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Nota acerca de la ideología de Heidegger

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RESENAS BIBLIOGRAFICAS rio de "proyecto racional" ha de ser

"el criterio de 10 mejor" .

Despues de sefialar los rasgos principales de la utopia, ligada a ve-ces a las distopias, despues de mos-trar que la crisis del hombre mo-derno proviene tanto de "la des-ilusi6n y la cat6.strofe de la concien-cia burguesa" como de la falta de norma y principios en el "socialismo de Estado", Arrigo Colombo dice que la utopia "ha vue Ito a entrar en la conciencia, aproximadamente a partir de la decada de los sesenta, del hombre actual. Esta utopia, tarnbien para Colombo "racional", tendra sentido como "proyecci6n", a pesar de la sociedad de consumo y a pesar de "la terrible arrogancia del marxismo", Muy cercano a Quarta, escribe Colombo: "La utopia es un proyecto que tiene sus fundamentos en la misma naturaleza del hombre, la cual, sin embargo. .. es potencia-lidad pura 0 casi pura, y es creativi-dad".

lEs

posible tal "utopia racional"? Lo ignoro. En parte voy de acuerdo con Maria Monetti cuando en su estudio sobre Ia relaci6n utopfa-distopfa, afirma que las utopias modernas han conducido frecuente-mente al totalitarismo.

Tal vez, kantianamente, y tam-bien al modo de Quarta, pueda to-devfa desearse una utopfa que sin aceptar soluciones absolutes, con-duzca hacia "mejor". Pero este seria asunto de una discusi6n que, apun-tada en Utopia y distopia, no forma parte del libro mismo. Mi con-clusi6n es sencilla: contentemonos, hoy por hoy, en pensar en un futuro con "buen sentido" y esperemos que sea realizable.

RAM6N XIRAU

313

NOTA ACERCA DE LA

IDEOLOGiA DE HEIDEGGER

No es por escarbar en la herida, pero apenas si se ha rozado el tema del papel politico desempefiado por Hei-degger y su influencia en su filosoffa. Son dos aspectos que, en princi-pio, no deberian mezclarse. S610 en principio. Los ejernplos no so-bran, mas bien escasean, de pen-sadores que hayan podido disociar su conducta de la exposici6n de sus ideas. EI caso de Heidegger (como el de Gentile) es paradigmatico de la fusi6n perfecta entre ideologia y pensamiento filos6fico. De modo que no se trata de resaltar las ideas politic as de Heidegger con la in-tenci6n de recordar algiln desliz de su biografla, sino porque su filosofia refleja bastante fielmente sus entu-siasmos por la ideologia nacionalso-cialist a, que fue la suya, en tanto mi-lit ante convencido y consecuente.

Suele recordarse que Heidegger fue Rector de la Universidad de Friburgo de Brisgovia en los pri-meros an os del nazismo. Lo que no se agrega es que si bien fue elegido por el claustro universita-rio (mayo de 1933), acat6 luego la subordinaci6n de las universidades alemanas al todopoderoso Ministe-rio de la Cultura, 10 que supuso la consiguiente perdida de la auto-nomia y, desde el 10. de octubre de aquel mismo afio, pas6 a ser Rector por designaci6n politica superior. Desde luego que mucho antes ya era miernbro del Partido .Obrero Nacio-nalsocialista Aleman (NSDAP, en las siglas aleman as) , afiliado en el distrito de Baden con el mirnero 312,589. Serfa conveniente recorder que, pese a ciertas diferencias en el seno del partido, sigui6 siendo fiel

Diánoia, vol. 33, no. 33, 1987

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801mismo basta el final de 180guerra, pues no dej6 de pagar religiosamente su cuota de militante. En cuanto a' dichas diferencias, estas tienen que ver con 180pertenencia de Heidegger a 180fraccion .mas radical del na-sismo; 180de las SA (Sturmabteilun-gen), dirigida por Ernst Roehm.

No es menester ejercitar ni 180 imaginaci6n ni 180memoria para sa-ber que signified en 180 practica ser Rector de una universidad ale-mana en pleno periodo nazi. Basta con manejar dos libros muy com-pletos sobre el tema en relaci6n con Heidegger: el mas reciente, del chileno Victor Farias, editado en Alemania primero y en Francia despues (Heidegger et le nazisme, Verdier, 1987) y el mas antiguo, pero quiaa mas completo, de Guido Scheneeberger (Nachlese zu Heide-gger, Berna, 1962). Esta ultima es una obra documental, de gran va-lor historiografico; consta, en efecto, de una multitud de documentos de 180epoca nazi relacionados con Hei-degger y con los sucesos de aque-llos dfas, Por algo, el subtftulo de 1110obra es: "Documentos acerca de su vida y pensamiento". Estan en-tresacados de archivos academicos y de publicaciones peri6dicas. Lo mismo puede encontrarse allf un ex-tracto de un reglamento de 111.po-licfa sobre los estudiantes extranje-ros que

180

noticia del nombramiento de Heidegger como Rector. 0 un entusiasta llamado del peri6dico na-cionalsocialista local, cuyo titulo 10 dice todo: "[No mas asociaciones judfas en 1110universidad!" 0

corres-pond en cia.

