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ORACIONES

DE

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1. HOOPONOPONO

"Divino creador, padre, madre, hijo como uno... Si yo, mi familia, parientes y ancestros te han ofendido a ti, a tu familia, parientes y ancestros en pensamiento, palabras, hechos y acciones desde el principio de nuestra creación hasta el presente, te pedimos perdón. Que esto limpie, purifique, libere, corte todos los recuerdos negativos, bloqueos, energías, vibraciones y trasmute estas energías no deseadas en luz pura... Y está hecho".

“Lo siento, te amo. Perdóname por aquello que está en mí (interior) que ha creado esto. Y lo siento, me amo. Me perdono por estar creando esta realidad.”

“Lo siento, te amo. Lamento que haya algo en mí que se manifiesta en tí. Y lo siento, me amo. Me perdono por estar creando esta realidad.”

“Lo lamento, por favor, perdóname por cualquier cosa que se halle en mi interior que se manifieste como un problema (en mí o en tí)”

“Lo siento, perdóname por aquello que está en mí que ha creado esto”.

2. ORACION DEL SAHUMERIO LITURGICO

A tus plantas vengo a postrarme para rendirte adoración y humildad, tal como lo hicieron los reyes magos, que desde la ciudad de Seleucia se encaminaron a la ciudad de Jerusalén para irse a postrar humildemente ante el Rey de Reyes en un establo de Belén llevando como ofrenda de Oro, Incienso y Mirra. Así también, yo tu siervo te ofrezco este sahumerio en estos días santos para mi hogar sea limpio de toda mala influencia y perfidia y para todas mis actividades y negocios que emprenda, me vea coronado por el buen éxito con tu Santa Bendición. SALGA EL MAL Y ENTRE EL BIEN, COMO ENTRO JESUCRISTO A JERUZALEN.

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3. SANTISIMA TRINIDAD

TRINIDAD SANTA, BELLEZA INCREADA, SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA

Pero, ¿quién eres tú?

Pero, ¿Quién eres tú, oh belleza increada, siempre antigua y siempre nueva?

Eres el inaccesible por naturaleza, el impenetrable, el eterno, más allá del tiempo y del especio.

Todo te pertenece, todo es tuyo; a ti se te debe el ser y la existencia; pero escapas a nuestros sentidos, y sin embargo, te has dejado adivinar, te revelaste en Jesucristo. Prevaleces más allá de todos los límites y contingencias, de la propia muerte, de toda finitud y mutabilidad en cadenas, de las especies y seres que suceden, sin repetirse, de todas las formas de vida y no vida. Todo cambia, todo pasa, solo tú permaneces. No tienes barreras que te detentan en el camino inima inable y sin fin que se va desarrollando en el tiempo. Eres el omnipotente, eres intemporal.

Eres Dios, el Dios vivo, el Dios de la vida y de la muerte, el soberano, el dueño, el señor de cuanto ha existido, existe y existirá.

Eres el señor por esencia, porque todo te bebe el ser y la existencia en la novedad y frescura de cada ser que nace, de cada estrella que aparece, de cada galaxia que se descubre.

En cada curva de la historia del mundo, sean curvas suaves, abruptas, resbaladizas o inesperadas, allí estas tú para conducir, marcar y señalar los caminos insospechables de nuestro universo, siempre naciendo de nuevo, con vigor y la fuerza de la primera aurora en la historia del mundo.

Te buscamos y no te encontramos. Te encontramos sin buscarte.

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Oración

“oh señor, Que mi aceptación sea siempre más eterna, más limpia y más intensa, que mi ser se muestre siempre más abierto, más transparente a tu influjo, y que a si sienta yo su acción cada vez más próxima a tu presencia, siempre más densa en todas partes dentro de mu y entorno a mí,”

(Teilhar de chardin).

“Tú eres el silencio, serenidad, paz infinita, que nada consigue oscurecer; seguridad plena, inmutabilidad total, en t paz y serenidad eternas, por eso eres paciencia, mansedumbre.

Estas mas allá y más acá, más allá de todo y todas las tempestades de todos los sobresaltos de todos los cambios de toda maldad y de todo lo que llamamos pecado. Tu eres el señor y la fuente de la vida y el amor, eternidad que ese hace tiempo; inmensidad sin lugar, que se hace especio; inmortalidad que se hace vida y pasa por la muerte; amor consumado en la unidad de trinidad.

Padre, hijo y espíritu santo.”

4. ORACIÓN A SAN CAYETANO

¡Padre mío San Cayetano!

Capellán del Padre Eterno, que con tus manos nos das la victoria para el cielo; dadme pan, San Cayetano, Santo queridísimo de Dios, dadme hogar, dadme vestidos y pan de aquel que comiste vos, que como el pan es de Dios, por eso lo pide el cristiano. Dadme pan San Cayetano, Santo de la Providencia, míranos con paciencia y danos tu bendición.

San Cayetano: tu divina providencia se extienda sobre nosotros, a fin de que nunca nos falte ni pan, ni casa, ni abrigo, ni alimento, ni vestido. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

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5. ORACIONES PARA PEDIR BEATIFICACIÓN DEL SIERVO DE DIOS DR JOSE GREGORIO HERNANDEZ CISNEROS

Oración diaria al siervo de Dios….Dr. José Gregorio Hernández

Oh señor dios mío que todo lo puedes y que habéis acogido en tu seno a vuestro amado siervo José Gregorio, que por vuestra gran misericordia le diste el poder de curar enfermos en este mundo, dadle señor la gracia de curarme, como medico espiritual, mi alma y mi cuerpo si ha de ser para tu gloria. Te pido esto señor dios mío en nombre de tu amado hijo quien enseño a orar diciendo: padre nuestro...

Novena para obtener favores por intercesión del siervo de Dios

oración para todos los días oh trinidad amabilísima en voz creo, en vos espero, os amo con todo mi corazón y os pido llenéis mi alma de vuestra gracia y lo confirméis en ella; de modo que jamás deje de ser vuestro santo templo y la morada de vuestras delicias, vos habéis elegido a vuestro siervo José Gregorio para enseñar a los hombres a amaros sobre todas las cosas, serviros fielmente y amar al prójimo con santa caridad, animado yo con esta consoladora doctrina del evangelio os adoro y bendigo por las virtudes y prerrogativas que habéis concedido a nuestro siervo y edificado con su ejemplo os pido por su eficaz intercesión que me asistáis en todas mis necesidades, especialmente en esta que encomiendo. Dignaos trinidad misericordiosisima, oír a vuestro siervo concediéndome el favor que os pido si es para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.

