• No se han encontrado resultados

Ejecución de las políticas

REPÚBLICA DOMINICANA

Hoja de ruta para la prevención de la violencia antes de iniciar el próximo año escolar, Ministerio de Educación, 2011

IV. Jornadas de capacitación (orientadores, psicólogos, maestros, directores, padres, madres) sobre estrategia de prevención de la violencia escolar. Abril/Agosto

a) Elaboración de protocolo preliminar para prevenir la violencia en las aulas y en los centros educativos (abril).

b) En el marco del PROFEI y en coordinación con las instancias involucradas, se capacitará orientadores(as) y psicólogos(as) para que trabajen con las familias el material de apoyo elaborado para las escuelas de padres y madres con un alto componente de prevención de violencia intrafamiliar, así como la validación del protocolo de prevención de violencia escolar de cara al año escolar próximo (mayo y junio).

c) Convocatoria a las familias de todos los centros educativos (escuelas de padres, madres y tutores(as))

reflexionar sobre los contenidos de los brochures y sobre prevención de violencia (mayo y junio). […] Documento 2011, pág. 1.

origen internacional Aprender sin miedo en El Salvador y Paraguay; la campaña Vive sin violencia en Venezuela y la campaña Tengo derecho al buen trato en Perú).

Lamentablemente hay escasa información acerca de cómo se distribuyen estos materiales entre los miembros de la comunidad educativa, es decir, cuáles son los mecanismos empleados y cuál es su alcance cuantitativo, de manera que no es posible saber si llegan a todo el país en igualdad de

condiciones. Respecto a las campañas, para estimar su eficacia, habría que conocer cuáles son los

medios de comunicación social que se utilizan y cómo se pauta en ellos (cantidad y duración de los mensajes con salida al aire, horarios y frecuencia de los espacios, etc).

A menudo los funcionarios entrevistados de los ministerios o secretarías de educación hacen hincapié en que los documentos normativos y materiales para el trabajo educativo están publicados en los

sitios web oficiales. Esto es importante en cuanto deja sentado explícita y públicamente que el sistema

educativo tiene una posición y que ha adoptado determinadas políticas al respecto. No obstante, con criterio realista hay que reconocer que la Internet no es un medio de consulta habitual para los

80

principales actores educativos en cuanto a informarse sobre políticas públicas y contenidos formativos. Sin duda se trata de una gran posibilidad de difusión, pero no se puede asumir que los sitios web sean accesados en forma automática y masiva por las y los docentes, estudiantes y miembros de familias de todo el país. Si no se complementa con otro tipo de materiales, su impacto real es reducido, además de difícil de estimar.

El indicador 3.5, dirigido a establecer la existencia o no de acciones de capacitación a los diferentes actores educativos sobre la materia en estudio, resulta el de mayor cumplimiento de toda la variable. En 15 de 17 países (88%) se registran actividades de capacitación de distinto tipo a directores, docentes, estudiantes y familias: en 10 de ellos en grado aceptable (59%) y en otros 5 en grado parcial (29%).

Solamente en un país no se identificaron este tipo de acciones (6%) y respecto a otro no se logró

obtener información para completar el indicador.

Las actividades por lo común consisten en charlas y talleres con variados destinatarios y temáticas, aunque se observa una recurrencia de dos líneas principales. Una línea está orientada a formar al personal profesional de las escuelas (directores y docentes) sobre los contenidos de las políticas públicas en la materia y su implementación (con temáticas como, por ejemplo, educación en derechos humanos; realización de diagnósticos sobre la situación de convivencia y violencias en el centro

educativo; asesoría jurídica y psicológica; estrategias de resolución de conflictos; capacitación para

guiar la construcción participativa de los códigos o reglamentos de convivencia por centro en aquellos países donde existen tales códigos o reglamentos; evaluación de las políticas de convivencia en los centros; etc.).

La otra línea se dirige a la comunidad educativa en sentido amplio y versa sobre temáticas más generales de sensibilización hacia los problemas de convivencia, construcción de relaciones sociales y prevención de violencias en el aula, la escuela, el hogar y la comunidad (aborda temáticas como autoestima y comunicación; habilidades para la vida; ética y valores; ciudadanía y derechos humanos; prevención de delitos; alertas sobre nuevas formas de criminalidad, por ejemplo a través de Internet; prevención de adicciones; equidad de género; sexualidad y prevención de VIH-SIDA; cultura, recreación y deporte; etc.).

Los tres últimos indicadores de esta variable están muy relacionados, porque si se reconoce que para hacerle frente a una problemática tan compleja es necesaria la participación de múltiples actores, en particular de toda la comunidad educativa, hay que prever su capacitación, sea en forma directa o a través de materiales. Y aunque la sensibilización y formación son lo que el sistema educativo

sabe y puede hacer mejor, a fin de multiplicar sus alcances es frecuente que en los países se creen

formas de colaboración del ente rector de la educación nacional con otras entidades. Por ejemplo con dependencias gubernamentales (gobiernos locales; Defensorías del Pueblo; Consejos de la Niñez y Adolescencia; otros ministerios como los de la Mujer o de Desarrollo Social, de Salud, de Seguridad Gobierno o de Seguridad o de Justicia; Organismo Electoral; Policía Nacional Comunitaria, etc.); con organizaciones no gubernamentales nacionales o internacionales (como Plan Internacional) y con organismos internacionales (UNICEF, UNESCO, OMS, UNFPA, IIDH y OEI, entre otras).

Las acciones interinstitucionales pueden llegar a ser muy eficientes y productivas si se planifican

conjuntamente y se ejecutan en forma coordinada – lo cual no siempre es una realidad en los países en estudio, pese a que ésta sea la intención declarada. Los informantes nacionales reconocen que

la colaboración intersectorial eficaz es una meta valiosa pero difícil de alcanzar. Por ello, vistos los

casos de dispersión de esfuerzos y reiteración de intervenciones similares pero aisladas, cobra más relevancia aún la recomendación de la OMS (2002) de elaborar planes nacionales de prevención de violencias, escolares y sociales en general.