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Parábolas para una Tierra Prometida

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Academic year: 2020

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(1)[1]. PARÁBOLAS PARANUEVA UNA TIERRA PROMETIDA NUEVA CONSTRUCCIÓN CONSTRUCCIÓN EN MARCO EN MARCO FIDELFIDEL SUÁREZ. SUÁREZ. NOVIEMBRE NOVIEMBRE DE 2018. DE 2018..

(2) [2]. “El mundo no está hecho de átomos, está hecho de historias”. Eduardo Galeano.

(3) AGRADECIMIENTOS. PARÁBOLAS PARA UNA TIERRA PROMETIDA UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE ARTES ASAB PROYECTO CURRICULAR DE ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES PROYECTO DE INVESTIGACIÓN-CREACIÓN: AURA DANIELA CELEITA DÍAZ TUTOR: MIGUEL TORRES PLATA DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: SOFÍA CELEITA FOTOGRAFÍA: AURA CELEITA CORRECCIÓN DE ESTILO: JOSEFA SANTOS - ANA DIAZ 2019. A mi familia por su amor y tiempo. A Sofía Celeita por su cuidadoso trabajo de diseño, por ayudarme en las noches de lectura, por su incansable apoyo. A Miguel Torres Plata por su paciencia y su cariñosa y comprometida labor durante todo el proceso del proyecto de grado. A Natalia López Lombo por dejarse enredar con mis ideas y enriquecer el proceso con sus saberes y experiencia pedagógica en el arte, por ser mi colega en el proceso del laboratorio en Manizales y una amiga muy querida. A Doña Eudocia, por las tertulias sobre el barrio y el café tan rico de esas tardes de sol en la terraza de su casa. A Ashley, por mostrarme el pesebre un día que andaba perdida. A las lideresas de la localidad Rafael Uribe Uribe y en especial Martha Villarraga, Lily Castro, Esmeralda Moreno, Mariela Chaparro y Yolanda Rojas, por echarme el cuento y dejar que yo se los echara. A Ivonne Buitrago Referenta de la casa de igualdad de oportunidades de la localidad Rafael Uribe Uribe, por su ayuda en la construcción de lazos con las lideresas. A los asistentes al laboratorio en Manizales por su compromiso y trabajo durante los días del laboratorio: Angie Mixbell Castaño, Daniela Cardona Herrera, Yeraldine Gonzales, Ana María Tarazosa, Alfie lake, Tomas Marín Puerta, Luz karine Torres Salazar, Luisa Correa Meza, Julieta Hernández, Sebastián Gómez, Manuela Mariño, Manuela A Ramos. A Josefa Santos y Ana Díaz por la corrección de estilo del texto. A la Facultad de artes ASAB de la Universidad Distrital, a sus maestros y trabajadores, por permitirme realizar este proceso de aprendizaje. A la Universidad de Caldas por permitirme desarrollar el laboratorio en su festival de arte contemporáneo. A mis amigos por distraerme cuando era necesario.. [3].

