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El don de fe especial

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Academic year: 2021

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“El don de fe especial”

1 Corintios 12:9 “a otro, FE POR EL MISMO ESPIRITU; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.”

LO QUE ES Y LO QUE NO ES.

1 Corintios 12:9 “ otro, fe especial” Biblia Amplificada (Traducción en Inglés)

Es necesario definir la diferencia que existe entre: (1) la fe, el fruto del espíritu, y (2) la fe por medio de la cual fuimos salvos, y (3) la fe general y (4) la fe especial (Manifestación del Espíritu).

La fe es, como la oración, algo que fácilmente es confundida en las mentes de algunas personas. Muchas veces las ponemos en una misma bolsa, mezclándolas y batiéndolas todas juntas, pero debemos diferenciarlas. (1) Fe, el fruto del espíritu, en realidad es fidelidad. Los frutos del espíritu son en realidad para el carácter, las manifestaciones del Espíritu son para poder.

Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”

Relacionados con nosotros mismos: Amor, gozo, paz.

Relacionados con el prójimo: Paciencia, benignidad, bondad. Relacionados con Dios: (Fe) Fidelidad, mansedumbre, templanza. Este verso no se refiere al Espíritu Santo ya que El es PERFECTO EN MADUREZ, no crece en madurez, EL ES PERFECTO EN MADUREZ. Se refiere al espíritu del hombre nacido de nuevo. En el griego original dice: “espíritu”, SIN “e” en mayúsculas. (Interlineal griego-español) En

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correctamente esa palabra Espíritu o espíritu, ya que esa palabra en el original griego muchas veces aparece sin la mayúscula.

Un fruto es algo que crece. La fe el fruto, – o mejor dicho- la fidelidad, es un fruto que crece en la vida del cristiano para establecer en él un

carácter espiritual y Dios nuestro Padre desea que TODOS nosotros crezcamos en Cristo (Efesios 4:15 “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”)

Pero la fe especial, es dada por el Espíritu de Dios como una manifestación de Sus dones: “repartiendo a cada uno en particular como él quiere” 1 Corintios 12:11, y no es para todos ya que dice: “A OTRO FE... A OTRO... A OTRO...” 1 Corintios 12:8-10

Aquellos en quienes se manifiesta esta fe especial como una manifestación del don del Espíritu, creen a Dios en tal manera que El honra las palabras de ellos como si fueran las palabras de El y MILAGROSAMENTE hace que sucedan.

(2) Fe, la fe que recibimos por la cual recibimos salvación, vino para poder recibir salvación, Dios nos la dio para poder recibir la salvación.

Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”

(3) La fe general, que CADA CREYENTE TIENE, por la cual ordinariamente recibimos respuesta a nuestras oraciones.

2 Corintios 4:13 “Pero TENIENDO el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, NOSOTROS también CREEMOS, por lo cual también HABLAMOS.”

Marcos 11:22-24 “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened (en el sentido de ‘USAD’) fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que DIJERE a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino CREYERE que será hecho lo que DICE, lo que DIGA le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis

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(LO HABEIS RECIBIDO – está mejor traducido en la versión Reina Valera de 1995 o en la Nueva Versión Internacional), y os vendrá.”

Como hemos aprendido hasta ahora hay tres diferentes clases de fe.

(4) He escuchado hermanos que dicen: “Bien, si Dios quiere que yo reciba mi sanidad, Dios me dará fe; si no me la da entonces no seré sano’. Esto lo hacen porque no entienden la diferencia entre la fe general y el don de fe especial.

Sabemos que el bautismo en el Espíritu Santo lo recibimos por fe, fe

general. (Revise los estudios de E-Word 4, 5 y 6) Pero la manifestación del Espíritu Santo del don de fe especial viene después del bautismo en el Espíritu Santo.

