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Cuando se apagan los reflectores

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(1)

ANEXO 1

CARTA DE AUTORlZACIÓN DE LOS AUTORES PARA LA CONSULTA, LA REPRODUCCIÓN

PARCIAL O TOTAL, Y PUBLICACiÓN ELECTRÓNICA DEL TEXTO COMPLETO.

Bogotá, D.C., Junio 8 de 2009

Señores

BI BLIOTECA GENERAL

Cuidad

Estimados Señores:

Marque con una X Tesis

O

Trabajo d. gイ。、セ@

,

Yo (n050Ir05)

DIANA

CllROul'lA

CJjiJ)ER.Qt\ &:milDO

.

identificado(s) con C.C. No. 53

oa \

.115 ,autor(es) de la tesis y/o trabajo de grado

1!lulado CUAN DO .s E APAGAN LC:) REEltC10R&S

presentado y aprobado en el año 2.DCB como requisito para optar al título de COMUNICADORA 6C\I:IAL - PEilJODloIA COM\\N lffiOOeA (\Q.6Af\\lzB. aulonzo (amos) a la Biblioteca General de la Universidad Javeriana para que con fines académicos,

muestre al mundo la producción intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la visibitidad de su contenido de la siguiente manera:

• Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en la página Web de la Facultad, de la Biblioteca General y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.

• Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica , ya sea en formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o por conocer.

De conformidad con lo establecido en el articulo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993, " Los derechos morales sobre el tra baj o son propiedad de los autores" , los cuales son irrenunciables, imprescriptibles , inembargables e inalienables.

Firma y documento de identidad

53 .00

1

1=t 5

(2)

ANEXO 2

F ORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS O TRABAJO DE GRADO: CUANDO SE APAGAN LOS REFLECTORES

SUBTÍTULO, SI LO TIENE: -

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

CALDERÓN BERMÚDEZ DIANA CAROLINA

DIRECTOR (ES)

Apellidos Completos Nombres Completos

-

-JURADO (S)

Apellidos Completos Nombres Completos

ARIAS CARREÑO

JUAN GUILLERMO MANUEL

ASESOR (ES) O CODIRECTOR

Apellidos Completos Nombres Completos

GRILLO ANDRÉS

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: COMUNICADORA SOCIAL CON ÉNFASIS EN PERIODISMO Y COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

FACULTAD: COMUNICACIÓN Y LENGUAJE

PROGRAMA: Carrera X Licenciatura ___ Especialización ____ Maestría ____ Doctorado ____

NOMBRE DEL PROGRAMA: COMUNICACIÓN SOCIAL

CIUDAD: BOGOTA AÑO DE PRESENTACIÓN DEL TRABAJO DE GRADO: 2009

(3)

TIPO DE ILUSTRACIONES:

Ilustraciones Mapas Retratos

Tablas, gráficos y diagramas Planos

Láminas

X Fotografías

MATERIAL ANEXO (Vídeo, audio, multimedia o producción electrónica):

Duración del audiovisual: ___________ minutos.

Número de casetes de vídeo: ______ Formato: VHS ___ Beta Max ___ ¾ ___ Beta Cam ____

Mini DV ____ DV Cam ____ DVC Pro ____ Vídeo 8 ____ Hi 8 ____

Otro. Cual? _____

Sistema: Americano NTSC ______ Europeo PAL _____ SECAM ______

Número de casetes de audio: ________________

Número de archivos dentro del CD (En caso de incluirse un CD-ROM diferente al trabajo de

grado): Un video formato DVD

PREMIO O DISTINCIÓN(En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

_______________________________________________________________________________

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS: Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos descriptores, se recomienda consultar con la Unidad de Procesos Técnicos de la Biblioteca General en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).

ESPAÑOL INGLÉS Actor Actor

Colombia Colombia

Telenovela Soap Opera

Entrevista Interview

Social Social

Vejez Old age

(4)

Este proyecto de grado se trata de la industria cultural, de la televisión, las telenovelas y en

especial, de sus actores. Recordar es la propuesta principal para contrarrestar al olvido al que

los medios de comunicación colombianos y por consiguiente la sociedad, ha sometido a los

viejos protagonistas de la pantalla chica.

Para este proyecto, cuatro grandes actores del país, abrieron las puertas de su vida para

transportarnos a aquellas épocas y traernos tal vez a unas no tan favorables en la actualidad,

debido a las condiciones difíciles que enfrentan por un problema social que azota al país.

Es una oportunidad interesante para recrear la memoria y divertirse sumergiéndose en el

mundo del espectáculo y el papel fundamental que ha desempeñado la telenovela en

Colombia, así como analizar de una manera más humana que ligera, como suele tratarse a los

temas relacionados con estas figuras públicas, lo que puede suceder cuando se apagan las

luces, las cámaras, los micrófonos y se van los libretos.

This project of degree is about the cultural industry, television, soap operas and specially, its

actors. Remember, is the main proposal of this work to take to our times those unforgettable

artists and characters which Colombian communications and therefore the society, has leave

behind of screens.

For this project, four big actors of our country opened the doors of his life to transport us to

those periods and carry us from such times to some no so favorable in the actuality, due to

the difficult conditions that they have to face by a social problem that is around the country.

It is an interesting opportunity to recreate the memory and amuse submerging ourselves in

the show world and the fundamental role that has exerted soap operas in Colombia, and an

occasion to analyze in a human way, contrary to the easy manner in which have been treated

all the subjects related with these public figures, what can happen when they turn off the

(5)

CUANDO SE APAGAN LOS REFLECTORES

DIANA CAROLINA CALDERÓN BERMÚDEZ

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE

COMUNICADOR (A) SOCIAL

PERIODISMO Y

COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

ASESOR: ANDRÉS GRILLO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y LENGUAJE

COMUNICACIÓN SOCIAL

BOGOTÁ D.C.

(6)

Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana

Artículo 23

(7)

Bogotá, 29 de enero de 2009

Señor

Jürgen Horlbeck

Decano Académico Facultad de Comunicación y Lenguaje Pontificia Universidad Javeriana

Respetado señor:

Por medio de la presente me permito presentar a la facultad el trabajo de tesis titulado Cuando se apagan los reflectores, con el que la estudiante Diana Carolina Calderón Bermúdez aspira a obtener el grado de comunicadora social.

El germen de esta investigación periodística fue un texto para una clase sobre una actriz colombiana de la tercera edad que está en una situación muy precaria. Esto motivó a Diana a buscar otros artistas en el mismo trance y contar sus historias humanas ahora que han sido marginados de las pantallas de la televisión. El resultado es muy impactante.

Por lo anterior, me permito poner a consideración de ustedes el texto de esta estudiante, con la seguridad de que reúne todas las condiciones para que ella pueda optar por su título profesional.

(8)

Bogotá, 29 de enero de 2009

Señor

Jürgen Horlbeck

Decano Académico Facultad de Comunicación y Lenguaje Pontificia Universidad Javeriana

Respetado señor:

Con gusto presento a usted mi tesis de grado titulada Cuando se apagan los reflectores. En

ella, cuatro grandes actores de la televisión colombiana,abrieron las puertas de su vida para

transportarnos a épocas de gloria de las producciones televisivas y traernos tal vez a unas no

tan favorables en la actualidad.

Este trabajo de reportería fue una interesante experiencia para descubrir el mundo detrás del

espectáculo y lo que sucede cuando se van las cámaras y se acaban los aplausos, reflejando

un problema social que ha perdurado en el medio de los actores colombianos. Mi motivación

fue un trabajo de práctica semestres anteriores, en el que tuve la oportunidad de conocer la

Fundación de la Casa del Artista Mayor y plasmar este tema en una crónica periodística.

Desde ese día continué en un proceso de investigación que hoy se convierte en mi Proyecto

de Grado para obtener mi título profesional con resultados satisfactorios. Me permito

entonces ponerlo a su consideración como agradecimiento a la formación de cinco años de

carrera, y segura de que cuenta con todos los requisitos para culminar mi etapa universitaria

con éxito.

