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Enseñanza y Capacitacion en su Iglesia

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B

IBLIOTECA

E

LECTRÓNICA

P

ARA EL

M

AESTRO

EL MAESTRO Y SU IGLESIA

ENSEÑANZA Y CAPACITACIÓN

EN SU IGLESIA

por Guillermo Graves

EDITORIAL MUNDO HISPANO © 2007

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ENSEÑANZA

Y CAPACITACIÓN

EN SU IGLESIA

©Copyright 1987, Casa Bautista de Publicaciones. Traducido de la edición revisada de The Church Teaching and Training, Publicado en inglés por Carib Baptist Publications, ©1981. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial.

POR

GUILLERMO GRAVES

TRADUCCIÓN POR

RUBÉN O. ZORZOLI

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Índice

PREFACIO

CAPITULO 1 — LAS BASES BÍBLICAS Y PRACTICAS PARA LA EDUCACIÓN

CRISTIANA

1. La Naturaleza de la Iglesia

2. Desarrollo Histórico de la Educación Cristiana en la Iglesia

3. Educación Cristiana en las Iglesias Bautistas de la Actualidad

CAPITULO 2 — LA IGLESIA ENSENA A SUS MIEMBROS

1. Necesidad de un Programa de Enseñanza Bíblica

2. Trabajo a Realizar por el Programa de Enseñanza Bíblica

3. Provisión de un Programa de Enseñanza Bíblica

4. Mantenimiento de un Ministerio de Enseñanza Bíblica.

5. Conclusión

CAPITULO 3 — LA IGLESIA CAPACITA A SUS MIEMBROS EN CUANTO A LA

VIDA CRISTIANA

1. ¿Por Qué Capacitar?

2. Desarrollo Cristiano de los Nuevos Miembros

3. Desarrollo de los Miembros en General

4. Planeamiento de la Capacitación

CAPITULO 4 — LA IGLESIA CAPACITA A SUS DIRIGENTES

1. Beneficios de la Capacitación de los Líderes de la Iglesia

2. Organización para Proveer la Capacitación a los Dirigentes de la Iglesia

3. Áreas de Estudio para la Capacitación de los Dirigentes de la Iglesia

4. Comprobación de la Efectividad de la Capacitación de los Dirigentes de la Iglesia

5. Conclusión

CAPITULO 5 — LA IGLESIA CAPACITA A SUS MIEMBROS EN LAS MISIONES

1. Los Bautistas y las Misiones

2. La Tarea Misionera de la Iglesia

3. Enseñanza Misionera

CAPITULO 6 — EL CURRÍCULO PARA LA EDUCACIÓN CRISTIANA

1. Definición de Currículo

2. Diseño del Currículo

3. La Biblia en el Currículo de la Educación Cristiana

4. Contenido del Currículo

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Cristiana

6. Conclusión

CAPITULO 7 — LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA PARA LA EDUCACIÓN

CRISTIANA

1. La Responsabilidad de la Congregación por la Educación Cristiana

2. La Comisión Coordinadora o el Concilio de la Iglesia

3. La Organización y el Calendario de Educación Cristiana

4. La Iglesia Pequeña

5. Conclusión

CAPITULO 8 — EL PAPEL DEL PASTOR EN LA EDUCACIÓN CRISTIANA

1. Ministerio del Pastor

2. Relación del Pastor con el Programa de Educación Cristiana

3. Cómo Funciona el Pastor Dentro del Programa de Educación Cristiana

4. Conclusión

CAPITULO 9 — LA EXTENSIÓN A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA EN

LA IGLESIA

1. Bases para una Decisión de Alcanzar Más Personas

2. Usos del Programa de Enseñanza Bíblica para Alcanzar a Otros

3. Principios de Crecimiento

4. Aplicación de los Principios de Crecimiento

CAPITULO 10 — LA EVANGELIZACION A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN

CRISTIANA EN LA IGLESIA.

1. El Lugar de la Evangelización en el Programa de la Iglesia

2. Relación del Programa de Enseñanza Bíblica con la Evangelización

3. Aspectos Prácticos para el Uso del Programa de Enseñanza Bíblica en la Evangelización

4. Conclusión

CAPITULO 11 — EL PLANEAMIENTO DE LOS EDIFICIOS Y EQUIPOS DE LA

IGLESIA PARA LA EDUCACIÓN CRISTIANA

1. La Importancia de un Edificio en la Educación Cristiana

2. Pasos para Planear una Construcción

3. Estudio del Espacio Disponible

4. Planeamiento para Edificación y Equipo

5. Planeamiento para el Uso del Edificio y del Equipo

CAPITULO 12 — LOS ORGANISMOS DENOMINACIONALES Y EL PROGRAMA

DE EDUCACIÓN CRISTIANA DE LA IGLESIA

1. Ventajas para la Educación Cristiana Cuando las Iglesias Bautistas Se Relacionan Unas con Otras

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Cristiana

3. Fuentes de Ayuda Locales y Mundiales para la Educación Cristiana

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Prefacio

Este libro ha sido escrito y preparado con cuatro propósitos en conexión con los dirigentes presentes y futuros de las iglesias. En primer lugar, el libro trata de proveer una evidencia convincente que refuerce el principio de que los programas y organizaciones de educación cristiana están involucrados vitalmente en ayudar a las iglesias bautistas locales a alcanzar sus fines y cumplir las funciones para las cuales Dios las ha formado. En segundo lugar, el libro trata de ayudar a quienes lo estudien a lograr una comprensión de los principios y el alcance de la educación cristiana en las iglesias bautistas locales. En tercer lugar, se espera que el estudiante se sienta desafiado a aplicar estos principios en la iglesia donde es miembro y en la que está trabajando. En cuarto lugar, se hace un esfuerzo por compartir la convicción de que la participación activa y positiva del pastor o encargado de la

congregación es una necesidad absoluta para el desarrollo exitoso de los programas de educación cristiana en la iglesia.

El alcance tan amplio de este tema hace imposible la presentación de muchos detalles importantes relacionados con el programa de educación cristiana. Por lo tanto, para usar el libro con éxito se hace necesario el estudio posterior y la actualización continua.

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1. — Las Bases Bíblicas Y Practicas Para La

Educación Cristiana

El punto de comienzo lógico para examinar la tarea de la iglesia en cuanto a la enseñanza y la capacitación es un estudio de las bases para esta tarea. De la misma manera, dicho estudio debe comenzar con una consideración de la naturaleza de la iglesia.

1. La Naturaleza de la Iglesia

Definición

El pueblo bautista ha buscado definir la iglesia sobre la base de las enseñanzas del Nuevo Testamento acerca de ella. La bien conocida Confesión de New Hampshire (1833) describe así a la iglesia:

“Creemos que una iglesia visible de Cristo es una congregación de creyentes bautizados, asociados por convenio en la fe y compañerismo del evangelio; observando las ordenanzas de Cristo; gobernados por sus leyes, y ejerciendo sus dones, derechos y privilegios conferidos a ellos por la Palabra; siendo sus únicos oficiales bíblicos obispos (o pastores) y diáconos, cuyas cualidades, derechos y deberes están determinados en las epístolas a Timoteo y Tito.” f1

J. M. Pendleton en Church Manual (Manual de la Iglesia) define a la iglesia como

“una congregación de discípulos de Cristo bautizados, que lo reconocen como su cabeza, confían en su sacrificio expiatorio para ser justificados ante Dios, y dependen del Espíritu Santo para ser santificados, unidos en la creencia del evangelio, en acuerdo para mantener sus ordenanzas y obedecer sus preceptos, que se reúnen para adorar y que cooperan para la extensión del reino de Cristo en el mundo”.

Él también brinda una definición resumida:

“Una iglesia es una congregación de discípulos de Cristo bautizados, unidos en la creencia de lo que él ha dicho, y comprometiéndose a hacer lo que él ha mandado.”f2

La Convención Bautista del Sur aprobó una declaración sobre “Fe y Mensaje Bautistas”, que incluía la siguiente definición de la iglesia:

“Una iglesia neotestamentaria del Señor Jesucristo es un cuerpo local de creyentes bautizados, los cuales están asociados, por medio de un pacto en la fe y en la confraternidad del evangelio; observan las dos ordenanzas de Cristo, y se someten a las enseñanzas de él; ejercitan los dones, los derechos y los

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privilegios con los cuales son dotados por su Palabra, y procuran anunciar el evangelio hasta los fines de la tierra.”f3

Obviamente, estas definiciones no varían mucho entre sí, y se refieren principalmente a la congregación local que será la base para las consideraciones de esta sección.

