vez, los objetos concretos o hechos pueden ser “hechos naturales” o “hechos sociales”.2
1 Mario Bunge, Dictionary of Philosophy (Amherst (NY): Prometheus Books, 1998; ver edición ampliada, The Philosophical Dictionary, 2003), 199. [Ver traducción al castellano por María Dolores González Rodríguez, Diccionario de filosofía. (Méjico D. F.: Siglo XXI, 2001), 154.]
2 Ver Mario Bunge, Scientific Research II: The Search for Truth (Studies in the Foundations:
Methodology and Philosophy of Science Volume 3/II) Berlín, Nueva York: Springer, 1967), 153-157.
Introducción a la investigación
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Sobre las dos posibles categorías de ideas que el concepto “objeto arquitectónico”
puede representar en las ciencias aplicadas y básicas.
Uniendo el concepto “objeto” con el concepto “arquitectónico” (perteneciente o relativo a la arquitectura) formamos el concepto “objeto arquitectónico”. El concepto “objeto arquitectónico” es demasiado genérico, ya que no especifica el contexto concreto en el que se encuentra dentro del ámbito de la Arquitectura. Además, el concepto “objeto arquitectónico” incluye todos los objetos ideales y todos los objetos concretos que se encuentran relacionados con el ámbito de la Arquitectura. Por lo tanto, dado su alto grado de vaguedad, no debemos utilizar este concepto en el proceso de esta investigación, pero nos valdrá ahora para explicar la cuestión.
El concepto “objeto arquitectónico” puede representar dos ideas abstractas diferentes según el contexto científico en el que se encuentre: el objeto aplicado (creado por las ciencias aplicadas) y el objeto básico (investigado por las ciencias básicas).
El “objeto arquitectónico aplicado” es el objeto fundamental del que se ocupa la ciencia aplicada de la Arquitectura en el ámbito de la concepción de la idea, la proyección y la construcción, y corresponde a los objetos que llamamos “idea arquitectónica”, “proyecto arquitectónico” y “obra –o construcción- arquitectónica”.
El “objeto arquitectónico básico” por su parte, es un concepto de tipo científico - esto es, perteneciente a la investigación científica-, que representa la idea abstracta del objeto -ideal o material- que existe en la realidad, y por tanto es susceptible de ser investigado por la ciencia. La colección de los objetos arquitectónicos que forman este género son los tres objetos creados por la ciencia aplicada de la Arquitectura que acabamos de nombrar -“idea arquitectónica”, “proyecto arquitectónico” y “obra –o construcción) arquitectónica”-, y además un cuarto objeto, que es el que se forma cuando la construcción arquitectónica es ya experimentada por los sujetos. En el momento que una construcción es experimentada o vivida por sujetos, estos sujetos pasan a formar parte de la composición del objeto –al igual que otros elementos como el mobiliario, las plantas, los insectos, la luz-, convirtiendo el objeto técnico “construcción arquitectónica” en un objeto nuevo de diferente naturaleza.
Ver traducción al castellano por Manuel Sacristán, La investigación científica: Su estrategia y su filosofía (Barcelona: Ariel, 1969; 2ª ed, 1981; 2ª ed corregida, 1989), 717-721].
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b. Objetivo fundamental de la investigación.
Esta investigación pretende descubrir la verdadera naturaleza -materia o realidad fundamental- del objeto arquitectónico (entiéndase hecho concreto). Esto es, la naturaleza de la obra arquitectónica ya construida y experimentada por los sujetos, y que es o puede ser investigada por los investigadores científicos. Se trata de averiguar el ámbito o campo de la ciencia al que pertenece este objeto arquitectónico descrito en la cuestión de esta investigación, para poder formar una definición científica del concepto que lo representa. La resolución del problema intelectual de la definición de este objeto científico pretende ser así aplicable a fines prácticos en los ámbitos de la proyección, la investigación y la docencia de la Arquitectura.
Así, la investigación tiene los siguientes objetivos concretos:
(i) Introducir un nuevo término científico capaz de identificar inequívocamente los objetos arquitectónicos, con el propósito de ser utilizado por la comunidad científica.
(ii) Crear una definición científica del concepto y determinar su significación, con el propósito de generar conocimiento básico en el ámbito de la investigación científica de la Arquitectura.
