Los valores y las prácticas pedagógicas

En nuestros países se enfatiza actualmente que debe haber congruencia entre la labor de la escuela y la de la familia; de lo contrario una descalificará a la otra y se crearán conflictos en el educando. Se enfatiza también que la prédica, la exhortación o la proclamación de ciertos valores, es de escasa utilidad; no que no influya, pero muchas veces provoca rechazo por imponerse de manera unilateral.

También se destacan, en la práctica pedagógica contemporánea de nuestros países, dos cosas como especialmente importantes: las relaciones personales que se viven en la escuela; y el maestro como el factor más relevante, en cuanto encarna los valores y los realiza ejemplarmente ante los alumnos.

Selecciono dos problemas importantes en nuestro contexto:

a) Laicismo y valores

El Estado Ecuatoriano es laico y la enseñanza de las escuelas públicas debe ser ajena a toda doctrina religiosa. Esto es claro, pero lejos de resolver el problema de la formación moral, le añade nuevas complicaciones.

Creo que una solución para conciliar una escuela pública laica con la formación moral es distinguir una plataforma mínima de valores morales en los que debe haber consenso de todos, y las fundamentaciones de esos valores que pueden ser distintas y estar referidas al orden religioso de cada persona

Debiéramos iniciar la tarea de esclarecer los valores comunes que requiere una vida democrática, establecer consensos sobre los rasgos deseables de las personas que queremos formar en nuestras escuelas como por ejemplo: el respeto, la participación, la apertura al diálogo, el sentido social, y sobre esa base ir elaborando una pedagogía de la formación moral en la que se concilie la laicidad de la escuela,

b) La ley y la formación en valores

El Estado con todo su poder puede muy poco en materia educativa, y más en materia de valores. No educa, sólo organiza la enseñanza; depende de muchas

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mediaciones humanas en su tarea educativa. Lo principal que puede hacer es normar, y esto no es lo más efectivo para el objetivo de formar valores.

Influyen en la formación de valores en el orden escolar, y algunos de los factores que influyen son: el ejemplo de los maestros; el ambiente o clima de la escuela, propicio para la formación de ciertos valores y el ejercicio responsable de la libertad; la organización de la escuela; la oportunidad de tener experiencias significativas; la apertura a la comunidad externa que tenga la escuela; el currículum, los contenidos curriculares; y en último lugar, el canon de los valores proclamados, o sea los enunciados normativos.

Una función muy importante para la práctica: la de promover, estimular, inducir. Aquí cabría la normatividad cotidiana que establece límites y espacios, define estímulos, fija roles, sanciona una forma de organización y condiciona el funcionamiento de la escuela. Las normas sobre estos aspectos no formarán directamente los valores pero inducirán a vivirlos y alentarán a los buenos educadores.

El Estado debiera estimular a los maestros a formar valores de diversas maneras, antes que nada procurando que todos los maestros tengan la experiencia de su propia formación en valores, además, organizar talleres, debates, eventos en que participen también los padres de familia. La formación en valores debiera ser asunto de interés público.

También correspondería al Estado dar a sus maestros un trato respetuoso y digno; la formación de los valores de los maestros empieza quizás en la forma en que las autoridades los tratan. Mal puede un docente formar valores de respeto si es tratado de una forma autoritaria o grosera. Un trato humano y respetuoso de parte de los funcionarios es una primera condición para promover la formación de valores humanos.

Para asuntos de gran importancia como es este de la formación de los valores los seres humanos no tenemos más ayuda, más recursos, que nosotros mismos, nuestra experiencia individual y colectiva, nuestra cultura. Debemos recogerla, atesorarla y ponerla al servicio de la educación de las siguientes generaciones.

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Por esto es muy saludable que esté renaciendo entre los maestros y en la sociedad el interés por la formación valoral y moral. Muy saludable también que se haya incluido en el currículo la materia Formación Cívica y Ética, aunque el actual plan y programa de estudio adolezca de deficiencias.

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3. METODOLOGÍA

3.1. Participantes

El colegio Fiscomisional “San José” se encuentra ubicado en la Provincia de Napo,

Cantón Tena, parroquia Tena, se encuentra dentro de la zona urbana, sector periférico. Acceso terrestre, avenida Muyuna y calle Jorge Rossi s/n

La definición étnica que predomina en los alumnos que se educan en este establecimiento, de acuerdo a los archivos de secretaría, es mestiza en una 75% y de etnia indígena 25%. Se puede manifestar que el nivel cultural de los padres de familia del plantel es mediano encontrándose en ellos profesionales: doctores, arquitectos, ingenieros, enfermeras, profesores, contadores, secretarias; empleados privados y en su mayoría públicos.

En el establecimiento laboran en calidad de docentes 64 persona: 47 docentes tienen nombramiento, 15 docentes están con contratos y 2 docentes están por colaboración de la Dirección de Educación de Napo. La mayoría de los profesores titulares que laboran en el plantel dan clases en el ciclo diversificado, la mayoría de profesores contratados dan clases en el ciclo básico tienen alrededor de 30 horas clases a la semana, si no son dirigentes, acompañantes, están a cargo de un campo de acción u otra responsabilidad.

De los 64 docentes que laboran en el plantel el 9,37%, poseen el título de bachiller; el 21,88% tienen título no docente de tercer nivel; el 68,75% tienen título docente de tercer nivel y cuarto nivel en su respectiva especialización.

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TABLA 1