Bases bíblicas

Como él mismo lo afirmó. Cristo edificó a la iglesia (Mat. 16:18). En la iglesia del Nuevo Testamento, “los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron…” (Hech. 2:41). La nación del Antiguo Testamento que había llegado a ser “especial tesoro”, “un reino de sacerdotes y gente santa”

(Exo. 19: 5, 6), encontró su expresión cristiana neotestamentaria en la iglesia: “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido” (1 Ped. 2: 9). El elemento básico en este compañerismo es el amor (1 Jn. 4:10, 11), el amor de Dios al hombre, el amor del hombre a Dios y el amor del hombre a sus prójimos.

Objetivo de la iglesia

El objetivo de una iglesia, compuesta por creyentes bautizados que comparten una entrega personal a Jesucristo como Salvador y Señor, es ser un cuerpo redentor en Cristo, mediante el poder del Espíritu Santo, que crece hacia la madurez cristiana a través de la adoración, testimonio, educación y ministerio, que proclama el evangelio a todo el mundo, y que aplica los principios

cristianos al hombre y a la sociedad para el logro de los propósitos de Dios.f4

Funciones de la iglesiaf5

La iglesia local tiene ciertas funciones específicas que surgen de su naturaleza y sus objetivos. El grado en el que este cuerpo local de Cristo, compuesto de personas redimidas y bautizadas, se dedique a llevar adelante estas funciones determinará hasta dónde Dios puede bendecir a la iglesia con un buen

compañerismo, crecimiento cristiano a semejanza de Cristo, crecimiento numérico e influencia. Las funciones más esenciales de esta iglesia pueden llamarse: adoración, proclamación y testimonio, edificación y educación, servicio y aplicación.

Adoración implica el encuentro personal de individuos y de la congregación con Dios. En este encuentro los creyentes experimentan una profundización de su fe y un fortalecimiento de su dedicación al servicio. El porqué Dios desea que los hombres imperfectos le adoren en un encuentro íntimo puede ser un

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misterio para muchos de sus hijos. Lo que no puede dudarse es que la Biblia lo enseña así.

Proclamación y Testimonio (Evangelización) involucra la proclamación espontánea y planeada por parte de los individuos y de la congregación de la obra misericordiosa de Dios en Cristo para con todos los hombres. Abarca pasos definidos para lograr una decisión guiada por Dios de parte de los hombres no creyentes en que aceptan a Cristo como Salvador y dedican sus vidas enteramente a él como Señor.

Edificación y Educación es la función de la iglesia mediante la cual se guía a las personas en su desarrollo progresivo hacia la madurez cristiana. La educación incluye la enseñanza y el desarrollo cristiano involucrados en el proceso de crecimiento. Sin esta función educativa, los miembros de la iglesia tienden a permanecer ignorantes de sus creencias, doctrina, niveles éticos de cristianismo y de la Biblia misma. La iglesia que no cumple esta función se ve a sí misma truncada en su crecimiento y su desarrollo.

Servicio es enfrentar las necesidades humanas cruciales en el espíritu de

Cristo. Es la función de “suministro”. El pastor multiplica su ministerio cuando sirve a través de los miembros de la iglesia.

Aplicación involucra traer los principios cristianos al campo de todos los aspectos de la vida diaria. Abarca la búsqueda con el fin de descubrir la

voluntad de Cristo en cada aspecto o problema y la transformación por llegar a ser “hacedores” de la Palabra.

2. Desarrollo Histórico de la Educación Cristiana en la Iglesia

Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento, particularmente el libro de Deuteronomio, da testimonio de un énfasis en la enseñanza que, indudablemente, se remonta hasta muy atrás en la historia de Israel. Según el capítulo 6, la respuesta de los israelitas al amor de Dios por ellos como su pueblo y a su rescate de ellos debía ser, principalmente, un amor hacia él que involucraría todo el ser de ellos y, luego, como una expresión de este amor hacia Dios, sería una enseñanza de su fe a sus hijos y a sus nietos. Esta educación no debía ser simplemente una transmisión de leyes e ideas, sino una extensión aún más amplia de la relación del pacto, que colocaría a cada nuevo israelita en sus privilegios y

responsabilidades. Para un israelita, el no cumplir este punto y así permitir que sus descendientes fueran despojados de su única luz verdadera del pacto con Dios, sería una indicación de que no amaba a Dios con todo su corazón, su mente y su alma.

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En el mismo capítulo de Deuteronomio hay un énfasis marcado sobre la importancia de la persistencia en la enseñanza. Se enfatiza la utilización de las oportunidades casuales. La repetición del Shemá (Deut. 6: 4-9) y la presencia de la Mezuzá (un pequeño tubo metálico conteniendo un rollo sobre el que está escrita el Shemá) en los dinteles de las puertas de cada lugar de residencia judía, son ejemplos de esta persistencia constante en la enseñanza. El uso del chal para orar y las filacterias (cintas de cuero que sostenían en la frente y el brazo unas pequeñas cajas de cuero conteniendo versículos del Pentateuco), recordaba a jóvenes y ancianos la importancia de la oración y la adoración. La participación de los niños en las actividades sabáticas y los días festivos, tales como la pascua, proveían oportunidades de enseñanza que los padres

aprovechaban. Los niños asistían a los servicios de la sinagoga cada sábado y recibían instrucción sobre el simbolismo y el significado de los diferentes aspectos del culto de adoración. La enseñanza y disciplina que recibían en el hogar tenían el respaldo de maestros de entre los levitas. Un proverbio judío dice que “los verdaderos guardianes de la ciudad son los maestros”.f6

El mejor testigo de la eficacia de esta instrucción en el lugar es la historia de la fe de Israel. De esos hogares salieron los profetas. Los hombres se

maravillaban de que un granjero como Amos, criado en el campo agreste junto a las colinas de Judea, con muy pocos adelantos culturales, pudiera

repentinamente presentarse como un profeta de Dios cuyos mensajes incisivos se expresaban en una forma poética de suma calidad.f7

Aparentemente el mismo profeta era tanto predicador como maestro. Es imposible concebir a un Isaías o un Jeremías contentándose con decir, en cuanto a Dios y a su propósito hacia Israel, sólo lo que podía expresarse en esos discursos públicos a toda nación, que fueron preservados en la colección de sus profecías. Evidentemente, estos profetas enseñaron a otras personas más jóvenes que se sentían llamadas a este ministerio. Del mismo modo, ellos servían como maestros del pueblo. Así vemos a Esdras con las Escrituras frente a él, leyéndolas e interpretándolas a la gente (Neh. 8: 1-9).

Nuevo Testamento

El estudioso del Nuevo Testamento encuentra muy difícil trazar una línea definida que distinga entre la enseñanza y la predicación en el ministerio de Jesús. Para las multitudes, él era más maestro que profeta. “Maestro” o “rabí” era el título más común que le adjudicaban. Sin embargo, su enseñanza tenía una nota de autoridad que lo diferenciaba de otros rabinos o maestros.

Obviamente, Jesús dedicó mucho tiempo a la enseñanza. La palabra “maestro” se usa cuarenta y dos veces en los Evangelios y las referencias a Jesús como maestro aparecen a lo largo de los Cuatro Evangelios. Es significativo que la

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Gran Comisión, el mandato que nos dejó el Cristo resucitado, incluya una orden específica de enseñar.f8

Los apóstoles no sólo eran predicadores, sino que también eran maestros. La enseñanza era una de las actividades principales de la nueva iglesia

(Hech. 5:42).

Pablo, la personalidad humana del Nuevo Testamento de la cual se habla más, hizo de la enseñanza una parte central de su ministerio en sinagogas, en hogares y en la prisión. Recordaba al joven predicador Timoteo que dos cualidades del pastor son el ser “apto para enseñar” (1 Tim. 3: 2) y el guiar en la administración de todo el programa en las iglesias que él ayudó a establecer. Pablo enseñó a otros por usarlos en la expansión de la obra y por instruirlos. Así continuó instruyendo a las iglesias mediante sus cartas.f9

Desarrollo post-neotestamentario

En la iglesia cristiana primitiva, se dio un nuevo énfasis a la enseñanza. La tradición de la enseñanza en el hogar continuó, debido a la necesidad de que los conversos tuvieran una instrucción completa en su fe. También, de la misma manera, a través de la predicación cristiana, continuó la tradición de la sinagoga en cuanto al ministerio de la enseñanza. Pero las clases catequísticas representaron un desarrollo completamente nuevo, y durante los primeros tres siglos jugaron un papel muy importante en la capacitación de los creyentes en los aspectos básicos de su fe. Después del siglo IV, estas clases se fueron desvaneciendo hasta desaparecer.