(iii) Descubrir el ámbito científico en el que se encuentra la realidad fundamental de los objetos arquitectónicos, con la intención de utilizar el conocimiento básico de esa ciencia individual en beneficio de la proyección, decencia e investigación de la Arquitectura.
El objetivo fundamental que se pretende conseguir con esta investigación es el de generar conocimiento científico básico en el campo de la Ontología de la Arquitectura – esto es, aumentar el conocimiento sobre la verdad objetiva de la realidad del hecho arquitectónico- del que podrá servirse la ciencia aplicada de la Arquitectura. Se trata de abrir el campo de la investigación sobre los fundamentos del objeto que es objeto de la proyección arquitectónica.
Veamos entonces a qué se refiera la disciplina de la Ontología de la Arquitectura.
Introducción a la investigación
Campo temático en el que se encuentra el problema científico: La Ontología científica de la Arquitectura.
El campo temático en el que se encuentra el problema específico de esta investigación es el estudio ontológico del ente “objeto concreto arquitectónico” que se encuentra ya en uso. La investigación ontológica de cualquier ente es una disciplina que se encuentra dentro de la disciplina de la Metafísica, que es a su vez una rama de la Filosofía. La Ontología incluye el estudio del ente y el descubrimiento de su ser (la materia y la esencia).
La disciplina de la ontología es:
La rama de la filosofía que estudia las características más generales de la realidad, tales como la existencia real, el cambio, el tiempo, la casualidad, la mente y la vida. La ontología no estudia los constructos, esto es, las ideas en sí mismas; éstas las estudian las ciencias formales y la epistemología. […]
La ontología puede dividirse en ontología general y especial (o regional). La ontología general estudia los existentes, mientras que cada ontología especial estudia un género de cosas o procesos –físicos, químicos, biológicos, sociales, etc. Así, la ontología general estudia los conceptos de espacio, tiempo y evento, en tanto que la ontología de lo social investiga conceptos sociológicos como los de sistema social, estructura y cambio social.3
c. Motivación personal del investigador.
Este investigador es un arquitecto que trabaja en el ámbito de la proyección, la investigación y la docencia de la Arquitectura. Dado que el “objeto arquitectónico” es el objeto y fin último de la práctica arquitectónica en todos sus ámbitos, este investigador
3 Mario Bunge, Dictionary of Philosophy (Amherst (NY): Prometheus Books, 1998; ver edición ampliada, The Philosophical Dictionary, 2003), 201. [Ver traducción al castellano por María Dolores González Rodríguez, Diccionario de filosofía. (Méjico D. F.: Siglo XXI, 2001), 155.]
Introducción a la investigación
18
entiende necesario contar con cierto conocimiento científico básico fundamental al respecto, con el que hoy no contamos.
Este conocimiento básico fundamental consistiría en un conocimiento ontológico - que constituye la base científica de toda ciencia básica y aplicada- del objeto que es objeto de la arquitectura en todos sus ámbitos, que es el conocimiento que los arquitectos deberíamos manejar en nuestra práctica profesional, y que se echa en falta en el cuerpo del saber.
El conocimiento ontológico al que nos referimos es la definición científica del objeto que es objeto de la ciencia aplicada de la Arquitectura en todos sus ámbitos. Una vez conociéramos el sistema taxonómico en el que se encuentra el objeto, podríamos descubrir la ciencia particular a la que éste pertenece, y en ella podríamos obtener la información necesaria para sacar a la luz las propiedades del objeto que queremos proyectar, enseñar o investigar. La definición científica del objeto a proyectar es, en definitiva, la primera y fundamental información con la que me hubiera gustado comenzar el primer curso de proyectos arquitectónicos.
Una vez contemos con la verdadera naturaleza del ente arquitectónico y un listado de sus propiedades, podremos comenzar la tarea de construir un design method a utilizar como método de proyección arquitectónica. El contar con un método de diseño capaz de proyectar la vivencia humana del espacio –y no sólo su límite material-, es la motivación última de este investigador.
d. Necesidad de la investigación para la comunidad científica.
1. Relevancia de la investigación.
El interés o importancia intelectual de la forma y estructura de esta investigación para la comunidad de arquitectos es que es un ejemplo de investigación realmente científica – esto es, no es un ensayo-, que genera conocimiento básico, cosa muy poco común en el ámbito de la investigación arquitectónica. En este sentido, esta tesis doctoral pretende animar a los doctorandos a seguir la metodología científica.