Atentamente,

Diana Carolina Calderón Bermúdez

(9)

HOJA DE VIDA

DATOS PERSONALES

Nombre

Fecha de nacimiento Lugar de nacimiento Documento de identidad Libreta militar

E-mail Estado civil Ocupación

ESTUDIOS REALIZADOS

Universidad Javeriana

Comunicador Social - Periodista (1992) Año de graduación 1995

Bachillerato

Colegio de la Salle (1987)

Otros estudios

Andrés Grillo

20 de marzo de 1971 Bogotá - Cundinamarca C.C. 79.524.394 de Bogotá N° 183518 primera clase grillopez@yahoo.com Casado

Jefe de redacción Revista CARAS

Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Taller de Reportaje con Gabriel García Márguez. Barranquilla, Colombia, 24 al 28 de mayo de 1995

(10)

Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Taller de

reportaje con Alma Guillermoprieto. Cartagena, Colombia, 26 de febrero a 1° de marzo de 1996

Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Taller de

Nuevas Tendencias en el Periodismo Europeo con Miguel Angel Bastenier, subdirector del diario El País. Bogotá, Colombia, 31 de julio a 3 de agosto de 1996

Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Taller de

Nuevas formas de llegar al lector, por Phi! Bennett. editor internacional The Boston Globe. Cartagena, Colombia, 20 a 23 de agosto de 1996

EXPERIENCIA LABORAL

Redactor

Periódicos Asociados, Mayo - Agosto 1990, Diciembre 1990 - Febrero 1991, Mayo - Agosto 1991, Diciembre 1991 - Febrero 1992

Redactor

Revista Cabildo, Enero - Agosto 1993

Redactor

Revista Cambio16, Crónicas y reportajes, Agosto 1993 - Febrero 1997

Redactor

Revista Semana, Informes especiales, Febrero 1997

Subeditor de Domingo

Periódico El Espectador Julio 1998 - marzo 1999

Redactor

(11)

Profesor

Taller de prensa Enfasis de Periodismo, Universidad Javeriana, 1997

Tallerista

Medios para la Paz, 1998

Profesor

Análisis de coyuntura Facultad de Finanzas y Relaciones Internacionales Universidad Externado de Colombia

Profesor

Narrativas Periodísticas

1-11

Facultad de Comunicación y Lenguaje.

Universidad Javeriana.

Tallerista

Cátedra Semana: "Un país en las drogas, la increíble y triste historia de los periodistas que cubren mal una guerra ajena"

Profesor

Taller de prensa Facultad de Comunicación y Lenguaje. Universidad Javeriana.

PREMIOS

Simón Bolívar

Periodismo Joven 1995

CAMBI016 COLOMBIA

Simón Bolívar

Mejor Cubrimiento de una Noticia Terremoto de Armenia:

(12)

AGRADECIMIENTOS

A Dios por guiarme por el camino correcto en este proyecto y por permitirme

culminarlo con experiencias que aportaron a mi conocimiento y con enseñanzas de vida. A

quienes me ayudaron para que esta experiencia fuera tan bonita. A todos aquellos que me

abrieron las puertas de su alma para compartirla conmigo. A mi familia por ser mi ejemplo a

seguir, mi orgullo y la motivación que me impulsa a llegar lejos; por acompañarme en todo

este proceso como en cada paso de mi vida, gracias. Y a ti. A tu forma de amarme y a tu

apoyo incansable. Porque te divertiste y sufriste conmigo, porque fuiste mi angelito de la

guarda y porque sin tu fuerza y compañía, este proceso no hubiera sido el mismo. Me has

(13)
[image:13.612.103.505.214.696.2]

TABLA DE CONTENIDO

Introducción………. 1

Problema y Objetivos……….. 4

MARCO CONCEPTUAL………... 5

1. Telenovela en Colombia……….. 5

1.1. El Comienzo………... 6

1.2. En los años 60… una dimensión desconocida………. 9

1.3. Los 70… más real, más colombiana………13

1.4. En los 80… todo un producto industrializado………... 17

1.5. De Colombia para el mundo… los 90……… 23

1.6. Nuevo milenio… un poco de todo……….. 28

1.7. “La vida es como una telenovela”………29

2. El actor de la televisión colombiana……….. 35

2.1. Actor de personaje……… 43

2.2. Actor de personalidad……….. 43

2.3. Actor físico……… 43

2.4 ¿Es o no talento? (Reflexión)……… 45

3. Derechos y Proyectos de Ley para los actores en Colombia……….. 48

3.1. Derechos y carencias del actor……….. 49

3.2. Proyectos de Leyes que buscan mejorar las condiciones sociales de los artistas……… 52

3.2.1. Proyecto de Ley número 107 de 2007………. 52

3.2.2. Seguridad social para los artistas colombianos………. 53

3.2.3. Acuerdo 000274 de 2004……….. 56

3.2.4. Decreto 3615 de 2005……… 58

4. Condiciones de los actores en la vejez……… 61

4.1. Ley 1171 de 2007………62

4.2. Estadísticas DANE……… 64

4.2.1. Salud………. 65

4.2.2. Afiliación al sistema de salud... 66

4.2.3. Pobreza... 66

4.2.4. Actividad laboral……….. 67

(14)

1. La entrevista……… 72 2. Entrevista Narrativa……… 76 3. Periodismo Biográfico………. 81

CAPÍTULO I

COLOMBIA ES SU NOMBRE Y

A ELLA SE ENTREGÓ POR EL ARTE

Lucy Colombia. ………..85

CAPÍTULO II

“ENFERMO PERO NO INCAPACITADO”

Miguel Alfonso Murillo……….. 98

CAPÍTULO III EL MILAGROSO

Manuel Pachón………... 112

CAPÍTULO IV

LA ARTISTA DE LOS ARTISTAS

María Eugenia Penagos………... 125

CONCLUSIONES……… 141

(15)

INTRODUCCIÓN

Colombia se ha caracterizado internacionalmente por el éxito de sus telenovelas. Y

claramente sería irracional decir que ha sido por un golpe de suerte pues se ha debido a la

calidad del trabajo que han demostrado, capítulo a capítulo, desde los directores hasta los

equipos técnicos.

Sin embargo, la existencia y el triunfo de estas producciones no serían posibles sin el

profesionalismo y talento de los actores quienes han logrado, con cada detalle que le añaden a

sus personajes, que la visión del tradicional melodrama, el cual seguimos viendo en otros

países de Latinoamérica, haya evolucionado y trascendido a otros campos y a nuevos

géneros.

Ha sido un proceso que hoy ya cumple 54 años. En él, es interesante analizar cómo la

telenovela se ha introducido en la cultura colombiana generando comportamientos, formas de

expresión y diferentes clases de ideales.

O si no, cómo se explica el acento cachaco de Alicia del Carpio o “Alicita” en “Yo y

Tú” adoptado por los bogotanos y no bogotanos de la época; o las rancheras de Gaviota,

Margarita Rosa de Francisco, en “Café”, cantadas durante las rumbas colombianas; el “no sé,

digo yo” de Miguel Varoni o Manuel F. en “Las Juanas”; el “voy” de Beto Reyes, Enrique

Carriazo, en la telenovela “Los Reyes” y el más reciente “ecelente” de Lincon Palomeque

con su personaje de Nelson Dandy en “Hasta que la plata nos separe”. Todos causa de

grandes emociones.

Pero como dicen que “Colombia no tiene memoria” muchos personajes, aunque fueron

inconfundibles en su momento, ya no son recordados por los colombianos. El paso de los

años y el nuevo concepto estético de lo audiovisual, ha marginado a aquellos que desde los

comienzos de la telenovela, construyeron su historia y le abrieron las puertas a las nuevas

(16)

olvido tan grandes actores y actrices que le dieron vida a la televisión y emociones a nuestra

cultura?

No se trata de buscar culpables porque no me cabe la menor duda de que si se volvieran

a nombrar estos talentos nacionales, le robarían con su reaparición una sonrisa a cada

ciudadano que vibró con sus actuaciones. No obstante, ese es el problema. Nadie volvió a

buscarlos, dejaron de ser importantes para la farándula y claro, muy pocos se preguntan qué

será de sus vidas.

