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Límites territoriales y formas de explotación forestal

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5.6. Aportación de la antracología al análisis de la organización social en la Fase 1 de La Bastida

5.6.1. Límites territoriales y formas de explotación forestal

El asentamiento de una comunidad en un nuevo territorio responde, normalmente, al hallazgo de lugares estratégicos y/o áreas con abundancia en recursos materiales. En el caso de la fundación de La Bastida, tal y como muestran los resultados paleoecológicos (5.4.), fue un enclave con gran riqueza forestal arbórea y arbustiva, con presencia de maderas de frondosa y de conífera.

La información que proporcionan los datos paleoecológicos acerca de las plantas halladas en las distintas unidades de análisis de La Bastida, facilita una mayor comprensión de la relación entre la sociedad y el medio. La posibilidad de distinción entre la vegetación de ribera y de ladera/culminal (información intrínseca ecológica de las plantas) indicaría, también, patrones de movilidad territorial con el fin de adquirir maderas para la construcción, manufactura de objetos y producción de combustible.

Por una parte, los taxones que proceden de zonas alejadas, como el piso bioclimático oro-supramediterráneo, y por otra, los que se hallan en los cursos fluviales y/o ramblas - Yegetación de ribera-, muestran, en general, un vasto territorio para la explotación forestal de esta fase. El área máxima para la explotación de los recursos forestales evidenciados es de ca. 20000 ha y ello implica atender a los límites territoriales siguientes: Sierra Espuña en el arco noroeste/noreste, Sierra de la Tercia al suroeste y margen izquierda del Valle de Guadalentín al sureste.

Por lo tanto, la población de La Bastida recorrería hasta 10 km en dirección norte para la adquisición de madera de los pisos oro y supramediterráneo. En relación con el piso

mesomediterráneo, las distancias serían menores, en principio, no superiores a los 6 km. Todo esto implicaría, además, una necesaria organización para el transporte, ya fuera mediante el porteado de las maderas y/o la utilización de animales de carga (buey y/o caballo) tanto para los pisos más alejados como para los de mayor proximidad al asentamiento.

En principio, se supone que las gentes del lugar serían las que se organizarían para realizar estas actividades de adquisición y consumo, aunque no se descartan otras dos posibilidades:

- La adquisición de maderas aportadas desde lugares más alejados y/o más

monumentales, mediante el posible intercambio con otras poblaciones.

- La llegada natural de estas maderas procedentes de los pisos a mayor altura mediante arrastres fluviales. Por ejemplo, la Rambla de Lébor, en episodios de fuertes lluvias que se produjeran en lo alto de la sierra, La Carrasca (Sierra Espuña).

En la gráfica siguiente (fig. 5.18.) se muestra el número de taxones presentes en cada ámbito, en relación con el tipo de vegetación y el piso bioclimático (inferenciado) donde han sido adquiridas las plantas. En resumen, se destaca que hay presencia de plantas del piso oro- supramediterráneo hasta en 3 ámbitos y del mesomediterráneo, en un total de 7 (a excepción de Cabaña H10). Se evidencia que las plantas consumidas comunes en todos los ámbitos son aquellas que crecen indistintamente en los pisos meso y termomediterráneo.

Figura 5.18.: Presentación del valor relativo del número de taxones por tipo de vegetación y piso bioclimático.

Se puede concluir que, en general, para la construcción de los edificios públicos y privados de La Bastida fase 1 se adquiere SULQFLSDOPHQWH madera PHVyILOD \ mesRtermyILOD. En cambio, en ORV casoV de Corredor 0, Edifico Público H36 y Cabañas Bajo Balsa son los

únicos ámbitos que presentan vegetación oro-supramediterránea. En general,

existen implicaciones de desplazamiento a corta y media distancia para adquirir

las maderas necesarias al consumo. Por otro lado, la exclusividad de consumo de

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Corredor 0 Cabaña H9 Cabaña H10 Cabaña H12 Cabaña H14 Cabañas Bajo Balsa Bajo Departamento III Edificio Público H36

Nº taxones mesomediterráneo Nº taxones meso y termomediterráneo Nº taxones oro-supramediterráneo Nº taxones vegetación de ribera

ODVPDGHUDV4XHUFXVIDJLQHD \ 3LQXV WLSR nigra/sylvestris podrían corresponderse con

un uso específico/exclusivo de estas. Ello explicaría, también, su muy baja densidad de restos.