(4) [TABLA DE CONTENIDO] 1. Introducción...................................................6 1.1. Parábolas para una Tierra Prometida.....................................................................7 La Parábola.....................................................................................................................8 El arte como un medio y una forma de pensar, para producir conocimiento simbólico......................................................................................................................10 ¿Qué saber es el que situó? .........................................................................................10 2. La Tierra de las mieles y las leches. La incidencia de los procesos de modernización, en el contexto de la época de fundación de los barrios obreros..............................11. [4]. 2.1 La Modernización en Bogotá y el pensamiento Moderno. .................................12 2.2 La creación del Instituto de Crédito Territorial: los años 30, el contexto de la época y la importancia de los movimientos obreros.........................................16 2.3 La Tierrra Prometida: sueños de modernidad para el barrio obrero..................17 2.4 Rafael Uribe Uribe: El Quiroga y el Pesebre la Tierra de la Promesa.................17 3. Nosotros los condenados: marginalidad y deseo.................20 3.1 El mito de la marginalidad urbana. Del concepto al barrio obrero en Bogotá..........................................................................................................21 3.2 ¿Qué implicaciones tiene la concepción de la marginalidad en la cultura?................................................................................................................23 3.3 Productos de la marginalidad. Construyendo la paranoia..................................23 3.4 La implicación de las migraciones en la construcción del mito de la marginalidad.........................................................................................24 3.5 La pirámide: ¿dónde está el deseo?.......................................................................25. 4. El mapa de monstruos, los resultados de los procesos de marginalidad e idealización del territorio................................................................27 4.1 El mapa del mito.....................................................................................................28 4.2 El mapa vacío o la mentalidad de conquista.........................................................30 5. La vida en la cinta transportadora. Cómo evoluciona la idea (2017-2019)...................................................................................................32 5.1 La intuición- acceder a la ciudad a través del gusto................................................33 5.2 La observación.........................................................................................................32 5.3 La palabra divina (el proceso de escritura).............................................................34 5.4 Multiplicar el pan (El encuentro con los vecinos).................................................34 5.5 Pensar en comunidad..............................................................................................34 5.6 La transfiguración, alguien me deletrea.................................................................35 6. Ficción o no ficción esa es la cuestión ........................36 6.1 Vinculando la palabra. La importancia del lenguaje simbólico en la construcción del territorio...................................................................37 6.2 ¿Por qué escoger la creación literaria como medio plástico?..................................37 6.3 La palabra no se habla impunemente.....................................................................37 6.4 Nombrando a cada una de las parábolas con una hora........................................38 7. Parábolas para una tierra prometida............................39 La hora de la promesa...................................................................................................40 La hora de la fe..............................................................................................................40 La hora del chismorreo.................................................................................................40 La hora del consumo de emociones..............................................................................40 La hora del desencato.....................................................................................................41.

(5) La hora cívica, un monumento para la periferia .............................................................41 La hora de la sensibilidad arrasadora.................................................................................41 La hora del gusto y las glorias del fracaso...........................................................................41 La hora operacional: la toponimia que embellece............................................................41 La hora del paso.................................................................................................................42 La hora de la sociedad del espectáculo..............................................................................42 La hora de las adquisiciones espirituales...........................................................................42 La hora de la identidad acumulativa..................................................................................42 La hora del deseo castillos en el aire.................................................................................42 La hora del caos: todos los caminos llevan a Tres Esquinas............................................42 La hora de las dos ciudades, volver a casa.........................................................................43 La hora de las masas, la legitimidad es un problema estadístico.....................................43 La hora del recuerdo, el hombre justo: un héroe sin monumento.................................43 La hora del jardín inglés.....................................................................................................43 8. Construyendo el mapa abierto: Las Relecturas............................................46 8.1 La Tierra Prometida: Bogotá pos apocalíptica (Rafael Uribe Uribe la localidad obrera)...................................................................................................47 8.1.1 Doña Eudocia.............................................................................................................47 8.1.2 Las lideresas y la casa de igualdad. Definiendo el proyecto.....................................49 Objetivo general Objetivos específicos El diseño de la cartilla 8.1.3 Fase 1. Las relecturas de las parábolas en el espacio con ayuda de las cartillas......50 Andrea. Mariela Chaparro y Yolanda Martha Villarraga Lily Castro y Esmeralda Moreno 8.1.4 Fase 2. Día del encuentro..........................................................................................60 8.2 La Tierra prometida: Manizales la ciudad confesional, de arrieros y colonos. (Repensando el proceso pedagógico de las parábolas y el nacimiento del laboratorio de arte )...........................................................................................................................................62. 8.2.1 El laboratorio de arte. Definiendo el proyecto................................................63 Objetivos General Específicos Metodología Requerimientos técnicos Los asistentes al taller fueron 8.2.2 Día 1: La palabra divina, la palabra que crea..................................................65 8.2.3 Día 2. Compartiendo la palabra. Escuchar- dialogar con los otros...............66 8.2.4 Día 3. El mapa abierto.....................................................................................66 9. Referentes...................................................67 9.1 Literarios .............................................................................................................68 Carlos Monsiváis Juan Pérgolis 9.2 Formas de pensamiento desde el arte:...............................................................68 Luis Camnitzer La experiencia organizativa del Barrio Villa Javier durante la década de los 70 del siglo XX: Reconstrucción de la memoria social y propuesta pedagógica asociada la organización popular en el caso del barrio de los Alpes. 10. Encontrando espejos de aprendizaje y nuevas preguntas..................................70 REFERENCIAS.....................................................74 BIBLIOGRAFÍA....................................................75. [5].