Introducción a la investigación
Por otra parte, el interés o importancia intelectual del contenido de esta investigación para la comunidad de arquitectos –véase proyectistas, docentes e investigadores- se basa en que la definición científica del objeto que es objeto de la arquitectura en todos sus ámbitos, es un conocimiento básico imprescindible para cualquier tipo de actividad a realizar en el ámbito de la arquitectura. Veamos su interés:
(1) En la investigación científica: la definición científica del objeto arquitectónico nos abrirá el camino para la confección de una ontología completa del ente arquitectónico, para poder sacar a la luz sus propiedades, así como la determinación de su materia y su esencia. Por ello, esta investigación tiene la rentabilidad ulterior de sentar la base ontológica de la investigación científica del hecho arquitectónico en general, y la base de la disciplina de la ontología de la arquitectura. Por otra parte, una vez conozcamos la verdadera naturaleza científica del objeto arquitectónico y conozcamos el ámbito o campo del saber científico al que pertenece, tendremos el conocimiento básico necesario para poder analizarlo científicamente desde su propio ámbito de estudio, separar las partes del todo y descubrir sus propiedades, las interacciones entre ellas y el ambiente que le rodea, y sus tipos y tipologías. Y por último, el descubrimiento del sistema taxonómico al que pertenece la especie arquitectónica nos abrirá el camino para saber a qué ciencia básica pertenece el objeto en cuestión. Una vez sepamos cuál es la ciencia particular que se encarga de su estudio, podremos contar con esa disciplina en beneficio de la arquitectura.
(2) En la proyección arquitectónica: Se entiende de crucial importancia conocer la verdadera naturaleza del objeto que se pretende proyectar. Por otra parte, una vez contemos con una investigación ontológica del objeto, y sepamos a qué ciencia particular pertenece, conoceremos todas las propiedades del objeto a proyectar, y tendremos la base científica necesaria para confeccionar un verdadero método de diseño capaz de controlar de manera metódica el proyecto arquitectónico.
(3) En la docencia de la arquitectura: la definición científica del objeto arquitectónico sentará la base de la enseñanza del conocimiento científico del objeto arquitectónico en la universidad, ya que, siendo el objeto arquitectónico el fin último de todas las materias que se imparten, es imperativo enseñar a los alumnos su verdadera realidad fundamental.
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2. Rentabilidad de la investigación.
La utilidad inmediata del estudio de la cuestión es la de una correcta identificación y una inequívoca determinación de la significación del concepto que hace referencia al objeto arquitectónico, con la intención de crear el conocimiento científico básico necesario para definir otros términos de la ciencia aplicada de la Arquitectura.
Con el objetivo de darnos cuenta de la utilidad inmediata de una investigación metafísica del objeto arquitectónico, se exponen ahora los distintos modos en los que la Metafísica es de utilidad para cualquier ciencia:
(i) La metafísica puede ayudar a disolver seudopreguntas que surgen en la ciencia y cuyo origen son ciertos errores de concepto.
(ii) La metafísica puede desvelar, aclarar y sistematizar algunos conceptos y principios básicos que se presentan durante una investigación científica y hasta en las teorías científicas: constructos que son comunes a diversas ciencias, de suerte que ninguna ciencia individual se toma el trabajo de sistematizarlos, como ocurre en los casos de “propiedad” y
“espacio”. Algunos de estos constructos están incluidos en el trasfondo de las teorías científicas.
(iii) La metafísica puede sugerir a la ciencia nuevos problemas, proyectos de investigación y hasta teorías.
(iv) La metafísica puede ser útil analizando nociones que están de moda, pero son oscuras, tales como las de sistema, jerarquía, estructura, suceso, información y mundo posible, así como haciendo crítica de difundidos errores conceptuales, tales como los de que el mundo es una colección de hechos y que la mente controla el cuerpo.
(v) La metafísica puede realizar otro servicio a la comunidad examinando el núcleo ontológico de las ideologías de la actualidad y descubriendo si cumplen los requisitos del trabajo intelectual contemporáneo.4
4 Mario Bunge, Ontology I: The furniture of the World (Treatise on Basic Philosophy, vol. III) (Dordrecht: Reidel, 1977), 23-24. [Ver traducción al castellano por Rafael González del Solar, Ontología I: El moblaje del mundo (Tratado de Filosofía, vol. III) (Barcelona: Gedisa, 2011), 51-52.]