El don de fe especial no es para salvación, porque tú tienes que tener fe para que puedas ser salvo. (“A OTRO FE (esta es especial, entonces no en todos se manifiesta)... A OTRO... A OTRO...” 1 Corintios 12:8-10)

Muchos de nosotros hemos recibido respuestas a nuestras oraciones por medio de la fe, aún antes de ser bautizados en el Espíritu Santo. Estas respuestas vinieron porque le creímos a Dios (fe general) (Marcos 11:24), y no ‘porque el don de fe especial operó’.

1 Corintios 12:29-30 “¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?”

Podríamos añadir: ¿Tienen todos este don de fe especial? La respuesta es no. Si todos tuviéramos que depender de este don de fe especial para recibir respuesta a nuestras oraciones, entonces no todos podríamos recibir respuesta a nuestras oraciones.

Pero existe una fe – fe general- que todos les creyentes tienen, que puede ser incrementada por alimentarla con la Palabra de Dios y ejercitada en el ring de la vida. Podemos llamarla una FE SIEMPRE CRECIENTE. El don de fe especial sin embargo es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo.

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La manifestación del Espíritu Santo del don de fe especial es diferente a la manifestación del Espíritu Santo del don de hacer milagros, AUNQUE AMBOS PRODUCEN MILAGROS. Uno de ellos es activo, el otro pasivo. El don de hacer milagros es activo, HACE el milagro; en cambio el don de fe especial es pasivo, RECIBE el milagro. (Aunque el don de fe especial recibe no sólo milagros como lo veremos más adelante en este estudio) Es necesario definir QUE ES UN MILAGRO.

Un milagro es una intervención SOBRENATURAL en el curso ordinario del mundo NATURAL. Una suspensión temporal del orden acostumbrado del sistema NATURAL como nosotros conocemos operada por la fuerza del ESPIRITU SANTO.

Por lo cual, aunque el poder sobrenatural de Dios interviene en el nuevo nacimiento, éste no es un milagro -propiamente dicho- ya que la acción SOBRENATURAL es efectuada en el espíritu de la persona -en el mundo ESPIRITUAL y no en el natural-.

Muchas veces llamamos “un milagro” de modo generalizado a todas las cosas que Dios hace -que suceden sobrenaturalmente- pero en el sentido de su significado, no son milagros propiamente dichos.

Hoy se llama a muchas cosas que en la naturaleza suceden: “milagros de la naturaleza”, pero sólo son intervenciones NATURALES en el mundo NATURAL.

Otra vez: Un milagro es una intervención SOBRENATURAL en el curso ordinario del mundo NATURAL. Una suspensión temporal del orden acostumbrado del sistema NATURAL como nosotros conocemos operada por la fuerza del ESPIRITU SANTO.

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Recordemos que la manifestación del Espíritu Santo del don de hacer milagros es activa, HACE el milagro; en cambio la del don de fe especial es pasiva, RECIBE el milagro.

Daniel 6:16-17, 22-23 “Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase... Mi Dios envió su ángel, EL CUAL CERRO LA BOCA DE LOS LEONES, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun

delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue

Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.”

Daniel recibió un milagro en el foso de los leones: Toda la noche

estuvieron los leones con la ‘boca cerrada’, mas cuando los enemigos de Daniel fueron echados en el foso ya no fue así. Su fe fue pasiva en lugar de ser activa. Empleó su fe que pasivamente estuvo expectante de un milagro sostenido o continuo.

Jueces 14:5-6 “Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, QUIEN

DESPEDAZO AL LEON como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.” Sansón ‘hizo’ el milagro (por el Espíritu Santo) MATANDO al león. Su fe fue activa en lugar de ser pasiva. Esto fue la manifestación del don de hacer milagros.

Marcos 4:37-38 “Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, DURMIENDO sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?”

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Jesús operó en esta manifestación del Espíritu del don de fe especial durmiendo en medio de la tormenta. Y ejercitó la del don de hacer milagros cuando mandó que la tormenta cesara.

Por toda la Biblia vemos que en primer lugar la manifestación del Espíritu del don de fe especial trabaja para individuos en la faz del peligro. TODOS ELLOS POSEYERON UNA CALMA QUE FUE SOBRENATURAL.

