Educación histórica, una propuesta para el
desarrollo del pensamiento histórico en
los estudiantes de las Licenciaturas en
Educación Preescolar y Primaria
La historia de la historia en las
aulas.
Gran Bretaña, la visión de Peter Lee y Rosalyn Ashby (2000),
1970: debates centrados en los contenidos, es decir en qué hechos o procesos incluir en los planes y programas de estudio.
1990: La cuestión se desplazó hacia la historia como disciplina, es decir, en torno a la historia como una forma específica de conocimiento con su propia lógica, nociones, problemas, evidencias, mecanismos de corroboración y validación.
En este sentido, la historia transitó de un índice de procesos y/o
acontecimientos memorables a otra centrada en el aprendizaje y aplicación de categorías y nociones analíticas susceptibles de ser aplicadas para comprender sus propios objetos de conocimiento. En otras palabras, se pasó de la pregunta ¿qué contenidos históricos deben abordarse en la escuela? A ¿Cómo lograr que en la escuela se aprenda historia como una forma de conocimiento específico?
Ken Osborne: las tres formas de la
educación histórica
1. Centra en la transmisión de la narrativa de la construcción de la nación.
2. Enfocado en el análisis de los problemas contemporáneos en el contexto histórico (más cercano con el enfoque de la materia escolar de las ciencias sociales)
3. Toma la educación histórica “como el proceso por el cual los estudiantes llegan a comprender la historia como una manera de investigar desde la disciplina (histórica) y por lo tanto aprenden a pensar históricamente” (Osborne, 2006, p. 107)
USA: Samuel Wineburg
(2000)
¿Qué historia incluir y cómo lograr su aprendizaje? Los adolescentes norteamericanos no saben historia pero aún hay que conocer lo que sí saben y cómo lo han aprendido
El caso de México
1970. En educación primaria y secundaria la historia se subsume dentro del área de Ciencias Sociales
1994 – 1997. La historia reaparece con un programa basado en contenidos que no contempla la disciplina ni la forma en que los estudiantes aprenden
RIEB primera etapa: La historia que se incluye es cuestionada a partir de los contenidos que propone pero no hay un debate en torno a la disciplina ni sobre el aprendizaje de los alumnos
Por primera vez se menciona el trabajo con fuentes primarias como estrategia didáctica
2010. Se profundiza la recomendación del trabajo con fuentes y se manejan las categorías centrales de la disciplina como competencias
Propuesta de la CONEHI
Remontar los viejos debates sobre si ciertos personajes, momentos o sucesos deben aparecer o no en los
distintos programas de estudio de los diversos niveles educativos para situar la discusión en tópicos que
tienen que ver con una comprensión cada vez más fina y sistemática de cómo se aprende historia y cuáles son las mejores prácticas docentes que apoyan dicho
La historia en las aulas como
problema: retos y alternativas.
Repensar teóricamente procesos que en el pasado
hicieron parte de lo que se conoció como “enseñanza de la historia”; “didáctica de la historia”, “aprendizaje de la historia” o “historia escolar”.
Situar los núcleos duros del debate más en los procesos de aprendizaje que en la tarea de “enseñar”
privilegiando la investigación y desarrollo autónomo del pensamiento abstracto superando la mecanización y la reproducción de recuentos ya elaborados.
Hacia el desarrollo del conocimiento, el
pensamiento y la conciencia histórica.
Andrea Sánchez Quintanar y Joseph Fontana
El sujeto es parte de la historia, producto y productor de la misma.
Pensamiento crítico tendiente a realizar un amplio debate en torno a la historia oficial y a construir hipótesis y conclusiones propias
Una postura ética de compromiso con el presente y el futuro
Joseph Fontana
La historia como elemento clave para juzgar el paisaje social que les rodea, sin admitir que se les diga que es el producto de una evolución lógica, natural e
inevitable, y que debe, por tanto, aceptarse sin discusión, crítica ni resistencia
Andrea Sánchez Quintanar
La historia constituye un pensamiento vital que me permite tomar conciencia de que formo parte del movimiento histórico y puedo, si quiero, tomar
posición respecto a éste; es decir, puedo participar, de manera consciente, en la transformación de la sociedad
¿Qué importancia tiene la historia en la
escuela y cuál es su función primordial?
La historia situada en las aulas puede ayudarnos a seleccionar como objetos relevantes y dignos de estudio, como hechos históricos, no sólo los que se
refieren a la vida del Estado y elige como protagonistas a los gobernantes, a los políticos y a los que se suele calificar como “personajes ilustres”, sino aquellos en donde estamos presentes los más: los profesores y las profesoras, los niños y los jóvenes, los indígenas y su antigua palabra.
CONEHI: La Educación Histórica
y sus alcances
El conocimiento histórico situado en las aulas debe ser abordado con rigor y profundidad para ser
comprendido y desarrollado. Es decir, la tarea de la educación histórica es promover una comprensión cada vez más profunda sobre la naturaleza de la disciplina al mismo tiempo que aprenden sobre el
pasado y las huellas de éste en la vida actual. Como ya señalamos el conocimiento histórico se refiere a los contenidos “duros de la historia”, a los procesos que tuvieron lugar, a los datos duros con los cuales los historiadores trabajan para definir sus objetos de estudio.
Supuestos:
El pensamiento histórico se desarrolla en las escuelas y es
resultado trayectorias educativas formales que se llevan a cabo a lo largo de varios años.