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3. Oportunidad y pertinencia.
Este investigador comparte la consideración generalizada por la comunidad de una exagerada primacía de la imagen y la estética del “objeto físico” en detrimento de la experiencia vital de la arquitectura. Por una parte, se considera necesario sacar a la luz de manera científica la primacía del espacio frente al cerramiento, y posteriormente, se considera imprescindible el estudio de la realidad o naturaleza o materia social del espacio. Veamos estos dos aspectos.
Oportunidad y pertinencia de la investigación de la primacía del espacio frente al cerramiento.
Como sabemos, el proceso mediante el cual los seres humanos conocemos el mundo comienza por la captación de la realidad sensible de un estímulo, a través de nuestros sentidos, sobre todo a través de la percepción visual. Sabemos que la realidad de una cosa es mucho más compleja que la mera realidad visual de su cuerpo, pero en cambio damos una gran importancia a la imagen que recibimos. Al tener una percepción visual de un objeto, tenemos una opinión sobre su forma, que nos hace entenderlo como más o menos bello, esto es, juzgamos la estética de su cuerpo.
A principios del siglo XX, el arquitecto neerlandés Hendrik P. Berlage sugirió la supremacía del espacio interior de un objeto arquitectónico respecto al límite construido, y con el conocido Saper vedere l’Architettura de Bruno Zevi de 1948, la importancia del espacio respecto del cerramiento quedó para siempre comprendida y aceptada para la comunidad de arquitectos:
El arte del maestro constructor radica en esto: la creación del espacio, y no el diseño de fachadas. Una envoltura espacial se establece mediante los muros, y por ello un espacio, o una serie de espacios, se manifiesta de acuerdo con la complejidad del cerramiento.5
5 Hendrik Petrus Berlage, Grundlagen und Entwicklung der Architektur: Vier Vorträge gehalten im Kunstgewerbemuseum zu Zürich (Cuatro conferencias, dentro de un curso de diseño interior en el Kunstgewerbemuseum, Zurich, 1908), (Róterdam: W. L. & J. Brusse; Berlín: Julius Bard, 1908), 115.
Traducción libre del alemán “Die Kunst des Baumeisters besteht darin, Räume zu schaffen, und nicht,
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Quizás fue el arquitecto alemán August Endell el que mejor expresó esta idea:
Hay quien piensa que la arquitectura en principio contempla siempre los elementos del edificio, las fachadas, las columnas, el ornamento, y sin embargo, todo eso es secundario. Lo que más importa no es la forma sino a lo inverso, el espacio, el vacío que se extiende rítmicamente entre las paredes, que está delimitado por ellas, y cuya vibración es más importante que las paredes.6
En la actualidad, esta idea de la supremacía del espacio respecto del cerramiento sigue siendo aceptada como válida, pero no conocemos la manera de trabajar ese espacio reclamado a principios de la modernidad.
Oportunidad y pertinencia de la investigación de la realidad o materia social del espacio.
La razón por la que la comunidad de proyectistas, investigadores y docentes de la arquitectura no posee todavía la manera de proyectar la vivencia del espacio es que consideramos el espacio como una realidad de materia exclusivamente física, esto es, como aire, como atmos, esto es, materia física en estado gaseoso. Obviamente no es posible proyectar o construir el aire físico –ya que éste ya existe en la realidad- y por ello los arquitectos otorgamos una supremacía al cerramiento, centrándonos en la estética, la volumetría y la materialidad del “cuerpo” del objeto arquitectónico, esa realidad exclusivamente sólida que percibimos desde el exterior como si de una gran escultura se tratase. Así, vemos como una buena parte de las construcciones arquitectónicas están concebidas como si fueran esculturas urbanísticas de gran escala,
er Raum, oder verschiedene Räume, nach aussen als ein mehr oder weniger zusammengestellter Komplex von Mauern.”