Cuando el don de fe especial está en operación, pueda ser que nada es visto en ese momento, puede llevar un largo período de tiempo.

Génesis 27:27-29 “Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se

inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren.”

Jacob bendijo a Isaac operando en la manifestación del Espíritu del don de fe especial al igual que los otros patriarcas cuando bendijeron a sus hijos, y sus bendiciones se cumplían años y años después.

La manifestación del Espíritu del don de fe especial es un endoso

sobrenatural por el Espíritu Santo por el cual lo que es hablado o deseado por el hombre o dicho por Dios, eventualmente sucede. La bendición o maldición, creación o destrucción, remoción o alteración, vendrán cuando han sido hablados por este don de fe especial.

El hermano Smith Wigglesworth -llamado el apóstol de fe a inicios del siglo pasado- dijo: ‘Ud. a menudo encontrará que si toma un paso de fe y usa su propia fe que posee como creyente, cuando llega al fin de su fe, usualmente esta manifestación de fe especial tomará lugar.’

Una razón por la cual no ha pasado con muchos, es que no han usado primero lo que ya tienen.

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Bajo el ministerio de Smith Wigglesworth se han recopilado alrededor de 32 resurrecciones de muertos.

En uno de ellos, una mujer había muerto:

‘Mientras yo estaba orando en mi propia fe, pareció como si Dios dijo: “No, no”. Pero cuando esta otra fe vino sobre mí, miré a los cielos y dije: Sí, sí. La siguiente cosa que hice sin pensarlo fue tomar el cuerpo de esa mujer y ponerlo recostado de pie contra la pared y mandarle que viva en el Nombre de Jesús. Y ella comenzó a respirar, y comenzó a caminar, ella resucitó’.

En la resurrección de un muerto operan las tres manifestaciones del Espíritu Santo de los dones de poder. El don de fe especial recibe al espíritu de la persona de vuelta al cuerpo, el don de hacer milagros resucitará al cuerpo natural y los dones de sanidades sanarán el cuerpo. Hechos 20:7-12 “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos;y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y FUE LEVANTADO MUERTO.Entonces descendió Pablo y SE ECHO SOBRE EL, Y ABRAZANDOLE, DIJO: No os alarméis, pues ESTA VIVO. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente HASTA EL ALBA; y así salió.Y llevaron al joven vivo, y fueron

grandemente consolados.”

Por medio de esta manifestación del Espíritu Elías fue sustentado por los cuervos. Era más allá del razonamiento humano que los cuervos iban a alimentarlo.

1 Reyes 17:2-6 “Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.Y los cuervos le

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traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.”

En el anterior E-Word hablamos extensamente de Hechos 16:16-18, le sugiero que lo vuelva a leer.

Hechos16:16-18 “Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.” Aunque uno puede echar fuera demonios con la fe general (SABIENDO que hay la presencia de demonios en determinada situación y NO SOLO SUPONIENDO), también la manifestación del don de fe especial puede hacerlo, y en este caso la mujer no deseaba ser libre. La Palabra NO dice que podemos echar fuera demonios de las personas que no desean ser libres. (Por lo tanto no podríamos echarlo con la fe general,

Romanos10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”)

Aquí el don de fe especial operó junto en el discernimiento de espíritus. Pablo vio al espíritu y le habló “al espíritu” mandándole que saliera de ella. Y ese espíritu salió “en aquella misma hora”. Pablo operó en esta manifestación del don de fe especial expectante de que aquello que ordenó sucedería.

Algunas veces la gente ha pensado que es la manifestación del don de fe especial la que opera en las sanidades de los enfermos. Si se trata de sanidad por la manifestación del Espíritu Santo, son los dones de sanidades en operación.

Si se trata de echar fuera demonios por las manifestaciones del Espíritu Santo, es el don de fe especial y el don de discernimiento de espíritus y/o la palabra de conocimiento los que están en operación. Si Ud. no ha

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muy a menudo es revelado por medio de la palabra de conocimiento, pero aun el don de fe especial tiene que ser ejercitado en echar fuera ese

espíritu.