Estas trayectorias implican el acercamiento de los estudiantes a la historia como disciplina formal y se apoya en la adquisición y desarrollo tanto de “nociones organizadoras” como de su
aplicación en la explicación de procesos concretos, nos remite en el mejor sentido posible, a la noción de “desarrollo del
pensamiento histórico” pues nos permite valorar la manera en que cambian las concepciones de los estudiantes respecto de la historia así como la forma en la que manejan evidencias (fuentes
Educación Histórica:
Supuestos
El conocimiento, el pensamiento y la conciencia
histórica no son procesos “naturales” que se produzcan espontáneamente o que se puedan derivar del sentido común o de experiencias de vida sino que son el
resultado de aproximaciones sistemáticas y formales a la disciplina y por lo tanto son el resultado de ejercicios de construcción de sentido.
La educación histórica en las
aulas
La matriz historiográfica es uno de los ejes que fundamentan este paradigma. Bajo esta lógica, la aproximación que se realiza desde el aula a la historia parte de la disciplina misma, no sólo de sus contenidos, sino de su episteme.
Las características de la educación histórica situada en las aulas, deben modularse en función del desarrollo cognitivo y
biopsicosocial de los alumnos que la llevarán a cabo. En cualquier caso, las tareas propuestas implicarán aproximaciones sucesivas y con diversos grados de complejidad a la ciencia histórica. Ello
conlleva necesariamente el abandono de la narrativa por parte del docente, la memorización y la simple lectura de fuentes
La educación histórica en las
aulas
La educación histórica plantea como eje formativo dotar a los alumnos de elementos que les pongan en contacto con la forma en la que los historiadores “hacen historia”.
los estudiantes; los profesores de historia y “las buenas prácticas docentes”, tienen un lugar privilegiado
Las “buenas prácticas docentes de historia”, implican procesos de formación docente que contemplen el
conocimiento disciplinario y de los sujetos del aprendizaje; la pedagogía específica de la disciplina así como la
Hacia un modelo de cognición histórica: la distinción
entre los conceptos de primer y segundo orden
Este modelo incluye los conceptos organizativos y las formas de investigación propias de la disciplina.
En el centro del modelo está la distinción entre los
conceptos de primer orden que se refieren a los contenidos de la historia (¿Qué pasó y cuándo ocurrió?) así como
definiciones que, situadas en contexto, adquieren una connotación específica como: “Independencia”, “Rey”, “Revolución”…
Y, los conceptos de segundo orden que nos permiten organizar la información disponible a partir de fuentes
primarias y secundaria para explicar procesos a partir de la lógica y las herramientas conceptuales de la disciplina.
Conceptos ordenadores o de
segundo orden
Los conceptos de segundo orden son nociones que “proveen las herramientas de comprensión de la
historia como una disciplina o forma de conocimiento específica... estos conceptos le dan forma a lo que
hacemos en historia”. Los conceptos de segundo orden o procedimentales que emplearemos son: evidencia;
tiempo histórico, relevancia; empatía; cambio y continuidad y causa/consecuencia.
TIEMPO
CAMBIO/
CAUSA/
Los conceptos de primer y
segundo orden en el aula
El empleo de conceptos de primer y segundo orden implica que en las aulas los estudiantes trabajarán con evidencias (fuentes históricas primarias) para:
Reconocer a la historia como una disciplina que permite conocer y explicar procesos ocurridos en el pasado (no vivenciales) así como sus relaciones con el presente.
Formular interrogantes, plantear hipótesis, identificar evidencias y validar argumentos en torno a procesos del pasado y sus relaciones con el presente empleando
conceptos históricos de primer y segundo orden. Discernir de manera reflexiva, es decir, a partir de conceptos históricos de segundo orden, el manejo de fuentes históricas y el debate en comunidad, la
relevancia de procesos, personajes y/o acontecimientos históricos.
Además, esta categorización lleva directamente a otra idea clave: la progresión en el pensamiento histórico, en este sentido, Lee, Ashby y sus colegas británicos han mostrado cómo los conceptos de segundo orden de los estudiantes pueden llegar a ser cada vez más
La evaluación debe medir qué tan bien equipados
están los alumnos para participar debates sobre nuestra historia que seguramente continuarán en un país como México multicultural y diverso
La Educación Histórica como trayecto formativo
en la formación de docentes de educación básica
¿Es posible (y deseable) hablar de la conciencia histórica de un colectivo profesional en particular? Nos parece claro que es posible, indispensable incluso, visualizar la necesidad de que los miembros de los colectivos profesionales y los
profesionistas en lo individual, se asuman como sujetos históricos.
¿Cuál ha sido el proceso por el cual se ha constituido el colectivo profesional al que pertenezco y cuál ha sido el proceso histórico de construcción de mi campo
profesional? Esta cuestión tiende puentes hacia los actores, personajes, instituciones, mentalidades,
procesos sociales de construcción del conocimiento, mediante los cuales un grupo (de frente a la sociedad) se ha configurado como un colectivo que ha
desarrollado tanto saberes, tácitos y explícitos; como una cultura, una forma de significar y entender
Esta conciencia histórica implica un comportamiento ético ante la sociedad y ante el grupo profesional del que el sujeto forma parte, que es constituido por él y, a la vez, le constituye. Desde ésta perspectiva, la
actuación ética conciente implica la toma de decisiones reflexivas, meditadas, mediante las cuales actúa por