6 August Endell “Die Schönheit der Goben Stadt”, reimpreso en Vom Sechen. Texte. 1896-1925, über Architektur und “die Schönheit del groben Standt” (Basilea: Birkhäuse, 1995), 199. Traducción libre del inglés “Whosoever thinks of architecture initially always thinks of the elements of the building, the façades, the columns, the ornaments, and yet all of that is of second Rank. What is not most effect is not the shape, but its inversion, the space, the emptiness that spreads out rhythmically between the walls, is delimited by them, and that vibrancy is more important than the walls.”, cit, en Gernot Böhme
“Atmosphere as Mindful Physical presence in Space.” Oase 91 (Building Atmosphere) (2013), 24.
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urbanas o rurales, en vez de estar concebidas como espacios delimitados con el fin de permitir experiencias vitales a los seres humanos.
Para modificar esta concepción exclusivamente física (realidad natural) del objeto arquitectónico, necesitamos entender la naturaleza social o humana que se halla dentro de la idea abstracta y genérica que es representada por el concepto “espacio”. La naturaleza social del espacio en el ámbito de la arquitectura fue sacada a la luz por primera vez por Berlage, y la realidad del espacio entendida como experiencia del hombre ha sido ya investigada por el psicólogo y filósofo Kurt Lewin en su Principles of topological psychology de 1936, y por el filósofo y físico Bernard Lonergan en su Insight de 1957.
En la actualidad, el estudio de la realidad social o humana del espacio es estudiada a través del concepto “atmósfera” del filósofo alemán Gernot Böhme, que constituye hoy el campo de estudio más relevante en la investigación de la arquitectura:
La Arquitectura ha considerado tradicionalmente el espacio geométrico, y lo humano en él como un cuerpo. Hoy en día, la atención debe centrarse en cambio en el fortalecimiento de la visión de la experiencia individual potenciando lo que significa estar conscientemente presente en los espacios.
Este punto de vista abrirá un nuevo nivel de potencial creativo para la arquitectura.7
El concepto “atmósfera”, que se encuentra directamente conectado con el concepto
“espacio fenomenológico” es el tema más investigado por los teóricos de la arquitectura en la actualidad, destacando arquitectos de la talla de Juhani Pallasmaa, Steven Holl, Alberto Pérez-Gómez, Peter Zumptor y Kenneth Frampton.
7 Gernot Böhme, “Atmosphere as Mindful Physical presence in Space.” (Oase 91 (Building Atmosphere), 2013), 31. Traducción libre del inglés “Architecture has traditionally understood space geometrically and considered the human in it as a body. Today, the focus must by contrast be on strengthening the vantage point of the experiencing individual and underscoring what it means to be mindfully present in spaces. This vantage point will open up a new level of creative potential for
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2. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN.
Una vez realizada una búsqueda exhaustiva de las fuentes existentes, se ha llegado a la conclusión de que no existen fuentes realmente científicas que hayan tratado la cuestión del objeto concreto arquitectónico que es ya experimentado por los sujetos. Y es que, si bien existen filósofos que se han acercado al estudio de conceptos como el “espacio arquitectónico” y arquitectos que se han acercado a la búsqueda de la esencia de la arquitectura, no existe ningún filósofo que se haya aventurado a realizar una ontología de la arquitectura de manera particular, y no existe ningún arquitecto que se haya aventurado a investigar la arquitectura ontológicamente utilizando una metodología científica.
Esta investigación pretende por tanto abrir un nuevo ámbito científico.
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3. METODOLOGÍA DE LA ONTOLOGÍA CIENTÍFICA.
Se trata aquí de exponer el método general que se va seguir en esta investigación, esto es, el procedimiento escogido para tratar el conjunto de problemas. Se trata de especificar la pauta general que se va a utilizar en el proceso completo de esta investigación.
Es importante en este punto no confundir el método general -de toda investigación científica- con el método especial a emplear en la prueba específica en cada investigación particular. El método especial a utilizar en la puesta a prueba de la hipótesis de partida se elegirá según la ciencia especial en la que se encuentre la pregunta (problema intelectual) que se pretende resolver. Éste método especial se describirá en el momento de especificar el diseño de la prueba a realizar. (Ver apartado 4.1.: Método operativo y estructura general de la prueba).
A continuación explicamos la pauta general que se va a seguir en esta investigación.
a. La pauta de la investigación científica.
Esta investigación utiliza las bases metodológicas de la filosofía científica del filósofo de la ciencia Mario Bunge. El paradigma sistemista nos permite entender el objeto arquitectónico como un sistema, donde tanto las propiedades de las partes como las propiedades del todo interactúan entre sí, dejando a un lado el antiguo paradigma mecánico que defiende la supremacía de las propiedades del todo y el moderno paradigma holístico que defiende la supremacía de las propiedades de las partes.