El período medioeval representó el nivel más bajo de todos los tiempos en cuanto a la educación en la iglesia, y la negligencia general se reflejaba en la ignorancia de muchos de los clérigos. El énfasis sobre los sacramentos como medios esenciales para la gracia, llevaron a una declinación y aun al abandono de la predicación. Los feligreses, sin instrucción en cuanto a las Escrituras y la adoración, se sentían incapaces de enseñar a sus propios hijos en el hogar. Las escuelas, ligadas a los monasterios, alcanzaban a pocos jóvenes,

principalmente a aquellos destinados a una vocación especial en la iglesia. Las iglesias de la Reforma, con la restauración de la predicación de la Palabra de Dios en el centro de la adoración, con la restitución del catecumenado antes de la confirmación y con la insistencia sobre el deber de cada padre de instruir a los miembros de la familia en la Biblia y en las doctrinas, estaban volviendo al orden existente en las iglesias de los tres primeros siglos. Por supuesto, esto requirió escuelas que enseñaran a los padres a leer, para que éstos pudieran enseñar a sus hijos. También resultó en una combinación de enseñanza en

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aspectos religiosos y seculares en las escuelas. Por los comienzos del siglo XVIII este énfasis en la educación cristiana había perdido su fuerza. Luego, en el siglo XVIII, el avivamiento o despertamiento evangélico se difundió rápidamente por Gran Bretaña y los Estados Unidos de América, con movimientos correspondientes en la Europa continental. Al principio, su fuerte eran las grandes reuniones. Cuando estos miles de convertidos se agruparon en iglesias, la situación fue nuevamente favorable para el trabajo educativo, que era una continuación del trabajo evangelizador.

La “Escuela Andrajosa” de Robert Raikes en Gloucester, Inglaterra, en 1780, representa el comienzo verdadero en esta era hacia la educación cristiana en la iglesia. Estas no eran escuelas parroquiales, sino escuelas dirigidas por

cristianos laicos dedicados. Los alumnos estudiaban lectura, escritura, aritmética y la Biblia. La meta era hacerlos aptos para una vida cristiana inteligente. En aquellos días no había una ayuda pública adecuada para la educación de los niños de padres con bajos ingresos. Por lo tanto, estas escuelas llenaban una necesidad definida, y el movimiento se difundió.

Muchas personas que ocupaban lugares altos de influencia en la sociedad y en la iglesia, pensaron que esas “escuelas dominicales” eran un signo de agitación de la gente común con implicaciones revolucionarias. El clero estaba

escandalizado de que hombres y mujeres cristianos gastaran tiempo enseñando fuera del alcance y la autoridad de la iglesia. En algunas comunidades, los obreros de la escuela dominical fueron objeto de persecuciones, y el movimiento llegó a tener cierto carácter anticlerical. Sin embargo, fue aceptado ampliamente por las iglesias que surgían de los avivamientos evangélicos guiados por Wesley y Whitefield. Estas nuevas iglesias

necesitaban un desarrollo en la educación para llevar adelante el trabajo que habían comenzado. La himnología y la teología de estas primeras escuelas dominicales reflejaban un gran fervor evangelizador.

Aunque al principio la escuela dominical también experimentó oposición de los líderes de las iglesias en los Estados Unidos de América, muchas iglesias encontraron en ella un instrumento listo para llevar adelante la tarea de brindar educación cristiana a sus niños. De esta manera, sirvió como la base para el movimiento de avivamiento. La oposición clerical se reflejaba en el hecho de que la Unión Americana de Escuelas Dominicales, fundada en 1824, no

permitió que ningún pastor formara parte de su Junta Directiva. El liderazgo de la escuela dominical fue todavía casi totalmente laico.f10

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3. Educación Cristiana en las Iglesias Bautistas de la Actualidad

Predicación y enseñanza

En el Antiguo y Nuevo Testamentos se encuentra tanto la predicación como la enseñanza. La buena enseñanza es también buena predicación y la buena predicación tiene un elemento de enseñanza. Jesús debe ser enseñado y predicado. El contenido de la predicación y de la enseñanza es el mismo. Sin embargo, la predicación depende, en un grado menor que la enseñanza, de la participación activa del que escucha. Busca mover las emociones en un grado mayor que la enseñanza. La predicación incluye una proclamación vigorosa de la Palabra de Dios al incrédulo. Llama al hombre en su pecado e incredulidad a arrepentirse y recibir las Buenas Nuevas de que Dios está dispuesto a venir a su encuentro. La predicación busca asegurar al hombre que, por el poder de su Palabra y la obra de su Espíritu en él, Dios establecerá en el hombre la vida libre y feliz del reino. Como cristianos, necesitamos la

predicación de la Palabra de Dios porque, no importa cuánto hayamos crecido en la fe, aún queda la raíz de pecado e incredulidad dentro de nosotros: en una parte de nuestras vidas en que el Mensaje del Evangelio, con la capacidad de humillar y transformar nuestro ser, no ha llegado todavía.

La enseñanza tiene un motivo evangelizador y busca incluir entre sus oyentes a las personas no creyentes. También, la enseñanza se refiere a la situación de la persona que se ha arrepentido y ha vuelto hacia Dios, y a la situación de los niños pequeños que no han alcanzado el grado de madurez que haría posible el nuevo nacimiento. La enseñanza busca una madurez espiritual y la aplicación de los principios cristianos a la vida diaria.

La predicación y la enseñanza se complementan mutuamente. La iglesia sufre cuando carece, ya sea de la predicación o de la enseñanza. El ministro que se niega a bajar de su pulpito y participar del trabajo de la enseñanza es como el campesino que arroja la semilla a la tierra y no quiere hacer nada más hasta la cosecha. La tarea de sembrar sólo se hace parcialmente en los sermones. También es necesario que se haga en pequeños grupos y de casa en casa. De la misma manera el trabajo de cosechar puede hacerse tanto en el púlpito como en el aula, en el hogar o en la calle. Tanto el predicador como el maestro deben estar alertas por el tiempo de cosecha cuando el grano está maduro y una nueva vida está a punto de comenzar.f11

Principios básicosf12

La iglesia tiene un ministerio educativo. La Gran Comisión afirma esto, dando énfasis a los ministerios evangelizadores y educativos de la iglesia. Cristo

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espera que la iglesia eduque. El espera que su iglesia sea una iglesia que enseñe. El evangelio demanda esto. Cada una de las razones para predicar el mensaje redentor de Dios es una razón para enseñarlo. La historia lo prueba. Cada período de despertamiento espiritual en la historia del cristianismo

estuvo acompañado por un énfasis fresco en la enseñanza. La gente lo necesita. Los miembros de la iglesia necesitan una relación continua y vital con Jesús. La mejor manera de enseñar esta relación es mediante la educación cristiana efectiva. Los cristianos deben aprender a pensar a la manera de Cristo. La situación actual lo demanda. Las condiciones morales, sociales y espirituales en el mundo claman por una enseñanza mejor. La ignorancia espiritual habla de la necesidad de una educación cristiana efectiva.

La gente tiene una capacidad ilimitada de aprender. Esto se demuestra por el número asombroso de cosas que aprende un niño en sus primeros tres años. Dado que el hombre tiene la capacidad de aprender, puede adquirir

continuamente nuevas verdades reveladas en Cristo. Si ha adquirido conocimiento en cuanto a los secretos del universo, es lógico que pueda aprender más de la nueva vida en Cristo y del propósito que Dios tiene en la historia.

La gente tiene necesidades urgentes que no pueden ser satisfechas fuera de la enseñanza y el desarrollo cristiano. Toda la gente tiene hambre por la verdad. Desean una interpretación de la vida y del mundo. Están confundidos y necesitan instrucción sólida. Tienen habilidades que demandan un desarrollo. Las personas redimidas desean servir a Cristo, pero nunca lo harán

adecuadamente hasta que la iglesia les provea un programa de enseñanza bíblica y desarrollo cristiano.

El propósito de Dios en la redención incluye un crecimiento continuo hacia la madurez cristiana. Esto depende de la enseñanza y la capacitación.

Dios espera que los nuevos creyentes se desarrollen en el fruto del Espíritu, avanzando siempre hacía la estatura de Cristo. Esta es la vida cristiana que las iglesias deben enseñar si quieren progresar.

Un ministerio educativo efectivo requiere el uso de principios y métodos correctos. Sin ellos el aprendizaje será deficiente y retardado. Los pastores y líderes de la iglesia local deben hacer que la misma determine y use los mejores métodos y principios.

