• No se han encontrado resultados

El Espíritu de CRISTO. en el creyente

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "El Espíritu de CRISTO. en el creyente"

Copied!
60
0
0

Texto completo

(1)

El Espíritu de

CRISTO

(2)

EL HERALDO DE LA VERDAD

1

El Heraldo de la Verdad es el órgano

misionero oficial de la Iglesia de los Reformadores Adventistas del Séptimo Día en Sarchí, Costa Rica,

publicado por la por la Editorial Mensajero Reformista. ® 2020. Todos los derechos reservados, se prohíbe su reproducción sin el permiso del autor.

Autor:

Hno. Jose Solano A. Revisión del texto: Hna. Maribel Díaz Ojeda Hno. Carlos Ramírez Corrales.

Todas las citas de los Testimonios, se toman de la versión electrónica del sitio egwwritings.org cuyos derechos de autor pertenecen al Ellen G. White® Estate. Las mismas se usan dentro del “fair use” en armonía con el U.S. Copyright Code, Title 17, Sec. 107.

Si desea mayor información, contáctenos: Sitio web: irasd.org Correo electrónico: info@irasd.org WhatsApp: +506 84909070 Facebook: reforma.adventista Twitter: IglesiaAsd

“Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”

1 Corintios 8:6

Apreciado lector:

En el folleto anterior, usted pudo aprender la verdad maravillosa acerca de la Verdadera Deidad, compuesta por Dios y su Hijo Jesucristo. Junto con la iglesia primitiva, la iglesia fiel de la actualidad proclama:

1 Corintios 8:6 Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Pero ¿qué sucede con el Espíritu Santo? ¿Por qué no se le incluyó en la Deidad? Bien, en este folleto, estudiaremos con la ayuda de Dios, lo que la Biblia y los Testimonios, tienen que decir acerca del Espíritu de Dios.

Oramos, para que su entendimiento sea abierto, a las claras verdades de las Escrituras y que usted pueda con seguridad, conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien Él ha enviado.

(3)

REFORMADORES ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

2

“El Espíritu Santo es el aliento de la vida espiritual. El impartimiento del Espíritu es el impartimiento de la vida de Cristo. Comunica al que lo recibe los atributos de Cristo. Únicamente aquellos que han sido así enseñados de Dios, los que experimentan la operación interna del Espíritu y en cuya vida se manifiesta la vida de Cristo, han de destacarse como hombres representativos, que ministren en favor de la iglesia.”

(4)

Al estudiar este tema, hay que meditar seriamente en las siguientes citas: Deuteronomio 29:29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Hechos de los apóstoles, pp. 42-43 No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu es el Consolador, “el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre.” Juan 15:26. Se asevera claramente tocante al Espíritu Santo, que en su obra de guiar a los hombres a toda verdad, “no hablará de sí mismo.” Juan 16:13. La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Los hombres no pueden explicarla, porque el Señor no se la ha revelado. Los hombres de conceptos fantásticos pueden reunir pasajes de las Escrituras y darles interpretación humana; pero la aceptación de esos conceptos no fortalecerá a la iglesia. En cuanto a estos misterios, demasiado profundos para el entendimiento humano, el silencio es oro.

¿Significan esos textos, que no se deba estudiar acerca del Espíritu Santo? La respuesta a esa pregunta, se encuentran tanto en la Biblia y en los Testimonios. Note apreciado lector, que Moisés, dice que las cosas reveladas “son para nosotros y para nuestros hijos para siempre”. Por su parte, la mensajera de Dios nos advierte en contra de tratar de explicar “naturaleza del Espíritu Santo”, ya que es un misterio no revelado. Si usted mira con cuidado la cita de Hechos de los Apóstoles, la hermana White dice: “No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo”

Sin embargo, la misma hermana White señala:

Manuscript releases, tomo 14, p. 179 No es esencial para usted saber y ser capaz de definir qué es el Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu Santo es el consolador, y el consolador es el espíritu santo, 'el espíritu de verdad, que el padre mandará en mí nombre.' esto se refiere a la omnipresencia del Espíritu de Cristo, llamado el Consolador."

Lo revelado por Dios en las Escrituras, se muestra en las siguientes páginas, sin ir más allá de lo que está escrito y sin querer inventar doctrinas antibíblicas, como lo hacen los trinitarios.

(5)

El Espíritu Santo, es dado por el Padre en el Nombre del Hijo:

2 Corintios 5:5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.

Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.

De hecho, las Escrituras señalan, que el Espíritu Santo es el Espíritu de Dios y de Cristo, que da la mente de Cristo al creyente.

1 Corintios 2:11-16 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Pregúntese ¿cuál espíritu ha recibido el creyente de Dios?

Hechos 2:33 Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

(6)

Filipenses 1:19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación.

Manuscript releases, tomo 14, p. 84 El Espíritu Santo es el Espíritu de Cristo, que es enviado a todos los hombres para darnos la suficiencia, que a través de Su gracia podemos ser completos en Él. (1894)

Alza tus ojos, p. 273 Los que son obreros junto con Dios trabajarán en las filas de Cristo. Imbuidos del Espíritu Santo de Cristo, se elevarán a su verdadera dignidad y responsabilidad. La iglesia no ha de cruzarse de brazos como muestra de seguridad, y decir: "Soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad". Los seguidores de Cristo no deben confiar en las experiencias pasadas, y dejar de crecer hacia la perfección. Si así lo hicieren, la iglesia enfrentará la derrota y la ruina. ¿De quién dependerá ella? Total y plenamente de Dios. (1894)

El Cristo triunfante, p. 178 Los seguidores de Cristo no poseen los atributos de Satanás, quien se complace en angustiar y afligir a las criaturas de Dios. Tienen el espíritu de su Maestro que dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (1894)

El Deseado de todas las gentes, pp. 767-768 Todos los que consagran su alma, cuerpo y espíritu a Dios, recibirán constantemente una nueva medida de fuerzas físicas y mentales. Las inagotables provisiones del Cielo están a su disposición. Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu Santo despliega sus más altas energías para obrar en el corazón y la mente. La gracia de Dios amplía y multiplica sus facultades y toda perfección de la naturaleza divina los auxilia en la obra de salvar almas. Por la cooperación con Cristo, son completos en él, y en su debilidad humana son habilitados para hacer las obras de la Omnipotencia. (1898)

Recibiréis poder, p. 72 El arrepentimiento es uno de los primeros frutos de la gracia salvadora. En sus lecciones al hombre caído, nuestro gran Maestro presenta el poder viviente de su gracia afirmando que, en virtud a ella, el hombre y la mujer pueden experimentar la pureza y la santidad de la nueva vida. Quien viva esta experiencia desarrollará los principios del reino de los cielos. Al enseñar acerca de Dios, conduce a otros a andar por caminos rectos. No llevará al cojo a transitar por senderos de incertidumbre. La obra del Espíritu Santo identifica al que es participante de la naturaleza divina. Cada creyente en quien obra el Espíritu de Cristo

(7)

recibe tan generoso abastecimiento de la rica gracia, que los incrédulos no pueden menos que reconocer que esa persona es controlada y sustentada por el poder divino; esto los inspira a glorificar a Dios. (1905)