Primer día:

oh padre eterno omnipotente dios os alabo, glorifico y bendigo y doy gracias por todas las que concedisteis a vuestro siervo José Gregorio y, por su intercesión os pido oigas los ardientes votos que hago para alcanzar de vuestra soberana bondad el favor que humildemente os suplico. Así se pide lo que se desea.

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Día segundo

Oh divino vervo encarnado por amor a los hombres y ese mismo amor sacrosanto en los altares, os doy las gracias por las carísimas inefables con que cada día favorecías el alma de vuestro siervo José Gregorio al recibiros con tan santas disposiciones en la sagrada comunión, yo por su intercesión os pido el favor que tanto necesito aquí se

pide lo que se desea. Padrenuestro, avemaría, gloria.

Día tercero

oh espíritu santo fuente inagotable de amor y vida os alabo y doy gracias por haber elegido por morada el alma de vuestro siervo José Gregorio y por su intercesión os pido este favor aquí se pide lo que se desea. Padrenuestro, avemaría, gloria.

Día cuarto

Oh fidelísimo siervo de dios José Gregorio oye las suplicas de mi corazón, y así como en la tierra socorriste a los pobres, enfermos y atribulados con tus limosnas, ciencias y buenos consejos ahora feliz en el cielo, protégeme, y en prueba de que olvidas, alcánzame el favor que confiada y humildemente te pido...si es para mayor gloria de dios honra de maría inmaculada tu propia exaltación de los altares y bien de mi alma. Amén. Aquí se pide lo que se desea padrenuestro, avemaría, gloria.

Día quinto

Oh señor mío Jesucristo tu que miraste con complacencia la humanidad y caridad de vuestro siervo José Gregorio, os suplico le concedas la gracia de ayudarme a la salvación de mi alma y que su ejemplo perdure en nosotros para grandeza de tu gloria amen. Aquí se pide lo que de desea padrenuestro, avemaría, gloria.

Día sexto

Seráfico san francisco de asís alcánzale a este insigne hijo de tu orden tercera José Gregorio el honor supremo de ser elevado a los altares. Y tu gloriosa santa teresa de

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Jesús, has prueba de tu valimiento ante la soberana majestad, acelerando la hora de su beatificación. Amén. Aquí se pide lo que se desea padrenuestro, avemaría, gloria

Día séptimo

Oh virgen de las mercedes obtenga de vuestro divino hijo para este pueblo venezolano que tiernamente os ama, la gracia insigne de la exaltación a los altares de vuestro devoto José Gregorio Hernández, que tan inefablemente os amo. Aquí se

pide lo que se desea padrenuestro, avemaría, gloria.

Día octavo

Señor dios mío mi redentor y mi todo acordaos de esta alma pecadora, para que se vista con la humildad y caridad con que vuestro siervo José Gregorio os sirvió en este mundo, haciendo el bien en tu santo nombre y sirviéndonos de ejemplo para santificarnos en tu gracia. Amén. Aquí se pide lo que se desea padrenuestro, avemaría, gloria.

Día noveno

Mi alma glorifica al señor y mi espíritu esta transportado en gozo de dios salvador mío, porque ha puesto sus ojos en la bajeza de su esclava, por lo tanto ya desde ahora me llamaran bienaventurada todas las generaciones, porque ha hecho en mi cosas grandes aquel que es todopoderoso, cuyo nombre es santo, y cuya misericordia se derrama de generación en generación sobre todos los que le temen. Hizo alarde de su brazo, deshizo las miradas del corazón de los soberbios, derribo del solio a los poderosos y ensalzo a los humildes, colmo de bienes a los hambrientos, y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia acogió a Israel su siervo: según la promesa que hizo a vuestros padres, a Abraham y su descendencia por los siglos de los siglos. Amén. Aquí se pide lo que se desea padrenuestro, avemaría, gloria

Suplica para todos los días concédenos 300 días de indulgencia por cada vez que se rece esta oración

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Oh dios misericordioso que te has dignado escoger a Venezuela para ser la patria de tu siervo José Gregorio

Quien prevenido por tu gracia practico desde niño las mas heroicas virtudes, en especial una fe ardiente, una pureza angelical y una caridad encendida, siendo esta la escala por la cual su alma voló a su divino encuentro cuando recibiste el holocausto de su vida concédenos que brille pronto sobre su frente la aureola de los santos, si es para mayor gloria y honor de la santa iglesia. Te lo pedimos por los meritos de Cristo nuestro señor amen.

6. ORACON A SAN BENITO Para pedir su protección

Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.

Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas. Rezar tres

Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Novena breve para pedir una gracia

Rezar durante nueve días consecutivos la siguiente oración:

OH San Benito, mi protector bondadoso y de cuantos van a ti en sus apuros. Intercede por mí a Dios para que alivie mis sufrimientos y dificultades que ahora me agobian.

(Pídase aquí la gracia que se desea obtener). Te lo pido con toda confianza.

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7. SEÑOR DE LOS MILAGROS Oración para aplicar el aceite del señor de los milagros

Por tu amor sálvanos Señor, Dios nuestro, tú que velas con ternura por la obra de tus manos; conforta con el poder de tu bondad y de tu aceite el ánimo de estos servidores tuyos enfermos, remedia sus dolencias, sana sus debilidades y haz que alcancen felizmente el consuelo que de ti esperan. Por Jesucristo, nuestro señor. Amén. Señor de los milagros, concédenos tu protección. Amén.

Novena al Señor de los Milagros

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón el haberos ofendido. Propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas ocasiones de ofenderos, confesarme bien, y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.

Oración Preparatoria

Adorabilísimo Jesús Crucificado, hijo de Dios vivo, que habéis venido del cielo a la tierra, y os habéis sacrificado, muriendo en una Cruz para salvarnos, yo os reconozco por mi verdadero Dios mi Padre, mi Salvador y mi Redentor, mi única esperanza en la vida y en la muerte, y mi única salvación posible en el tiempo y en la eternidad. Me tengo por indigno, Señor y Dios mío, de presentarme ante vuestra Majestad por mi gran miseria y muchas culpas, pero ya me arrepiento de ellas y confiado en vuestra grande misericordia, acudo a Vos. Dios Todopoderoso y verdadero Señor de los Milagros, suplicando humildemente os dignéis hacer uso de vuestra omnipotencia, obrando milagros de misericordia en mi favor y en el de todos nosotros. Aplacad Señor Misericordiosisima vuestra justa indignación provocada por nuestros pecados, calmad las iras de la tierra, del mar, y de los elementos para que no seamos castigados con terremotos, tempestades, pestes, guerras, ni otras calamidades que de continuo nos amenazan, libradnos, Salvador nuestro amorosísimo, de todo mal y peligro en la vida y en la muerte, y obrad el mayor de vuestros milagros en favor nuestro, haciendo que os amemos y sirvamos de tal suerte en este mundo, que merezcamos veros y gozaros en el cielo, donde con el Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis Dios, Uno y Trino, en infinita gloria, por os siglos de los siglos. Amén.

