• No se han encontrado resultados

Acciones de Formación del Museo Hacia sus Funcionarios

4. Trabajo de Orden Conceptual Estado del Arte de los Museos en Bogotá

4.4. Estado del Arte de los Museos

4.4.1.2. Acciones de Formación del Museo Hacia sus Funcionarios

En cuanto a las acciones de formación de los museos hacia sus funcionarios, en la mayoría de las instituciones no existe de forma consiente un programa interno de formación. Si bien se adelantan acciones en relación al personal que tiene por responsabilidad la atención directa del público, determinada en gran parte por las características y exigencias del tipo de trabajo, no se determina de manera consiente la misma acción de formación para los funcionarios que están vinculados en otras áreas. De las instituciones consultadas en la muestra, solo tres (25%) manifestaron adelantar acciones que involucran de manera consciente y de acuerdo a las necesidades identificadas del museo, a los funcionarios en diferentes procesos de formación, aunque siempre al nivel no formal. No quiere decir esto que la formación de los funcionarios no se manifieste como una preocupación, sino que no se han desarrollado políticas claras de capacitación de acuerdo con los intereses inmediatos de las instituciones, en ese sentido lo que se aprovecha son las ofertas del medio, de las diferentes redes, instituciones universitarias, etc.

En su gran mayoría, el estímulo que ofrecen las instituciones a este tipo de procesos se refleja en la descarga laboral o permisos para que sus funcionarios puedan asistir a los procesos de capacitación. Las tres instituciones anteriormente mencionadas además, apoyan económicamente estas iniciativas destinando partidas a la inscripción en este tipo de eventosrepresentando el 25% de la muestra. Dos de ellas destina un rubro anual dentro de su presupuesto a estos propósitos de apoyo económico de forma permanente, la tercera institución manifiesta que el apoyo económico que se ofrece a los funcionarios interesados en capacitación es más de carácter ocasional y sujeto a disponibilidad presupuestal.

Como experiencia destacable cabe mencionar que solo una de las instituciones manifestó elaborar anualmente un programa de capacitaciones relacionadas con el tema

106 Estado del Arte De Los Museos de Bogotá

específico del museo, en el que todos los funcionarios deben participar, adicional al aprovechamiento que se hace de las ofertas del medio.

En la mayoría de los museos está establecido como un compromiso de los funcionarios que asisten a capacitaciones por fuera de la institución, replicar el conocimiento adquirido a los demás miembros del equipo, aunque así mismo admiten no llevar control estricto sobre la ejecución de este compromiso.

En términos generales los museos declaran no contar con políticas de formación de sus funcionarios en niveles profesionales y especializados. Nuevamente, salvo en contadas excepciones es la iniciativa de los funcionarios que buscan acceder a este nivel de formación, en su gran mayoría a través de la participación a través de convocatorias que les permitan optar por becas, especialmente de carácter internacional, y otros tantos tomando por iniciativa y recursos económicos propios opciones de formación, especialmente en el ámbito nacional. El apoyo de los museos dentro de estos procesos de formación profesional o especializada de los funcionarios está dada básicamente por la descarga laboral en caso de solicitudes de los interesados y en algunos casos por la consecución, nuevamente eventual, de recursos o por acciones de gestión que le permitan al interesado acceder a apoyos económicos que ofrezcan otras instituciones. Como se hace evidente, los procesos de formación en la generalidad de los museos, son de carácter no formal57. Este no se considera un indicador negativo, ya que la actualización en las diversas temáticas refuerza el conocimiento de los funcionarios respecto de ellas y los dota de herramientas que le permitan pensar y comprender la institución, así como proponer estrategias de optimización de procesos e innovaciones en diferentes campos; sin embargo, se hace evidente dentro de las instituciones la necesidad, por un lado de desarrollar un sistema de evaluación y control del personal, que permita al museo conocer con mayor precisión los niveles, áreas y procesos de formación que adelantan sus funcionarios, al mismo tiempo que llevar a cabo una identificación de las necesidades particulares de la institución en sus diferentes áreas.

57

Tal como se entiende en el artículo 11 de la Ley 115, o ley general de educación, la educación no formal: “Es la que se ofrece con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos y formar aspectos académicos o laborales sin sujeción al sistema de niveles y grados¨

Este contraste le permitiría a las instituciones generar políticas de capacitación de acuerdo con intereses y necesidades específicas del trabajo museal que desarrolla, es decir la generación de un programa de formación para los funcionarios de acuerdo con los intereses institucionales e incluir en las asignaciones presupuestales una destinación que permita adelantar la contratación de servicios de formación externa en caso de ser requerida, o el establecimiento de un mecanismo de apoyo económico a los funcionarios que busquen capacitarse en áreas de interés de la institución, acciones que permiten subsanar las necesidades propias de formación identificadas, además de generar otros beneficios de largo plazo para la institución como fomentar la estabilidad del personal que labora en la institución y mayor control en la estandarización de procesos, entre otras.

El cuanto a patrocinios de formación profesional y especializada desde las instituciones museales es aún más escaso, solo las instituciones más grandes en términos de complejidad, personal y presupuestos58, manifestaron que a través de su respaldo institucional y gestión, los funcionarios logran acceder a becas y estímulos de formación a nivel de cursos, diplomados y formación especializada de tercer ciclo, tanto a nivel nacional como internacional.