Dios nos cuida, p. 249 Cuando un sentimiento de la benignidad de Dios refrigere constantemente el alma, se reflejará en el rostro mediante una expresión de paz y gozo. Se manifestará en palabras y en obras. Y el generoso Espíritu Santo de Cristo, al obrar sobre el corazón, comunicará a la vida una influencia convertidora sobre los demás. (1908)

Por favor note que la mensajera del Señor identifica, sin lugar a dudas al Espíritu Santo como el aliento de Cristo, el Espíritu Santo de Cristo o el Espíritu de Cristo, en fechas posteriores a su supuesta conversión trinitaria, que le quieren achacar algunos. ¿Cómo pudo ser trinitaria y creer que el Espíritu Santo no es Dios, sino, el Espíritu de Cristo? Ahora, recuerde que una de las características del Espíritu Santo es que da dones a la iglesia, note:

1 Corintios 12:7-11 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Pero, ¿no es que el Espíritu Santo, es el Espíritu de Cristo? Entonces ¿Cómo da dones? El mensaje de Dios es maravilloso y no existe ninguna contradicción; de hecho la Biblia afirma que es Cristo mismo quien da esos dones a la iglesia. Lea con cuidado:

Efesios 4:7-13 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del

(8)

conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Es el Señor Jesús, por medio de Su Espíritu quien da poder a la iglesia: Marcos 16:19-20 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

Note por favor, que las Escrituras hablan de la lluvia temprana y tardía, como una clara referencia al Espíritu Santo.

Mensajes selectos, tomo 2, p. 67 La fuerza de la lluvia tardía a veces arrasará las invenciones del hombre, la maquinaria humana; los límites de la autoridad humana serán como cañas rotas; y el Espíritu Santo hablará con poder convincente mediante el instrumento humano viviente. Nadie se detendrá entonces a observar si las frases están bien redactadas o si la gramática es impecable. Las aguas vivas fluirán por los canales singulares de Dios.

Sin embargo, la hermana White, identifica siguiendo la misma línea de la Biblia, a Cristo como la lluvia tardía.

Mensajes selectos, tomo 3, pp. 232-233 Si mantenemos nuestras mentes fijas en Cristo, él vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia temprana y tardía sobre la tierra. Como el Sol de justicia, él saldrá con salud en sus alas. Podemos crecer como el lirio, revivir como la planta de maíz, prosperar como la vid. Mirando constantemente a Cristo como nuestro Salvador personal, y tomándolo como nuestro modelo para imitarlo, creceremos en él en todas las cosas. Nuestra fe aumentará, nuestra conciencia será santificada. Llegaremos a ser más y más semejantes a Cristo en todas nuestras obras y palabras. Gracias a Dios creeremos en su Palabra. "El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley". (1908)

(9)

Pero ¿No es que existe un trio celestial? La respuesta es sí. ¿Entonces, sí existe la trinidad? La respuesta es NO. Las citas favoritas de esa doctrina, se encuentra en El evangelismo, léalas con cuidado:

El evangelismo, p. 446 El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes— el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo—son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo. (1905)

El evangelismo, pp. 447-448 El Espíritu Santo es una persona, porque testifica en nuestros espíritus que somos hijos de Dios. Cuando se da este testimonio lleva consigo su propia evidencia. En esas ocasiones creemos y estamos seguros de que somos los hijos de Dios... El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros espíritus de que somos hijos de Dios. Debe ser una persona divina, además, porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están ocultos en la mente de Dios. “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. 1 Corintios 2:11. (1906)

¿Dice que hay tres personas? Sí ¿Entonces sí hay trinidad? La respuesta es NO. Deje que sea la misma hermana White que le explique quién es la persona del Espíritu Santo. Lo primero que debe observar es que en la segunda cita, ella identifica al Espíritu Santo, como el “Espíritu de Dios”, nuevamente y como se puede ver en sus escritos ella nunca se refiere al Espíritu como dios El Espíritu Santo. Ahora, lea los siguientes testimonios: Testimonios para la iglesia, tomo 9, p. 152 Los que creen la verdad debieran recordar que son los hijos de Dios y que él los está entrenando. Que se muestren agradecidos hacia Dios por sus numerosas manifestaciones de misericordia y que sean agradecidos unos con otros. Tienen un Dios y un Salvador; y un Espíritu, el Espíritu de Cristo, debe producir unidad en sus filas. (1905)

(10)

Note por favor que ambos testimonios son de la misma fecha, 1905. Ahora, vea lo que ella señala en Testimonios para la iglesia, donde explica quiénes son las tres personas:

1. “Tienen un Dios [1] 2. y un Salvador [2];

3. y un Espíritu, el Espíritu de Cristo [3], debe producir unidad en sus filas.” No hay un dios Espíritu Santo, hay un Espíritu, el Espíritu de Cristo, quien es la tercera persona.

Dios nos cuida, p. 249 Cuando un sentimiento de la benignidad de Dios refrigere constantemente el alma, se reflejará en el rostro mediante una expresión de paz y gozo. Se manifestará en palabras y en obras. Y el generoso Espíritu Santo de Cristo, al obrar sobre el corazón, comunicará a la vida una influencia convertidora sobre los demás. (1908)

Note que tres años después de la cita de Evangelismo, ella sigue enseñando que el Espíritu Santo, es el Espíritu de Cristo, no dios El Espíritu Santo.

¿Cómo es eso posible, que Cristo sea la segunda y la tercera persona? Sencillo. Hay que recordar que el Señor algunas veces hablaba de sí mismo en tercera persona. Lea con detenimiento el siguiente Testimonio:

El Deseado de todas las gentes, p. 741 Así discurrió Cristo con sus discípulos, abriendo su entendimiento para que comprendiesen las Escrituras. Los discípulos estaban cansados, pero la conversación no decaía. De los labios del Salvador brotaban palabras de vida y seguridad. Pero los ojos de ellos estaban velados. Mientras él les hablaba de la destrucción de Jerusalén, miraron con llanto la ciudad condenada. Pero poco sospechaban quién era su compañero de viaje. No pensaban que el objeto de su conversación estaba andando a su lado; porque Cristo se refería a sí mismo como si fuese otra persona.

Otros ejemplos de esto, se pueden ver en los evangelios:

Mateo 12:8,40 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo… Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

(11)

Mateo 23:8-11 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

Lucas 24:25-26 Entonces él les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?

Juan 3:10-13 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.

Mateo 16:27-28 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. Marcos 16:12 Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.

Sabiendo ya, que la persona del Espíritu Santo es el Espíritu de Cristo, hay dos citas adicionales del mismo libro, que es necesario analizar:

El evangelismo, p. 447 Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos. (1899)

¿Quién es el que camina al lado de los creyentes, como su compañero en esta vida?

Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Manuscript releases, tomo 14, p. 23 Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu como su sucesor en la tierra. El Espíritu Santo es él mismo despojado de la personalidad humana

(12)

e independiente de la misma. Él se representaría a sí mismo, iba a estar presente en todos los lugares por su Espíritu Santo, el omnipresente.” (1895) Manuscript releases, tomo 14, p. 125 ¡Cuan pocos comprenden que Jesús, invisible, está caminando a su lado! (1895)

Hijas de Dios, p. 195 Cuando los pruebas eclipsan el alma, recuerde las palabras de Cristo, recuerde que Él es una presencia invisible en la persona del Espíritu Santo. (1897)

Cada día con Dios, p. 225 Jesús quiere crear una armonía celestial en su alma. Lea sus palabras, no con desánimo, sino con confianza y esperanza. Escuche las benditas palabras que Dios le dirige. Caminar con Cristo significa que, aunque invisible, Cristo camina con usted. (1901)

Recibiréis poder, p. 202 Se me ha instruido que deberíamos conducir a los enfermos de nuestras instituciones a esperar grandes cosas por causa de la fe del médico en el gran Sanador, quien, en los años de su ministerio terrenal, recorrió las aldeas y los pueblos de la tierra y sanaba a todos cuantos venían a él. Ninguno fue rechazado; los sanó a todos. Induzcan a los enfermos a que perciban que, aunque invisible, Cristo está presente para traer alivio y sanidad. (1908)

Y la otra cita a considerar es:

El evangelismo, p. 448 El príncipe del poder del mal puede ser mantenido en jaque únicamente por el poder de Dios en la tercera persona de la Divinidad, el Espíritu Santo.

Lo lógico es dejar que sea la misma hermana White quien explique quién es el que ayuda a vencer el mal. Por favor lea:

Spirit of prophecy, tomo 3, p. 256 Cristo les había asegurado que enviaría el Consolador, como un equivalente a su presencia visible. (1878)

Carta 66 del 10 abril 1894 El Señor vendrá pronto. Queremos esa comprensión completa y perfecta que sólo el Señor puede dar. No es seguro atrapar el espíritu de otro. Queremos el Espíritu Santo, que es Jesucristo. Si compartimos con Dios, tendremos fuerza, gracia y eficiencia." (1894)

El Deseado de todas las gentes, p. 630 Esta unión con Cristo, una vez formada, debe ser mantenida. Cristo dijo: “Estad en mí, y yo en vosotros.

(13)

Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.” Este no es un contacto casual, ninguna unión que se realiza y se corta luego. El sarmiento llega a ser parte de la vid viviente. La comunicación de la vida, la fuerza y el carácter fructífero de la raíz a las ramas se verifica en forma constante y sin obstrucción. Separado de la vid, el sarmiento no puede vivir. Así tampoco, dijo Jesús, podéis vivir separados de mí. La vida que habéis recibido de mí puede conservarse únicamente por la comunión continua. Sin mí, no podéis vencer un solo pecado, ni resistir una sola tentación. “Estad en mí, y yo en vosotros.” El estar en Cristo significa recibir constantemente de su Espíritu, una vida de entrega sin reservas a su servicio. El conducto de comunicación debe mantenerse continuamente abierto entre el hombre y su Dios. Como el sarmiento de la vid recibe constantemente la savia de la vid viviente, así hemos de aferrarnos a Jesús y recibir de él por la fe la fuerza y la perfección de su propio carácter. La raíz envía su nutrición por el sarmiento a la ramificación más lejana. Así comunica Cristo la corriente de su fuerza vital a todo creyente. Mientras el alma esté unida con Cristo, no hay peligro de que se marchite o decaiga. (1898)

Cuando se piensa en el Espíritu Santo, el primer pensamiento que viene a la mente es el que se encuentra en Juan 14:15-16 Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.

Inmediatamente con una lectura rápida del mismo, se entiende que el Consolador, sería alguien distinto a Jesús. Pero, ¿es eso lo que dice ese texto y enseñan el resto de las Escrituras? Es imposible entender el tema del Espíritu Santo, sin analizar las palabras de Jesús en Juan 14. Probablemente el lector se sorprenderá de ver lo claro que es el asunto si se estudia sin prejuicios, no así, si se quiere ver desde un punto de vista trinitario. Juan 14: 15-23 Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el

(14)

mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guarda.

De esos textos se desprende:

- Si se ama a Cristo, se guardarán sus mandamientos y Él les daría otro Consolador.

- Ese Consolador es el Espíritu de Verdad, que el mundo no lo puede recibir, ver o conocer, pero los creyentes ya lo conocían en ese momento y ya moraba con ellos y estaría con ellos.

- Jesús no los dejaría huérfanos, él mismo vendría a ellos. Así como Jesús está en el Padre, Él estaría en los creyentes y el mismo, se les iba a manifestar.

SI SE AMA A CRISTO, SE GUARDARÁN SUS MANDAMIENTOS Y ÉL LES DARÍA OTRO CONSOLADOR.

La obediencia a los mandamientos de Dios, son el requisito para recibir el Espíritu Santo. Cristo mismo, los guardó:

Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Hechos 5:32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

¿De qué manera es otro Consolador?

La palabra traducida en este texto del griego como Consolador, dice la concordancia Strong es G3875 παράκλητος parákletos, cuyo significado es: intercesor, consolador: abogado.

Juan 14:16 “Él os dará otro [allos] Consolador [parakletos], para que esté con vosotros para siempre.

(15)

1 Juan 4:11-13 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

Recuerde, el Espíritu dado por Dios, es el Espíritu de Cristo:

Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!

Pablo, claramente identifica quién es el Espíritu:

2 Corintios 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

¿Quién es ese Señor?

1 Corintios 8:6 Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

No hay otro Señor, aparte de Jesús. Como lo dijo Pablo: Efesios 4:5 un Señor, una fe, un bautismo,

Pero, ¿cómo puede ser Cristo el otro Consolador? Lea:

1Corintios 15:44-45 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

El Deseado de todas las gentes, p. 745 Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo: a los que remitiereis los pecados, les son remitidos: a quienes los retuviereis, serán retenidos. El Espíritu Santo no se había manifestado todavía plenamente; porque Cristo no había sido glorificado todavía. El impartimiento más abundante del Espíritu no sucedió hasta después de la ascensión de Cristo. Mientras no lo recibiesen, no podían los discípulos cumplir la comisión de predicar el Evangelio al mundo. Pero en ese momento el Espíritu les fue dado con un propósito especial. Antes que los discípulos pudiesen cumplir sus deberes oficiales en relación con la iglesia, Cristo sopló su Espíritu sobre ellos. Les confiaba un cometido muy sagrado y quería hacerles entender que sin el Espíritu

(16)

Santo esta obra no podía hacerse. El Espíritu Santo es el aliento de la vida espiritual. El impartimiento del Espíritu es el impartimiento de la vida de Cristo. Comunica al que lo recibe los atributos de Cristo.

Sencillo, después de su resurrección se presenta a Jesucristo como un espíritu que da vida. Pero, hay más evidencias:

1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. La palabra traducida aquí como abogado, es exactamente la misma que se emplea en Juan 14:16 parákletos. Es decir, tenemos un Consolador o Abogado ante el Padre, a quién el mismo Juan identifica por su Nombre: Jesucristo el Justo.