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Oración a la Santísima Virgen María (Repítase al final de cada Novena)

Oh Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra! Por la gran bondad de vuestro maternal corazón oíd benigna los ruegos de todos nosotros que acudimos a vos, no nos abandonéis, dulcísima Virgen María ni consintáis en nuestra ruina y perdición. Mirad con ojos de misericordia y compasión a nuestra ciudad de Lima y a todos sus moradores. ¿Qué sería de nosotros y qué valdría nuestras súplicas ante el Señor a quien tanto hemos ofendido, si no fuera por vuestra intercesión? Compadécete pues, misericordiosisima Madre nuestra, de estos desgraciados pecadores que, aunque tan ingratos, son hijos vuestros. Conseguidnos, una vez más el que hallemos gracia y misericordia delante del Señor: alcanzadnos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto Vos sabéis que necesitamos, principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades, la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo. Amén. Medítese y pídase lo que se desea obtener del Señor por medio de esta Novena. Luego se reza 5 Padrenuestros, 5 Ave Marías, y 5 Glorias en referencia a las cinco Llagas del Señor, y por tres veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor, Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

DÍA PRIMERO

Considera Alma mía, cómo la devoción al Señor de los Milagros, ha sido siempre entre nosotros, y sigue siendo todavía, un medio de que se vale este Divino Señor para conceder especiales favores y gracias a los individuos, a las familias, y aún a todo el pueblo. De las almas que acuden con fe y devoción a este Señor de los Milagros, podemos decir espiritualmente y en verdad, que los ciegos ven, los sordos oyen, los enfermos sanan, los muertos resucitan, y quienes se iban a perder, se salvan. ¿Y quién podrá decir los secretos milagros que hace este mismo Señor en favor de las familias que tienen la suerte de contar en su seno con alguna persona devota que a Él acude con fe y confianza? La ciudad misma, tan expuesta a temblores de tierra, tal vez se hubiera arruinado mil veces y hubiéramos sido sepultados todos entre ruinas y escombros, si no fuera por la gran devoción a este Señor de los Milagros. ¿Y no es un verdadero milagro el que después de haber pecado no hayamos perecido para siempre y sin remedio? Sí, Dios mío, grande milagro de vuestra misericordia es el mantenernos vivos, capaces de salvación y penitencia cuando hoy más que nunca, merecemos vuestra justa indignación. Haced Redentor

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amabilísimo, que me aproveche de esta vuestra misericordia y me salve para siempre. Amén.

DÍA SEGUNDO

Consideración sobre la necesidad de acudir al Señor de los Milagros Considera, alma mía, cuán grande necesidad hay de que se acuda con fe y confianza a implorar misericordia y perdón por los pecados a fin de que el Señor a quien tanto y tan gravemente ofende, no nos castigue, movido por su justa indignación, antes bien nos perdone y libre de los castigos que nuestros pecados merecen. Por no haberse hallado en Sodoma y Gomorra diez justos siquiera que rogaran al Señor, como refiere la Sagrada Escritura castigó Dios con terrible destrucción aquellas poblaciones pecadoras. En otra ocasión, debiendo el mismo Señor castigar a Jerusalén por ciertos pecados, sólo exigía del profeta Jeremías las oraciones y méritos de algún justo para usar misericordia. ¡Cuánto valen y de cuánto sirven las almas buenas que ruegan al Señor! Por ellas tiene Dios paciencia con todos nosotros y como dice en el Santo Evangelio: "no arranca la cizaña por no arrancar con ella el trigo." Así por algunas personas piadosas que vengan a orar con mérito ante este Señor de los Milagros podrá ser que haya misericordia para todos y seamos libres de muchas y tremendas desgracias que nuestros pecados reclaman. Acude, pues, alma mía a este Divino Señor, llora tus pecados y los pecados de todos, a fin de que libre de todo mal seamos salvos en el tiempo y en la eternidad. Amén.

DÍA TERCERO

Consideración sobre los bienes que tenemos en el Señor de los Milagros Considera, alma mía, como en Jesucristo Crucificado, verdadero Señor de los Milagros, tenemos todos los bienes que podemos desear y hemos de necesitar, y el mayor de todos los bienes, que es tener como cosa nuestra a este Divino Señor, Hijo de Dios vivo, e igual al Padre, en quién están encerrados todos los tesoros de grandeza, de riqueza y de gloria. El Padre celestial nos lo ha dado y El se ha entregado por nosotros y se nos ha dado también haciéndose todo para todos. El es para nosotros cuánto hay de bueno y amable. Es nuestro Padre, nuestro Maestro, nuestro Amigo, nuestro Redentor, nuestro Bienhechor, nuestro Glorificador, nuestro Dios. Se nos dio por hermano y compañero en esta vida en su admirable nacimiento, se nos dio por manjar delicioso en la Sagrada Eucaristía, se nos dio por precio de nuestro rescate y medio de salvación en la muerte de cruz, y se da por premio y eterna gloria en la inmortalidad. ¡Oh si conocieses y comprendieras alma mía la grandeza de este don y los infinitos bienes que en él se encierran! Todo lo tenemos en El: no hay milagro que no nos

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pueda hacer, ni bien alguno, para nosotros, que no esté dispuesto a concederlo, si se lo pedimos con fe. ¡Oh Dios de mi alma! Haced que yo sea todo vuestro para que Vos, sumo bien, que encerráis todos los bienes, seáis todo mío en el tiempo y en la eternidad. Amén.

DÍA CUARTO

Consideración sobre los consuelos que tenemos en el Señor de los Milagros Considera, alma mía, cuánta dulzura y consolidación se encuentra siempre en Jesucristo Crucificado. En El encontró la pobre Magdalena consuelo a su pena y satisfacción a su amor. En El halló, el arrepentido ladrón, el perdón de sus crímenes, el remedio de sus tristezas en su agonía y un paraíso de goces eternos por galardón. En El, como fuente inagotable de caridad y de amor, bebió en abundancia su discípulo amado, la vida y la consolidación. ¿Y no hace siempre este amantísimo Redentor, semejantes prodigios de misericordia y de amor hacia los que le invocan con fervor? A los pies de este Dios de consolidación, vienen los desgraciados pecadores a derramar su dolor con lágrimas y encuentran misericordia y compasión. De las manos benditísimas de este Señor Crucificado reciben los justos, con abundancia de gracias y bendiciones, el más poderoso y constante apoyo de su virtud. En el Sacratísimo Corazón de este Divino y amante Redentor podemos hallar todos nosotros raudales infinitos de ternura, compasión, misericordia, luz, gracia y amor. Alma mía, levántate de la postración en que te encuentras, corre a los pies de tu amantísimo Salvador, entre el espíritu por la abertura de su sagrado Corazón, bebe de la fuente de su divino amor en esta vida para que la goces con inefable hartura en la gloria eterna. Amén.