Es precisamente esa carencia la que se debe suplir. Buscarlos, preguntarles sobre sus

viejas y nuevas experiencias, sacarle una sonrisa a quien le interese el texto, así como, tal vez

lo más importante, rendirles un homenaje a tanta vida entregada a su profesión que en parte,

también alguna vez la hicieron nuestra.

De tantos años de esfuerzo a muchos sólo les quedó la soledad y las dificultades para

sobrevivir día a día. Buscar trabajo, significa esperar a que los hagan pasar a casting; pero no

precisamente para un papel de reparto, sino para trabajar de extra por una suma irrespetuosa

en uno o máximo dos capítulos. En ellos se refleja la situación de abandono en la que se

encuentra la población de adultos mayores en el país. Estrellas olvidadas pretende también

denunciar las poco favorables condiciones sociales con las que la vejez se ha tenido que

enfrentar.

Porque es que actualmente, la televisión colombiana le ha dado un mayor porcentaje a

la belleza física que al talento para parar a alguien al frente de la cámara. Se busca talento en

jóvenes senos operados, piernas estilizadas o caras de ‘ken’ y no en las habilidades para

sentir y encarnar el personaje como si fuera propio. Inclusive ya el medio de evaluación se da

dentro de realities con modelos que desean incursionar en el mundo de la fama sin haber

tenido formación y sin haberse parado la primera vez en unas tablas. Es necesario reivindicar

(17)

Será entonces esta una propuesta nueva para el Periodismo del Espectáculo. Aquel

llamado Periodismo de Farándula que se ha proyectado al público como superficial debido al

trato trivial de quienes lo han ejercido. Al igual que en el campo político, económico,

internacional o cultural, el Periodismo de Farándula debe tener la profundización que

merecen sus temas. Temas que no son más que la vida de seres humanos aportando y

(18)

PROBLEMA:

Rescatar viejas glorias de la televisión colombiana no sólo para sacarlas del olvido causado

por el constante flujo de producciones de este medio de comunicación, sino para reivindicar

su profesión como producto del talento y no de la belleza física.

OBJETIVO GENERAL:

Recrear la memoria colectiva de varias generaciones a través del rescate de viejas glorias de

la televisión colombiana y presentarlas a la juventud como reflejo de verdadero talento de la

actuación en el país.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Rescatar del olvido a tres o más actores y actrices talentosos que hayan marcado la

historia en la televisión colombiana.

2. Hacer recordar a los colombianos grandes producciones y personajes de la televisión

nacional.

3. Dar a conocer a las nuevas generaciones la historia de la telenovela en Colombia

construida gracias al talento de sus estrellas.

4. Reconstruir la historia de la telenovela colombiana a través de los ojos de sus

protagonistas.

5. Generar debate acerca del actual talento actoral en las producciones del país. ¿Talento

o belleza?

6. Denunciar las condiciones de la vejez en Colombia reflejadas en el abandono de

alguno de los actores o actrices entrevistadas.

(19)

MARCO CONCEPTUAL

LA TELENOVELA EN COLOMBIA

“Es fea, tiene bozo, usa brackets y tiene un peinado espantoso. Además de eso tiene

más cerebro que usted y que yo juntos. Y no sólo eso… ¡es fea!” (“Yo soy Betty la fea”,

1999, cap. 2 parte 2).

Esta es la descripción que hace Jorge Enrique Abello, en su papel de Armando

Mendoza, de la fea más bella de Colombia: Beatriz Pinzón Solano. Las características de esta

mujer le dieron la vuelta al mundo. Desde nuestro país hasta el Medio Oriente, se conoció el

drama de Betty la fea, la telenovela escrita por Fernando Gaitán y sin duda, la más exitosa

producción nacional.

Su fama se debe con certeza a la exploración que hace el libretista al proponer un tema

como la discriminación que debe padecer una joven por no cumplir con los parámetros de

belleza de la sociedad, y que se aleja de los melodramas clásicos que aún se presentan en

gran parte de América Latina. Este hecho se ha convertido en un factor repetitivo en la

historia de la telenovela en Colombia.

El comienzo de este género está ligado por obvios motivos a la llegada de la televisión

al país. En 1954 el General Rojas Pinilla, que se encontraba en el poder, se dio cuenta de que

los medios tradicionales colombianos respondían a los intereses bipartidistas y que por lo

tanto, los suyos estaban quedando desamparados. Durante su gestión como embajador en

Alemania, el entonces jefe de Estado fue testigo de las ventajas que representaba la televisión

para el gobierno de ese país y pensó que este medio podría ser la mejor estrategia para el

(20)

El Comienzo

Contrario a lo que sucedió en el resto de Latinoamérica, la televisión adquirió desde el

principio un carácter político. Su primer director estatal fue Fernando Gómez Agudelo, quien

dirigía la Radiodifusora Nacional de Colombia. Su nombramiento, sumado a la ignorancia

general con respecto a la nueva tecnología, conllevó a que la televisión fuera tratada como

una extensión de la radio.

Todo el personal que hizo parte del equipo televisivo, desde empresarios hasta actores,

venía del mundo de la radio. Como nadie conocía cómo funcionaba el medio, fue necesario

traer técnicos cubanos que entrenaran a jóvenes colombianos en la materia. La improvisación

mandaba la parada y las obras literarias que ya se habían producido en la radio, se

convirtieron en los primeros libretos para los actores principiantes.

Pero no fueron solamente esas las razones para la conexión entre radioteatro y telenovela. Fueron sin duda las proximidades de los relatos, las conexiones vitales que expresaban sus dramaturgias: desde el amor a la aventura, desde la trasgresión de las normas hasta las afirmaciones de lo institucional.

Existían por supuesto otros motivos que afianzaron las conexiones: una buena parte de los actores de la televisión habían tenido experiencia en los radioteatros y los fervores que suscitaban estos últimos fueron poco a poco desplazándose a los melodramas televisados. (“Diálogos de la Comunicación”, 1996).

Su falta de experiencia se reflejó en el primer dramatizado que tuvo el país: “El niño

del pantano” dirigida por Bernardo Romero Lozano. Su protagonista fue el hijo del director,

Bernardo Romero Pereiro, Anuncia de Romero y Gonzalo Vera Quintana, quienes se

comportaron como si estuvieran en un estudio de grabación radial; parecían momias frente a

los micrófonos y no hacían el más mínimo gesto.

Fue en ese momento cuando por orden del Presidente de la República llegaron al país

desde Argentina, personas con mayor experiencia como Boris Roth, Mabel Jaramillo, Pedro

Martínez, Alex Montalban y quien hasta hace poco marcó sustancialmente la historia del

(21)

Igualmente, se le atribuye la formación actoral a Seki Sano, un japonés con

conocimientos teatrales que durante poco tiempo trabajó arduamente en la preparación y

definición de artistas colombianos. Sólo duró cuatro meses pues luego de este mismo tiempo

de trabajo, tuvo que salir del país por orden del SIC (Servicio de Inteligencia Colombiana),

debido a sus ideales comunistas.

Pero su impacto fue contundente pues gracias a él aparece la posibilidad artística de

que naciera el antecesor de la telenovela colombiana, el teleteatro; es decir, que hacer

televisión en el país era prácticamente hacer teatro.

El Teatro, ha sido, tradicionalmente, no solo una demostración de cultura, sino también un semillero de ella. En otros pueblos, posibilitó y jerarquizó el nacimiento del cine y la TV. En el nuestro, el proceso es inverso. La falta de salas, entre otros factores, obliga al público y a todos los que están en el quehacer artístico, a volcarse en las nuevas artes, y buscar en ellas una salida. La TV es una especie de escape para esta imperiosa necesidad de hacer teatro. Hay que canalizar esa inquietud, que cada vez es más fuerte. La necesidad crea la industria. Pienso que los empresarios se darán cuenta que esta actividad artística, también es un buen negocio, no menor que el cine y la televisión, y pronto sabrán aprovechar esta demanda de salas, que se hace sentir. Estamos en un momento propicio para que surja entre nosotros, un gran movimiento teatral. Y los primeros síntomas, están en el aire. El Teatro Colombia, se inaugura en pocos días. Existe un inmenso público, que sigue con mucho interés, las obras que se dan por televisión, la que ha prestado su inmenso atractivo para que se pueda crear el gusto por el gran teatro, difundiéndolo, y popularizándolo. (ColArte, citado en Revista Telerama, 1965).