Es necesario cierto plan de organización para desempeñar el ministerio educativo de la iglesia. Dado que la mejor enseñanza bíblica y el desarrollo cristiano deben estar relacionados con las necesidades y las capacidades de los individuos, el ministerio educativo debe ser graduado y abarcar

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responsabilidades distribuidas. La organización no es una máquina sino un plan por el cual la iglesia puede trabajar eficazmente para desarrollar y usar a sus miembros.

La organización más efectiva es aquella que se caracteriza por su sencillez práctica y su adaptabilidad a las necesidades de la iglesia.

Todos los aspectos de la educación cristiana en la iglesia forman una unidad. Todos son controlados por la iglesia. Todos deben encajar dentro del propósito general de la iglesia. Debe evitarse cualquier espíritu de independencia que no considere el bien supremo de la iglesia.

Cada miembro de la iglesia puede prepararse para servir. Cada persona es salva para servir y tiene un don que Dios puede usar. La voluntad de Dios para cada persona y para la iglesia es que todos puedan ser capacitados y usados. Los propósitos del ministerio de la educación cristiana deben estar centrados en el individuo. La tarea de la iglesia es la salvación, desarrollo y dedicación de la vida de cada individuo. El valor infinito de cada persona y su propia individualidad son de suma importancia.

La promoción no debe ser lo primordial en el ministerio de la educación cristiana en la iglesia. El ministerio es educar. Las metas son educacionales, y se relacionan con la conversión, el desarrollo de la vida y el servicio cristiano. Sin embargo, el logro de estas metas debe ser el mejor medio de mover todo el programa de la iglesia hacia sus fines correctos.

Es necesario un programa constante y definido para preparar dirigentes. Esto es una responsabilidad de la iglesia.

La evaluación de la tarea educativa de la iglesia es vital. Esto implica reuniones para evaluar, coordinar y planear esta tarea educativa.

El ministerio educativo debe edificar la iglesia. El ministerio no es un fin en sí sino un instrumento para ministrar al individuo para el bienestar de la iglesia. El fin es desarrollar y entrenar a algunos para ganar a otros quienes, a su vez, serán desarrollados y entrenados.

La educación cristiana es bíblica. El ministerio de la educación cristiana encuentra su autoridad, su campo de acción, su mensaje y su propósito en la Biblia.

La educación cristiana debe ser llevada a cabo bajo la guía divina: Un

ministerio efectivo de educación cristiana se puede lograr sólo bajo la guía y la dirección del Espíritu Santo. Este ministerio es más que métodos y trabajo. El Espíritu Santo usa estos elementos y obra a través de ellos.

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Algunos problemas

Muchas iglesias han heredado ideas tradicionales tales como programas rígidos, enseñanza bíblica sólo para niños, una visión limitada de la función de los líderes de educación cristiana en la iglesia, y una participación limitada de la congregación en la responsabilidad de la educación cristiana. La rigidez de estas tradiciones tiende a limitar el desarrollo máximo de esta fase importante en la vida de la iglesia.

Junto con estas tradiciones, existe cierta cantidad de confusión en el área de los métodos de enseñanza, enfoques de la literatura y financiación del ministerio de educación cristiana. En medio de esta confusión la pobreza de la calidad de la enseñanza crea un serio problema. Lamentablemente, muchas iglesias se oponen ante cada esfuerzo por hacer que este ministerio sea más serio y más efectivo. La carencia de personas dispuestas y preparadas para participar es una clara desventaja en muchas iglesias.

Paralelamente a estos problemas y contribuyendo más a ellos, está el hecho de que muy pocos pastores tienen algo de preparación en educación cristiana. Esta falta de capacitación no sólo limita su liderazgo en este campo, sino que también hace que no sientan deseos de pedir ayuda y que sean cautelosos acerca de la ayuda que se les ofrece. La educación cristiana es la guía necesaria para evitar un crecimiento mal desarrollado de parte de los nuevos creyentes, para evitar que permanezcan siendo siempre bebés sin memoria, conocimiento o capacidad para actuar. La importancia de esta función y esta herramienta merece todo el esfuerzo de parte de todos los niveles de liderazgo, para que exista conocimiento y capacidad en el campo educativo en la vida de la iglesia.

Preguntas para el Repaso

Después de leer el texto, responda a las siguientes preguntas:

1. Mencione cinco enseñanzas bíblicas incluidas en una definición de la iglesia.

2. ¿Cuál es el objetivo de la iglesia?

3. Mencione y defina brevemente cinco funciones de la iglesia.

4. Señale tres ejemplos de educación en el Antiguo Testamento.

5. Dé dos indicaciones de la importancia que Cristo puso en la enseñanza.

6. ¿Cuál fue la condición de la educación de la iglesia en el período medioeval?

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8. ¿Qué fue lo que popularizó la escuela dominical?

9. Distinga entre enseñanza y predicación.

10. Mencione cinco razones por las cuales una iglesia debe tener un ministerio educativo.

11. Haga una lista de los diez principios básicos del ministerio educativo de una iglesia.

12. Mencione tres tradiciones que pueden impedir un programa educativo adecuado.

13. Señale tres impedimentos para la educación cristiana.

Temas de Discusión

1. ¿Qué es una iglesia?

2. ¿Cuáles son las funciones de una iglesia?

3. De acuerdo con el desarrollo histórico de la educación cristiana, ¿quién y qué debe ser enseñado en un programa educativo de la iglesia?

4. ¿Cuál es la relación de las iglesias nuevas y en crecimiento hacia la educación cristiana?

5. ¿Cuál es la relación del predicador con el ministerio educativo?

6. ¿Cuáles son los principios básicos del ministerio educativo de la iglesia?

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2. — La Iglesia Enseña A Sus Miembros

Las afirmaciones del capítulo uno relacionadas con el objetivo y las funciones de la iglesia, ya han identificado la educación de sus miembros y demás personas a su alcance como parte del ministerio redentor de la iglesia. En este sentido se definió la educación como “esa función de la iglesia en la cual se guía a las personas en su desarrollo progresivo hacia la madurez cristiana”. Dentro de esta función educativa, el ministerio de la enseñanza bíblica de la iglesia es el primer aspecto, y el más importante, de la educación con la que tratará este libro. Mucho de lo que la iglesia haga en las vidas de sus miembros y a través de ellos, dependerá de su habilidad para enseñarles a obedecer todas las cosas que Cristo ha mandado.

1. Necesidad de un Programa de Enseñanza Bíblica

Necesidades dentro de la iglesia

Los cristianos deben conocer la Biblia. Tradicionalmente ellos se han negado a aceptar credos por ser dogma. Han sostenido que la Biblia, particularmente el Nuevo Testamento, es la única base de la doctrina y práctica. Esta posición firme, que ha sido muy fuerte en la vida bautista, implica que cada miembro debe tener un conocimiento razonable de la Biblia. Sin embargo, una

característica común a todas las iglesias bautistas, más notable en unas que en otras, es una ignorancia generalizada de la Biblia. Cualquier esfuerzo sencillo para medir el conocimiento bíblico que tienen los miembros de una iglesia particular o de un grupo de iglesias, casi siempre produce resultados

desalentadores y vergonzosos. Es más fácil alabar la Biblia que estudiarla. Es más fácil leerla que aprenderla. Para los dirigentes es aún más fácil predicar y enseñar la Palabra que conocerla íntimamente.

Los bautistas tienen la necesidad de comprender la naturaleza de la Biblia. No es un libro de ciencia. Ni es sencillamente historia. Es la revelación del trato de Dios con la humanidad. Es la Palabra de Dios al hombre en el lenguaje de los hombres. Cada creyente necesita la seguridad y la guía que brinda el

conocimiento de las personas y preceptos de la Biblia.

Cada iglesia precisa conocerse y sostenerse mediante el estudio de la Biblia. Cristo manda a la iglesia que se enseñe a sí misma y a los demás. La iglesia debe responder en obediencia a este mandato para poder sobrevivir. Las iglesias reciben ataques desde afuera y desde adentro. Son vulnerables cuando los de afuera las encuentran confundidas en su fe. Tales iglesias no llegan a ser indecisas con respecto a su propia naturaleza y destino. Muchas iglesias ya no

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están seguras en cuanto a lo que ellas y sus miembros deben a Dios y a los demás.

Los creyentes necesitan aplicar la Biblia para lograr un crecimiento y un desarrollo adecuados. La iglesia debe procurar el crecimiento individual de sus miembros. Hay que sostenerse financieramente. Debe producir sus propios dirigentes. Conviene brindar una adoración adecuada. Debe testificar de una manera efectiva. Cada una de estas actividades tiene una base bíblica. A menos que los que desempeñan estas actividades estén muy familiarizados y

comprometidos con las bases bíblicas, habrá pocas probabilidades de que la iglesia logre su crecimiento y desarrollo adecuados.