Reflejemos a Jesús, p. 277 Y Jesús dijo que nos daría el Consolador. ¿Qué es el Consolador? Es el Espíritu Santo. ¿Qué es el Espíritu Santo? Es el representante de Jesucristo, es nuestro abogado que permanece de nuestro lado y presenta nuestras peticiones delante del Padre con la fragancia de sus méritos. Allí acepta la petición del santo más humilde. Él no le pregunta cuánto dinero tiene, o cuán cargado de propiedades está, sino que el más humilde puede traer su petición a Dios, y su ofrenda de agradecimiento es perfumada con las riquezas de su gracia, y el Padre la acepta como su ofrenda, y la bendición viene a usted, gracia sobre gracia.

Ahora note, las Escrituras enseñan que el Espíritu intercede por nosotros. Romanos 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Si el Espíritu fuera una persona distinta a Cristo, Pablo estaría contradiciéndose a sí mismo, porque claramente él dice:

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

Note que entre Dios y el pecador, solo hay un mediador: Jesucristo hombre. Pablo no dice, que entre Dios y el pecador están Jesús y el Espíritu Santo. NO, él dice, que hay un solo mediador. Lo bueno, es que el mismo apóstol, aclara el asunto. En el mismo capítulo 8 de Romanos, él señala quién es el que intercede:

(17)

Romanos 8: 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Vea cómo lo reitera en el libro de Hebreos:

Hebreos 7:22,25 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él, se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

¿Confirman esto los Testimonios? Sí, y sí. Léalo por usted mismo.

Review and Herald, 26 de agosto de 1890 La razón por qué las iglesias están débiles, enfermas y a punto de morir, es que el enemigo ha traído influencias de una naturaleza desalentadora sobre las temblorosas almas. Él ha procurado bloquear a Jesús de su vista como el Consolador, como uno quién reprueba, quién advierte, quién los reprende, diciendo, "Este es el camino, andad por él" Cristo tiene todo el poder en el cielo y en la tierra, y él puede reforzar al débil, y enderezar al errado. Él puede inspirar con confianza, con esperanza en Dios; y la confianza en Dios siempre causa confianza el uno en el otro. (1890)

Manuscript releases, tomo 14, p. 179 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Esto se refiere a la omnipresencia del Espíritu de Cristo, llamado el Consolador." (1891)

Manuscript releases, tomo 8, p. 49 El Salvador es nuestro Consolador. Esto lo ha demostrado ser. (1892)

Recibiréis poder, p. 179 La obra del Espíritu Santo es inconmensurablemente grande. De esta Fuente los servidores de Dios reciben poder y eficiencia. El Espíritu Santo es el Consolador y, al mismo tiempo, es la presencia personal de Cristo en el creyente. Gracias al Espíritu, el que contemple a Cristo con la fe simple de un niño participará de la naturaleza divina. Al ser guiados por el Espíritu de Dios, podemos comprender que en él somos perfectos gracias a aquel que es la cabeza de todas las cosas. Del mismo modo como Cristo fue glorificado en los días del Pentecostés, también lo será cuando culmine la obra del evangelio, ocasión en que él preparará a cada creyente para la prueba final que vendrá al finalizar el gran conflicto. (1893)

(18)

Carta 66 del 10 de abril de 1894 Queremos al Espíritu Santo, que es Jesucristo. (1894)

Reflejemos a Jesús, p. 347 "Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros" (S. Juan 15: 3, 4). La misma savia que en la vid nutre a la cepa paterna, también nutre a los pámpanos. Cristo es representado como la vid que imparte el alimento, la vitalidad, la vida, el espíritu, el poder, a fin de que el pámpano pueda llevar fruto y entonces, cuando venga la aflicción y el desaliento, ustedes muestren un fruto de carácter diferente al del mundo. Es evidente que están conectados con Jesucristo y que hay un poder que los sustenta en todas sus aflicciones, chascos y pruebas; y este poder y esta gracia son los que mitigan toda aflicción. Cuando se acerque a sus labios la copa de la aflicción, recuerden que hay un Consolador y un Ayudador. (1894)

A fin de conocerle, p 173 No hay consolador como Cristo, tan tierno y tan leal. Está conmovido por los sentimientos de nuestras debilidades. Su Espíritu habla al corazón. (1897)

Manuscript releases, tomo 21, p. 372 Cristo es todo para esos que lo reciben. Él es su Consolador, su seguridad, su salubridad. Aparte de Cristo no hay luz alguna. (1897)

Cada día con Dios, p. 34 Llenen cada corazón la paz y el consuelo del Espíritu Santo. Abran la puerta de sus corazones, para que Jesús pueda entrar como un huésped honrado, y tendrán un Consolador. (1898)

Review and Herald, 27 de enero de 1903 Ruego a nuestro pueblo a cesar su crítica y su malicioso hablar, e ir a Dios con la más sincera oración, pidiéndole ayuda para remediar los errores. Deberíamos armonizar unos con otros y con Cristo. Deberían estudiar el capítulo diecisiete de Juan, y aprender a orar y como vivir la oración de Cristo. Él es el Consolador. Él habitará en sus corazones, haciendo completa su alegría. (1903)

Mensajes Selectos, tomo 1, p. 293 "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida -declara Cristo-; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14: 6). Cristo está investido con poder para dar vida a todas las criaturas. "Como me envió el Padre viviente -dice él-, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí". "El espíritu es el que da vida; la carne para nada

(19)

aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Juan 6: 57, 63). Cristo no se refiere acá a su doctrina sino a su persona, a la divinidad de su carácter. Él dice otra vez: "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del hombre" (Juan 5: 25 - 27). (1906)

Mensajes Selectos, tomo 1, p. 294 El Espíritu Santo, que procede del unigénito Hijo de Dios, une al ser humano, cuerpo, alma y espíritu, con la perfecta naturaleza de Cristo divino - humana. Esta unión está representada por la unión de la vid y los sarmientos. El hombre finito está unido con la fortaleza de Cristo. Mediante la fe, la naturaleza humana queda asimilada con la naturaleza de Cristo. En Cristo, somos hechos uno con Dios. (1906)

Recibiréis poder, p. 309 Así como la dotación divina—el poder del Espíritu Santo—le fue dada a los discípulos, hoy también se le otorgará a los que la busquen acertadamente. Sólo este poder es capaz de hacernos sabios para la salvación, a fin de adaptarnos para las cortes celestiales. Cristo desea darnos una bendición que nos santificará. “Estas cosas os he hablado”, dice él, “para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”. Juan 15:11. El gozo en el Espíritu Santo imparte salud y vida. Al concedernos su Espíritu, Dios se da a sí mismo: una fuente de influencias divinas, para dar salud y vida al mundo. (1910)

Hay muchísimas citas más, pero, para el buscador sincero, con estas debe bastar.