Estas son palabras del padre del teleteatro, Bernardo Romero Lozano, al cual vale la

pena dedicarle un pequeño aparte por lo que significó en la historia de la telenovela. Este

director de numerosas obras de teleteatro comenzó su vinculación a los medios cuando, luego

de salir del Conservatorio de Cali, entró a trabajar a la Sociedad de Amigos del Arte.

Fue el pionero en dirección y producción del séptimo arte colombiano tanto en radio

como en la televisión. Para la Radiodifusora Nacional hizo Macbeth, Tercera Dimensión y

(22)

Desde el momento que llegó la televisión al país, para Romero Lozano se le convirtió

en un reto producir contenidos que captaran la atención de las audiencias. Empezó con dirigir

para el medio, la misma literatura que había trabajado en la radio.

Un día en la Gloria fue una de sus obras transmitida en 1957 por televisión. Es un claro

ejemplo de cómo se realizaba la televisión en esa época. No había cabezote, el reparto

(Helena Montalbo, Carmen de Lugo, Mabel Jaramillo, Ana Mojica, Fausto Cabrera, etc.) se

presentaba en la cámara escrito en una cartulina, la imagen en blanco y negro y muy pobre

iluminación. Pero era una impecable producción para los conocimientos y las posibilidades

que había.

Además de producciones de Bernardo Romero Lozano, se transmitían en vivo y en

directo grandes obras de la literatura bajo la dirección de Eduardo Gutiérrez y Manuel

Medina Mesa, dos de los cuatro encargados de montar un dramatizado al mes.

Fausto Cabrera, actor español de enorme talento que llegó al país a aportar su arte en la

televisión, también protagonizó varias obras de teleteatro. Con increíble declamación dijo en

la realización de El robledillo de Don Cristobal de Federico García Lorca:

Hombres y mujeres. Atención. Niño cállate (mirando hacia abajo). Quiero que haya un silencio tan profundo, que oigamos el glu-glu-glu del manantial. Y si un pájaro mueve un ala (girando la mano), que también lo oigamos. Y si una hormiguita mueve su patita (mostrando con sus dedos el tamaño del animal), que también lo oigamos…. (“Teleteatro INRAVISIÓN Colombia”, ca 1950-1960).

Pero los errores eran permanentes. Durante las transmisiones como ésta, el televidente

tenía que ser testigo de las equivocaciones y los ruidos de los actores, así como de los

cambios de sets. Las producciones se realizaban en un solo estudio del tamaño de dos

garajes. Solamente hasta la obra “El proceso” de Kafka, fue posible la utilización de toda

INRAVISION incluyendo pasillos, escaleras, los dos estudios, las rejas de las entradas, etc.

(23)

estaba zurumbático. A veces los asistentes se equivocaban y cuando tenía que hacer de bueno me ponían la ropa del malo y así salía la escena al aire, ¡con unos baches terribles! (Luna, citado en Rodríguez y Téllez, 1989, p. 39).

Los inicios de la televisión y sus producciones fueron llenos de tropiezos, de anécdotas

y de ‘primiparadas’, como se dice coloquialmente. Aún así, cada uno de estos momentos

formó una televisión con contenidos muy diferentes a los de otros países de Latinoamérica.

En los años 60… una dimensión desconocida

Empieza oficialmente la telenovela en Colombia. En 1962, Fernando Gómez Agudelo

llega a la dirección de la programadora recién conformada, RTI. Luego de un periodo de

descanso, que fue obligado a tomar por presión del régimen militar, asumió la gran

responsabilidad de escoger radionovelas realizadas también bajo su dirección en SISGACOL

(Sociedad Interamericana de Grabaciones Colombianas), para ser producidas en televisión

por PUNCH y por supuesto, su propia empresa.

“En nombre del amor” fue el título de la primera telenovela del país. PUNCH convocó

a Pepe Sánchez y a Raquel Ercole para protagonizar la historia de un amor prohibido entre

una monja y un hombre que todas las noches saltaba la tapia del convento para verla, con la

complicidad del jardinero y un anciano conmovido.

En marzo de 1963 se produce la primera telenovela colombiana. “En nombre del amor”. Reunía elementos más propios del melodrama: amores furtivos y prohibidos, jardineros que hacían las veces de Celestina, muros infranqueables con hiedras evocadoras y por supuesto una mujer bella que rehuía con tanta vehemencia el encierro del convento como añoraba los abrazos del amor. Se trataba de la adaptación de un radiolibreto cubano adaptado y dirigido para televisión por Eduardo Gutiérrez que tuvo para ese entonces la impensable duración de 24 capítulos transmitidos tres veces a la semana al comienzo de la noche. (“Diálogos de la Comunicación”, 1996).

Como competencia en RTI estaba “Infame mentira” sobre un ciego y una paralítica que

únicamente conocen del otro la voz, y se enamoran de lo que oyen por el teléfono. No se

(24)

presentaban. Sin embargo, deciden vencer sus miedos, se encuentran y terminan en el altar.

Luego de algún tiempo se dan cuenta de que sus limitaciones se debían a problemas

psicológicos y se curan luego de reconstruir los traumas que los había causado. Sus

protagonistas: Rebeca López y Aldemar García.

De estas primeras producciones no se encuentran imágenes pues todo era en vivo y en

directo y no existía todavía el videotape en el país. Sin embargo, según Rebeca López, este

tipo de drama casi lleva a las programadoras al fracaso pues la gente estaba acostumbrada a

escuchar desde el funcionamiento de la radio y a ver, en el poco tiempo que llevaba la

televisión en Colombia, obras realmente cultas y educativas.

“(…) como había una programación, presuntamente culta, fue el gran tropiezo que tuvo la telenovela; en esa época el público estaba acostumbrado a ver a Kafka, O’Neill, Miller y entonces la telenovela no les gustó.”(López, citada en Rodríguez y Téllez, 1989, p. 35)

Rasputin, La alondra, Policarpa Salavarrieta, El emperador Jones de Eugine O’Neill,

El mercader de Venecia de William Shakespeare, y Donde está marcada la cruz, eran las

obras que venían presentándose y las que parecían gustarle al público.

A puerta cerrada de Jean Paul Sartre por ejemplo, transmitida en 1966, contaba la

historia de tres almas de dos mujeres y un hombre pecador. Una era lesbiana, otra era

ninfómana y estaban acompañadas de un traidor. Al final terminan relacionados sus pecados

y cada uno demostrando por qué merecía ser castigado.

El encuentro entre televidentes y telenovelas no fue grato. Los patrocinadores se

retiraron, PUNCH entregó su espacio dedicado a su transmisión y los directores perdían cada

vez más la fe.

Todo parecía perdido hasta que RTI sacó su último as bajo la manga.

(25)

Decidieron suspenderla y me dieron la orden de desmontar todas las escenografías de la telenovela, cuando al otro día llegaron dos órdenes de publicidad para la telenovela; yo fui y les mostré y me dijeron ‘bueno siga’, recuerda Hernán Villa. (citado en Rodríguez y Téllez, 1989, p. 36).

Las amenazas no tuvieron fundamento cuando “Diario de una enfermera” rompió con

todo record de rating. Su éxito fue rotundo. Enrique Tobón, Rebeca López, María Eugenia

Dávila, Ramiro Corzo, Samara de Córdoba, Yamile Humar, Nora Proaño, Felipe González y

Julio Cesar Luna, fueron el reparto de esta exitosa producción en la que una enfermera va a

parar a la cárcel.

Clemencia Rodríguez, comunicadora social y docente, le atribuye este fenómeno al

aumento de televidentes en todo el país. A su vez, expone tres argumentos diferentes:

1) Para esa época la red nacional se había expandido a departamentos y

algunos municipios.