Cómo el programa de enseñanza bíblica responde a estas necesidades

Para que la iglesia pueda llenar adecuadamente las necesidades anteriormente mencionadas, se debe dedicar a la tarea de enseñar la Biblia. Los líderes de la iglesia y la congregación entera comparten la responsabilidad de esta tarea. Además, el programa de enseñanza bíblica debe planearse de manera que llene ciertas características específicas.

Debe enseñarse la Biblia sobre la base de que el conocimiento bíblico es normal y natural para cada creyente. Ningún miembro de la iglesia, joven o viejo, está exento de la responsabilidad de estudiar la Biblia. El conocimiento bíblico que se recibe de fuentes seculares, tales como las escuelas públicas, no es adecuado para el miembro de la iglesia. Ni tampoco la escuela pública da una preparación adecuada de la Biblia para los niños. Es la iglesia la que tiene esta responsabilidad.

Debe enseñarse la Biblia por gente preparada. Muy pocas iglesias tienen el número suficiente de maestros preparados adecuadamente. Pero cualquier iglesia puede proveer de entre sus miembros un número suficiente de tales maestros. La antigua discusión en cuanto a sí es mejor tener un pequeño número de maestros altamente preparados o un gran número de maestros poco preparados, no da en el blanco. El pastor y la congregación deben dedicarse a la tarea de proveer un número suficiente de maestros bien preparados.

Debe enseñarse la Biblia en situaciones que conduzcan al aprendizaje. Una clase pequeña con un buen maestro dentro de la escuela dominical es un

ejemplo de esto. El trabajo de ella debe suplementarse con otros esfuerzos tales como la Escuela Bíblica de Vacaciones, estudio bíblico en la familia,

ocasiones especiales de estudio bíblico en la iglesia y grupos de estudio bíblico en áreas suburbanas. Cada uno de estos esfuerzos es parte del ministerio de enseñanza bíblica de la iglesia. Cada uno busca llenar las necesidades de los

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miembros de la iglesia y de aquellas que están a su alcance para que se familiaricen y comprometan con la Palabra de Dios.

Debe enseñarse la Biblia como la Palabra de Dios. Es más que mera literatura. Es más que un estilo opcional de vida ofrecido sobre una base similar a otros estilos de vida. La Biblia es la Palabra de Dios, el Creador y Señor de este universo. Como tal, tiene autoridad para todos los hombres. Debe enseñarse la Biblia regularmente. Una enseñanza bíblica irregular, presentada ocasionalmente, sin un programa planeado, no responde a las necesidades de la iglesia.

Debe enseñarse la Biblia buscando una respuesta positiva a su invitación y a sus enseñanzas. Además de compartir la información y de motivar las

emociones, el maestro debe tener la meta de mover la voluntad en respuesta a la enseñanza de la Biblia.

2. Trabajo a Realizar por el Programa de Enseñanza Bíblica

Robert Raikes, de Gloucester, tenía un objetivo social: llegar a los niños desposeídos, indisciplinados e ignorantes que estaban en las calles los domingos y enseñarles a leer. Otros que se unieron a su movimiento, como William Fox, agregaron al currículo la enseñanza moral y religiosa, y adoptaron la Biblia como el libro de texto de la escuela. Lentamente, las iglesias bautistas aceptaron la escuela dominical e hicieron que la meta del programa de enseñanza bíblica fuera alcanzar el objetivo total de la iglesia y el llevar a cabo sus funciones.f13

Enseñar la revelación bíblica

Lo básico en el programa de enseñanza bíblica es la tarea de enseñar la revelación bíblica. Se debe ayudar a la gente a explorar el contenido de la Biblia, aprender a usarla por sí mismos y encontrar el significado para su propia vida y para el mundo actual, Parte del aprendizaje de la Biblia, aunque pueda parecer mecánico, consiste en ser capaces de ubicar rápidamente los pasajes y de poder utilizar las herramientas para el estudio (diferentes traducciones de la Biblia, diccionarios bíblicos, concordancias, guías de estudio y comentarios). Muy poca gente aprende esas cosas por su cuenta; es necesario que alguien les enseñe.

En la enseñanza de la revelación bíblica, el maestro necesita ayudar a los estudiantes de la Biblia a estar familiarizados con su historia, con los diferentes tipos de literatura y con el principio de revelación progresiva de la Biblia. Deben aprender a seguir el rastro del trato de Dios con los hombres desde los

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tiempos primitivos hasta el Nuevo Testamento. Se debe presentar a Cristo como Salvador y Señor, el tema central de toda la Biblia.

Alcanzar a personas para Cristo y para ser miembros de la iglesia

El funcionamiento práctico y el desarrollo del programa de enseñanza bíblica de la iglesia será para alcanzar a las personas para Cristo y para ser miembros de la iglesia. El uso del programa de enseñanza bíblica para descubrir a personas que deben ser alcanzadas, estar interesados en ellas como gente inconversa, tener compañerismo con ellas, servirles y testificarles a fin de que encuentren la salvación —todos estos temas serán considerados con amplitud en otra sección. Sin embargo, hay que tener claro aquí la responsabilidad del programa de enseñanza bíblica para matricular a incrédulos en los estudios bíblicos, con el propósito expreso de guiarlos a una decisión de aceptar a Cristo y, además, llegar a ser miembros de la iglesia.f14

Aplicar el mensaje de la Biblia

El mensaje bíblico no se enseña en un vacío, ni tampoco como mera

información. En lugar de ello, el mensaje debe ser aplicado a los alumnos, para su propio desarrollo espiritual en adoración, testimonio, crecimiento espiritual, servicio a las personas necesitadas, y en tratar los temas corrientes como cristianos. Se enseña la Biblia en la esperanza de que las personas, por medio del Espíritu Santo, respondan a Dios con una fe madura, con amor y

obediencia. Ellos no están educados para responder, pero la enseñanza de la Biblia les conduce a un encuentro creciente con Dios. Cada maestro de la Biblia debe esperar la respuesta de parte del alumno: “Señor, ¿qué quieres que haga?”

La aplicación de la enseñanza bíblica debe tener resultados prácticos en relación con el programa total de la iglesia y de la denominación. Ello vendrá cuando el maestro brinde e interprete información sobre el trabajo de la iglesia y de la denominación. Por supuesto, él hará esto de acuerdo con la capacidad y las necesidades de cada nivel de edad. La cooperación de los estudiantes de la Biblia en la extensión evangelizadora, el programa de mayordomía y la extensión misionera de la iglesia y la denominación debe ser natural y normal.f15

Un elemento importante en la aplicación del mensaje de la Biblia está en el área de la mayordomía. En este punto, la enseñanza bíblica es capaz de brindar un ministerio vital para todo el programa de la iglesia si cada maestro clarifica a su grupo la enseñanza bíblica sobre la mayordomía del tiempo, los talentos y

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los bienes. A medida que esos maestros enseñan y practican el diezmo como el punto inicial en la dádiva del cristiano, ellos serán capaces de guiar a los miembros de la clase a practicar muchas virtudes cristianas, y abundar “también en esta gracia” (2 Co. 8: 7).

3. Provisión de un Programa de Enseñanza Bíblica

La iglesia que está buscando brindar un programa de enseñanza bíblica debe dar atención constante a lo que se está enseñando, a la organización o vehículo para la enseñanza de la Biblia y al personal involucrado. La iglesia es

responsable por todos estos aspectos. En cada caso, las decisiones en relación con estos factores deben ser hechas por la congregación.

Currículo

Como se ve posteriormente, el currículo incluye mucho más que la literatura usada en el programa de enseñanza bíblica. En su sentido más amplio, el currículo es la suma de todas las experiencias de aprendizaje en el programa de enseñanza bíblica, que están planeadas y usadas bajo la guía de la iglesia y dirigidas al cumplimiento de los objetivos de la misma. El currículo es lo que le sucede al alumno en la situación local, la suma total de las experiencias de aprendizaje. Por lo tanto, el currículo incluirá la Biblia y la literatura

seleccionada por la iglesia para ayudar en la enseñanza de la misma. Incluirá todas las experiencias de aprendizaje, tales como actividades planeadas y diseñadas para alcanzar mayor conocimiento de la Biblia.f16

En este punto, necesitamos establecer que la misma Biblia es el libro de texto principal del programa de enseñanza bíblica de la iglesia. Todo lo demás se considera como una ayuda o una herramienta didáctica auxiliar. Hoy hay disponibles muchas traducciones bíblicas y la mayoría de ellas son útiles en el estudio. Todas ellas pueden ser usadas por el maestro y ser estudiadas por el alumno. Probablemente la iglesia hará bien en recomendar una traducción específica para la mayoría de las oportunidades de aprendizaje; esto será de ayuda en asuntos tales como trabajo de memorización bíblica y lectura en grupo.