0

un llamado a 1110 rna-triculaci6n serneatral. 0 artfculos de divers os profesores, incluyendo a Heidegger. 0 una resefia detallada sobre 1110eficaz quema de libros lle-vada a cabo por III.Hitlerjugend en

una de las plazas de Friburgo. Un verdadero tesoro el libro de Schnee-berger. En cuanto 801de Farias, chi-leno exiIiado, en 111.actualidad pro-fesor de filosoffa en III.Freie Uniuer-sitat de Berlin, adernas de amp liar los datos sobre III.carrera politica de Heidegger, contiene nuevos elemen-tos tales como las denuncias perso-nales que hiciera, tanto en su con-dici6n de autoridad como en 111.de profesor, contra colegas a los que no consideraba adictos 11.1regimen na-cionalsocialista. Uno de los denun-ciados por Heidegger fue Hermann Staudinger, que afios mas tarde ga-narfa el Nobel de qufrnica; 180acu-sacion no pudo ser mas completa: para Heidegger, Staudinger era cul-pable de haber hecho declaraciones pacifistas, de haber emitido opinio-nes liberales y de haberse opuesto 11.1rearme militar aleman. Las acu-saciones fueron trarnitadas ante 180 Gestapo. La obra de Farias es me-nos anecd6tica de 10 que pudiera pa-recer, ya que trata de establecer 180 relaci6n entre los orlgenes del pensa-miento de Heidegger a traves de su primer escrito (dedicado a un predi-cador agustino, Abraham de Santa Clara, del XVII, abiertamente anti-sernita y nacionalista), y el poste-rior desarrollo, en particular en Sein und Zeit. De todos modos, algunas de las anecdotes son estremecedo-ras: "En' una conversaci6n de junio del 33, Jaspers le pregunt6 a Hei-degger:

'i

Como puede usted pen-sar que un hombre tan inculto como Hitler va a poder gobernar Alema-nia?' Heidegger respondi6: 'La cul-tura no tiene ninguna importancia. [Observe usted sus maravillosas rna-nos!"

S610 que no era necesacio recu-rrir a escarbar archivos ni leer vie-jos peri6dicos para saber 10 que

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pensaba Heidegger en aquel enton-ces. Basta con leer su famoso dis-curso de toma de posesi6n del Rec-torado (efectuada el 27 de mayo de 1933), que lleva por titulo el de "La auto-afirmaci6n de

le

univer-sidad alemana". Para quienes no 10 han manejado 0 no tienen ac-ceso al aleman, puede interesarles la edici6n bilingiie T. E. R. (Trans-Europ-Express), edit ada en Francia en 1982.

Ante todo, eso de "auto-afir-maci6n" tiene que ver con "auto-nomia". De entrada, Heidegger ataca III,noci6n de autonomfa uni-versitaria. En 'BU lugar, propone "auto-meditaci6n" para, mediante una posterior "auto-definicion", 11,1-cansar III, perfecta "auto-afirma-ci6n" . Es decir, III, complete eli-minaci6n de III, autonomia, Lo que, ciertamente, se cumpli6 11,1pie de la letra: apenas cuatro me-ses despues del discurso, Heide-gger volvfa a ser nombrado Rector, pero esa vez "auto-afirmativemen-te", desde arriba, por III,jerarqula del partido. EI discurso, sin em-bargo, contiene mucho mas.