ES EL ESPÍRITU DE VERDAD

En Juan 14:6 Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy la Verdad” y por eso Su Espíritu es el “Espíritu de Verdad.” Juan 14:17

Manuscript releases, tomo 2, p. 337 Jesús viene a usted como el Espíritu de verdad; estudie la mente del Espíritu, consulte a su Señor, siga Su Camino.” (En el original dice: “Jesus comes to you as the Spirit of truth; study the mind of the Spirit, consult your Lord, follow His way.” Este testimonio ha sido traducido en Manuscritos inéditos, tomo 2, p. 321, de la siguiente manera: Jesús se acerca a ustedes como el Espíritu de verdad; fíjense en el carácter del

(20)

Espíritu, consulten al Señor, sigan sus caminos”

Manuscrito 24 del 22 de febrero de 1898 A los pobres, a los oprimidos y a los pisoteados del mundo, Cristo dice, “Si me amáis, guardad mis mandamientos y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, al Espíritu de verdad, (quién es Cristo formado en el interior la esperanza de gloria,) quien el mundo no puede recibir, porque no le ve: más vosotros le conocen, porque Él mora con vosotros, y estará en vosotros. No los dejaré huérfanos. [Juan 14:15-18 es citado]. (1898)

El Deseado de todas las gentes, p. 457 Los hombres honrados por el mundo, los así llamados grandes y sabios, con su alardeada sabiduría, no podían comprender el carácter de Cristo. Le juzgaban por la apariencia exterior, por la humillación que le cupo como ser humano. Pero a los pescadores y publicanos les había sido dado ver al Invisible. Aun los discípulos no podían comprender todo lo que Jesús deseaba revelarles; pero a veces, cuando se entregaban al poder del Espíritu Santo, se iluminaban sus mentes. Comprendían que el Dios poderoso, revestido de humanidad, estaba entre ellos. Jesús se regocijó porque, aunque los sabios y prudentes no tenían este conocimiento, había sido revelado a aquellos hombres humildes. A menudo, mientras él había presentado las Escrituras del Antiguo Testamento, y les había mostrado como se aplicaban a él y a su obra de expiación, ellos habían sido despertados por su Espíritu y elevados a una atmósfera celestial. Tenían una comprensión más clara de las verdades espirituales habladas por los profetas que sus mismos autores. En adelante habrían de leer las Escrituras del Antiguo Testamento, no como las doctrinas de los escribas y fariseos, no como las declaraciones de sabios que habían muerto, sino como una nueva revelación de Dios. Veían a Aquel "al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros." Lo único que nos permite obtener una comprensión más perfecta de la verdad consiste en que mantengamos nuestro corazón enternecido y sojuzgado por el Espíritu de Cristo. El alma debe ser limpiada de la vanidad y el orgullo, y vaciada de todo lo que la domina; y Cristo debe ser entronizado en ella. (1898)

The Southern Review, 25 de octubre de 1898 Cristo era el Espíritu de verdad. Manuscrito 30 del 18 de junio de 1900 Nosotros no podemos estar con Cristo en persona, como lo estuvieron sus primeros discípulos, pero Él ha enviado Su

(21)

Santo Espíritu para guiarnos a toda verdad, y a través de este poder nosotros también podemos dar testimonio por el Salvador. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (1900)

Recibiréis poder, p. 57 "Aprended de mí -dijo el mayor de los Maestros que haya conocido el mundo-, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mat. 11: 29). No es suficiente leer la Palabra de Dios. Nos fue dada para nuestra instrucción; por eso debemos investigarla con diligencia y cuidado. Hay que estudiarla comparando un texto con otro. Ella es la clave para su propia interpretación. Mientras la estudiemos y oremos, junto a nosotros estará el divino Maestro, el Espíritu Santo, para iluminar nuestra comprensión a fin de que podamos entender las grandes verdades de la Palabra de Dios. (1905)

NO LOS DEJARÍA HUÉRFANOS, POR MEDIO DEL ESPÍRITU CRISTO VENDRÍA A SUS DISCÍPULOS Y ESTARÍA PARA SIEMPRE CON ELLOS

Cristo prometió estar para siempre con sus discípulos y la forma de estarlo, es mediante su Espíritu. Por favor, léalo:

Mateo 28: 18, 20 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

¿Cómo lo haría?

Romanos 8:9-10 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

No era mediante un tercer dios que eso se iba a cumplir, sino, por medio del Espíritu de Dios y de Cristo. Es su presencia en la vida del creyente: Bible Echo, 15 de enero de 1893 Por el Espíritu el Padre y el Hijo vendrán y harán su morada en ti. [citando a Juan 14:23]

(22)

Cristo se puso a sí mismo en el lugar de Adán, y soportó la prueba donde éste había fracasado, poniendo al hombre, mediante ese acto, en terreno ventajoso, en situación favorable ante Dios, de manera que pudiera vencer por sí mismo gracias a los méritos de Jesús. En su nombre, por su gracia, el hombre puede ser vencedor, así como Cristo lo fue. En Jesús la divinidad y la humanidad se unieron, y la única forma por la cual el hombre puede ser vencedor es convirtiéndose en participante de la naturaleza divina… La divinidad y la humanidad se combinan en el que tiene el espíritu de Cristo. El apóstol Pablo escribe: "Por lo cual, debía ser en todo semejante a los hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Pontífice". (1892)

Recibireis poder p. 179 La obra del Espíritu Santo es inconmensurablemente grande. De esta Fuente los servidores de Dios reciben poder y eficiencia. El Espíritu Santo es el Consolador y, al mismo tiempo, es la presencia personal de Cristo en el creyente. Gracias al Espíritu, el que contemple a Cristo con la fe simple de un niño participará de la naturaleza divina. (1893)

Testimonios para los ministros, p. 88 ¡Cuán pocos se dan cuenta de que Jesús, el invisible, camina a su lado! ¡Cuán avergonzados se sentirían muchos de oír su voz hablándoles, y de saber que él ha oído toda su conversación insensata y común! ¡Y cuántos corazones arderían con santo gozo si tan sólo supieran que el Salvador está a su lado, que la atmósfera santa de su presencia los rodea, y que están alimentándose del pan de vida! ¡Cuánto le agradaría al Salvador oír a sus seguidores hablando de las preciosas lecciones de instrucción que él dio, y saber que ellos tienen apetencia por las cosas santas! (1895)

El Deseado de todas las gentes, pp. 143-144 Se oye el viento entre las ramas de los árboles, por el susurro que produce en las hojas y las flores; sin embargo es invisible, y nadie sabe de dónde viene ni adónde va. Así sucede con la obra del Espíritu Santo en el corazón. Es tan inexplicable como los movimientos del viento. Puede ser que una persona no pueda decir exactamente la ocasión ni el lugar en que se convirtió, ni distinguir todas las circunstancias de su conversión; pero esto no significa que no se haya convertido. Mediante un agente tan invisible como el viento, Cristo obra constantemente en el corazón. (1898)

(23)

Jesús dijo claramente en Juan 14:17 que ese Consolador al momento, de decir sus palabras ya moraba con ellos y por medio de él se manifestaría a ellos. Lea por favor, cómo lo explican los Testimonios:

Southern Watchman, 13 de septiembre de 1898 Que Cristo se manifestara él mismo a ellos, y al mismo tiempo fuera invisible al mundo, era un misterio a los discípulos. Ellos no podían entender las Palabras de Cristo en su sentido espiritual. Ellos estaban pensando en la forma externa y visible de Su manifestación. Ellos no podían asimilar el hecho que ellos pudieran tener la presencia de Cristo con ellos, y que a la vez Él no fuera visto por el mundo. Ellos no entendían el significado de una manifestación espiritual.” (1898) El Deseado de todas las gentes, pp. 138-139 “Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Aunque el ministerio había de ser trasladado del templo terrenal al celestial, aunque el santuario y nuestro gran Sumo Sacerdote fuesen invisibles para los ojos humanos, los discípulos no habían de sufrir pérdida por ello. No sufrirían interrupción en su comunión, ni disminución de poder por causa de la ausencia del Salvador. Mientras Jesús ministra en el santuario celestial, es siempre por su Espíritu el ministro de la iglesia en la tierra. Está oculto a la vista, pero se cumple la promesa que hiciera al partir: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Aunque delega su poder a ministros inferiores, su presencia vivificadora está todavía con su iglesia.