2) Las posibilidades de tener un televisor habían aumentado gracias a un

proceso de desarrollo que estaba atravesando el país con ayuda del capital

de Estados Unidos.

3) La radio es pan de cada día en la vida de un campesino. Sus contenidos lo

acompañan en sus jornadas tanto de trabajo como de descanso. Cuando

comienza la etapa de crecimiento, crecen también las migraciones del

campo a la ciudad y cada uno de estos colombianos, llegan con la

expectativa enorme de ver todo aquello que solamente habían podido oír.

Los avances tecnológicos también aceleraban la activación del culto televisivo. Para

1967 llegan los videotapes o cintas de grabación a Colombia. Los usos no eran muy claros

dentro de los técnicos y productores, pero lo cierto es que por primera vez se pudo transmitir

(26)

Los actores aceptaron el reto con susto pero con gusto.

“Si uno se equivocaba era terrible porque era al aire, en directo; ahora pasa y simplemente se corta y se repite la escena, hasta 10 veces si es necesario. Existe la facilidad de cambiar la actitud, modificar la voz, el caminado. Antes no; era como era y salía. Y a veces, por solucionar un ‘impase’, te salías del contexto de la telenovela, de la actuación o exagerabas, muchas cosas que hoy no suceden.”, explica Judy Henríquez. (citada en Rodríguez y Téllez, 1989, p. 39).

Raquel Ércole no olvida:

“Claro, todo el convento, la tapia, el jardín, todo era en el estudio. Se recortaban ramas de los árboles y se pegaban por detrás con puntillas para dar la apariencia de follaje. A las 5 horas de ensayos y grabación pues ya las ramas estaban marchitas, por las luces tan potentes.” (citada en Rodríguez y Téllez, 1989, p. 40).

No obstante, nadie conocía aún los conceptos de edición y mucho menos de montaje,

así que los cassettes se vieron como una opción para facilitar efectos, como se hizo en “Dos

rostros y una vida”, protagonizada por el importante actor, Julio Cesar Luna. “En el último

capítulo de esta historia se logra, por primera vez, presentar a los dos gemelos hablando

frente a frente.” (Rodríguez y Téllez, 1989, p. 43)

Parecía que la telenovela estaba entrando con grata bienvenida a los hogares

colombianos. De todas maneras era necesario todavía combinar los temas de Corín Tellado

con los que ofrecía la literatura universal, sobre todo, colombiana. El buen Salvaje dirigida

por Eduardo Caballero Calderón era emitida al mismo tiempo que Candó.

Por primera vez los paisajes y personajes colombianos entraban a la televisión

nacional. Candó, bajo la dirección de Bernardo Romero Pereiro, gira alrededor de la

explotación de oro en el Chocó; Destino la Ciudad, dirigida por Efraín Arce, expone la

realidad de los campesinos que migraban al sector urbano. Muchas otras producciones

comienzan a reflejar la cultura colombiana.

(27)

La telenovela toma un impulso imparable y una identidad que resaltaba lo más cerca

posible los aspectos de diferentes sectores del país. El número de nombres en los repartos

comenzó a aumentar y la fama empezaba a ser la compañera de algunas ya reconocidas

estrellas.

Una de ellas fue Dora Cadavid. Su pasión por la actuación fue tal que en 1970 decidió

crear junto a Jaime Botero, padre de la reconocida actriz María Cecilia Botero, el Teatro

Popular Colombiano. El grupo estaba conformado por actores reunidos para hacer un

dramatizado semanal sobre cuentos colombianos. Aura o las violetas de José María Vargas

fue una de las producciones de estas selecciones de la literatura nacional, en la cual se

utilizaron paisajes colombianos. La vida es sueño, escrita por el poeta español Pedro

Calderón de la Barca, también fue grabada en las minas de Zipaquirá.

Y así poco a poco Colombia empezó a verse en la pantalla chica. Cuando no se podía

grabar fuera de los estudios, las anécdotas eran incontables ya que las dificultades eran

mayores. Pero fueron esas mismas limitaciones las que convirtieron las primeras

producciones en una verdadera escuela de actuación para sus integrantes.

El hecho de que tenían que simular ver una piscina donde no existía, remar en un rio

donde no lo había, hacer un incendio en un espacio cerrado, y hablar sobre la belleza de una

luna pintada en un mural, les dio habilidades en interpretación de personajes y en expresión

corporal, que actualmente son difíciles de encontrar en un novato.

Ya para este punto, había un concepto más de actuación para televisión y menos teatral;

ya los personajes no contaban las historias, sino que eran mostradas en la pantalla; ya se

consideraba al actor de televisión un artista, y no el causante de la prostitución de este arte.

(28)

Los televidentes comienzan a pedir verse a sí mismos en la televisión. Directores,

productores, libretistas y actores se ven obligados a investigar estilos de vida para hacer más

reales sus obras. Los personajes se vuelven tema permanente en las reuniones sociales y se

critican de acuerdo a si la gente es o no como la muestran. Que los costeños no son así, que

los caleños no hablan de esa forma, que los bogotanos son más cultos; en fin. Se construyen

mitos y debates en torno a las telenovelas.

Casi el total de la programación entonces se dividía en dos. Por un lado estaba la

telenovela “Arcaica”, la cual toma su nombre rememorando aquella época antigua de Grecia

en la que el Imperio se recuperaba de una fuerte crisis. Era aquella telenovela del melodrama

que se centraba en el romanticismo, el amor y el vivieron felices para siempre.

Dentro de este grupo entra la telenovela al medio día. Desde 1973, con la creación del

grupo Cadena Radial Colombiana, CARACOL, se abre este espacio dirigido a un público

exclusivamente femenino y por lo tanto, basadas en el melodrama clásico. Según Rodríguez,

las características principales de una telenovela “Arcaica” son:

• Los personajes exacerbados.

• Las relaciones familiares muy pasionales.

• Un movimiento en la historia planteado de tal forma que constantemente da pistas sobre lo que va a suceder.

• Unos personajes definidos ante el bien y el mal, sin importar sus otras características no estén muy bien perfiladas.

• La familia constituida como el primer nivel donde se ordena el mundo.

• El sufrimiento de la mujer, causado generalmente por una falta de reconocimiento, ya sea por una identidad no reconocida o por carencia total de la misma.

(29)

Por otro lado se encontraba el resultado de las experimentaciones de los libretistas para

darle ese ‘algo más’ que identifican nuestras producciones: una telenovela “moderna”. Eran

aquellas que no sólo se basaban únicamente en la historia de amor de sus protagonistas, sino

que tenían un suspenso, un poco de comedia, entre otros ingredientes.

Aunque “Yo y Tú” fue más una serie que una telenovela, contó con la participación de

importantes actores como Alicia del Carpio, Otto Greiffenstein, Consuelo Luzardo, Leopoldo

Valdivieso, Cecilia Velasco, Esther Sarmiento de Correa, María Eugenia Dávila y Pepe

Sánchez. Durante 22 años de emisión, algo nunca antes visto, cada día contaba una situación

jocosa por la que tenía que atravesar una familia bogotana. Empezó en los 60 pero fue en los

70 cuando ya contaba con más audiencia. Definitivamente, tenía un poco de modernismo.

Recordemos también a “La Abuela”. Una mujer que dirigía a su antojo y bajo su yugo

a una típica familia bogotana o “cachaca”, como se le dice a la cultura de la capital. Tenía a

todos sus miembros bajo sus órdenes, era una mujer de carácter fuerte, imprudente, metida y

graciosa. Protagonizada por Teresa Gutiérrez, esta producción tuvo un gran impacto en la

sociedad tanto por la descripción de los personajes típicos bogotanos, como por las escenas

de comedia, algo completamente nuevo en la televisión.

Escena:(“Telenovelas La Abuela seriados”, 1979)

Abuela tendida en la cama. Aparecen todos los miembros de la familia preocupados

porque al parecer por fin moría la anciana. Se lanzan a su alrededor.