El patrón de consumo que se establece es que a mayor distancia, menor es la variabilidad taxonómica explotada, y viceversa. En principio, la vegetación de ribera estaría inmediata al asentamiento, del mismo modo que aquellas plantas pertenecientes a la vegetación de ladera/culminal presentes -indistintamente- en los pisos meso y termomediterráneo. Estos dos tipos de vegetación representan conjuntamente 14 taxones botánicos. En cambio, en el piso bioclimático puramente mesomediterráneo, más alejado del entorno inmediato, se adquirieron un máximo de 6 taxones y en el oro-supramediterráneo, 3 taxones. También hay que destacar que a mayor altitud menor es la variabilidad de flora disponible, mostrándose entornos de comunidades vegetales DUEyUHDV con tendencia a la monoespecificidad.

Además de las observaciones generales aportadas por el diagrama anterior (fig. 5.18.), se procede a revisar estadísticamente los datos para la comprobación de la significación entre el número de taxones determinados en los distintos ámbitos y las variables de tipo de vegetación (pisos bioclimáticos). En este caso, se realiza el análisis factorial de componentes principales. Para ello, se utilizan los datos relativos a número de taxones determinados por piso bioclimático de cada ámbito –unidad de análisis-. En total, se han incorporado las 4 variables (vegetación de ribera, termomesomediterránea, mesomediterránea y oro-supramediterránea) para los 8 casos de estudio (Corredor 0, Cabaña

H9, Cabaña H10, Cabaña H12, Cabaña H14, Cabañas Bajo Balsa H78/H70/H80, Bajo Departamento III y Edificio Público H36).

En este caso, el componente principal 1 (CP1) explica el 88,72% de la variación y el componente principal 2 (CP2) explica el 6,51% de la variación residual. La explicación conjunta de CP1 y CP2 representa el 95,24% de la variación. El resto de componentes aportan coeficientes menores y se excluyen ya que la variación obtenida resulta suficiente para el análisis.

El análisis de componentes principales (fig. 5.19.) muestra, por una parte, una

agrupación de los ámbitos según mayor o menor número de taxones

documentados por piso bioclimático, y por la otra, aquellos ámbitos con mayor

variabilidad taxonómica. Los valores positivos para CP1 están representados por

Cabaña H10, Corredor 0, Edificio Público H36 y Cabaña H12. Las puntuaciones

negativas están representadas por Bajo Departamento III, Cabañas Bajo Balsa, Cabaña

H14 y Cabaña H9. En el caso de CP2, los valores positivos corresponden a Edificio Público H36, Cabaña H12, Cabaña H9 y Cabaña H14. Por otra parte, los valores

Aquellos casos que presentan una mayor similitud en la combinación de CP1 y CP2 son los subgrupos Edificio Público H36 y Cabaña H12, por una parte, y Cabaña H14 y Cabaña H9, por otra. Las puntuaciones que presentan mayor separación del resto son Cabaña H10 (que ha resultado en una puntuación marginal) y Corredor 0. Los ámbitos Bajo Departamento III y

Cabañas Bajo Balsa son próximos, aunque no se corresponden como subgrupo.

FigXUD 5.19.: Análisis de componentes principales del número de taxones por ámbitos en relación con el tipo de vegetación y los pisos bioclimáticos de procedencia.

El subgrupo Edificio Público H36 y Cabaña H12 presentan en común una gran variabilidad taxonómica, principalmente, de los pisos meso y termomediterráneo. En cambio, el subgrupo Cabaña H14 y Cabaña H9 presentan una variabilidad inferior, motivo por el cual, a pesar de ofrecer un registro similar, se diferencian en otra agrupación. Las puntuaciones de los distintos casos presentan dos subgrupos, que muestran la territorialidad común entre los ámbitos.

El territorio forestal inmediato de La Bastida era lo suficientemente rico como para garantizar el aprovisionamiento de las maderas necesarias para la construcción de las cabañas y de los edificios más monumentales. Sin embargo, se desconoce la razón de ir a buscar maderas a mayor altitud. ¿Tal vez por el mayor tamaño de los individuos arbóreos\ODFDOLGDG GHODPDGHUD?

Por otra parte, el recorrido territorial que presenta la explotación forestal para esta fase es de tipo radial, en dirección norte y oeste, aunque se desconoce si la explotación concreta del territorio inmediato sería también radial o concéntrica. Resolver esta segunda cuestión podría explicar pautas de mayor o menor sostenibilidad medioambiental para garantizar la disponibilidad maderera en momentos posteriores.

5.6.2. Modalidad de adquisición de las maderas y organización en la construcción de la

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