La investigación que aquí se presenta utiliza con rigor la metodología científica.
Para ello se siguen los pasos que recomienda el físico y filósofo de la ciencia en su La ciencia: su método, su filosofía de 1960. A continuación se presentan, a modo de resumen, los puntos principales de esta metodología que Bunge llama “la pauta de la investigación científica” que pueden aplicarse a cualquier investigación científica, sea esta para la validación de enunciados fácticos o para la demostración de enunciados ideales o formales:
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1. PLANTEO DEL PROBLEMA.
1.1. Reconocimiento de los hechos: examen del grupo de hechos, clasificación preliminar y selección de los que probablemente sean relevantes en algún respecto.
1.2. Descubrimiento del problema: hallazgo de la laguna o de carencia o de la incoherencia en el cuerpo del saber.
1.3. Formulación del problema: planteo de una pregunta que tiene probabilidad de ser la correcta; esto es, reducción del problema a su núcleo significativo, probablemente soluble y probablemente fructífero, con ayuda de conocimiento disponible.
2. CONSTRUCCION DE UN MODELO TEÓRICO.
2.1. Selección de los factores pertinentes: invención de suposiciones plausibles relativas a las variables que probablemente son pertinentes.
2.2. Invención de las hipótesis centrales y de las suposiciones auxiliares:
propuesta de un conjunto de suposiciones concernientes a los nexos entre las variables pertinentes; por ej., formulación de enunciados de ley que se espera puedan amoldarse a los hechos observados.
3. DEDUCCIÓN DE CONSECUENCIAS PARTICULARES.
3.1. Búsqueda de soportes racionales: deducción de consecuencias particulares que pueden haber sido verificadas en el mismo campo o en campos contiguos.
3.2. Búsqueda de soportes empíricos: elaboración de predicciones (o retrodicciones) sobre la base de modelo teórico y de datos empíricos, teniendo en vista técnicas de verificaciones disponibles o concebibles.
4. PRUEBA DE LAS HIPÓTESIS.
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4.1. Diseño de la prueba: planeamiento de los medios para poner a prueba las predicciones; diseño de observaciones, mediciones, experimentos y demás operaciones instrumentales.
4.2. Ejecución de la prueba: realización de las operaciones y recolección de datos.
4.3. Elaboración de los datos: clasificación, análisis, evaluación, reducción, etc…, de los datos empíricos.
4.4. Inferencia de la conclusión: interpretación de los datos elaborados a la luz del modelo teórico.
5. INTRODUCCIÓN DE LAS CONCLUSIONES EN LA TEORÍA.
5.1. Comparación de las conclusiones con las predicciones: contraste de los resultados de la prueba con las consecuencias del modelo teórico, precisando en qué medida éste puede considerarse confirmado o disconfirmado (inferencia probable).
5.2. Reajuste del modelo: eventual corrección o aun reemplazo del modelo.
5.3. Sugerencias acerca del trabajo ulterior: búsqueda de lagunas o errores en la teoría y/o los procedimientos empíricos, si el el modelo ha sido disconfirmado; si ha sido confirmado, examen de posibles extensiones y de posibles consecuencias en otros departamentos del saber.8
Es de especial importancia dejar claro que esta investigación se ubica dentro del campo de las ciencias básicas, y no dentro de la ciencia aplicada de la arquitectura. Esto es, esta tesis doctoral es una investigación científica que pretende general conocimiento básico, y no es un ensayo o crítica de la arquitectura. Al igual que en otras ciencias, los arquitectos debemos diferenciar entre la ciencia básica de la arquitectura y la ciencia aplicada de la arquitectura. Lo que podríamos llamar ciencia de la arquitectura -o
8 Mario Bunge, La ciencia, su método y su filosofía (Buenos Aires: Siglo Veinte, 1960. Ver reimpresión con nuevo prefacio, Mutilva Baja: Laetoli, 2013), 68-69.