Nuera (Gloria Gómez):

Dios Mío. Suegrita de mi corazón

Carmenza Gómez:

Dale señor el descanso eterno…

Familiares:

(30)

Abuela mueve la mano

Judy Henríquez

¡Aún no ha muerto!

Abuela (Teresa Gutiérrez):

Claro que me estoy muriendo…

Pero de hambre

¿Dónde está mi desayuno?

¡Aléjense de mí!… ¡Mi desayuno!

¡Quiero mi desayuno!

Uno de los responsables de dicha transformación del género de la telenovela fue Julio

Jiménez, un libretista que empezó como todos en la radio y terminó escribiendo guiones para

la televisión. Sus obras eran modernas y diferentes a la típica historia de amor.

Este guionista se caracteriza por ayudar al actor a convertirse en alguien mucho más

ágil frente a una cámara, con parlamentos más cortos y muchas más acciones. Fue de los

primeros en empezar a buscar el actor para el papel. Introduce también a las historias el

personaje de intriga que causa problemas a los protagonistas. “La Abuela” fue una de las

telenovelas más vistas en el país pues cumplió a cabalidad todas estas características que

hasta ese momento no existían. La cultura y los valores colombianos empiezan a ponerse en

tela de juicio y los televidentes comienzan a aceptarlo con interés.

Pero a su vez, el libretista es consciente del género y sabe que no se puede apartar de él.

El compromiso mayor es con el televidente y, así se exploren nuevas posibilidades, siempre

tiene que existir el ingrediente rosa que la gente espera ver.

Ahora se podía contar con nuevos avances tecnológicos. Desde 1979, por aval del

entonces presidente, Julio Cesar Turbay Ayala, llegó la televisión a color. Luego de muchas

(31)

logra la autonomía para decidir con respecto a sus avances y su normatividad. De esta forma,

fue posible realizar la primera producción con ayuda de un computador bajo el manejo y la

enseñanza de Duni Kusmanis, técnico chileno experto en la pre producción de telenovelas; se

llamó, La bruja de las minas.

En los 80… todo un producto industrializado

“Esta es la historia de un buen muchacho que había en mi pueblo,

con esa sangre de aventurero y de soñador

que como tantos se fue de aquí a buscar fortuna

con la importancia de ser importante pa’ su región”. (Tema musical “Gallito Ramírez”,

1987)

No es difícil recordar de qué producción era la estrofa de esta canción. Carlos Vives fue

escogido para cantar, como estrategia promocional, la música vallenata del cabezote de

‘Gallito Ramírez’. Y es que ya se veían las telenovelas como un buen negocio.

La telenovela es definitivamente uno de los mejores campos de inversión. Los

patrocinadores son conscientes del éxito que significaba pautar en estas producciones y su

capital es utilizado para la cada vez más, perfección del género.

La escenografía, la ambientación y musicalización empiezan a ser conceptos que

requieren de personas especializadas. Los libretistas firman contratos de exclusividad para los

canales ya que de su nombre dependía mucho el éxito de la telenovela.

Caballo Viejo es tal vez la mejor señal de estos nuevos conceptos. Esta obra de

Bernardo Romero Pereiro, fue una de las más exitosas de los 80 y ganó India Catalina en las

categorías de mejor libreto, actriz de reparto y ambientación. Además fue premiada con el

(32)

La telenovela fue vista en países como España y hasta China. Lanzó al estrellato a

Silvia de Dios y ratificó el excelente nivel de actuación de Carlos Muñoz. Su nombre fue

tomado de la famosa canción del venezolano Simón Díaz, ‘Caballo Viejo’, la cual también

fue la escogida para su musicalización.

“Caballo le dan Sabana porque está viejo y cansao,

pero no se dan ni cuenta que un corazón amarrao

cuando le sueltan las riendas es caballo desbocao.

Y si una potra alazana caballo viejo se encuentra

el pecho se le desgrana y no hace caso a falseta

y no le obedece al freno ni lo paran falsas riendas.”

Ante esta canción es fácil recordar lo que cuenta la historia de amor entre Epifanio del

Cristo, representado por Carlos Muñoz, y su sobrina (mucho menor), Nora Márquez.

Carlos Muñoz lo recuerda así:

El amor tiene muchas facetas. En el amor se teme, se sufre, se llora y se es feliz. Es una mezcla de todo. Cuando es correspondido es algo maravilloso, pero cuando no, se vuelve trágico y amargo. Ese fue el amor de Epifanio y Nora: ella le pedía que la amara, que se casara con ella; sin embargo, él se dio cuenta de que no podía ser, de que había que respetar a esa niña. Y así pasó. A nivel actoral hubo bastante tensión, por lo difícil de los personajes. Pero aún así, lo recuerdo especialmente, porque si esto le sucediera a un hombre, seguramente sería motivo de orgullo, pues toca la vanidad masculina; además debe resultar gratificante sentirse amado por una joven tan hermosa como Nora Márquez. (Muñoz, citado en ColArte, citado en Revista TV y Novelas, 1993).

Fue la década de un éxito rotundo en la carrera de Carlos Muñoz, quien desde el

segundo día de la televisión colombiana, ya estaba actuando. Estuvo en producciones como

(33)

Qué mejor papel que el que hizo en San Tropel donde marcaba su llegada con un

saludo inconfundible: “Ave María Purísima”. “Sin pecado concebida María Santísima”,

debían responder todos con la bendición.

En esta década, la guionista más peleada por las programadoras fue Martha Bossio.

Bossio se caracterizó por introducir humor a sus producciones. El chiste y los apuntes de los

personajes eran causa de risas para los colombianos cada noche. “El bazar de los idiotas” es

un claro ejemplo. El libretista pasa de ser un traductor de obras literarias a imágenes, a ser

creador de un género, de relatos televisivos.

Los temas, el humor y las expresiones de los libretos llevaban el sello colombiano.

Tanto que algunos comenzaron a ser muy polémicos. La discusión derivada del libro de Juan

Gossain, “La mala Hierba” generó la mayor controversia que se había presentado en la

historia de la televisión. La trama era netamente colombiana pues se trataba de la mafia, de la

marihuana de la época y reflejaba la forma de ser y de vivir de este grupo estigmatizado de la

sociedad. Aunque no se tenía el concepto del narcotraficante como ahora se tiene con el

negocio de la cocaína, la polémica no fue cosa pequeña. Martha Bossio tuvo que aguantar

varias críticas y juicios por parte de INRAVISION y del país.

Por otra parte, como evidencia de la competencia que se estaba generando entre

programadoras para ganar audiencia para sus producciones, por primera vez PUNCH hace

investigaciones por medio de Gustavo Castro Caicedo y encuentra que los colombianos

prefieren ver dos tipos de historias: de amor y de ascenso social. Así salen al aire El refugio y

Amándote. Todo para poder competir con el éxito de las novelas novedosas de CARACOL.

Telenovelas como Gallito Ramírez en la que se expresa vivamente la cultura costeña con el

deporte más popular de Cartagena: el boxeo.

(34)

Gallito y la Niña Mencha están perdidos en una isla mientras las fuerzas de búsqueda

de Cartagena, están buscándolos para rescatarlos.

Gallito Ramírez (Carlos Vives)

¿Sabes qué pienso niña Mencha?

Que a mi también me gustaría quedarme a vivir aquí.

Yo le fabricaría una casa de madera, allá (señalando al frente)…

Tan linda como las que salen en las tarjetas de navidad.

Y su yate con los esquíes, los anclaríamos por ahí (vuelve a señalar).

Risas de la niña Mencha

Y en cualquier parte, pondría un saquito de arena pa’ practicar mi boxeo todas las

mañanas.

Niña Mencha (Margarita Rosa de Francisco)

(Mientras se ríe) Ay no, sólo faltaría que te pusieras a practicar

Boxeo conmigo jajaja.

Gallito Ramírez (Carlos Vives)

No había pensado en eso… Pero no me parece mala idea.