DÍA QUINTO

Consideración sobre la confianza que debemos tener en el Señor de los Milagros Considera, alma mía, cómo Jesucristo Crucificado, con sus manos llagadas, su pecho herido y su corazón abierto nos declara de la manera más elocuente que no nos abandona, que nos ama siempre, que se sacrifica y muere por nuestra salvación. El nos repite las palabras llenas de ternura que decía a la multitud que le rodeaba: "Venid a mí todos los que estáis afligidos y padecéis trabajos y yo os consolaré." "Tengo sed de vuestro amor y deseo vuestra salvación", "Quiero recibiros en mis brazos y estrecharos sobre mi corazón. Quién desconfiará teniendo un Redentor tan misericordioso? Además es nuestro Abogado delante del Padre Celestial y por eso nos dice el Apóstol San Juan: "Hijos míos, no pequéis, pero si alguno pecare, no desconfíe, porque tenemos por abogado ante el Padre a Jesucristo su Hijo." Y como nos aconseja el Apóstol San Pablo: "Teniendo un Pontífice y Medianero tan grande

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como Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que penetró en los cielos y está sentado a la diestra del Padre y es igual a Él, acudamos con eterna confianza al trono de su misericordia, seguros de alcanzar las gracias que necesitamos". Este trono de misericordia se ofrece a nosotros en la sagrada Imagen del Señor de los Milagros. Entonces pues, alma mía, acude a este divino señor, segurísima de que todo cuanto pidas al Padre Celestial en su nombre se te concederá y El mismo te lo concederá. Si Dios mío, así lo creo porque Vos lo dijisteis, y así lo hago abriendo mi corazón y descubriendo humildemente mis necesidades para que Vos, Salvador del mío las remediéis y me salvéis eternamente. Amén.

DÍA SEXTO

Consideración sobre las virtudes que nos enseña El Señor de los Milagros Considera, alma mía, cómo Jesucristo Señor Nuestro, nos da ejemplo de todas las virtudes que debemos practicar para conseguir nuestra salvación. El fue humilde con la más profunda e incomprensible humildad en su Encarnación. El fue humilde con la más profunda e incomprensible humildad en su Encarnación, fue pobre con asombrosa pobreza en su Nacimiento, obedecía a María y a José, a la vez que cumplía fielmente toda la Ley. Cuán tierno fue este Divino Señor con los niños, cuán indulgente con los pobres pescadores, cuán Clemente con Magdalena, cuán bueno con Juan y cuán benigno y dulce con el mismo Judas! El permanecía tranquilo ante ultrajes, sufría con paciencia inalterable las contrariedades, amaba, tiernamente a la humanidad, amaba, principalmente en sus últimos instantes, bendecía con su bondadosas miradas, perdonaba a sus enemigos y moría por la salvación de todos los hombres. Cómo quieres alma mía que El te atienda y proteja siendo tu conducta tan opuesta la suya? Aprende, pues, alma mía a ser buena como El, humilde como El, pobre y desprendida como El, obediente y mansa como El, paciente y misericordiosa como Él, y si alguna vez fuese necesario sufrir y padecer, acuérdate que El, primero derramó su sangre y dio su vida por ti. Oh Jesús de mi vida! Haced el gran milagro de reproducir en mí vuestras virtudes, de suerte que llegue a ser semejante a Vos en este mundo para que también lo sea eternamente en el Cielo. Amén.

DÍA SEPTIMO

Consideración sobre la pasión de Jesucristo Señor de los Milagros Considera, alma mía, lo mucho que padeció el Señor en su sacratísima Pasión. Míralo llegar al Huerto de Getsemaní con sus queridos discípulos y apartándose un poco de ellos, comenzar su oración, angustiarse profundamente, sudar sangre divina por todo su cuerpo y entrar en mortal agonía cayendo en el suelo oprimido por la consideración de nuestros

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pecados. Obsérvao luego recibiendo el beso de Judas a la vez que entregado al poder de sus enemigos llevado preso por las calles de Jerusalén a los tribunales de Anás, Caifás, Herodes y Pilatos, despojando de sus vestiduras sagradas y atado a la columna de la flagelación, vertiendo a torrentes su sangre divina por horrible azotamiento. Sentado después en el banco de ajusticiado, fue escupido, abofeteado, burlado y coronado de espinas. Por fin sentenciado a muerte, obligado a llevar sobre sus hombros la Cruz en que ha de ser inmolado, cayendo bajo su peso enorme consolando a las piadosas mujeres que le siguen llorando, y en la cima del Calvario extendiendo sus brazos sobre la Cruz para ser crucificado, sufriendo en su cuerpo y alma lo que ya no se puede concebir y muriendo enclavado en la Cruz con un amor y una bondad jamás vista entre los hombres. Oh Jesús mío Crucificado! No permitáis que sean inútiles para mí los grandes sufrimientos de vuestra Pasión Santísima. Por lo mucho que mi alma os ha costado, salvadla. Redentor amorosísimo, de todo pecado en esta vida y de la muerte eterna en la otra. Amén.

DÍA OCTAVO

Consideración sobre la Muerte de Jesucristo Señor de los Milagros Considera, alma mía, cómo el milagro de los milagros de Jesucristo fue su muerte preciosísima. Nadie ni nada podía haberle quitado la vida, porque tenía potestad de dejarla y tomarla, era El mismo, la vida y manantial de toda clase de vida, pero se ofreció a la muerte para que nosotros, sin menoscabo de la justicia eterna, pudiéramos vivir eternamente. Murió en efecto por la fuerza de los dolores que padeció en la Cruz, y así sufrió desfallecimiento por la abundancia de sangre, que de sus heridas derramaba y, como sus venas se vaciaban de sangre, comenzó a desnudarse su divino rostro y languideció su sagrado cuerpo, hasta que, faltándole las fuerzas expiró… Las tinieblas se extendieron entonces sobre la tierra, se rompieron las piedras, abriéndose los sepulcros de algunos muertos y el velo del templo se rasgó en dos partes. El Centurión y los soldados, viendo los portentos de tan sangriento como sagrado espectáculo exclamaron: Verdaderamente este era el Hijo de dios…! Y hasta la turba del pueblo, que había asistido a tan tremenda tragedia, se volvió a la ciudad hiriéndose los pechos en señal de dolor y sentimiento por la muerte del Señor Crucificado. Oh Salvador del mundo! No permitáis que sea yo más insensible que la tierra, más duro que los peñascos y más cruel que los verdugos que os sacrificaron! Haced en mi semejantes, milagros cubriendo mi alma de tristeza santa por mis pecados, conmoviendo mi corazón con sentimientos de dolor y de amor y haciendo que yo no viva sino para Vos, que habéis muerto por mí, a fin de que llegue a gozaros en la gloria eterna. Amén.