Juan 20:21-22 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

Cristo les “sopló” y con ese soplo, les dio el Espíritu Santo. Mire, como lo la sierva de Dios nuevamente asocia el recibir el Espíritu con el poder: Testimonios para la iglesia, tomo 6, pp. 294-295 Envió a los doce apóstoles, y más tarde a los setenta, a predicar el Evangelio. Les dio también poder para sanar a los enfermos y echar fuera demonios en su nombre. Así también los obreros del Señor deben hacer su obra. El mensaje que nos

(24)

llega hoy, es: “Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”. Juan 20:21, 22.

2 Corintios 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Manuscript Releases, tomo 14, p. 23 Estorbado por la humanidad Cristo no podía estar en cada lugar personalmente, por lo tanto para ventaja de ellos (los discípulos) Él debería abandonarlos para ir a Su Padre y enviar el Espíritu Santo para ser Su sucesor en la tierra. El Espíritu Santo es él mismo desvestido de su personalidad humana e independiente de ella. Él se representaría a sí mismo como presente en todos los sitios por Su Espíritu Santo, como el Omnipresente. (1895)

Cada día con Dios, p. 140 Que Cristo se les manifestara y que al mismo tiempo fuera invisible para el mundo, era un misterio para los discípulos. No podían entender las palabras de Cristo en su sentido espiritual. Estaban pensando en una manifestación externa y visible. No podían entender el hecho de que podían gozar de la presencia de Cristo mientras éste fuera invisible para el mundo. No podían entender el significado de una manifestación espiritual. (1897)

El Deseado de todas las gentes, pp. 622-623 El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero despojado de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu como su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos. En este sentido, estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto. (1898)

Mensajes Selectos, tomo 2, p. 20 El instrumento humano, el instrumento visible, ha de predicar la Palabra, y el Señor Jesús, el instrumento invisible, mediante su Espíritu Santo, ha de hacer que la palabra sea eficaz y poderosa. (1900)

El Cristo triunfante, p. 367 La obra del Espíritu es inconmensurablemente grande. De esta fuente recibe el obrero de Dios poder y eficiencia; y el Espíritu Santo es el Consolador y, al mismo tiempo, es la presencia personal de Cristo en el creyente. (1901)

(25)

a los enfermos de nuestras instituciones a esperar grandes cosas por causa de la fe del médico en el gran Sanador, quien, en los años de su ministerio terrenal, recorrió las aldeas y los pueblos de la tierra y sanaba a todos cuantos venían a él. Ninguno fue rechazado; los sanó a todos. Induzcan a los enfermos a que perciban que, aunque invisible, Cristo está presente para traer alivio y sanidad. (1908)

Cuando se estudia el tema de la Deidad, para quienes tienen un trasfondo trinitario, es inevitable, leer algunos textos desde ese punto de vista. No porque la Biblia o los Testimonios, lo sostengan, sino, porque sus tradiciones y prejuicios, así se lo demandan.

Lo primero que hay que señalar es que en ningún lugar de la Biblia ni del Espíritu Profecía, existe ni la palabra trinidad, ni tampoco se le llama al Espíritu Santo, dios el Espíritu Santo. Esas son invenciones católicas, antibíblicas, seguidas por sus hijas, las iglesias caídas.

Por eso, es importante, iniciar, viendo si los textos, normalmente usados para sostener un dios Espíritu Santo, pasan la prueba de un escrito está o no.

El texto estrella de los trinitarios, se encuentra en la primera carta de Juan: 1 Juan 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Este texto, dice claramente que el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, son uno. Ahí está la trinidad, dicen ellos. Pero, ¿es eso cierto? Para iniciar, sería bueno ver lo que el Comentario bíblico adventista, tomo 7, p. 693 explica: El texto del vers. 7-8, como aparece en la RVR, no se encuentra en ningún manuscrito griego anterior a los siglos XV y XVI. Las palabras mencionadas penetraron en las Biblias del siglo XVI, entre ellas la versión Reina-Valera, a través del texto griego del NT de Erasmo (ver t. V, p. 143). Erasmo, según

(26)

se dice, prometió incluir las palabras en cuestión en su Nuevo Testamento griego si se le mostraba un solo manuscrito griego donde estuvieran. Se le presentó entonces un manuscrito procedente de una biblioteca de Dublín [conocido como 34] con las palabras mencionadas, y las incluyó en su texto. Ahora se cree que dicho pasaje se introdujo en las últimas ediciones de la Vulgata por error de un copista que incluyó un comentario exegético marginal en el texto de la Biblia que estaba copiando. Las palabras o texto impugnado se han usado mucho para apoyar la doctrina de la Trinidad, pero como las pruebas en contra de su autenticidad son abrumadoras, ese apoyo no tiene valor, y por lo tanto no debe usarse. A pesar de que tales palabras están en la Vulgata, se admite con franqueza en una obra católica: "Ahora se afirma generalmente que este pasaje, llamado Comma Johanneum [inciso o parte menor del período de Juan], es una glosa que se introdujo desde hace mucho en el texto de la antigua Vulgata Latina, pero que llegó hasta el texto griego sólo en los siglos XV y XVI" (A Catholic Commentary on Holy Scripture, Thomas Nelson e Hijos, 1951, p. 1186).

Siendo así, ¿cómo traducen ese texto otras versiones?

- Biblia de Jerusalén Pues tres son los que dan testimonio: - Biblia Textual Porque tres son los que dan testimonio - Reina Valera 2015 Porque tres son los que dan testimonio. - Reina Valera actualizada 1989 Porque tres son los que dan

testimonio:

- Reina Valera 1990 Porque tres son los que dan testimonio: - Traducción en lenguaje actual Son tres los que nos enseñan que

esto es verdad.

- Nueva Versión Internacional Tres son los que dan testimonio. - Dios habla hoy Tres son los testigos.

- Biblia Latinoamericana Tres son, pues, los que dan testimonio: De manera, que ni siquiera cabe el dedicar más tiempo a un texto incluido por la iglesia católica en la Biblia, para sostener una doctrina falsa, como la trinidad. Solo se puede comentar, lo siguiente:

(27)

Apocalipsis 22:18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

Tal es así, que ni la misma iglesia adventista nominal, se ha atrevido a ponerlo en sus versiones de la Biblia Reina Valera 1990, Reina Valera Siglo XXI.

