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Ritos y constumbres de boda en Las Hurdes

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RITOS Y COSTUMBRES

DE BODA EN LAS HURDES

M: AUXILIADORAGONZALEZ HINOJO

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Aún hoy,el matrimonio mantiene su carácter de rito de pasaje,consti- tuye un hitoen la vida del individuo, al señalar el final del proceso de incorporación a la madurez de, al menos,uno de los miembros de la comunidad.

Se trata, por tanto, de un ritua l complejo en el que resulta funda- mentalsu dimensión social,plasma- da en la participación en los ritos de la totalidado algunos segmentos de esa comunidad,en razón a sus vín- culos con algunos de los contrayen- tes.Perointervienen además aspec- tos económicos,asícomo prácticas de propiciacióndela fertilidadenlas que se hacen presentes símbolos ancestrales.

Muchos de estos elementos son perceptibles en los antiguos rituales de boda de Las Hurdes; en su mayoríaestas costumbres,ya desa- parecidas,perviven en la memoria de los mayores,que las vivieron,y de los no tan mayores,que recuer- dan haber oído describirlas. Sin embargo,de algunos ritos,como el rejollijo,sólo se conserva algún testi- monio escrito.Asípues,parece éste un buen momento para hacer una revislón de los rituales hurdanos de noviazgoy boda más significativos.

EL NOVIAZGO

El noviazgo constituye una fase preparatoria en ese tránsito a la edad madura que supone el matri- monio.Este períodoqueda regulado por normasconsuetudinarias,como vamos a vera continuación.

En elpasado,el matrimonio y la búsqueda de pareja eran causa de inquietud entre las muchachas (dada la posiciónque la mujerocu- paba en ese momento en la socie- dad), lo que dio lugar a prácticas derivadas de ciertas creencias y supersticiones.Así,entre lasmozas de Las Hurdes eran frecuentes las ofrendas,peticionesy promesas a santos propiciatorios del noviazgo , como San Antonio.Otracostumbre, propiade Caminomorisco,consistía en la consulta alcuco paraaveriguar

cuánto tardaría la moza en casarse:

el número de cu-cus escuchados como respuesta, tras formular la moza la pregunta en el campo,indi- caba los años que debería esperar.

En el caso de que el cuco no res- pondiese, se interpretaba que el matrimonio iba a tener lugar ese mismo año.

El primer contacto entre jóvenes de ambos sexos tenía lugar en la escuela o con motivo de actos tan cotidianoscomo la bajadaa la fuen- te,la vuelta de lavar en el río y la recolección. O bien de aconteci- mientosfestivoscomolas reuniones en las casas o los bailes de los domingos,que sólo existíanen algu- nos pueblos y que eran amenizados por la música de lagaitao flauta y el tamboril. En Casares de las Hurdes

Figura 1.Elhelecho,habitual en el paisaje hurdano,servíade base para elaborar elrejollijo o colchón de bodas.

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las mozas se encargaban dela ilu- minacióndel salónde bailecon can- dilesde aceite de olivao,siéste fal- taba,delucerina,yeran los mozos los que contratabanaltamborilero.

La prese ncia de forasteros en estos bailesprovocaba el recelo de losjóvenes del lugar,siendoelori- gen de no pocasriñas. Eracostum- bre hacerpagarelpisoalos foraste- ros queintentasen echarse novia en elpueblo; de esta manera se com- pensabaala comunidad por la pér- dida de uno de sus miembros pro- ductivos.Correspondíaalalcaldede mozos-el soltero de mayor edad- determinar la cantidad a pagar, en función delas riquezasdela mucha- cha pretendida;normalmenteelpre- cio consistía en media cuartillade vino,porlo que elpiso recibía tam- biénel nombre demedia,y solíaser- vir para que los mozos celebrasen un festejo o para contratarlos servi- cios de un tamborilero en sus sali- das de ronda.Siel quevenía de fue- ra se negaba a acepta r esta condicióncorríaelriesgode acabar en la charca,pero también eraobli- gada la ruptura del noviazgo, a la quela mozano solíaoponerse.

Durante la Cuaresma los bailes domingueros quedaban suspendi- dosy lamocedad,normalmente por iniciativadeunodelosmuchachos, practicaba en loscampos el «reto - zu», especie de escarceo amoroso que incluí a también el juego del escondite.