Organización

Tradicionalmente, las iglesias han considerado a la escuela dominical como la parte de la vida de la iglesia que es responsable de la enseñanza de la Biblia. Muchas iglesias descubren que es valioso ampliar el concepto de la escuela dominical para llegar a ser un programa comprensivo de enseñanza bíblica, que aprovechará las diversas oportunidades para la enseñanza de la Biblia. Así

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se tendrá en cuenta la Escuela Bíblica de Vacaciones, el estudio bíblico familiar, los estudios bíblicos en días de semana en los hogares, las

conferencias bíblicas, los cursos de estudio bíblico anual y otros esfuerzos para ampliar el conocimiento de la Biblia. Cristo espera que su iglesia enseñe. Cada discípulo es un alumno, y el aprendizaje es un proceso educativo. Pablo mismo señaló en Efesios 4 que la enseñanza es una parte del ministerio, un interés principal de la iglesia.f17

La escuela dominical incluye la enseñanza de la Biblia en grupos pequeños y graduados por edades, como en una escuela. Lo común es que el programa de enseñanza es adoptado por la iglesia y usado en todo el programa. La mayoría de las iglesias descubre que se consiguen mejores resultados reuniendo a la escuela dominical antes del culto de adoración de la mañana, dado que incluye a cada nivel de edad en la iglesia. Los miembros de la escuela deben incluir a todos los miembros de la iglesia, los hijos de los creyentes y miembros en perspectiva que pueden ser alcanzados para el estudio bíblico. Comúnmente se dedica una hora completa a esta actividad. La escuela dominical continúa siendo la piedra angular del ministerio de enseñanza bíblica de la iglesia. Pero no puede ser efectiva a menos que cada familia de la iglesia esté involucrada en una cooperación activa, por medio de una conversación con orientación bíblica, repaso y lectura bíblica en el hogar.

La Escuela Bíblica de Vacaciones busca proveer un período de una a dos semanas de estudio bíblico concentrado y de actividades relacionadas para los niños y jovencitos, durante las semanas entre períodos escolares. Lo común es que se reúna por tres horas, cinco días a la semana. Este período concentrado de estudio directo y de actividades relacionadas implica mucho trabajo para los miembros de la iglesia, pero brinda casi tanto tiempo en oportunidades de aprendizaje como los cincuenta y dos domingos de escuela dominical. Las oportunidades evangelizadoras son magníficas. Las posibilidades de extensión son casi ilimitadas, siempre que la iglesia esté dispuesta a continuar el trabajo de conservación con las personas nuevas matriculadas en el estudio bíblico de la Escuela Bíblica de Vacaciones.

El servicio o departamento de extensión de la escuela dominical está destinado a ministrar a aquellas personas que por razones de edad o enfermedad o

condiciones laborales están incapacitadas para asistir a los programas de estudio bíblico y a otras actividades de la iglesia. Los obreros de este

departamento tienen un ministerio rico y valioso hacia estas personas, porque no sólo les enseñan el mensaje de la Biblia, comúnmente en el hogar de los mismos, sino que también mantienen un contacto entre esas personas y todo el programa de la iglesia. Este departamento de la escuela dominical no es sólo

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una extensión del programa de enseñanza bíblica, sino que es también un ministerio de amor.

Los estudios bíblicos semanales, generalmente celebrados en la casa de los miembros para gente en la comunidad, ofrecen la oportunidad de estudiar libros o temas específicos. Muchas iglesias los han usado, no sólo para

conseguir personas nuevas para la iglesia, sino también para abrir centros para el establecimiento de obras nuevas, que posteriormente se convirtieron en iglesias.

Las conferencias bíblicas no duplican el estudio de la escuela dominical sino que lo apoyan. El pastor mismo, como maestro, o una persona especialmente calificada que la iglesia invite, vendrá para una semana de estudio bíblico particular y fortalecerá puntos del currículo tales como doctrina y otros temas especiales.

Los cursos de estudio bíblico ofrecidos periódicamente durante el año,

normalmente en la misma iglesia, brindarán oportunidades adicionales para un estudio profundo, difícil de alcanzar en la escuela dominical de una hora por semana.

Todas las actividades de enseñanza bíblica de la iglesia deben estar

coordinadas bajo un programa. En una iglesia pequeña la organización de la escuela dominical puede asumir normalmente toda la responsabilidad del ministerio de enseñanza bíblica. Sin embargo, en una iglesia más grande, todas estas actividades pueden ser agrupadas bajo un programa de educación

cristiana que incluirá a la escuela dominical.

Personal

En su forma más sencilla, la situación de enseñanza consiste en un maestro y un alumno. Sin embargo, aun en la iglesia más pequeña, el programa de

enseñanza bíblica es más complejo. Los alumnos son de todas las edades. Cada uno de ellos tiene una capacidad en relación con Dios; cada uno de ellos es competente bajo Dios; aquellos que son creyentes tienen una experiencia que compartir. Aun los creyentes maduros entre ellos tienen la necesidad y la posibilidad de un crecimiento mayor en su vida por medio del estudio bíblico. Estos alumnos son agrupados en clases de acuerdo con su capacidad para el aprendizaje, con sus necesidades y con sus intereses. Allí los alumnos

comparten la responsabilidad del programa de enseñanza bíblica en la iglesia. Como miembros de la iglesia ellos determinan la estructura y el contenido del programa. Como miembros de la clase participan activamente en grupos del aprendizaje, la extensión y la evangelización, siempre investidos por el

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El maestro es la clave para este programa de enseñanza bíblica. Como cristiano con una experiencia para compartir, tiene la presencia de Cristo que le fue prometida y el poder del Espíritu Santo. Debe ser una persona en

crecimiento espiritual. La responsabilidad del maestro incluirá el planeamiento y la conducción de las actividades de estudio bíblico, la visitación de los miembros en sus hogares, la búsqueda para descubrir y alistar miembros en perspectiva, el interés personal en el nuevo nacimiento y el crecimiento

cristiano de cada miembro de la clase. El maestro buscará guiar a los miembros de la clase que son creyentes en la adoración, el testimonio, el aprendizaje, la ayuda a la gente en el nombre de Jesús y en la aplicación de las enseñanzas de Cristo a la vida diaria. El maestro participará activamente en el planeamiento y en la proyección del programa integral de enseñanza bíblica.f18

A medida que el ministerio de enseñanza bíblica va creciendo más, asume más responsabilidad e importancia el lugar del director del mismo. Se espera que esos líderes administrativos lleguen a sus puestos con una experiencia amplia en la enseñanza, y un conocimiento integral de la Biblia. Su responsabilidad implicará la recomendación, el alistamiento y la orientación de los maestros. Ellos trabajarán con el pastor y otros dirigentes de la iglesia en la planificación del currículo. Los directores participarán con el director de desarrollo cristiano en el planeamiento de la preparación para responder a las necesidades de los maestros. Planearán con los maestros y otros miembros del personal el trabajo del ministerio de enseñanza bíblica, supervisarán el mantenimiento de los registros e informarán a la congregación en cuanto a su progreso. A medida que la iglesia alcance a cubrir su presupuesto, el director o los directores serán responsables de recomendar los distintos aspectos y las cantidades para la operación de este ministerio. Muy probablemente ellos deberán dirigir los cultos de adoración que se incluyen en el programa de enseñanza bíblica y las actividades de compañerismo. El liderazgo administrativo del programa tiene la misma necesidad que los maestros de someterse y ser guiados por el Espíritu Santo.f19

4. Mantenimiento de un Ministerio de Enseñanza Bíblica

En el caso de muchas actividades de la iglesia, la iniciación es mucho más fácil de lograr que el mantenimiento a un nivel elevado y en avance constante. El trabajo efectivo, el crecimiento y el mejoramiento no vienen naturalmente, sino que son el resultado de la atención constante a los factores básicos incluidos en el programa mismo. En esta sección, se considerarán tres importantes

actividades de mantenimiento: control por la iglesia, planeamiento y mejoramiento constante y evaluación.

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Control de la iglesia

Se consideran más las bases amplias para el control del ministerio de

enseñanza bíblica por la iglesia en el capítulo 7 que trata la organización de la iglesia para la educación cristiana. Ahora se mencionarán solamente los elementos básicos de este control.