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DÍA NOVENO

Consideración sobre la Resurrección del Señor de los Milagros Considera, alma mía como ese Señor y Dios nuestro, que murió en la Cruz, resucitó saliendo gloriosísimo del sepulcro, se apareció a la Virgen Santísima su divina Madre, a sus apóstoles y discípulos, conversó y trató familiarmente con ellos por espacio de cuarenta días, al fin de los cuales, viéndolo todos, subió a los cielos en admirable y gloriosa ascensión. De allí, del cielo ha de volver otra vez al mundo a juzgar a los vivos y a los muertos. Entonces saldrán de sus sepulcros los hombres de todos los tiempos y de todas las naciones para presentarse ante este Divino Señor que hará ostensible, con gran gloria y majestad, su justicia eterna y universal en la condenación de unos y en la salvación de otros. Ante este Soberano Jesús comparecerán los judíos deicidas que le blasfemaron y crucificaron, los impíos y sacrílegos de todas las edades que le insultaron, todos los desgraciados pecadores que le despreciaron… También comparecerán los buenos, los Apóstoles, los Mártires, Confesores, Vírgenes y con ellos Ilustres penitentes, cuantos supieron arrepentirse a tiempo de sus pecados, cuantos le sirvieron y amaron. Y volviéndose hacia los buenos dirá: "Venid benditos de mi Padre, venid a poseer el reino de gloria que os está preparado desde el principio del mundo, entrad en la gloria de vuestro Dios y Señor"… A los malos les dirá "Id, malditos de mi Padre, id al fuego eterno del infierno..!" E irán éstos al suplicio eterno y los justos a la eterna gloria. Así terminarán las cosas de este mundo en aquel grande día del juicio universal, en eso pararán todos los asuntos de la vida, tal será también nuestro destino, o gozar eternamente de Dios en el cielo, o padecer eternamente con los demonios en el infierno… Oh Dios mío! Cómo he podido olvidarme de semejante asunto… Haced con vuestra gracia Salvador mío adorabilísimo que siempre os ame y sirva en este mundo, para que llegue a gozar con Vos y con los bienaventurados la eterna gloria del Cielo. Amén.

8. ACTO DE ABANDONO AL PADRE

Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo. Lo acepto todo, con tal de que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más Padre. Te encomiendo mi alma, te la entrego con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito

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darme, ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza, porque tú eres mi Padre.

Autor: Charles de Foucauld

9. SALMOS 23

Salmo de David.

1 Dios es mi pastor; nada me faltará.

2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

3 Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Dios moraré por largos días..

10. SALMO 34.

Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí. Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte. Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición. Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate. Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga. Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron trampas mortales. Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que para mí escondieron; que caigan en la misma trampa que me abrieron. Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

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1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.

9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.

13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.

14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.

15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.

17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,. El holocausto u ofrenda del todo quemada;

(18)

12. SALMOS 63

1 Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,

En tierra seca y árida donde no hay aguas,

2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. 3 Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. 4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.

5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

7 Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.

9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra.

10 Los destruirán a filo de espada; Serán porción de los chacales.

11 Pero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.

13. SALMOS 64

1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; Guarda mi vida del temor del enemigo.

2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad,

3 Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga, 4 Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen.

5 Obstinados en su inicuo designio, Tratan de esconder los lazos, Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.

7 Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas.

(19)

9 Entonces temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán sus hechos.

10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

14. SALMO 67.

Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian. Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.

15. SALMO 85

ORACIÓN A DIOS ANTE LAS DIFICULTADES

Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo;

salva a tu siervo, que confía en ti. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,

que a ti te estoy llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti; porque tú, Señor, eres bueno y clemente,

rico en misericordia con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica. En el día del peligro te llamo,

(20)

No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor;

bendecirán tu nombre:

"Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios".

Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre. Te alabaré de todo corazón, Dios mío;

daré gloria a tu nombre por siempre, por tu gran piedad para conmigo,

porque me salvaste del abismo profundo. Dios mío, unos soberbios

se levantan contra mí, una banda de insolentes

atenta contra mi vida, sin tenerte en cuenta a ti.

Pero tú, Señor,

Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal,

mírame, ten compasión de mí. Da fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu esclava;

dame una señal propicia, que la vean mis adversarios

(21)

y se avergüencen, porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

16. SALMO 91

ORACIÓN DE PROTECCION

Oración del creyente que repite su certeza: Dios protege al que confía en él. "A mis ovejas les doy la vida eterna; nadie las arrancará de la mano de mi padre"

1. Tú que habitas al amparo del Altísimo, a la sombra del Todopoderoso, 2. Dile al Señor: mi amparo, mi refugio en ti, mi Dios, yo pongo mi confianza. 3. El te libra del lazo del cazador que busca destruirte;

4. Te cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio.

5. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día. 6. Ni la peste que avanza en las tinieblas ni la plaga que azota a pleno sol.

7. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a tu diestra, tú permaneces fuera de peligro; su lealtad te escuda y te protege.

8. Basta que tengas tus ojos abiertos y verás el castigo del impío

9. Tú qué dices: "Mi amparo es el Señor" y que haces del Altísimo tu asilo. 10. No podrá la desgracia dominarte ni la plaga acercarse a tu morada,

11. Pues ha dado a sus ángeles la orden de protegerte en todos tus caminos 12. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna

piedra;

13. Andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones.

14. "Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció. 15. Me llamará, yo le responderé y estaré con él en la desgracia.

16. Lo salvaré y lo enalteceré. Lo saciaré de días numerosos Y haré que pueda ver mi salvación".

(22)

17. SALMOS 120

1 A Dios clamé estando en angustia, Y él me respondió.

2 Libra mi alma, oh Dios, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta. 3 ¿Qué te dará, o qué te aprovechará, Oh lengua engañosa?

4 Agudas saetas de valiente, Con brasas de enebro.

5 ¡Ay de mí, que moro en Mesec, Y habito entre las tiendas de Cedar! 6 Mucho tiempo ha morado mi alma Con los que aborrecen la paz. 7 Yo soy pacífico; Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

18. SALMOS 140

1 Líbrame, oh Dios, del hombre malo; Guárdame de hombres violentos, 2 Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.