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ciencias arquitectónicas- sería aquel conjunto de disciplinas que se encargarían de crear el conocimiento científico necesario para estudiar los objetos arquitectónicos, y que aportarían conocimiento susceptible de ser utilizado por la ciencia aplicada de la arquitectura. Para entender esto, podemos observar por ejemplo que las ciencias biológicas se encargan de estudiar científicamente el ser vivo, y por otra parte la biología sintética es la ciencia aplicada que se encarga de la creación de nuevos seres vivos a partir de la síntesis química.
Por esta razón, la estructura de esta tesis doctoral tiene la forma y la estructura de una investigación exhaustivamente científica.
b. La metodología de la ontología científica.
Dado que la investigación que se va a llevar a cabo está dentro del ámbito de la disciplina de la ontología, exponemos aquí las bases de la metodología científica a emplear en una ontología. Ya que la ontología es una disciplina que se encuentra dentro del ámbito de la rama de la Metafísica, utiliza la metodología que contempla la metafísica exacta, entendida como el conjunto de teorías metafísicas construidas con ayuda explícita de la lógica y las matemáticas.9
Mario Bunge nos indica las pautas más importantes a seguir, a modo de reglas que se deben cumplir, seleccionadas de las regulae philosophandi more geométrico et scientifico (reglas del filosofar axiomático y científico):
R1 Tener en cuenta la tradición metafísica, pero sin contentarnos con ella: revisar y corregir el acervo tradicional de problemas y soluciones, planteando nuevos problemas e intentando nuevas soluciones a preguntas tanto antiguas como nuevas.
R2 Evitar las palabras que no transmiten ideas claras: la oscuridad no es un indicador de profundidad sino de confusión y hasta de fraude
9 Mario Bunge, Ontology I: The furniture of the World (Treatise on Basic Philosophy, vol. III) (Dordrecht: Reidel, 1977), 7. [Ver traducción al castellano por Rafael González del Solar, Ontología I: El moblaje del mundo (Tratado de Filosofía, vol. III) (Barcelona: Gedisa, 2011), 33.]
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intelectual. En cuanto a las ideas confusas –todas las ideas lo son al nacer- inténtese refinarlas.
R3 Intentar formalizarlo todo: sea lo que fuere eso que es digno de ser dicho en cada disciplina teórica, incluida la metafísica, se lo puede y se lo debe decir con el auxilio de la matemática, en bien de la claridad y la posibilidad de sistematización.
R4 No confundir simbolización con matematización: la taquigrafía no dilucida ni sistematiza. Un constructo no es exacto –y se lo puede considerar fraudulento, o sea flatus vocis, en lugar de un concepto genuino- a menos que se le asigne un estatus matemático definido (como conjunto, relación, función, grupo, espacio topológico o lo que fuere).
R5 Luchar por el rigor, pero sin permitir que éste mine el vigor: la exactitud es un medio, no un fín. Se trata de un medio para conseguir claridad, sistematicidad, fuerza (argumental) y controlabilidad. La insistencia en el rigor por el rigor mismo y al precio de resignar intuiciones profundas es un indicio de esterilidad.
R6 Explicar lo concreto por medio de lo abstracto, en lugar de a la inversa. Inviértase la recomendación de Russell, para reemplazar las entidades “inferidas” (no observadas, hipotéticas) por construcciones lógicas a partir de las impresiones sensibles.
R7 Mantenerse alejados del subjetivismo; evitar, por ejemplo, las definiciones formuladas en términos de experiencia personal. […] Toda dilucidación ontológica, aun de conceptos referentes a fenómenos subjetivos, debe formularse en términos objetivos (sin alusión a un sujeto).
R8 No reificar lo que no sea una cosa y no tratar como una entidad independiente lo que no es sino el resultado de una abstracción. Por ejemplo, no hablar de sucesos aparte de las cosas cambiantes o como constitutivos de éstas.
R9 Luchar por la sistematicidad: intentar construir teorías y establecer vínculos entre ellas. No introducir conceptos que aún no han sido dilucidados, salvo a modo de comentarios extrasistemáticos: proceder de manera ordenada y, si es necesario, axiomática. El análisis filosófico es
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indispensable, pero no basta y, en todo caso, se lo realiza mejor en el contexto de un sistema.
R10 Controlar no sólo la consistencia interna de las hipótesis y teorías metafísicas, sino también su compatibilidad con la ciencia contemporánea e incluso su contigüidad a ésta.10
10 Mario Bunge, Ontology I: The furniture of the World (Treatise on Basic Philosophy, vol. III) (Dordrecht: Reidel, 1977), 8-9. [Ver traducción al castellano por Rafael González del Solar, Ontología I:
El moblaje del mundo (Tratado de Filosofía, vol. III) (Barcelona: Gedisa, 2011), 34-35.]