En Pinofranqueado existía ade- másla costumbre de la enramada, queconsistía enemparejarporsor- teo a los jóvenes del pueblo dis- puestos a participar, y cuyos nom- bres se inscribían en una lista; el sorteo propiamentedicho lo realiza- banlosmozos, denoche,en la pla- za delpueblo.Finalmente se hacía público el listado de parejas resul- tante. Cadauna de éstas«fortuitas»

parejas estaba obligadaa no sepa- rarse en todo el díadelafiesta dela enramada.

Muchasparejasestables nacieron delos bailes,losretozosy lasrifas.

Pronto el mozo se declaraba a la muchacha, siendo la declaración siempre directa y de palabra,poco más que un sencillo: «Gúenu cha- cha! Si no ties compromisu y quies jacerlu conmigu...»

Sinembargo,el noviazgo no se consideraba oficialhastaque conta- ba con laautorización delos padres de la novi a, y fue frecuentemente que lospadresimpidiesennoviazgos y acordasen el matrimonio de sus

hijos en contra de la volunt ad de éstos, teniendo en conside ración únicamente sus pretensioneseconó- micas.Así queda reflejado en una copla:

-DicinquehaytriguenCahtilla y hay enLahJurdih miseria pero allí loh suhamórih poIel trigu seluhquiebran.

Fue este afán por juntar fincaso dineroslo quefavoreciólaformación de matrimonios endogámicos,cos- tumbr e también habitual en otras comarcas dela Españarural.

Como consecuenciade dichacos- tumbre se desarrolla ron mecani s- mos defens ivos, que tení an por objeto impediro,más bien,dificultar, que se iniciasen relaciones con algún forastero. Estosmecanismos incluían cantos,consejos y dichos que alababan las virtudes de los lugareños frentealos de otras locali- dades,pero también prácticascomo laya comentadadecobrarel piso(a los mozos de otros concejos) o la entrada(a los del mismo concejo).

El consentimiento paterno estaba implícito enla entrada del novio en casa de la novi a, derecho que el mozo adquiríasolicitándolo verbal- mente al padre de la moza. En El Gasco la mozapedíapermiso asus padrespararecibirencasa a su pre- tendient e, o bien la decisión era tomada poracuerdo de los padres deambos.

Una vezque sehabíaformalizado la relación,la parejaseveíay con- versabanormalmente en la puertao la ventana dela casa delanovia.En ElGascolos novioseranacompaña- dos siempreen sus salidaspor una tercera persona. En Casares delas Hurdes, el mozo agasajaba a su noviarondando su ventana en latar- dedelos sábadosodomingos.

Aunque los regalos entre los no- vios no eran frecuentes, o simple- mente consistíanenla colaboración delnovio en lastareas agrícolas de su futuro suegro,en VegasdeCaria era costumbrequela moza regalase a su prometido un pañuelo.

Por otro lado,antiguamente,los noviazgosde los hurdanos estaban jalonadospor períodosdedistancia- miento,ya quela necesidadde con- seguir algún dinero obligaba a los mozos a emigrar temporalmente para participaren lasiega castellana o extremeña.

Con motivo delpetitorioo la pedi- da de la novi a, se celebraba una cena en la que se reunían las dos familias.EnCasares delas Hurdes,

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los que participaban en esta cena quedaban yainvitados para el díade la boda.Los padres de ambosjóve- nes se comprometíana costear los gastos dela celebracióny así,en El Gaseo,después de este díalas fami- lias capaban un macho cabrío y lo empezaban a engordarpara la comi- da dela boda.

En cuanto a la dote, y aunque Unamuno (1922) afirmaque elpadre cedía a su hijala propiedad de un cuarto delasno dela familia,parece más bien que su contenido estaba en funcióndela situacióneconómica de la familia ysolíaconsistir en la cama olosútiles dela cocina.

Las amonestaciones o pregones se hacían públicasen laiglesia, con solemnidady ante la expectación de todo el pueblo.En Casar de Palome- ro,el díadela primeraamonestación se hacíaelconvitedelaenhorabue- na,en elque los novios reunían a parientesy amigos.

LA BODA

Los enlace s acostumbraban a celeb rarse a finales del verano, cuandomuchasdelas tareasagríco- las ya estaban acabadas y regresa- banlos mozos dela siegacon algu- nos ahorros.

Los invitados a laboda eran los familiares de losnovios y sus ami- gos. Respecto a los padrinos de boda, éstos se escogían entre los parientes del novio-hermanos ma- yores, tíos o padrinosde bautizo-, aunqueen ocasiones,siera posible, se buscaba como padrino alperso- najemás destacado delpueblo.