3 Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. Selah

4 Guárdame, oh Dios, de manos del impío; Líbrame de hombres injuriosos, Que han pensado trastornar mis pasos.

5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto a la senda; Me han puesto lazos. Selah

6 He dicho a Dios: Dios mío eres tú; Escucha, oh Dios, la voz de mis ruegos.

7 Dios Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.

8 No concedas, oh Dios, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah

9 En cuanto a los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

10 Caerán sobre ellos brasas; Serán echados en el fuego, En abismos profundos de donde no salgan.

11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra; El mal cazará al hombre injusto para derribarle.

12 Yo sé que Dios tomará a su cargo la causa del afligido, Y el derecho de los necesitados.

(23)

13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.

19. ORACIONES AL ÁNGEL DE LA GUARDA

Oración al santo ángel de la guarda

Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía. En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.

Oración ángel de dios

Ángel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor con amorosa piedad, a mí que soy vuestro encomendado, alumbradme hoy, guardadme, regidme y gobernadme. Amén.

Oración al ángel de la guarda

Ángel santo, que velas por mi pobre alma y por mi vida, no me dejes - soy pecador - y no me desampares a causa de mis manchas. No dejes que se me acerque el mal espíritu. Y dirígeme poderoso preservando mi cuerpo mortal. Toma mi mano débil y condúceme por el camino de la salvación.

Devoción al santo ángel de la guarda

Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y

(24)

por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sostenme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.

Oración al Ángel de la guarda

Ángel de la paz, Ángel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me avisaste. Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.

Oración al Ángel de la Guarda

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día Las horas que pasan, las horas del día, si tú estás conmigo serán de alegría No me dejes solo, sé en todo mi guía; sin Ti soy chiquito y me perdería, Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía. ¡Ángel de la guarda, dulce compañía!

Bendita la luz del día y el Señor que nos la envía. ¡Bendito el Niño Jesús, bendita Santa María! Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo, Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos guardan mi alma. Amén.

20. ORACION AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo

(25)

escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía. En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.

21. ORACION DE LA REINA DE LA PROSPERIDAD REINA DEL CIELO SEÑORA DE LOS ANGELES

Excelsa reina del Cielo, Señora de los Ángeles. Tú has recibido de dios el poder y la misión de pisar la cabeza de Satanás. Te pedimos humildemente: envía tus ejércitos celestiales, los encargados de traer prosperidad a… (Mi vida, empleo, estudios, negocios, familia….), a fin de que bajo tu manto, se pongan en combate contra los espíritus de ruina y luchen contra ellos en todas partes, que quiebren su arrogancia y los precipiten al infierno. ¿Quién es como Dios?

Madre bondadosa y llena de amor. Tú serás siempre nuestro amor y esperanza. Madre de Dios, envía a tus Santos Ángeles para que traigan prosperidad y alejen de mi vida, de mi empleo, negocio o familia al enemigo maligno. Vosotros Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y protegednos. Vosotros Santos Ángeles y Arcángeles liberadnos de los espíritus destructores y de ruina. Amen

22. ORACIÓN A SAN URIEL

Amado San Uriel "luz de Dios"

Amorosamente te pido que fortalezcas mi serenidad y mi paciencia, para así poder ver con claridad todos mis caminos, mis acciones. mis pensamientos si tú me diriges sabré llegar al sendero de la luz a la llama divina desde mi corazón siento tu calor y protección; me guías hacia lo mejor al crecimiento , a la abundancia y te agradezco de todo corazón que tu brillo siempre me ayude a solucionar cualquier problema, porque sé que tu divina presencia está conmigo. Gracias . Amen

(26)

23. ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Oración

¡San Miguel Arcángel delante, San Miguel Arcángel detrás, San Miguel Arcángel a la derecha, San Miguel Arcángel a la izquierda, San Miguel Arcángel arriba, San Miguel Arcángel abajo, San Miguel, San Miguel, San Miguel doquiera que voy!

¡YO SOY su amor protegiendo aquí! ¡YO SOY su amor protegiendo aquí! ¡YO SOY su amor protegiendo aquí!

¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por el relámpago de tu amor! ¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por su Gran Ser en las alturas! ¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por tu Poder secreto de Luz! ¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por tu gran y glorioso Poder! ¡Y séllanos a salvo por siempre En tu corazón diamantino de LUZ!

Yo soy la protección de la luz, yo soy la armadura de la luz y la plena protección de la ley.

Oración

¡Oh Soberano Arcángel! ¡Oh excelentísimo príncipe de la corte del Cielo! Defendedme, oh capitán valeroso de los ejércitos de Dios; enviad en mi socorro vuestros soldados para que me defiendan de los demonios y no me rinda a sus embates y tentaciones. Mandad a vuestros ángeles a que me guíen para que no me pierda: que me alumbren, para que no camine ciego y pongan sus manos para que no tropiecen mis pies en el camino peligroso de esta vida. Asistan vuestros ángeles a mi muerte; alcanzadme del Señor contrición verdadera de mis culpas, para que presentada mi alma ante vuestro tribunal, merezca ser llevada por vuestra mano ante el trono de la Santísima Trinidad y entre en la posesión de la gloria eterna, donde alabe al Señor para siempre y os dé perpetua gracia de haber conseguido con vuestra intercesión la bienaventuranza. Amén (Tres Padres Nuestros y tres Ave Marías)

(27)

Oración

"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén."

Oración

Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad. Amén.

Oración

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Oración (Ensalmos de San Miguel Arcángel)

Divino y Real Ser, me ofrezco a los catorce ensalmos reales de Nuestro Señor Jesucristo y a la fuerza, poder y espada de San Miguel Arcángel, para que me ensalme a__________________ (se dice el nombre de la persona o personas), que pelea/n quiere/n con migo y no peleara/n porque esta/n ensalmado/s con los catorce