Es un vibrante llamado al J?orve-nir guerrero del pueblo aleman: "La ciencia y el destino aleman deben 11,1-canzar 11,1unisono el poderfo". Para lograrlo, propone Heidegger apo-yarse en la "voluntad esencial" (We-8enswille), la cual es III,que "crea ' para nuestro pueblo un mundo del mas Intimo y extremo peligro", A 10 cual no tiene ernpacho en denominar "mundo espiritual" (geistige Welt). Para pesar a definirlo, sin ambages: "EI mundo espiritual de un pueblo no es la superestructura de una cul-tura, asi como tampoco es el arsenal de conocimientos y valores utiliza-bles, sino que es el poder de la mas profunda conservacion de sus

fuer-zas terrena1es y sanguineas en tanto poder de III,mas intima excitaci6n y de la mas amplia sacudida de su ser (Dasein)". Todo ello salpicado de continues referencias a ella mar-cha que nuestro pueblo ha com en-zado hacia su futura historian y a la necesidad de ellafunci6n de un gui~" (Fii.hrerschaft). La universidad, ase-guraba, "se ha puesto en marcha" y "10 que busca es un Fuhrer". Sin descuidar, desde luego, los ata-ques al ancien regime, dem6crata, burgues y decadente. Precisamente por eso, proclamara orgulloso el nuevo Rector, "la tan cacareada li-bertad academica sera expulsada de la universidad alernana, pues es una libertad inautentica, ya que tan s610 niega". A carnbio, ofrecia a aquellos bravos estudiantes que buscaban un Fiihrer, un nuevo concepto de liber-tad basado en tres "obligaciones" (Bindungen) esenciales: el "servieio de trabajo" (Arbeitsdienst)' el "ser-vieio militar" (Wehrdienst) y, en significativo ultimo lugar, el "servi-cio del saber" (Wissensdienst).

-Pero en la Alemania nazi ya se sabe que significaba "trabajo": es-clavitud, esto es, trabajo forzado para el esfuerzo de guerra, en el que se ejerceria el segundo gran servi-cio exigido por Heidegger a sus es-tudiantes, el militar. Alguien podrfa pensar que, al menos, les quedaba el consuela del tercer servicio, el del sa-ber. Que se vaya decepcionando al oir esto: "Pero ese saber no consiste para nosotros en Ia tranquila ad qui-sici6n del conocimiento de esencias yvalores en si, sino en la mas aguda exposici6n al peligro por parte de III,existeneia (Dasein), en medio de Ia supremacia del ente". Y por si no estuviera suficientemente clare que Heidegger est a aplicando aqui su rnetafisica a I'll, politica del

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mo-mento, prosegufa.: "La. pregunta. por el ser en general le arranca

al

pue-blo trabajo y combate ... " De modo que en eso rue a parar

180

ontologie heideggeriana: en una vulgar leva. Tanto preguntar por el ser para que el Ejercito pudiera sacar a la gente de sus casas.

Noes exageraci6n. Basta con leer ese discurso en el que se de-. dica el Sr. Rector a exaltar dos "vo-,. luntades esenciales",

180

del profeso-rado y

180

del estudiantado, y afiadfa, "ambas voluntades deben empujarse reclprocamente

801

cornbate. Todas las capacidades volitivas e intelecti-vas, todas las fuerzas del coraz6n y todas las fuerzas del cuerpo deben desplegarse por medio del combate, reforzarse en el cornbate y conser-varse en tanto comb ate" .

Porque, para terminar su dis-curse, queria el Rector Heidegger que "nuestro pueblo curnpla con su mision hist6rica". Sabido es c6mo

18.

cumplio,

En una buena universidad ale-mana,' era de rigor concluir con una. cita. griega.. Heidegger elige una de Republica y hace tramp a

801

tradu-cirla. Lo que dijo Plat6n con Uta megala panta epi8fale'" era que "to-das las cosas grandes (se dan) en

180

incertidumbre" (que es

10

que quiere decir ~pi8faU). Pero el wagneriano Rector prefiri6 traducir: "Todo

10

que es grande se yergue en

180

tor-menta.". Na.die dud a. ahora de que vino una. torment a, pero en ella. las cosas grandes que resistieron no es-taban del lado de los Heidegger y sus camaradas del partido nazi.

Es posible que todavfa se pre-tenda exculpar a. Heidegger con el argumento de que aquel fue un dis-curso retorico, de circunsta.ncias,

10

suficientemente generico como para campear el vendaval que ya

comen-zaba y que,

801

fin y

801

ca.bo, como tantos otros a.lemanes, no tuvo mas remedio, pobre Rector, que afiliarse

801

Partido. Para quienes, pese a toda

180

acumulaci6n - de datos, atin conserven tan envidiable inge-nuidad, atiendase aotro texto del mismo personaje, pero ya. de no-viembre, cuando Hitler habfa ga-nado su farnoso plebiscite, el que le dio to do el poder. Es un texto en el que, en tanto Rector, se dirige a losdeut8che Studenien con est as pa-labras: "La revoluci6n nacionalso-cialista ha .significado una completa tr'ansformaci6n de n~estro ser