Muchos llaman a las obras de la carne, ‘demonios’.

Gálatas 5:19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,idolatría, hechicerías,

enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”

Pero en este caso no hay necesidad de echar fuera demonios, lo que debemos hacer es crucificar la carne. Si tú tratas con la carne, para no obedecerle, el diablo no tendrá nada con que trabajar.

Romanos 12:1, 6:13 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional... ni tampoco presentéis vuestros

miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.”

Así el diablo no tendrá ningún lugar en ti.

Por supuesto Satanás podría atar a alguien, y podemos echarlo fuera también. El siempre está detrás de las cosas que andan mal, pero ello no significa que la persona está atada.

Necesitamos ser cuidadosos y bíblicos acerca de estas cosas, necesitamos creer la verdad, y practicar la verdad. Necesitamos obtener resultados pero necesitamos ser cuidadosos.

Si tú tienes un tema especifico y sólo sigues edificando sobre ese tema, es muy fácil ir al extremo y salir del balance. Siempre ora así: ‘Dios ayúdame a permanecer en equilibrio en mi ministerio’.

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Sabemos que el bautismo en agua es bíblico. Sin embargo hay gente que ha distorsionado la doctrina del bautismo en agua y se han ido fuera del equilibrio. Ellos le dirán que si no es bautizado en agua no es salvo. Otros se atreven a decir que el bautismo le salva. Hay otros que le dirán que a no ser que sea bautizado en agua de acuerdo a cierta fórmula Ud. no es salvo.

Aun todavía se ha escuchado decir este error por la radio: ‘No me importa cuántos de ustedes han sido bautizados en el nombre de Jesús, Ud. no es salvo a no ser que yo le haya bautizado. Yo soy el único

autorizado para hacerlo y nadie irá al cielo a no ser que yo lo haya bautizado en agua en el nombre de Jesús’.

Creemos en el bautismo en agua, pero si alguien lo toma al extremo puede hacer más daño que bien.

Yo creo en la realidad de los demonios y yo creo en la necesidad de saber algo acerca de ellos y como tratar con ellos. Pero si lo toma al extremo puede hacer más daño que bien de tal modo que pueda ver demonios en todo y en todos.

Algunos han llegado a hacer tan diablo-concientes de lo que son Dios-concientes. Ellos dan lugar al diablo y él los derrota. Pero el Señor Jesús dijo:

Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

La razón por la cual no vemos aún muchas personas resucitadas de entre los muertos hoy en día es que algunos tenemos uno o más de estos dones de poder en operación, pero no muchos de nosotros tenemos los tres en operación.

Exodo 14:10-16 “Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que

muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo:

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que morir nosotros en el desierto.Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.”

La manifestación del don de hacer milagros dividió el mar rojo, y la manifestación del don de fe especial lo mantuvo así y pudieron cruzar. Daniel 3:14-27 “Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la

estatua de oro que he levantado?Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey.Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño;

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y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. Entonces

Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid.

Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había

quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían.” Ellos necesitaron de la manifestación del don de fe especial para ser librados del fuego.

Los ángeles han guardado a los siervos de Dios protegiéndolos en

incontables oportunidades debido a que este don de fe especial estaba en manifestación.

La manifestación del don de fe especial estuvo en operación cuando se ministró el bautismo en el Espíritu Santo en Hechos 8.

Hechos 8:17 “Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.”

Cualquiera puede poner manos sobre la gente en fe general y así

apropiarnos de las promesas de Dios creyendo en El. (Demostración del poder de Dios) Pero cuando se trata de una manifestación por medio de un individuo a otro, entonces esto es una manifestación sobrenatural. Dios trabaja por medio de demostraciones de poder (por medio de la fe general), pero también trabaja por medio de manifestaciones

sobrenaturales.

Todos estos dones operan por fe. No operan por el don de fe especial, pero ellos operan por la fe general o común.

Cada vez habrán más y más manifestaciones del poder de Dios, y no sólo habrá demostraciones del poder de Dios que vienen por medio de la fe general.

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Rev. Rubén M. Maraví.

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