(Terminan escena boxeando)

RTI seguía con su línea literaria. En 1980 saca al aire Rasputín con Gustavo Angarita

como protagonista, y en 1988, produce Los pecados de Inés Hinojosa, una polémica historia

sobre una familia distinguida de la época de la colonia. Esta producción tuvo una escena que

pocos podrán olvidar. Margarita Rosa de Francisco y Amparo Grisales, protagonizaron una

escena erótica entre ellas.

En cada producción se refleja que la identidad del colombiano consiste en ser diferente

a los otros colombianos. O si no que lo diga el director Pepe Sánchez. Sus obras se

(35)

bogotano estudió Derecho en la Universidad de la Salle y Pintura en la Nacional. Comenzó

como todos en la radio nacional. En varios viajes a otros países realizó algunos montajes y

teatro clásico.

Pero su llegada a la televisión fue como actor en Yo y Tú. Interpretando a ‘Chepito’, un

joven ‘gomelo’ típico bogotano, que fallaba en cada intento por alcanzar el éxito, se dio a

conocer al público. Luego de su participación en La Tregua de Mario Benedetti se lanzó al

agua como director.

Su primera producción fue la inolvidable comedia Don Chinche. Producida por RTI,

Sánchez pretendía hacer un retrato costumbrista del país. Se reflejaban las clases más

populares cuando llegan a la ciudad y empiezan a buscar sobrevivir. Héctor Ulloa es el

protagonista, el cuál trabaja como todero en un barrio de Bogotá. Con una marca propia le

pone humor al hablado campesino y a sus expresiones cotidianas.

En el especial que realizó RCN sobre los 50 años de la televisión colombiana en el

2003, Ulloa opinó así sobre esta producción de la que hizo parte:

Para mí la mejor producción de estos cincuenta años, independientemente de haber estado ahí, es Don Chinche, por el significado que tuvo para el país de servir de espejo de alguna manera; por los contenidos de los personajes; por la coherencia de sus personajes. La coherencia era tal que en alguna oportunidad, Pepe Sánchez decía: a mí lo único que me toca es inventarme la pequeña historia porque los diálogos me los dictan cuando estoy escribiendo… (“Especial 50 años de la TV colombiana por RCN”, 2004).

Escena: (Sánchez, “Don Chinche”, 1983)

Don Chinche pone a trabajar a su ayudante con Don Joaco, el tendero y le enseña a

contestar el teléfono.

(36)

Se agarra el fono, se pone cara de ejecutivo y se

Contesta con toda amabilidad:

¡Domicilios El Buen Primor!

Si ¿cómo no?

Para servirle a su persona

Para lo que guste mandar

Claramente se ve reflejado el estilo de Pepe Sánchez. Porque en los 80 ya se hablaba de

estilos en las producciones y él, impuso uno muy propio.

Pepe Sánchez escucha propuestas, le da importancia a la satisfacción personal de todo

el equipo e integra a cada parte que compone las producciones. Todos los que hacen la

producción comienzan a sentirse realizadores de la misma.

Esta fue la década de la consolidación definitiva y arraigada de la telenovela. Como

dice Clemencia Rodríguez:

A pesar de que hacia los primeros años de su historia la telenovela colombiana era más el resultado de un grupo de artistas “juagando” con un medio desconocido, junto con unos empresarios que no tenían muy claro qué tipo de mercancía estaban produciendo ni cuál era su mercado, en la década de los 80 la telenovela se ha convertido en un producto fuertemente industrializado, con todas las características de una mercancía generada desde la industria cultural. (Rodríguez y Téllez, 1989, p. 82).

De Colombia para el mundo… los 90

Las historias en esta década ya no eran tan importantes. Claro, eran fundamentales,

pero con tantas posibilidades que otorgaba la tecnología para ese tiempo, la preocupación

principal era la producción. Los ambientes, los efectos, la música, la fotografía, entre otros,

(37)

Sin embargo, se mantuvo una línea de tramas con respecto a reflejar diferentes zonas

del país con personajes exagerados, buenos y malvados, con humor, intriga e historias con

un ingrediente de terror.

Terror como el de En cuerpo Ajeno, una de las producciones más exitosas de la década.

Un anciano muere y reencarna en el cuerpo de un campesino analfabeta que termina

enamorándose de la viuda del difunto. Con Amparo Grisales y Danilo Santos comandando el

reparto, esta telenovela tocó las fibras nerviosas de los colombianos.

Germán Rey dice sobre esta producción:

“En cuerpo ajeno”, de Julio Jiménez -una telenovela que condensa el estilo truculento, fuerte en la caracterización de los personajes, abundante en sentimientos extraños y situaciones límite- ha sido en la primera mitad de la década uno de los éxitos del melodrama colombiano. La obra de Jiménez está muy cerca de una interesante combinación entre claves psicoanalíticas, pasiones desenfrenadas y dimensiones esotéricas que le dan una suerte de tinte negro y gótico no muy alejado de un “contar” popular familiar de los relatos de miedo, ánimas solas y aventuras. (“Diálogos de la Comunicación”, 1996).

Bernardo Romero Pereiro saca al aire, en 1992, Sangre de Lobos, otra novela llena de

intriga en la que un sacerdote y una mujer joven, interpretados por Edmundo Troya y Aura

Cristina Geithner, viven un amor prohibido. El nudo de la historia es cuando todo pareciera

indicar que la mujer es la hija postiza de la madre del cura.

Dos años antes, RTI llevó también a la televisión una obra llena de suspenso, del

periodista venezolano, Miguel Otero Silva.

“En noviembre Victorino y Victorino y otro Victorino nacerá, nacerá… ¿nacerá?

Cuando Victorino se encuentre con Victorino y Victorino, Victorino ¿morirá?” (Tema

“Cuando quiero llorar no lloro”, 1990).

Los Victorinos o Cuando quiero llorar no lloro fue una historia llena de suspenso.

(38)

mueren el mismo día, se enlaza de manera fatal. El primer muchacho era un niño rico que

termina relacionándose con el narcotráfico. El segundo, representaba la clase media, un

soñador socialista que se vincula a la guerrilla urbana. El último era el hijo de un campesino

que no tenía otra opción que trabajar como su padre para ganar el pan de cada día. Los tres

representaron la vida y el choque que existe entre las diferentes clases sociales.

Así se profundizaba cada vez más en nuestro país. No había rincón que no valiera tocar

y mostrarlo por medio de la televisión. Se trató la colonización antioqueña con La casa de las

dos palmas; la música típica nacional de Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Esthersita Forero y

Matilde Díaz en Música Maestro, con Fernando González Pacheco; la época del Bogotazo,

día del asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán, en La otra mitad del Sol; la

‘berraquera’ de la mujer colombiana cada vez menos dominada por el hombre, en La Potra

Zaina; el folclor de un pueblo caribeño en Las Juanas; en fin, muchas producciones de

nuestro país, para el mundo.

Y digo para el mundo pues muchas de ellas fueron transmitidas en el exterior y

ganadoras de premios nacionales e internacionales. No obstante, esta década le dio a

Colombia las más exitosas producciones bajo la mano de Fernando Gaitán y la dirección de

Pepe Sánchez y Kepa Amustachegui.

Café con Aroma de Mujer y Betty la Fea. Dos telenovelas que hicieron conocer al país

como un digno productor y exportador de producciones para televisión; dos telenovelas que

mantuvieron a los colombianos, a los japoneses y hasta los rusos pegados a la televisión

todos los días pendientes del desenlace de sus historias; dos telenovelas que sacaron lágrimas,

risas e identificaron a los colombianos con cada uno de sus personajes.

Si se habla de Teresa Suárez, muy seguramente nadie reconocería ese nombre. Pero si

se dice que su alias era Gaviota, con plena certeza la reconocen hasta en Polonia. Gaviota,

(39)

mamá y que llevaba una vida nómada trabajando de hacienda en hacienda, como lo hacían en

realidad lo recolectores en el viejo Caldas.