(Da-sein)

aleman",

Y tras exhortarles a. que se ofrend en para. Ia salvaci6n del Estado aleman, terrnina asf: "Que no sean las doctrines filos6ficas ni las ideas las que gobiernen vuestro ser: s610 el propio Fuhrer· es Ia pre-sente y futura realidad alemana y el ha de ser vuestra Ley ... Heil Hitler! Martin Heidegger, Rektor",

Cierto que una cosa es

180

per-sona y otra,

180

obra. Juzgar a est a por aquella, ademas de erroneo, serfa injusticia suma, Si Heidegger, con to do su nazismo, que no fue poco ni inocente, hubiera escrito De la eternidad del hombre (Scheler) 0 La eetruetura del mundo real (Hart-mann; tarnbien obsecuente funcio-nario nazi) 0 La filo8of{a de la fi-nitud (von Rintelen), necio serfa hablar de nazismo en

180

obra .del fi16sofo. Lo que sucede es que en Heidegger se da una perfecta fusion entre ideologfa y pensarniento filos6fico.

No porque ya. sea. moda distinguir periodos, sino porque, en efecto, en Heidegger hay una. autentica

rup-tura (i,meta.nsica?) entre Sein und . Zeit y todo

10

que viene despues. Y esa ruptura es la dave para enten-der 18.fusi6n de

180

ideologia nasi con

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RESENAS BIBLIOGRAFICAS la filosoffa ontol6gica. Quienes

in-tenten negar la separaci6n, que ex-pliquen primero por que Heidegger jamas escribi6 la segunda parte de

Ser y tiempo. Y 10 de "segunda parte" no es metafora; no es como la prometida (y cumplida) moral de Bergson 0 la prometida (y nunc a cumplida) moral de Sartre: en Hei-degger es menester habler de "se-gunda parte" porque Sein und Zeit lIeva como subtitulo Erete

Halite,

"primera mitad" (l.c6mo sabia de antemano que 'era mitad?, l.mitad de que?). Por cierto que Gaos, al hacer su traduccion al espafiol, decidi6 eli-minar eso de "primera mit ad" ,-con 10 que le hizo un favor a Heidegger, que dej6 a todos esperando la se-gunda parte de Ser y tiempo. Y con raz6n.

Esa primer a y unica parte (del mas autentico Heidegger) sabido es que trata del problema general del Ser a partir de latranscendencia que hacia aquel posee un solo ente, el hombre 0 Daeein: Y como es bien conocido por quienes han tenido el valor y Ia paciencia para leer Ser y

tiempo, de

ahi

se deriva el lIamado "analisis existenciario". Heidegger 10 lleva a cabo para tratar de al-canzar 0 reconstruir el sentido ge-neral del Ser mediante el examen de la constituci6n onto16gica de este , tipo de ser [perdon: de ente) que es el humane. Olvidese piadosamente cuanto hay de circularidad en el ra-zonamiento heideggerianor al tra-tar del Ser, asegura que en el sur.ge el ente y, luego, cuando trata del ente, insiste que s610 puede com-prenderse

8.

la luz del Ser. Serra el equivalente "cientifico" de propo-ner que el cancer solo se conoce en Ia celula y que esta s610 puede en-tenderse a la luz de aquel, Interesa mucho mas destacar 10que encierra,

por un lado, esa biisqueda del Ser y, por otro, ese analisis existenciario delDasein 0 ser humane. Es cuando sobreviene 10 harto sabido: que la existencia del hombre es esquizoide, autentica 0 inautentica, segiin que atienda 0 no a la voz del Ser 0 que se encuentre caido (yecto), arrojado en la materialidad de 10 cotidiano [por ejemplo, la polftica, Ia ciencia). Su-cede tambien que a esa voz del Ser no se la atiende como un telefono, sino a traves de ciertas experiencias., Por ejemplo, la angustia, de la que se deriva el famosisimo ser para La

muerte, exclusivo del hombre; 0 Ia nadificaci6n, inevitable en los hu-manos. 0 la permanente tendencia hacia 10 posible, por 10 que el hom-bre vive siempre ocupado y preo-cupado, lanzado en prosjectoe, que

10

llevan, por ejemplo, a adopter la forma deser comunal (Mitsein), rrrientras con el tiempo de tel6n de fondo sigue buscando ese Absoluto que es el Ser, al lado del cual aque-lla ballena que persegufa Ahab era una frusleria.