Teniendo eso en mente, sería bueno iniciar, por el principio, es decir por el libro del Génesis. Los trinitarios, ubican al Espíritu Santo en el versículo 2 del primer libro de la Biblia.

Génesis 1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Según ellos, esa es una clara indicación de que el Espíritu Santo, participó en la creación de este planeta y por ende, del hombre. Ellos dicen, que en Génesis 1, se encuentra la trinidad. Pero, si el amable lector, se fija detenidamente, ese texto:

1. En ningún lado se menciona a Dios, el Espíritu Santo, sino, al Espíritu de Dios, que es distinto.

2. En segundo lugar, no se menciona que el Espíritu estuviera creando nada.

3. Ni de lejos, aparece una referencia a la trinidad.

Para entender bien, ese texto, conviene entender, que la palabra hebrea rúaj es traducida a nuestra lengua como espíritu, soplo, viento o vida. De hecho algunas versiones lo traducen con ese sentido. Observe:

La Biblia de Jerusalen La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas."

Biblia Serafín de Ausejo 1975 La tierra era una masa informe y caótica. Había tiniebla sobre la faz del abismo y el hálito de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.

(28)

abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Biblia de nuestro Pueblo La tierra no tenía forma; las tinieblas cubrían el abismo. Y el soplo de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

Biblia La Palabra Hispano Americana la tierra era una masa caótica* y las tinieblas cubrían el abismo, mientras un viento impetuoso sacudía la superficie de las aguas.

Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 La tierra estaba sin forma y vacía; la oscuridad cubría la superficie del abismo, y el aliento de Elohim se movía sobre la superficie del agua.

Biblia Castilian 2003 La tierra era una masa informe y caótica. Había tiniebla sobre la faz del abismo y el hálito de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.

Sin embargo, se concuerda que la mejor traducción de este texto, es “el Espíritu de Dios”. Dicho eso, hay que preguntarse ¿se refiere a Dios el Espíritu Santo o a otro espíritu? Acaso, ¿no dice la Biblia que el Espíritu nos creó? Job 33:4 El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida. Note nuevamente, por favor nuevamente, que este texto NO menciona al Espíritu Santo o a dios el Espíritu, sino, simplemente al espíritu de Dios y el soplo del omnipotente. Ahora, vea lo que explica los Testimonios al respecto: La educación, p. 134 “Porque las cosas de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles... por medio de las cosas hechas”. Romanos 1:20. Pero su testimonio sólo puede ser entendido con la ayuda del divino Maestro. “¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. 1 Corintios 2:11. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad”. Juan 16:13. Sólo mediante la ayuda de ese Espíritu que en el principio “se movía sobre la faz de las aguas”; de aquel Verbo por quien “todas las cosas... fueron hechas”; de aquella “Luz verdadera que alumbra a todo hombre”, puede interpretarse correctamente el testimonio de la ciencia. Sólo mediante su dirección pueden descubrirse sus verdades más profundas. Sólo bajo la dirección del Omnisciente podremos llegar a pensar lo mismo que él cuando estudiemos sus obras.

Por favor, vuelva leer, este Testimonio. NO es Dios el Espíritu Santo el que se movía sobre las aguas, sino, el Espíritu de Cristo, el Verbo divino. Génesis 1:2 habla de la obra de Jesús, no de Dios el Espíritu Santo. Pero, si aún le queda

(29)

alguna duda, por favor, ore antes de leer las siguientes citas, para que Dios le de entendimiento.

Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Ahora, note lo que dice el versículo 26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.”

De este texto, se aprende lo siguiente:

- Había alguien con Dios, en la obra de la creación.

- Ese Alguien, tenía la imagen de Dios.

Quizá, ¿se trataba de la trinidad? La respuesta es no. La Biblia, lo explica claro:

Juan 1:1-3 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

En este texto, se encuentran dos Seres Divinos: Dios y el Verbo conocido en su encarnación como Jesús. Esto es confirmado claramente en todo el Nuevo Testamento y en los Testimonios.

Colosenses 1:13-17 El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su

sangre, el perdón de pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el

primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean

tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado

por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.”

Hebreos 1:1-3 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la

(30)

palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

Recuerde lo que decía el sabio Salomón, acerca de Cristo:

Proverbios 8:27-30 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo; cuando ponía al mar su estatuto, para que las aguas no traspasasen su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra, con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él.”

Proverbios 30:4 “¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?

Habiendo escudriñado el Testimonio bíblico, es hora de ir a los Testimonios del Espíritu de Profecía, para ver qué señala Dios mediante su mensajera al respecto.

Primeros Escritos, p. 145 Dios dijo a su Hijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”

Historia de la redención, p. 20 El Padre y el Hijo emprendieron la grandiosa y admirable obra que habían proyectado: la creación del mundo. La tierra que salió de las manos del Creador era sumamente hermosa.

Patriarcas y profetas, p. 11-12. El soberano del universo no estaba solo en su obra benéfica. Tuvo un compañero, un colaborador que podía apreciar sus designios, y que podía compartir su regocijo al brindar felicidad a los seres creados. ‘En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.’ (Juan 1: 1, 2.)

Exaltad a Jesús, p. 44 El Padre obró por medio de su Hijo en la creación de todos los seres celestiales. “Porque por él fueron creadas todas las cosas,… sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y para él”. Colosenses 1:16. Los ángeles son los ministros de Dios, que, irradiando la luz que constantemente dimana de la presencia de él y valiéndose de sus rápidas alas, se apresuran a ejecutar la voluntad de Dios. Pero el Hijo, el Ungido de Dios, “la misma imagen de su sustancia”, “el

(31)

resplandor de su gloria” y sostenedor de “todas las cosas con la palabra de su potencia”, tiene la supremacía sobre todos ellos. Hebreos 1:3

The Spirit of Prophecy, tomo 1, pp. 24-25 El Padre y el Hijo se comprometieron en la obra poderosa y maravillosa que habían contemplado de crear el mundo. La tierra surgió de la mano del Creador sumamente hermosa… Después de que la tierra fue creada y las bestias sobre ella, el Padre y el Hijo llevaron a cabo su propósito, que fue diseñado antes de la caída de Satanás, de hacer al hombre a su propia imagen. Habían trabajado juntos en la creación de la tierra y todo ser viviente sobre ella. Y ahora Dios dice su Hijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen“.

Spiritual Gifts, tomo 3, p. 36 Antes de la caída de Satanás, el Padre consultó a su Hijo con respecto a la formación del hombre. Se propusieron hacer este mundo, y crear bestias y seres vivientes en él, y hacer al hombre a imagen de Dios, para que reinara como un monarca gobernante sobre todo ser viviente que Dios debería crear. Cuando Satanás aprendió el propósito de Dios, sintió envidia de Cristo y celos porque el Padre no lo había consultado con respecto a la creación del hombre. Satanás era del orden más elevado de ángeles; pero Cristo estaba por encima de todos. Él era el comandante de todo el Cielo. Él impartió a la familia angelical los altos mandatos de su Padre.