(6) 1. INTRODUCCIÓN. [6].

(7) 1.1 PARÁBOLAS PARA UNA TIERRA PROMETIDA Parábolas para una Tierra Prometida es un proyecto que busca pensar y recorrer el territorio de las ciudades a la luz de la experiencia de la palabra. Esta idea nació y se forjó en la localidad de Rafael Uribe Uribe, especialmente en la relación existente entre el Barrio Quiroga, el Pesebre y sus alrededores, abordados desde la noción del mito fundacional que construye el imaginario sobre el espacio; las palabras enfrentadas a la experiencia de los habitantes; las palabras como fuerza divina. Es una investigación colaborativa, subjetiva, no científica, que inicia con una pesquisa histórica sobre el barrio Quiroga como uno de las primeras unidades de vivienda urbana obrera en Bogotá y el Pesebre como el gran movimiento de invasión subsecuente a esta urbanización. Este proyecto pretende indagar sobre la experiencia humana en el territorio proponiendo un mapa abierto hecho de palabras, que busca afectos y encuentros sobre un lugar que he recorrido toda mi vida y sobre el cual fijo la mirada con la intención de interpelar a mis vecinos y a la comunidad que en el habita. La calidad y la relevancia del desarrollo social y económico de un estado o de una ciudad en específico, quizá en ninguna otra categoría se puede medir de forma tan precisa como lo es en la espacialidad. Por ello hablar de la ciudad colombiana y su relación con la arquitectura se ha convertido en una labor fundamental para la posibilidad de pensar y crear una espacialidad encausada a la dignificación de la existencia humana en comunidad, como menciona Pérgolis (1990), una evocación que permita generar un entendimiento entre la correlación de la identidad cultural con EL QUIROGA VISTO DESDE EL PESEBRE. JUNIO DE 2018.. la espacial, que es la que se terminará por integrar a la imagen de ciudad, construida desde la lectura de cada uno de sus espacios a escala urbana, arquitectónica y social. En esta lucha por la dignificación, las tareas de pensar en el barrio y la ciudad como hábitat son el resultado del encuentro no solo de nuestras experiencias en él, sino de las utopías humanas en relación con la naturaleza y la ciudad; entendiendo que al construir y transitar hacemos huella. De allí surge la imperiosa necesidad de hablar sobre el territorio para comprender el tránsito que existe entre el espacio físico (el que construimos con cemento y adoquines) y el espacio de la imaginación, la forma en que dejamos huella. Todo ello en el marco de un país híperviolento gobernado por una oligarquía feroz que ha convertido al conflicto armado y la violencia en un método al servicio de la acumulación de riqueza. A través de este proceso propongo considerar el territorio del que aquí hablo, desde la confrontación de dos formas de pensar enmarcadas en una estética fragmentada. La primera es a través de la identificación del pensamiento de la modernidad en su relación con la urbanística y la historia de la ciudad de Bogotá y de la localidad Rafael Uribe Uribe; la segunda considerar a la ciudad como el escenario, para los acontecimientos (lo que aquí sucede y deja huella), que es desde donde abordo la creación de las parábolas, que no son otra cosa que el marco para los relatos urbanos, “aquellos que se constituyen cuando la ciudad es capaz de crear y. satisfacer un deseo de sus habitantes” (Pérgolis 1998, p.7). Dentro del proceso abordaré las nociones de marginalidad e idealización, las que me permitirán elaborar un esquema de pensamiento sobre los afectos y miedos que tenemos en el territorio, a esta idea le daré forma a través de los antiguos mapas de monstruos, una analogía que me servirá como la estrategia principal de las relecturas de las parábolas. Como en cualquier otra acción de la vida un proceso de investigación y creación no se puede llevar a cabo si en él no está comprometido un afecto, por este motivo hablar y pensar sobre Bogotá implicó también explorar mis sentimientos, buscar recuerdos, ladear con nostalgias y expectativas, atrincherada en las ideas que defiendo, con conciencia de clase y de género, reconociéndome como una estudiante de arte, mujer, de universidad pública y de clase obrera. Yo no puedo ni quiero construir objetos frívolos de representación absoluta. La intención de este proyecto es promover el ejercicio del pensamiento sobre el territorio con el fin de incidir en mi comunidad, mis vecinos, conciudadanos y compañeros, entendiendo que todos somos producto y productores de cultura en búsqueda del sentido, en tanto integrantes de la raza humana. La primera fase del proyecto se concentró en el desarrollo de un cuento pos apocalíptico llamado Parábolas para una Tierra Prometida, inspirado en el mapa del mito que se teje en la localidad. En la segunda fase, la de las relecturas, conté con la participación de las mujeres lideresas y con el apoyo de la casa de la igualdad de oportunidades de la localidad de Rafael Uribe Uribe, con quienes recorrimos el territorio a la luz de estas parábolas. En la tercera fase, en el desarrollo de las herramientas pedagógicas para interpelar a la comunidad a través del proyecto, se presenta la. [7].