En primer lugar, la congregación debe asumir la responsabilidad por el ministerio de enseñanza bíblica del mismo modo que la asume por cualquier otra actividad de la iglesia. Quizá esta declaración parezca innecesaria, pues uno puede sentir que la responsabilidad de la iglesia por el ministerio de enseñanza bíblica es normal y natural. Esto no ha sido cierto históricamente. Aún hoy hay iglesias en que este ministerio, y en realidad toda fase de la educación cristiana, funciona casi como un trabajo independiente. La

responsabilidad congregacional implica la responsabilidad de liderazgo. Por lo tanto, el pastor de la iglesia es el pastor del ministerio de enseñanza bíblica. Su responsabilidad pastoral implica una relación estrecha y una participación activa en dicho ministerio.

Como parte de su responsabilidad en este ministerio, la congregación

determinará el contenido del programa. Dicho contenido incluirá el currículo, el calendario de actividades y la determinación de los objetivos. Una vez que éstos han sido aprobados por la congregación, los directores y los maestros del programa de enseñanza bíblica serán responsables de los detalles para llevarlos a cabo. No deben hacer modificaciones básicas sin volver a la iglesia para su aprobación.

Como parte de su responsabilidad la congregación elegirá los directores, personal administrativo y los maestros del programa de enseñanza bíblica. De ese modo, las personas que participen en la selección no son responsables únicamente ante la organización por el programa, sino que por medio del director son responsables ante la iglesia.

Además, la iglesia proveerá los fondos necesarios para el programa de enseñanza bíblica por medio de su presupuesto. Dichos fondos son necesarios para la literatura, el equipo y cualquier actividad que necesite provisión de fondos. De la misma forma, todas las ofrendas que se reciban por medio del ministerio de enseñanza bíblica deben ser canalizadas directamente al fondo unificado de la iglesia. De la misma manera que la iglesia es responsable de la enseñanza de la Palabra de Dios, es responsable de los aspectos financieros de su trabajo.

El control congregacional involucra recibir informes periódicos del progreso, trabajo, problemas y proyectos del programa de enseñanza bíblica. Aun

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cuando los informes pueden ser preparados por personal de secretaría, el director del programa es responsable de informar a la congregación. Sin este informe periódico, el control de la congregación no es una realidad. Con estos informes periódicos no sólo se ejerce control sino que se mantiene la

participación y el interés.

Planificación y mejoramiento constantes

La planificación y el mejoramiento implican por lo menos un sistema sencillo de registro, a fin de determinar el progreso que se está haciendo. También involucra el mantenimiento de objetivos y de mejores métodos en forma constante delante de todo el personal incluido en el ministerio de enseñanza bíblica. Esto no puede lograrse durante la ejecución del programa en sí. Es necesario tener una reunión periódica (preferiblemente, una cada semana) de maestros y personal administrativo de este programa. En dichas reuniones se llevan a cabo varias actividades vitales, las cuales incluyen:

1. Examen de los informes de las clases anteriores de enseñanza bíblica. Incluye factores tales como asistencia, puntualidad, participación de los alumnos y efectividad del maestro.

2. Planes para el futuro inmediato y planes a largo alcance. La participación activa de parte del personal del programa de enseñanza bíblica en esos planes depende de su comprensión integral de los mismos y de su dedicación a ellos.

3. Mejoramiento de la capacitación y la enseñanza. Debe darse atención específica a las lecciones en el futuro inmediato, pero a la vez pueden presentarse materiales para la capacitación del maestro.

4. Consideración de problemas específicos y de necesidades de personas en particular para su salvación y su desarrollo cristiano.

Esta reunión periódica es realmente el punto clave del mantenimiento de un programa efectivo de enseñanza bíblica. Es el taller en donde se produce un programa efectivo.

Evaluaciónf20

El mejoramiento no puede alcanzarse sin evaluación. El desarrollo cristiano no puede ser medido, pero hay algunas maneras disponibles para determinar si la escuela dominical está logrando sus fines o no. La evaluación del trabajo se hace sobre la base de las tareas asignadas. Los medios de evaluar el

cumplimiento de dos de estas tareas serán presentados aquí a modo de ejemplos.

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Al ministerio de enseñanza bíblica se le asigna la tarea de enseñar la revelación bíblica. La efectividad de la escuela dominical en la realización de esta tarea puede ser determinada por la respuesta a las siguientes preguntas:

1. ¿Ha aumentado la asistencia a la clase individual y en el total de la escuela?

2. ¿Ha tenido cada clase a un maestro preparado cada domingo?

3. ¿Muestran los registros que los miembros traen y usan sus Biblias?

4. ¿Muestran la participación en la clase y los registros que los miembros están preparando sus lecciones?

5. ¿Hay evidencia de participación del hogar en el programa de enseñanza bíblica de la escuela dominical?

Otra tarea asignada al ministerio de enseñanza bíblica es la de alcanzar

personas para Cristo y para que sean miembros de la iglesia. Alguna indicación del éxito de la escuela dominical en llevar adelante esta tarea sería indicado por la respuesta a estas preguntas:

1. ¿Se ha realizado algún censo o algún otro medio para descubrir miembros en perspectiva en los últimos seis meses?

2. ¿Tiene cada maestro el nombre y la dirección de cada miembro en perspectiva conocido para su clase?

3. ¿Ha sido visitado cada miembro en perspectiva?

4. ¿Cuántos miembros nuevos han sido matriculados desde el comienzo del año actual?

La evaluación implica dar pasos hacia el mejoramiento. La iniciación de esos pasos es la responsabilidad del personal de liderazgo en el programa de enseñanza bíblica. La disposición a seguir los mismos depende de los líderes, los maestros y los alumnos.

5. Conclusión

El mundo actual se caracteriza por cambios rápidos y drásticos. Los

indicadores nos llevan a creer que el futuro tendrá cambios más drásticos y más rápidos. Si los creyentes y sus iglesias han de mantenerse y avanzar en este ambiente, la enseñanza bíblica es de absoluta necesidad. Si la iglesia espera continuar existiendo, debe continuar enseñando.

El contenido de la enseñanza es el mismo que el de la iglesia primitiva. Los métodos variarán para adecuarse al ambiente y a las personas. La aplicación del contenido debe responder a las necesidades de cada miembro de la iglesia.

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De ese modo, las congregaciones deben dar una atención constante y sincera al comienzo, el mantenimiento y el mejoramiento del ministerio de enseñanza bíblica.

Preguntas para el Repaso

Después de leer el texto, responda a las siguientes preguntas:

1. Defina la educación en la iglesia.

2. ¿Cuáles son las tres necesidades dentro de la iglesia que requieren un programa de enseñanza?

3. Mencione cinco características específicas que deben ser tenidas en cuenta en el programa de enseñanza bíblica.

4. ¿En qué sentido le ayuda al individuo que necesita aprender el usar la Biblia por sí mismo?

5. ¿Qué tareas debe hacer el ministerio de enseñanza bíblica además de enseñar la Biblia?

6. ¿Qué incluye el mensaje bíblico sobre mayordomía?

7. Mencione el significado del currículo.

8. Indique cinco partes de un ministerio de enseñanza bíblica.

9. Mencione tres valores de la Escuela Bíblica de Vacaciones.

10. ¿Cuáles son los tres grupos de personal y sus responsabilidades principales en una escuela dominical?

11. Mencione tres requisitos para el mantenimiento del ministerio de enseñanza bíblica.

12. ¿Cuáles son las áreas de la escuela dominical que debe controlar la congregación?

13. ¿Por qué deben darse a la iglesia los informes de la escuela dominical?

14. ¿Qué debe incluirse en el planeamiento?

15. Mencione cuatro áreas que deben ser evaluadas para determinar la efectividad de la escuela dominical.

16. Indique tres actividades requeridas por la escuela dominical para llevar a cabo sus responsabilidades evangelizadoras.

Temas de Discusión

1. ¿Por qué la iglesia necesita un ministerio de enseñanza bíblica y qué debe incluirse en el mismo?

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2. ¿Cuáles deben ser las metas del ministerio de enseñanza bíblica?

3. ¿Cuál debe ser el contenido o currículo del ministerio de enseñanza bíblica?

4. Bosqueje una organización adecuada para responder a las necesidades de estudio bíblico en cada nivel de edad en su iglesia.

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3. La Iglesia Capacita A Sus Miembros En

Cuanto A La Vida Cristiana

1. ¿Por Qué Capacitar?