De todos estos textos, se puede decir con seguridad, que el Padre, es el gran Creador, quien junto a Su Hijo hizo al hombre a Su imagen y semejanza. Después de todo, el Hijo “es la imagen del Dios invisible” Colosenses 1:15 y “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” Hebreos 1:3.

Es claro que todo fue creado por el Padre y por medio de Su Hijo. Ni en la Biblia ni en los Testimonios, se señala que la trinidad haya creado al ser humano ni al mundo. Por eso, al final de esa semana:

El Deseado de todas las gentes, p. 714 El Padre y el Hijo habían descansado el sábado después de su obra de creación. Cuando “fueron acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento,” Génesis 2:1

(32)

Otra de las citas favoritas de los defensores de la trinidad, es la siguiente:

Consejos sobre la Salud, p. 220 La Divinidad se conmovió de piedad por la

humanidad, y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se dieron a sí mismos a la

obra de formar un plan de redención. Con el fin de llevar a cabo plenamente ese plan, se decidió que Cristo, el Hijo unigénito de Dios, se entregara a sí mismo como ofrenda por el pecado. ¿Con qué se podría medir la profundidad de este amor? Dios quería hacer que resultara imposible para el hombre decir que hubiera podido hacer más. Con Cristo, dio todos los recursos del cielo, para que nada faltara en el plan de la elevación de los seres humanos. Este es amor, y su contemplación debiera llenar el alma con gratitud inexpresable. ¡Oh, cuánto amor, cuánto amor incomparable! La contemplación de este amor limpiará el alma del egoísmo. Hará que el discípulo se niegue a sí mismo, tome su cruz y siga al Redentor.

Esa cita se usa para decir que la hermana White cambió su creencias para convertirse en trinitaria y aceptar la personalidad del Espíritu Santo como un Ser separado del Padre y el Hijo. ¿En verdad cambió la hermana White su posición? Pues bien, lo que hay hacer es ver qué dicen muchas otras de sus citas, escritas antes y después de la que se encuentra en Consejos sobre la Salud, p. 220 y que proviene originalmente del Testimonio “The Sydney Sanitarium to Be Educational [The second tithe: A systematic

offering for the Sydney Sanitarium, pp. 3-6 escrito en el año 1899.

¿Quiénes planificaron el Plan de Redención?

1871: Testimonios para la iglesia, tomo 2, p. 41-42 Yo vi al amable Jesús y contemplé una expresión de simpatía y tristeza en su semblante. Luego le vi acercarse a la deslumbradora luz que envolvía al Padre. El ángel que me acompañaba dijo: Está en íntimo coloquio con el Padre. La ansiedad de los ángeles era muy viva mientras Jesús estaba conversando con su Padre. Tres veces quedó envuelto por la esplendente luz que rodeaba al Padre, y la tercera vez salió de junto al Padre, de modo que ya fue posible ver su persona. Su aspecto era tranquilo, extenso de perplejidad y turbación, y resplandecía de amor y benevolencia inefables. Entonces les dijo a los ángeles que se había hallado un medio para la salvación del perdido hombre; que había estado abogando junto a su Padre, y había ofrecido dar

(33)

su vida en rescate y echar sobre sí la sentencia de muerte, a fin de que por su medio pudiese el hombre encontrar perdón; para que por los méritos de su sangre y su obediencia a la ley de Dios, obtuviese el favor del Padre y volviese al hermoso huerto para comer del fruto del árbol de vida. En un principio los ángeles no pudieron alegrarse, porque su Caudillo no les había ocultado nada, sino que les había declarado explícitamente el plan de salvación. Jesús les dijo que se pondría entre la ira de su Padre y el culpable hombre, que soportaría iniquidades y escarnios, y que muy pocos le reconocerían por Hijo de Dios.”

1888: El conflicto de los siglos, p. 493 La muerte de Cristo prueba que la ley es inmutable. Y el sacrificio al cual el amor infinito impelió al Padre y al Hijo a fin de que los pecadores pudiesen ser redimidos, demuestra a todo el universo—y nada que fuese inferior a este plan habría bastado para demostrarlo—que la justicia y la misericordia son el fundamento de la ley y del gobierno de Dios.

1897: El Cristo triunfante, p. 269 “Nadie forzó a Cristo a dar este paso [llevar la culpabilidad de un mundo que perece]. Él se había ofrecido a poner su vida para salvar al mundo. Por causa de las palabras y obras engañosas de Satanás, los fundamentos del gobierno de Dios se habían concebido en forma errónea y, por esta razón, el Padre y el Hijo consideraron la necesidad de un mediador... El universo celestial contemplaba con intenso interés cada paso de la vida de Cristo: desde el pesebre hasta la presente y dramática escena. Los mundos que no habían caído estaban atentos al resultado de este conflicto. Ellos contemplaban al Hijo de Dios, el amado Comandante, quien en medio de su agonía sobrehumana desfallecía en el campo de batalla para salvar a un mundo perdido y desfalleciente…”

1898: El Deseado de todas las gentes, p. 773-774 Desde antes que fueran echados los cimientos de la tierra, el Padre y el Hijo se habían unido en un pacto para redimir al hombre en caso de que fuese vencido por Satanás. Habían unido sus manos en un solemne compromiso de que Cristo sería fiador de la especie humana. Cristo había cumplido este compromiso. Cuando sobre la cruz exclamó: “Consumado es”, se dirigió al Padre. El pacto había sido llevado plenamente a cabo. Ahora declara: Padre, consumado es. He hecho tu voluntad, oh Dios mío. He completado la obra de la redención. Si tu justicia está satisfecha, “aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo”. Juan 19:30; 17:24. Se oye entonces la voz de Dios proclamando que la justicia está satisfecha.

Referencias

Documento similar

Petición de decisión prejudicial — Cour constitutionnelle (Bélgica) — Validez del artículo 5, apartado 2, de la Directiva 2004/113/CE del Consejo, de 13 de diciembre de 2004, por

Després d’un inventari pericial i de consensuar-ho amb els mateixos redactors de l’estudi, s’apunta a que la problemàtica és deguda a que en els casos on l’afectació

Polígon industrial Torrent d'en Puig. Polígonindustrial de Can

Se llega así a una doctrina de la autonomía en el ejercicio de los derechos que es, en mi opinión, cuanto menos paradójica: el paternalismo sería siempre una discriminación cuando

Tras establecer un programa de trabajo (en el que se fijaban pre- visiones para las reuniones que se pretendían celebrar los posteriores 10 de julio —actual papel de los

En cuarto lugar, se establecen unos medios para la actuación de re- fuerzo de la Cohesión (conducción y coordinación de las políticas eco- nómicas nacionales, políticas y acciones

El contar con el financiamiento institucional a través de las cátedras ha significado para los grupos de profesores, el poder centrarse en estudios sobre áreas de interés

De esa manera nuestra vida se ira adaptando a las cosas espirituales (tenemos que estar en el espíritu para relacionarse con Jesús porque