Todo eso fue escrito antes de la subida de los nazis al poder, en plena y denigrada Republica de Weimar, cuando realmente Alema-nia se encontraba social y econ6mi-camente postrada. Aparece enton-ces un pensador que asegura que

10

propio del hombre es buscar al Ser a traves de la muerte y mediante la participaci6n comunitaria. No se trataba de que

10

entendieran los le-gos, ni siquiera de qUE.'

10

leyeran los nazis, pero no cabe duda de que se ajustaba perfectamente a los pla-nes de Ia ideologia nazi esa filosoffa que partfa de la "cafda" 0 "est ado de arrojado" , en que yace el po-bre Dasein (entre dos guerras: tras la humilIaci6n y derrota de la Pri-mera) y que proponia atender a Ia

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"aperture"; 11.1"est ado de abierto", 11.1"cor~er 11.1encuentro" , 11.1"atender -III.Hamada" (todas expresiones del analisis existenciario). La biisqueda fue asf fructuosa: lleg6 el Nuevo Or-den y 111.llamada fue atendida por el providente Fuhrer, mientras que Ill.ideologia nacionalsocialista prob6 basta el genocidio que el hombre (en especial si es judio) es en efecto un user para III.muerte". Agreguese a eUo el permanente desprecio por los valores eticos, fund ados en Ill.mate-rialidad de lo6ntico, el rechazo del conocimiento cientffico (;.no habia dicho el Fuhrer que III.ciencia es un invento judio?) y Ill.exaltaci6n de Ill. permanente preparacion para acce-der a tan misterioso Ser, y se enten-dera por que se dice que Ill.filosoffa de Heidegger se ajusta como anillo 11.1dedo a Ill.doctrina del nacionalso-cialismo aleman. No s610 en el deni-grante discurso sobre Ill.universidad.

- Todo eso fue en el "primer" Hei-degger, el que coincidio justamente con Ill.subida y auge del nazismo, el que prometi6, pero jamas escribio, Ill."aegunda mitad" de Ser y tiempo. Luego, cuando se derrumba el rni-lenario "proyecto" nazi, desaparece el analisis existenciario, pierdese 111. pistil. del Ser, este procede a escon-derse, a ocultarse, a nodejarse ver mas, y el hombre de Heidegger, en Iugar de tender hacia Ill. muerte y prepararse para aquellos tres servi-cios (trabajo, milicia, saber)' se Ii-mita ahora a vagar por la naturalesa y a recrearse en el lenguaje poetico, siempre en espera del Ser, ahora, que casualidad, eclipsado yesquivo. Por eso es por 10 que el hombre tiene historia: por haberse ocul-tado el Ser, que una vez, hace mu-cho, tuvo It. bien revelarse a los pre-socraticos, pero que desde Plat6n y Arist6teles [desdefiosamente

consi-derados por Heidegger "maestros de escuela"), ha tenido a bien ocultarse y no salir mas. Despues de ellos y en particular despues de Ill.derrota nazi, vino Ill.constataci6n del desas-tre metafisico, bajo Ill. forma de Ill. "diferencia ontoI6gica", entre el -11.1-tivo y huidizo Ser y los miserables entes. La -historia es entonces un producto azaroso de los caprichos ocultantes 0patentes dellejano Ser. No es mal consuelo para quien ha , perdido to do en Ill.aventura (6ntica,

dernasiado 6ntica) del nazismo. Desde luego que mas de uno re-chazara indignado semejante inter-,pretaci6n, como se rechaz6 en su dill.

III.de Luckacs. ;.Por que? ;.Acaso de Heidegger s610 hay una posi-ble y oficial interpretacion? Seria Ill. primera vez que un filosofo es unfvoco

y

admite una exclusive her-meneutica: si de Plat on hay cente-nares de lecturas, no se ve muy bien por que regia de tres Heidegger ha de ser intocable en 111.vitrina de sus adoradores y seguidores.

Hay una encantadora correspon-dencia entre dos nornbres cuando menos de Ill. talla del de Heidegger: Karl Vossler y Benedetto Croce, en Ill. que, en carta del 9 de septiem-bre del fatfdico afio (1933), Croce opina sobre el discurso aquel del Rector de Friburgo:

"Ho

letto per intero la prolusione della Heidegger, ehe

e

una eosa 8tupida e al tempo 8te880 eeroiie: Non mi meraviglia del suceesso ehe avra per qualche tempo il suo filosofare: il vuoto e ge-nerico ha sempre 8ueeesso. .. Cr-edo aneh'io ehe in politiea egli non p08sa avere alcuna affieaeia: ma disonora fa filosofia:" Hay quienes aiin pare-cen no haberse dado por enterados de sernejante deshonra.

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