En una de las haciendas, conoce a Sebastián Vallejo (Guy Ecker) un hombre que

padece de impotencia sexual y que sólo se cura con la ayuda de Gaviota. Enamorado,

Sebastián le promete a Gaviota volver a casarse con ella después de terminar sus estudios en

Europa. Pero ella queda embarazada. Se va al viejo continente a buscarlo, engañada por un

fotógrafo que es en realidad un tratante de blancas. Sebastián vuelve por la muerte de su

abuelo y le dicen el amor de su vida está trabajando como prostituta en un burdel europeo. Él,

desilusionado, se casa con Lucía (Alejandra Borrero). Poco después, Gaviota regresa como

deportada luego de muchas dificultades.

Destrozada por haber perdido a su hijo, Gaviota se encuentra con Sebastián y se dicen

la verdad. Igual ella decide irse de la hacienda y consigue trabajo como recepcionista. Se

entera de que en Café Export, empresa de los Vallejo, están necesitando a una secretaria. Es

escogida con el nombre de Carolina Olivares. Estudia en las noches y empieza una carrera de

crecimiento profesional y personal imparable.

La humilde recolectora termina siendo una alta ejecutiva y viaja a Londres a recibir una

finca que le dejó el abuelo de Sebastián por cariño a su madre. Mientras tanto, Sebastián es

metido preso por los negocios sucios de su primo Iván. Luego de mucho tiempo él va a

buscarla a Europa, ella no lo quiere ni ver. Poco después se entera de la verdad pues siempre

pensó que él la había abandonado. Viaja a Colombia, lo encuentra y se casan.

Un rápido recorrido de esta importante telenovela para nuestra industria cultural. Esta

producción entra en el mundo de los cafeteros, en una época donde la exportación de café era

fundamental para el país. Colombia, conocida como el productor del mejor café del mundo,

se ve representada en 1994 en Café con aroma de mujer.

La fuerza de dos mujeres por sobrevivir y salir adelante por la falta de un hombre,

(40)

colombianas por superarse, adquirir independencia de los hombres y triunfar

profesionalmente, como lo hizo Gaviota.

Y la historia de amor que no puede faltar en el género, conmovió inmensamente a los

televidentes pues fue como si padecieran en carne propia todos los obstáculos que tuvieron

los protagonistas antes de poder consumar su amor.

Dora Cadavid dice en el especial de RCN de los 50 años de la televisión colombiana:

Para mí indudablemente, la que le abrió las puertas a Colombia en el mundo entero, en el tema de telenovelas, fue Café. Café mostró toda la vida del Eje Cafetero y cómo se vive del café en nuestro país. Y caray, todavía se está presentando en muchas partes el mundo y en todos los idiomas. Para mí esa fue la más grande producción. (“Especial 50 años de la TV colombiana (Parte 10)”, 2004).

Es imposible no recordar cuando Sebastián Vallejo descubre a Gaviota en Café Export

antes de una junta directiva, bajo unas gafas oscuras y el pelo en la cara para que no la

reconociera. O cuando Carolina Olivares es descubierta en la empresa después de que Lucía,

la esposa de Sebastián, la oyera cantar. O la escena cuando Sebastián, muerto de los celos por

Salinas, el nuevo jefe de Gaviota, sale corriendo, ella lo persigue, él le pega a un policía para

que lo cojan preso y lo liberen de ella, y Gaviota repite el golpe para que la lleven con él y la

escuche. Cuando pensaron que Gaviota era heredera del abuelo Octavio Vallejo, cuando

Gaviota se enteró de que Sebastián la había salvado de ir a la cárcel y cuando se casaron y

vivieron en la hacienda felices para siempre.

Lo mismo pasó con Betty la fea o Beatriz Pinzón Solano, una mujer que ha viajado por

todo el mundo y que ha tenido diferentes nacionalidades; mexicana, francesa, alemana y

recientemente, de manera muy exitosa con un Oscar encima, norteamericana.

La protagonista más fea que ha tenido la televisión colombiana, entra a Ecomoda, una

empresa textil y de diseño de ropa, como secretaria del gerente general, Armando Mendoza

(Jorge Enrique Abello). Miente a sus padres quienes le habían dado una educación

(41)

Recordemos su presentación en la entrevista para ser escogida como secretaria:

Beatriz Pinzón Solano (…) yo tampoco tengo experiencia como secretaria pero permítame y le explico. Yo estudié economía en la Universidad de Estudios Económicos y Finanzas y, como podrá ver en mi hoja de vida, salí con tesis laureada y tuve el promedio más alto en la universidad. Allí están el rector y decano de la facultad como referencias personales. Luego hice un curso de contabilidad y después un postgrado en finanzas. También fui auxiliar del área internacional del Banco de Montreal, siendo vicepresidente de esa área el doctor Manuel José Becerra. También está como referencia. Manejo base de datos para sistemas financieros, análisis de proyectos de inversión, comercio exterior, estudios de factibilidad, cotos y presupuestos. También conozco el mercado bursátil. (“Betty la fea”, 1999, cap. 1)

Todos los días, la fea va a tener que luchar contra las burlas y los comentarios de sus

compañeros de trabajo a pesar de su eficiencia, ya que su apariencia física no hace más que

cerrarle puertas; hasta ella misma se ríe de sí misma.

“Aunque no lo crea hay que pensar en la belleza interior, Nicolás. Y eso se descubre en la mirada. ¿Sabe qué descubre un hombre en mi mirada? (...) Que tengo 2.5 de miopía y 3.2 de astigmatismo (…) Es que yo no tengo astigmatismo sino estigmatismo. Jajajajaja” (“Yo soy Betty la fea”, 1999, cap. 2 parte 2).

Un humor que entre la precisión de la actuación de Ana María Orozco y la exclusividad

del libreto de Fernando Gaitán, llevaron al éxito de la telenovela.

Ecomoda entra en una crisis complicada y el plan de su gerente es enamorar a Betty

para que le maquille los informes y su imagen profesional no se vea afectada. Lo logra

perfectamente hasta que ella se da cuenta y su vida da un giro inesperado gracias a una mujer

que la ayuda a transformarse físicamente y a sanar su corazón. Beatriz se convierte en gerente

de la empresa y termina casada con Armando.

Pero más que la risa que podía causar ver a Betty tratando de ingresar a la sociedad

moderna, lo más destacado fue lo realista de la telenovela, pues nunca se había tratado el

trauma de una fea por ser amada, lo cual se puede decir que es un fenómeno que no tiene

distinción de nacionalidad; he ahí el impacto de la producción a nivel internacional. De la

(42)

que no podían ser juzgados y que daban como conclusión que sólo cada quien sabe las

razones que tiene para actuar de una manera u otra.

Gaviota y Betty marcaron la historia de la industria cultural colombiana. Gracias a

ellas, el país ocupa el primer puesto de Latinoamérica en producción y calidad de telenovelas.

Nuevo milenio… un poco de todo

Entre los 90’s y el 2000, las cosas no han cambiado tanto. Durante el nuevo milenio,

tanto el conflicto armado como el narcotráfico, problemas que sufre la sociedad colombiana,

se convirtieron en temas preferidos del cine y de las telenovelas nacionales. Es el caso de

Alicia en el país de las mercancías o La viuda de la mafia.

El humor continúa con producciones como Nuevo rico y nuevo pobre y otra novela que

arrasó con rating, Hasta que la Plata nos separe, también de Fernando Gaitán. Inclusive, una

de las producciones más vistas de este género durante esta década fue Pedro el Escamoso, un

hombre de prototipo “galán de barrio” que siempre está metido en problemas de faldas.

Miguel Vaorni le dio identidad al personaje, gracias a un baile denominado: El Pirulino.

Actualmente hay algo claro, y es que se ha intentado volver a las raíces de las

telenovelas colombianas. Aquellas que educaban, que tocaban la historia del país, que no se

alejaban del género, sin olvidar la experiencia que se ha logrado durante todos estos años.

“La vida es como una telenovela”

Es usual oír comparaciones estimulantes y odiosas de los hechos de la vida diaria de los

colombianos con situaciones y personajes de las telenovelas nacionales. De acuerdo a una

investigación que realizó Nora Segura Escobar, contenida en el libro Televisión y

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Referencias

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