(28)

ensalmos reales de nuestro Señor Jesucristo y la fuerza poder y espada de San Miguel Arcángel. Con su arma blanca no me cortara/n, con su arma no me tirara/n, con su legua y acciones no me dañara/n. María Santísima me resguardará, San Pedro y San Pablo me defenderán, y tú San Miguel Arcángel, con la fuerza poder y espada harás que se arrepienta/n de corazón y no pueda/n nunca más calumniar ni arremeter contra mí ni contra otras personas. Divino y Real Ser, me ofrezco a los catorce ensalmos reales de nuestro Señor Jesucristo y a la fuerza poder y espada de San Miguel Arcángel, para que si tuviese que verme en justicia quede todo aplastado y vencido y no se encuentre causa para sentenciarme. Divino y Real Ser me ofrezco a los catorce ensalmos reales de nuestro Señor Jesucristo y a fuerza poder y espada de San Miguel Arcángel, y espero verme libre de todos mis enemigos y de los lazos por ellos tendidos. Divino y Real Ser, me ofrezco a los catorce ensalmos reales de nuestro Señor Jesucristo y a la fuerza poder y espada de San Miguel Arcángel, para que me ensalme a todos mis enemigos como ________________ (decir aquí el nombre de la persona o personas que queramos su cambio hacia nosotros), ya si trata/n de poner sus manos sobre mi honra perderá/n toda la intención mala que tenga/n para mí. Divino y Real Ser, me ofrezco a los catorce ensalmos reales de Nuestro señor Jesucristo y a la fuerza poder y espada de San Miguel Arcángel, para si tuviese que huir, me vea libre e invisible de mis perseguidores. Paz en Cristo Jesús, Paz en Cristo Jesús, Paz en Cristo Jesús. Este servicio se debe hacer con vela blanca encendida a la que se la ha hecho tres cruces.

Oración de Revocación a San Miguel

San Miguel Arcángel, como tú eres el encargado de todos los trabajos en el mundo entero, te envío y te imploro en esta solemne hora y día, y prendo esta vela al revés para que vires cuanta lámpara, cirio, trabajo, enviación o sortilegio venga en contra mía, y se revoque en el cuerpo, sentidos y materia de mi enemigo y venga todo en mi favor. Que sufra como sufrió Jesús en el árbol de la cruz; amarguras, tormentos, tropezones, patadas y bofetadas, como las que él sufrió. Que se vea netado de su principal y de toda la humanidad, como negado se vió él de San Pedro. Que se vea en el mundo del cautiverio y de la desolación sin amparo y sin abrigo. Que las tres caídas que dio Jesús sean las que dé y la última la dé en la puerta de mi hogar pidiéndome

(29)

perdón de la falta cometida, siendo testigo de mi petición el influjo de los astros y el estrellado firmamento. ASI SEA

Tres Credos a Jesús Nazareno.

24. ORACIÓN A SAN GABRIEL

Oración

Oh, Santo Ángel Gabriel, Glorioso mensajero del Señor, Que anunciaste a la Santísima Virgen María la venida del Dios Salvador, llévate mis súplicas a Dios para que El me de salud, me conceda la salvación de mi alma y todas las pruebas, que Dios me imponga con resignación y me liberen de enemigos.

Glorioso San Gabriel, tu divina providencia se extienda sobre mi familia, a fin de que nunca nos separemos y así unidos dar gracias a Dios, Amén.

¡Oh glorioso San Gabriel, fortaleza de Dios y embajador del Padre de las Misericordias! Vos, que merecisteis traer la nueva felicísima para el género humano de la Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas y virginales entrañas de María Santísima, rogad al mismo Señor por mí; para que, reconociendo y estimando aquel inestimable beneficio, procure aprovecharme del fruto copioso de su Redención, imitando los ejemplos que nos dio, hasta que merezca gozar con Vos de su amable presencia en la gloria eterna. Amén.

25. ARCÁNGEL RAFAEL

Este Arcángel vibra bajo la Luz del Rayo Verde Las Cualidades Divinas o Virtudes son: Curación – Verdad – Consagración – Concentración Es símbolo de Sanación La invocación de este arcángel se puede realizar para la sanación de las enfermedades físicas, mentales y emocionales. También para la falta de concentración

Oración

(30)

Amado Arcángel Rafael te invoco que me cargues con tu poder de Concentración. Guíame para que vea la Verdad claramente y ayúdame a estar solo consciente de la Perfección. Que vea la Presencia de Dios en todos los seres. Que me consagre al Bien y a la Verdad. Te doy las gracias Amén

Oración

Arcángel Rafael, tú que habitas al amparo del Altísimo, Bienaventurado Arcángel Rafael. Líbrame de la peste funesta que se desliza en las tinieblas, de la epidemia que devasta el medio. Guarda mi camino que no tropiece en la piedra, que no me detengan áspides y víboras; porque yo amo al Señor y El es mi refugio. Amén.

Oración

Envuélveme con tu Luz sanadora, con tu luz de verdad, porque sé que con ella toda cosa, toda palabra se vuelve verdad; mi fe es limitada porque a través de ti todo esta sanado (mi mente, mi cuerpo, mis seres queridos y situaciones, etc.) El contacto con tu fuente de sanación me llena de paz, soy perfecto, lleno de vida y bendigo tu luz. Gracias, Amén…

Oración

Arcángel San Rafael, que dijiste:

“Bendecid a DIOS todos los días y proclamad sus beneficios. Practicad el bien y no tropezareis en el mal. Buena es la oración con ayuno, y hacer limosna mejor que atesorar oro”. Te suplico me acompañes en todos mis caminos y me alcances gracias para seguir tus consejos. Amen, Así es y Así será.

Oración a san Rafael medico divino

Dirigidme señor y mostradme vuestros dones, para ser del todo agradecido a tanta liberalidad, y así por medio del arcángel san Rafael guiadme, como guiasteis al joven Tobías y le enseñasteis a corresponder a vuestras gracias y a bendecir vuestro nombre; por la intercesión, libradme también de mi ingratitud, y haced que reconozca vuestros incomprensibles favores, a fin de engrandecer por ellos vuestras misericordias. Concededme así mismo, como a Tobías la existencia de vuestro santo

(31)

ángel, el don del consejo de todas mis dudas; la perseverancia en la virtud y universalmente, el consuelo y el alivio en todas mis aflicciones y enfermedades. Amén.

26. ORACIÓN AL CACIQUE GUAICAIPURO

Oración

Oh poderoso espíritu de los justos, dador de fuerza y valentía, protector de los débiles, humildes y oprimidos, valeroso Guaicapuro, en nombre del Padre del Universo, nuestro Creador, intercede ante su Luz que todo lo puede para que me libre de engaños, acechanzas, traiciones, malas influencias, de envidias y celos de enemigos visibles e invisibles, fortuitos y gratuitos, conocidos y desconocidos.

Oh, gran cacique, bríndame tu divina protección en esta hora y para siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración

Gran cacique guicaipuro espíritu del guerrero valiente, celador de tus protegidos, yo (nombre) recurro ante ti en busca de tu protección, ayuda y fuerza para vencer los obstáculos que se me presenten en mi camino. Líbrame OH espíritu poderoso, de las acechanzas, malas influencias, y envidias de mis enemigos, intercede ante el padre eterno y bríndame tu protección. Yo no he de temer por que tú estás conmigo y de esta forma venceré los obstáculos que se me presenten en mi camino amen.