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4. PLAN DE LA INVESTIGACIÓN Y OBJETIVOS A ALCANZAR.
a. El plan de la investigación.
La estructura general a seguir en la elaboración de esta investigación sigue los cinco pasos de “la pauta de la investigación científica” explicados en el apartado anterior:
1. Planteamiento del problema intelectual.
2. Construcción de un método teórico.
3. Deducción de consecuencias particulares.
4. Prueba de las hipótesis.
5. Introducción de las conclusiones en la teoría.
Esta pauta se ha seguido con rigor, y se expresa en el índice general de la investigación.
b. Los objetivos a alcanzar.
A continuación se especifican los objetivos a seguir en cada una de las cinco fases especificadas, y que van a determinar el contenido de cada uno de los subcapítulos de la investigación:
1º. Planteamiento del problema intelectual: se pretende exponer el problema
“definición del concepto que representa la idea del objeto arquitectónico que es experimentado por los sujetos”. Para ello se interpretarán los correlatos fácticos de la idea, se sacarán a la luz los aspectos de la cuestión que constituyen una carencia en el campo del saber, y se expresará de forma precisa e inequívoca la pregunta que nos hacemos.
2º. Construcción de un método teórico: se formulará el enunciado o proposición que mejor responda (hipotéticamente) a la pregunta que nos acabamos de formular.
3º. Deducción de consecuencias particulares de la hipótesis: se buscará el conocimiento científico disponible sobre los conceptos o variables que se encuentren en
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el enunciado hipotético que se haya formulado en la teoría, así como el conocimiento científico en investigaciones similares.
4º. Prueba de las hipótesis: se pondrá a prueba el enunciado hipotético conjeturado en el modelo teórico, para poder verificarlo científicamente. Como la hipótesis será un enunciado ideal o formal, utilizamos el método analítico lógico de los conceptos que componen el enunciado hipotético.
5º. Introducción de las conclusiones en la teoría: para finalizar, y observando la conclusión de la prueba realizada, deduciremos la validación de la hipótesis que hemos previsto al comienzo de la investigación, y por tanto daremos por confirmada la teoría que hemos creado. Corregiremos las pequeñas modificaciones que consideremos oportunas, y propondremos las ulteriores investigaciones que esta investigación pueda proporcionar a la comunidad científica.
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5. FUENTES CONSULTADAS.
Se comentan a continuación las fuentes que se han consultado con más atención en esta investigación, con el objetivo de elaborar un panorama lo más amplio y completo posible sobre el estudio de la cuestión de las realidades naturales y sociales del objeto arquitectónico.
En esta investigación se ha buscado con exhaustividad las fuentes que se encuentran dentro del ámbito de la teoría y la investigación de la Arquitectura, pero se ha necesitado también de una gran cantidad de fuentes pertenecientes a otros campos del saber, debido al carácter transdisciplinar que exige el tratamiento de la cuestión.
Debido a la complejidad de la cuestión y la ambigüedad de los conceptos investigados –véase “espacio”, “vivir o experimentar”, “objeto”, “arquitectura”, etc.-, se han buscado en todo momento las fuentes primarias que estudian los conceptos en su origen, y se han buscado igualmente las fuentes secundarias que han tratado los conceptos con posterioridad.
Como podremos observar en la bibliografía de esta investigación, se han utilizado las fuentes en su lengua original, y se muestran también las ediciones traducidas a la lengua castellana.
Distinguimos a continuación cuatro grupos diferentes de fuentes, dependiendo de su utilidad en el proceso de esta investigación:
1. Fuentes sobre el definiendum encontradas en el ámbito de la ontología del objeto arquitectónico.
2. Fuentes científicas sobre los conceptos que forman el definiens, encontradas en diferentes ámbitos de la filosofía de la ciencia.
3. Fuentes científicas sobre el enfoque sistemista de la ciencia, encontradas en el ámbito de la teoría general de sistemas y la filosofía de sistemas.
4. Fuentes científicas sobre la metodología de la investigación y el método operativo a emplear en la prueba a realizar, encontradas en el ámbito de la metodología científica.