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2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

2.1. Preguntas

4.1.4. Parejas rurales

En un estudio realizado por Weiss (2000) en escuelas primarias, secundarias y preparatorias de zonas rurales de los estados de Guerrero y Oaxaca, acerca de la formación de la identidad y las elecciones de pareja, se encontraron los siguientes datos:

Muchas mujeres no terminaban sus estudios de primaria por haberlos iniciado a los ocho años de edad (por cuidar a l@s herman@s menores) y a la edad de 13 años eran sacadas de la escuela por sus padres por encontrarse en edad reproductiva y expuestas a los peligros del rapto por varones en el camino.

El fenómeno del robo de la mujer con violencia en zonas rurales e indígenas ha desaparecido, pero es frecuente la fuga concertada entre la mujer y su raptor cuando la familia de la muchacha no está de acuerdo con la unión o cuando no hay dinero para los gastos que implica un matrimonio formal, según comenta Weiss (2000). Muchas de estas mujeres eran menores de 15 años y debían ser vírgenes.

Weiss (2000) menciona que en el bachillerato intercultural en el municipio de Lachirroag, Oaxaca las relaciones entre los géneros son reservadas, pero observables, ya que muchachas y muchachos conviven de una manera indistinta, en sus bailes tradicionales los hombres cargan a una muchacha, lo cual, desde el punto de vista de los jóvenes, es una oportunidad para tocar a las mujeres. Otra situación observada por el investigador es que en los talleres de cestería de L@s adolescentes se comparten gestos de flirteo.

Weiss (2000) a su vez observó las diferentes categorías reportadas por l@s mism@s jóvenes con respecto a las relaciones de parejas en las poblaciones rurales con tendencia a la nueva ruralidad, en donde los miembros de la comunidad, sin dejar de residir en sus comunidades de origen, trabajan y/o estudian en poblaciones urbanas.

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L@s jóvenes estudiantes de preparatoria reportaron las siguientes categorías de relación de pareja:

a) ―De chocolate‖: Cuando los miembros de la pareja saben que hay un interés mutuo, sin embargo, no sostienen una relación abierta ante la sociedad y la familia. No hay acercamiento físico entre ell@s.

b) ―Amigovios‖: Relación de amistad entre jóvenes que tiene tintes de acercamiento sexual con besos y caricias, sin embargo, entre ell@s la relación de noviazgo no se encuentra formalizada.

c) ―Free‖: Término en inglés para nombrar a una relación de amor ―libre‖. Relación de atracción sexual declarada, que permite establecer este mismo tipo de relación con otras personas simultáneamente, en donde no se establece ningún compromiso característico del noviazgo entre l@s involucrad@s.

d) ―Novios‖: Categoría descrita por l@s jóvenes preparatorian@s de las comunidades mencionadas que denota una relación de amor con acercamiento físico, cuidado y compromiso ante la relación establecida, en esta relación se exige la exclusividad mutua de la pareja.

Con respecto al noviazgo, las jóvenes de las comunidades pertenecientes a la nueva ruralidad, mencionan que ésta es una experiencia atractiva debido a la reciprocidad de los sentimientos experimentados dentro de la relación, sin embargo, en términos generales reportan que la experiencia es prescindible. Los jóvenes destacaron la importancia de la compañía, de ―los apapachos‖, y de la necesidad de establecer una relación de confianza en donde se puedan manifestar pensamientos sentimientos, además de la necesidad de tener acercamientos sexuales.

Weiss (2000) menciona que en una relación de noviazgo, l@s estudiantes de las comunidades rurales que llevan a cabo parte de sus actividades cotidianas en poblaciones urbanas, pueden explorar las afinidades y las expectativas de una relación, como una auto exploración de sí mism@s y del otr@ para saber que tan afines pueden ser. Comenta que en dichas comunidades, la perspectiva masculina se ha modificado de ser la única activa a ser un más receptiva, aprendiendo a identificar ―señales que expresen los sentimientos de las mujeres. Las chicas no dan sólo señales pasivas, sino se muestran activas en sus elecciones.

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Los enamoramientos y las relaciones, más o menos pasajeras, que establecen l@s jóvenes les permiten explorar de manera cercana e intensa al otro género.

La educación sentimental que elaboran ya no depende de una sola persona sino también del otr@ integrante de la pareja, de los compromisos que se asumen voluntariamente para compartir experiencias, Weiss (2000). Las pláticas entre los géneros permiten una mejor comprensión del otro, aumentando la reflexividad de ambos. El acercamiento al otr@ y el enamoramiento generan una exploración interna de la identidad personal de ambos, según comenta el autor.

Con respecto a la continuidad de la pareja, ésta tiende a verse dentro de las comunidades observadas por Weiss (2000) como resultante de las atenciones y cuidados que se intercambian, así como anticipar el tipo de relaciones y proyectos de pareja que pueden construir en un futuro. Según los datos obtenidos en entrevistas a profundidad realizadas a l@s jóvenes que se encontraban en edad de elección de pareja, se concluye que el desarrollar una relación de pareja es un trabajo compartido, requiere esfuerzo y cuidado del otro, la capacidad de comunicar lo que se siente y la confianza para resolver las dificultades de manera ―suave‖.

Es conveniente mencionar que las chicas entrevistadas, en su mayoría, mencionaron que eran vírgenes al momento de la entrevista. La inquietud que sienten ambos géneros por

iniciarse en el ejercicio de la sexualidad parece compartida. Los chicos la enuncian más en términos de ―una calentura‖ por saber qué se siente, en tanto las mujeres también hablan de ―calentura‖ pero expresan su deseo de tener relaciones sexuales con alguien que sea de su agrado. Los hombres describen la primera experiencia sexual como característica básica probatoria de su masculinidad, mientras que para las mujeres entrevistadas ésta va acompañada por expectativas románticas. La exploración de la sexualidad se plantea para ambos géneros como un ámbito fundamental en el conocimiento del otro género y en el desarrollo del erotismo (Weiss, 2000).

A pesar de que aparentemente se encuentran informados con respecto a los riesgos de tener relaciones sexuales sin protección, existen prejuicios con respecto a que una chica cargue

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un condón, ya que al parecer esta conducta parece no ser bien aceptada por algunos chicos. Ellas se ven expuestas al riesgo social de ser etiquetadas como chicas ―fáciles‖, en tanto que un chico cargue con un condón parece ser la regla aceptada.

La importancia de la participación de las construcciones de género en la etapa de la elección de la pareja resulta de gran relevancia, pues es aquí en donde se comienzan los discursos que se repiten una y otra vez en las relaciones de pareja llevadas al matrimonio, mismos que con el paso del tiempo, deberán hacer modificaciones en sus construcciones con la finalidad de promover el desarrollo individual y en pareja.