27. ORACION A SAN ALEJO

Oh Bienaventurado San Alejo, que después de treinta y cuatro años de la más rigurosa penitencia, pudiste por revelación del cielo, el día de tu dichosa muerte, y entonces oíste aquellas dulces palabras: "Siervo fiel y bueno, entra en gozo de tu Señor" y haz que a imitación tuya mortifique todas mis pasiones y trate de imitar tus grandes y heroicas virtudes para que de ésta manera obtener tu poderosa intercesión.

(32)

Alcanzadme de la Santísima Trinidad la gracia de alejar los espíritus malignos que quieran perturbar mi persona. Quiero que mediante Dios nuestro Señor alcance la gracia de no ser seguido de los malos vecinos, ni perseguido por los enemigos; que sean alejados de donde yo esté. Santo Domingo Fuerte, Santo Domingo Inmortal por Jesús, María y José líbranos de todo mal.

Pues Alejo eres tan poderoso como el trono del Señor, Alejo Santo piadoso alcanzadme el favor de alejar a Fulano de Tal lugar, creo, creo, creo, que moriste en tu cuartucho húmedo de tu propia casa, estabas durmiendo en el suelo duro, ni una queja exhalabas de banquete delicioso Alejo Santo Piadoso.

Esta virtud está aprobada por tu virtud mediante Dios Nuestro Señor. Quien la usare y cargase no morirá de repente y será libre de toda enfermedad contagiosa y aleja todas las desgracias del hogar.

Récense tres Credos a la Santísima Trinidad y una Salve a Nuestra Señora del Carmen.

28. ORACIÓN A JUAN DEL DINERO

Con la ayuda del Señor no carezco de ninguna cosa buena Tengo mi cartera bendecida por el Señor, abierta no solamente para recibir sino también para dar al necesitado.

! Señor permite que use este dinero con sabiduría y lo comparta con mis hermanos como tú lo mandas!

No hay ningún camino cerrado para mí. Si tengo alguna necesidad o si necesito más abundancia, busco a Dios que me enseña el camino a seguir, si tengo fe y me atrevo a creer.

! Oh Señor! Tú que tienes el poder de dar al necesitado, ayúdame a resolver mis problemas y no permitas que carezca de salud y dinero para cubrir mis necesidades.

(33)

Rece tres Padre Nuestro y tres Ave María. Utilizar los martes y viernes.

29. ORACIÓN A LAS SIETE POTENCIAS AFRICANAS

OH! Siete potencias africanas que estáis alrededor del Santo entre los Santos! Humildemente me arrodillo ante vuestro cuadro milagroso para implorar Vuestra intercepción ante Dios. Padre amoroso que proteges a toda la Creación, animada e inanimada, os pido en nombre del Santísimo y dulce nombre de Jesús, accedáis a mi petición y me devolváis la Paz del espíritu y la prosperidad material, alejando de mi casa y quitando de mi paso los escollos que son la causa de mis males, sin que jamás puedan volver a atormentarme. Mi corazón me dice que mi petición es justa y si accedéis a ella añadiréis mas gloria al nombre bendito por los siglos de los siglos de Dios nuestro Señor, de quien hemos recibido la promesa de pedid y se os dará. Así sea en el nombre del Dios, del padre del Hijo, y del Espíritu Santo... Oídme Chango, escúchame Ocho.... Atiéndeme Yemaya... Mírame con buenos ojos Obatala... no me desampares Ogun... Seme propicio Orula...Intercede por mi Eleggua...Concédeme lo que te pido por la intercesión de las Siete Potencias Africanas, Oh, Santo Cristo de Olofi. Por los Siglos de los Siglos, seas bendito, Amen.

30. ORACION A MI PADRE

A Dios doy gracias por ser mi padre. Por tus reproches y consejos. Por el bien que me enseñaste y de mi ser siempre cuidaste. Por ser padre bondadoso, lleno de paz y sabiduría. Porque amas la verdad. Justicia y rectitud en demasía. Por ser mi padre amado y enseñarme la caridad. Sentimientos nobles te cubren. No conoces la maldad. Caballero noble y parco, me enseñaste a luchar. Aspirando siempre a lo más alto y a mis sueños no renunciar. Por aborrecer todo lo malo. Por tus celestiales valores. Por guiarme de la mano en senderos llenos de flores. Por tus palabras de aliento en mis momentos más tristes. Por tus silencios elocuentes que me calman dulcemente. Por tu mirada sabia y profunda. Por tu expresión tan serena. Por tu paciencia y tesón. Torbellino de cosas buenas. Por ser hombre testarudo aferrado a tu convicción. Por mantener en alto tus ideales sin perder la calma o razón. Por instruirme en la vida y enseñarme a no mentir. Por preocuparte por mis problemas y recompensa no pedir.

(34)

Por enseñarme nobles valores: el amor, rectitud y compasión, justicia, desinterés, trabajo, caridad, verdad y el perdón. Por todos tus desvelos. Por tu amor paternal. Hombres como tú hay pocos. Eres un padre ideal. Por cumplir con tus deberes. Porque nunca me fallaste. Porque contigo contar siempre puedo. Hoy y siempre mi amor te entrego. Porque siempre estás ahí, tendiéndome tu cálido abrazo. Por ser modelo en mi vida. Por siempre creer en mí. Por todo esto padre, te aprecio, y a Dios de nuevo agradezco por en mi vida tenerte a ti.

De la persona que más te ama en el mundo MARCELA CASTRO.

31. ORACION A LAS TRES POTENCIAS

OH Dulce milagrosa María Lianza, dechado de belleza y bondad, que con Guaicaipuro, vigoroso Cacique, vencedor de cien batallas y el celebrar y poderoso Negro Felipe, firmáis una trilogía de poderes sobrenaturales, con la mayor devoción y anhelo os ruego calméis mí existencia para que la vida sea más llevadera, alejando de mi senda enemigos y envidiosos, criminales y ladrones, tramposos, y embaucadores y en cambio me vea rodeado de amigos desinteresados, bondadosos y altruistas y consejeros acertados. Amén. (Repítase Tres Veces Y se Reza Un Padre Nuestro).

32. ORACIÓN CORONA DE LA MISERICORDIA

Esta oración sirve para aplacar la ira de Dios. La rezarás por nueve días en tu rosario ordinario de la siguiente manera: al principio rezarás un Padre Nuestro, una Ave María y un Credo. Después rezarás.

En las cuentas grandes: "Padre Eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y

la divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo para implorar el perdón de nuestros pecados y de los del mundo entero" En los granos pequeños: "Por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero". Al final rezarás tres veces: "Santo Dios, Santo Omnipotente, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero".

Referencias

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