Días antes de la ceremonia, el domingoanterior en el caso del Gas- ca,los novios celebraban ladespedi- da de solteros;mozos y mozas por separado,comoenCasaresde las Hurdes,o conjuntamente.Eraen el transcurso de estacelebracióncuan- do sellevaba a cabola designación del nuevo alca lde de mozos,si era elanteriorquien iba a contraermatri- monio.

La boda y su celebración solían durar tres días,vísp era,boday tor- naboda,coincidiendo normalmente con viernes,sábado y domingores- pectivamente.La ceremonia religio- sa se celebrabaeldíadelabodapor lamañana,aunquesi la noviaesta- ba embarazada,osi era públicoque habíanmantenidorelacionesíntimas con un novioanterior,elcasamiento tenía lugar a altas horas de la madrugada.

Hubo un tiempo en que el díade la vísperaeraempleadopor elnovioen hacer el rejo l/ijo orejo l/ino, un col-

chón elaborado con helechos y hojas de maíz,que regalaba a su futura esposa y que serviríacomo tálamo nupcial. Aunque apenas se recuerdaesta costumbre,su nombre se ha perpetuado en algunas aldeas, designandoactualmenteal díadela víspera.

Lanoche delavísp eralas amigas de lanovia,enocasiones acompa- ñadas delos mozos,iban a cantarle a éstalaalborá:

(...)Levanta,novia,levanta site quieres levantar.

queestamos aquítus amigas

acantarte la alborá (...)

(...)Aunque mañana te cases,

te vayas con tu marido,

aestos tus queridos padres no los eches en olvido (...) (...)Con elsíque diola niña

ala puerta de laiglesia, con elsíque diola niña entró libreysalió presa.

En Casares de las Hurdes las mozas confecc ionaba n para esta ocasión unramo,hechode laurel y adornadoconcintasyrosquillas,que entregaban a la novia. Ella, en corresponden cia , solía invitarl es a bebery tomar algunosdulces.

En la zona de El Gasco eracos- tumbre quelas mozas ofrecierandul- cesyel novio aguardientea todo el pueblo,visitando casa porcasa,de forma que todos participabanen la celebración.

Ya el día de la boda, el novio, acompañado por el tamborilero,se dirigía a casa de la novia, donde ambos eran bendecidos por sus padres,con una oración simple:

Que la bendición de Dios te acom- [pañe en el nombre del Padre,del Hijoy [del EspírituSanto,.

habitualmente acompañada de los mejores deseos ylos consejospater- nos.En Casaresde las Hurdes los novios recibían la bendición «j in- caos" de rodillas,y en la zona de Nuñomoral la novia la recibía en la puertade sucasa.

Esta bendición seconvierte asíen una triste despedida y como tal la entienden lanoviay muchosde los asiste ntes que,al oírla, rompíana llorar emocionados.

Por tanto, los novios, antes de encaminarse ala iglesia,han roto simbólicamente los ..lazos" que les uníanconsuentornofamiliar yamis- toso. La bendiciónenla puertadela casarefuerza estaidea de abando- nodel hogar y dela vidaqueen él se ha desarrollado , idea que se

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expresaba ya en algunas de las estrofas de laalborádelavíspera.

Se inicia entonces la partida del cortejo nupcial,encabezado por los novios,los padrinos y el tamborilero.

Y,enCasares delas Hurdes,por el ramo que la novia recibió de sus amigas la noche anterior.

En cuantoal traje de los desposa- dos,elnovio solíavestirde pana,y la novia el traje típico o bien un traje corriente. En Casares elvestido de la novia era negro,entendiéndose que iba deluto;así pues,laidea de"paso»

y de muerteritual que el matrimonio significa estabapresente en la concien- cia delos miembrosde lalocalidad.

Una vez celebrada la ceremonia se suceden varios ritos.El primero de ellos consisteen arrojarsemillas a losnovios,que despuésreciben la felicitaciónde todoslos asistentes,a la salidade la iglesia.

Sigue luego el banquete de bodas, que se realizaba,como los bailes,en una casa. La comidase componíade chochoso altramuces,que se habían puestoenremojo eldíaanterior,cabri- to o chivarro,a veces previamente emborrachado para hacer más sabro- sa su carne,y vinoen abundancia.

EnCerezal,alterminalla comida, se iniciaba la ronda de bodas,que no era sino un reparto de tabaco y altramuces a todo elpueblo,a cam- bio de los cuales elcortejo nupcial recibía regalos paralos novios.