Definición de desarrollo cristiano o capacitación

El desarrollo cristiano o la capacitación puede ser definido como un proceso educativo destinado a mejorar la actuación individual y en grupos. Desde el punto de vista del alumno, la capacitación es el proceso en el cual se adquieren comprensión, actitudes, conocimiento y habilidades esenciales para la

realización inteligente y eficiente de las responsabilidades asignadas.f21 Se

pueden mencionar dos ejemplos específicos de capacitación para los miembros de la iglesia:

1. Capacitación de padres creyentes para que reconozcan la facilidad de aprendizaje de sus hijos, a fin de poder guiarlos en forma efectiva en su desarrollo cristiano.

2. Familiarizar a los estudiantes universitarios con las actitudes, comprensión y marco de referencia religioso de sus amigos incrédulos a fin de poder testificarles en forma más efectiva.

Sin embargo, mucha de la capacitación brindada está destinada a mejorar la actuación general de los miembros de la iglesia.f22

Naturaleza de la capacitación de los miembrosf23

Un ministerio sano de capacitación de los miembros de la iglesia pone énfasis fuerte en ayudar a ser tanto como a hacer. Ellos deben ser capacitados a ser verdaderos cristianos para poder capacitarse en hacer las cosas que deben como cristianos. Por lo tanto, deben recibir capacitación en ser, es decir, en tener las actitudes correctas, y en las aptitudes para la vida cristiana. Debido a esta característica, la capacitación no es sencillamente estudiar acerca de algo, sino que es el cultivo de las actitudes y las habilidades necesarias para alcanzar algo. El desarrollo cristiano o la capacitación destaca la habilidad y requiere práctica.

Por naturaleza, el desarrollo cristiano o la capacitación de los miembros de la iglesia puede ser específico o general. Gran parte del mismo está destinado a desarrollar en las personas la habilidad de manejarse en situaciones

específicas, tales como los padres y los estudiantes universitarios mencionados anteriormente. Sin embargo, la vida es muy complicada y la sociedad está

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cambiando demasiado rápidamente como para que una iglesia pueda proveer a sus miembros un desarrollo cristiano especial para solucionar cada situación específica en la que se encuentren. Mucho de ese proceso de capacitación debe estar destinado a mejorar la actuación general del miembro de la iglesia, a fin de proveerles recursos para enfrentar problemas y situaciones no anticipados. El cultivo de actitudes correctas es un elemento importante en la capacitación. Las personas pueden tener el conocimiento y la habilidad requeridos para una actuación efectiva y faltarles, sin embargo, la actitud adecuada hacia su trabajo o hacia otra gente. Por ejemplo, algunos esfuerzos para alcanzar personas para Cristo han engendrado antagonismo porque los posibles “evangelistas

personales” han memorizado pasajes de las Escrituras pero son insensibles en cuanto a la condición de las personas perdidas. Además, su falta de

comprensión de la naturaleza y el significado de la experiencia de conversión crea dentro de ellos actitudes que les hacen incapaces de usar los pasajes bíblicos memorizados.

Las tareas del ministerio de desarrollo cristiano de la iglesia son: 1. Equipar a los miembros para el discipulado y el ministerio personal

2. Enseñar teología y doctrina cristianas, ética, historia, gobierno y organización de la iglesia

3. Equipar a los líderes de la iglesia para el servicio

4. Interpretar y fundamentar el trabajo de la iglesia y de la denominaciónf24

Obviamente, el ministerio de desarrollo cristiano o capacitación está

relacionado con todos los otros programas y servicios de la iglesia. Ayuda a los nuevos miembros a comprender y participar adecuadamente en los mismos. Ayuda a todos los miembros de la iglesia a desarrollar sus aptitudes para una participación efectiva en el cumplimiento de la misión de la iglesia a través de sus programas y servicios. Finalmente, ayuda a todos los miembros a descubrir su liderazgo potencial y a desarrollar sus habilidades para ser más fructíferos y efectivos.

Beneficios de la capacitación de los miembros de la iglesia

En la discusión previa se han aclarado muchos beneficios de la capacitación de los miembros de la iglesia. Este ministerio se hace evidentemente más valioso cuando la congregación se da cuenta de que por medio de un ministerio adecuado de desarrollo cristiano:

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1. Los miembros de la iglesia son “arraigados y sobreedificados en él (Cristo), y confirmados en la fe” (Col. 2: 7). Ellos desarrollan creencias sanas y

modelos de conducta cristianos.

2. Los miembros de la iglesia advierten las contribuciones que han hecho los héroes cristianos del pasado a la vida de los bautistas. De ese modo aprecian mejor su herencia.

3. Los miembros de la iglesia se familiarizan con el gobierno y los

procedimientos que movilizan la vida de la iglesia y brindan los medios para evitar disensiones.

4. El desarrollo cristiano tiende a producir el fruto de la vida cristiana yla acción positiva que se desarrolla a partir de estos frutos. Como fue evidente en el caso de ministerio de enseñanza bíblica de la iglesia, los beneficios obvios del desarrollo cristiano de los miembros son tan grandes y los resultados negativos de no ocuparse en dicha capacitación son tan

formidables, que la congregación se siente obligada a emprender el programa.

2. Desarrollo Cristiano de los

Nuevos Miembros Necesidades del nuevo miembro de la iglesiaf25 Todas las personas que son o han de ser recibidas en la comunión fraternal de una iglesia tienen necesidades especiales de capacitación. Algunos han hecho una entrega superficial a Cristo sin experimentar realmente el nuevo

nacimiento. Sin embargo, algo positivo ha sucedido en su vida. De lo que sucede con ellos en este intervalo depende si son bautizados y recibidos en la familia de la iglesia como cristianos no regenerados o si son guiados cara a cara a una entrega real de su vida al Señor Jesucristo. Muchos nuevos convertidos vienen de un trasfondo totalmente ajeno al cristianismo. Otros miembros nuevos son recibidos por recomendación de iglesias que tienen poco desarrollo en la plenitud de la vida cristiana y la manera de funcionar como miembros de la iglesia. Miles de nuevos miembros gastan toda su vida viviendo una vida infructífera, incumplida, semicristiana por falta de una orientación adecuada. De ese modo, el ministerio de desarrollo cristiano para nuevos miembros es un lazo vital que une el empuje evangelizador de la iglesia a sus esfuerzos educativos para ayudar a los miembros de la iglesia a ser cristianos maduros y efectivos.

Programa para el desarrollo cristiano de nuevos miembros

En una iglesia pequeña de veinticinco miembros o menos, el pastor puede y probablemente debe ser el responsable de orientar a los nuevos miembros. Sin embargo, en iglesias más grandes, esta responsabilidad debe ser compartida con miembros entrenados, con la cooperación del pastor.

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La orientación de los miembros nuevos debe comenzar con la sesión inicial de aconsejamiento en el momento de la profesión de fe en Cristo en el caso de nuevos creyentes, y antes de la recepción como miembros de la iglesia en el caso de aquellos que son recibidos por recomendación de otra congregación. Este contacto inicial debe ser continuado con clases de enseñanza, cuya cantidad dependerá de la situación de los interesados. Una sesión final de conclusión, si es posible individual, es útil para determinar si el nuevo miembro necesita mayor orientación.

Quizá es más importante, aparte de las clases de capacitación, el

involucramiento inmediato del nuevo creyente o del miembro transferido en la comunión fraternal, trabajo y adoración de la iglesia. El fracaso en hacerlo puede resultar en un letargo fatal que ninguna orientación puede mejorar. En el capítulo seis se discuten los temas para las clases de capacitación.

Cómo alcanzar a los nuevos miembros para el desarrollo cristianof26

Hay varios pasos que la congregación debe considerar al hacer el plan para la orientación de los nuevos miembros. Algunos de ellos, que indudablemente variarán de acuerdo con la congregación, son:

1. Repasar la lista de miembros para descubrir la experiencia de participación y entrega de los mismos a fin de determinar la necesidad de un programa de desarrollo cristiano para los nuevos miembros.

2. Repasar o adoptar un pacto para la iglesia, los artículos de fe y la historia de la iglesia local. El pastor puede desarrollar una mejor comprensión de estos temas por medio de su predicación y su enseñanza.

3. Conseguir los materiales de orientación para los nuevos miembros.

4. Orientar si es necesario, a los miembros actuales. Debe haber tiempo suficiente para la promoción, a fin de lograr buena asistencia. Puede haber clases simultáneas para niños mayores, jóvenes y adultos. Se pueden planear las clases durante el período regular del programa de desarrollo cristiano de la iglesia o en el tiempo de la escuela dominical.

5. Seleccionar, elegir y capacitar a los líderes para dirigir la orientación de los nuevos miembros.

6. Adoptar un procedimiento de la iglesia para la orientación de los miembros nuevos.

7. Determinar los grupos y horarios para el programa de orientación.

Referencias

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