Comenzabandespués los bailes , con motivode los cualesse hacía la espigá,al ritmo de gaita, tamborily castañuelas:los novios bailaban con otrasparejas,que después deposita- ban enla mesa sus regalos,normal- mentefrutos delhuerto.Muy semejan- te era elbailedelTalamo,si bienéste se realizabaal airelibre.En algunos pueblos se hacíael bailede laManza- na,en el que la novia permanecía con una manzana ensartada en un tene- dordurante elbaile,ylas parejas iban clavando monedas en la fruta.

Se trata de verdaderos bailes de cuestación,en los que además los regalostienen un carácterrecíproco, pues el novio deberá corresponde r debidamente al donante cuando asistaa suboda.

La fiesta se prolongaba hasta la noche,enla que no faltabanlas bro- mas a los novios.EnVegas de Caria los mozos impedían al novio mar- charse con la novia,hasta elpunto de que en ocasioneselnovio tenía que darles dineroo convidarlespara serliberado -lo queno dejade recor- darlaremota costumbrede comprar ala novia-oOtrasbromasconsistían en colgarcencerros dela cama nup- cial,o irrumpir en la habitación en quelos novioshacíanla cama.

El díade latornaboda,en Casares de las Hurdes,tenía lugar el rito de uncira los novios con un yugo unido a un arado y hacerlos arar varios surcosen la tierra.Cada uno de los que quisiese guiar el arado debía pagar a los novios. Esta costumbre quedaplasmada en una canción:

El novioyla novia se vanacasar;

cogen elyugo yse vanaarar.

Enla misma pedanía,en estajor- nada,los invitados a la boda distri- buían entre los vecinos vino,traído enpellejosdesde la Peña de Francia, y comida,a cambio de lo cual recibí- an regalos parael nuevo matrimonio.

La presenciadelramoen el cortejo nupcial,asícomo la costumbre de arrojar semillas a los novios y la tra- dición de matar un toro con motivo de la boda en Casar de Palomero, han sido interpretadas por Domín- guez Moreno(1987) comoritos pro- piciatoriosdela fertilidad.Alrito del aradoy a los instrumentos deltam- borilero,por su parte,seles ha que- rido atribuiruna simbologíasexual.

Otros rituales como las felicitacio- nes,la comida, los intercambios de regalos y los bailescon entrega de presentes,revelan más bien el carác- ter socialdela boda,y sonla materia- lización del consentimiento individual y grupal delmatrimonio y,porconsi- guiente,de la nueva posiciónadquiri- da por los contrayentes. El mismo valor habría que darlea la costumbre, ya olvidada,de que todo elpueblo colabore en la construcc ión de la viviendadelos nuevos esposos.

Figura 3. La música de gaita ,tamborily castañuelas acompañaba rondas,bailes, cortejos nupcialesyespigás .

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Fig ura 4.El rito delarado teníalugar enCasa resde las Hurdes eldía delatorn aboda(di buj o: S.

Hino jo ).

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Así pues, podemos identificar la presenciade ritosderuptura osepa- ración y de ritos de agregación -fases esenciales de un rito de paso- en los antiguos rituales de boda hurdanos,e incluso podemos entender el sentido originalde mu- chas costumbres que han llegado hastanuestrosdíasy queno nos son en nada ajenas:despedidasdesolte- ros,regalos deboda,lanzamientode arroz sobre losnovios, etcétera.

Comprobamos también la impor- tancia del matrimon io como inter- cambio económico,que se plasma en el pago delpisoa los mozosy en el pago de la dote. Asimismo,en sociedades campesinas es la mar- cha de laslabores del campo la que determina aspectos como la elección de la fechadela boda.

Por otro lado, es significativo el hecho de quealgunos de los ritosaquí descritos se han documentado tam- biénen pueblos extremeñossituados al sur deLasHurdes,asícomoen las vecinastierrassalmantinas,aunque cada localidad supo imprimirles su selloparticular.En cualquiercaso,es una prueba más de que el aislamiento y la pobrezacultural de LasHurdes no son más que una leyenda.

INFORMANTES

Daniel Martín de Dios, Tomás Segur Expósito (Casares delas Hur- des),AntonioSegur Pérez(Vegas de Coria),Aurelío Aceituna Deogracia (ElGasco) yFélix Barroso Gutiérrez.

BIBLlOGRAFIA

Elcuestionarioutilizadoha sidoelabora- do a partirdel Cuestionariodel Ciclo

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Referencias

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