(8) oportunidad de extender sus horizontes y llevarlo a la ciudad de Manizales como laboratorio de arte, en el marco del III festival de arte contemporáneo que organiza la Universidad de Caldas, donde las preguntas sobre el territorio y los mitos fundacionales se convirtieron en el detonante para continuar con esta investigación subjetiva y artística. Finalmente, el desarrollo teórico y creativo de Parábolas para una Tierra Prometida se pretende mostrar en el espacio expositivo de trabajos de grado, por medio de dos libros uno ilustrado que comprende las parábolas y este texto que es el que da cuenta de la investigación y el material pedagógico utilizado para el trabajo con la comunidad.. [8]. Finalmente, me queda decir que no he entendido casi nada antes de escribir al respecto, una de las razones por las que escribo es porque me parece que, escribiendo pienso mejor sobre las cosas, por eso en este proyecto concentro el esfuerzo en la escritura, es el medio plástico, la herramienta de las relecturas y el que me permite realizar este documento que es un resumen, pero también una discusión sobre el proceso que viví .. LA PARÁBOLA En toda la historia del mundo que hemos habitado y de las ficciones que hemos imaginado para él, los mitos de la humanidad han florecido; han funcionado como la inspiración de todo lo que ha nacido de las labores físicas y mentales de nuestra raza. Por ello no exageramos, cuando llegamos a la idea de que el mito es la puerta divina secreta por la cual las energías del cosmos se manifiestan a través de la cultura humana, la cultura esos sentidos extendidos de los que habla Harari (2015, p. 185) en su libro De animales a dioses. Breve historia de la humanidad, y con los cuales. nos enfrentarnos al mundo para afrontar nuestra marginalidad. Joseph Campbell escribió un libro sobre el mito llamado El héroe de las mil caras psicoanálisis del mito, (1949) en este, plantea cómo todos los mitos del mundo, obedecen a un monomito1 que se ha extendido, compartiendo un esquema narrativo común. Dentro de lo que él llama “el anillo mágico del mito” se albergan todas las formas sociales del ser humano a través de la historia, sus religiones, filosofías, expresiones artísticas, descubrimientos científicos y tecnológicos. El lenguaje a través de las palabras se condensa en la mitología, trabaja sobre el motor inmóvil que hace girar el mundo, donde el ser humano poderoso se fija en el centro de la cuestión. Recordemos ahora como en casi todos los mitos fundacionales de los pueblos, los elementos del cielo y la tierra adquieren su forma cuando entran en juego con la palabra del dios creador, la palabra se convierte en un objeto mágico que ordena la vida en la tierra y en el cosmos. Suelen existir entre los mitos fundacionales de la humanidad grandes arquetipos, ideas que sobrepasan las fronteras, que son comunes en el pensamiento humano y a su relación con el territorio que habitan, dicha ideas le dieron forma a todo tipo de creencias que terminarían estructurando las grandes religiones del planeta. Al leer algunos de estos mitos de los grandes pueblos de la humanidad, entre ellos el Enuma Elish, el poema babilónico, escrito en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla, se hace perceptible cómo la palabra es, en esencia divina, fuerza creadora, 1. El monomito del que habla Campbell, es una estructura que según sus planteamientos subyace en los arquetipos del inconsciente colectivo, encargándose de ofrecer un modelo de comportamiento, a través del cual los seres humanos plenamente responsables imitan a los dioses.. da forma al cosmos y antes de ella no había universo posible, el fragmento del que me sirvo consta de una traducción con notas hecha por Luis Astey V, que a su vez se basa en una que con anterioridad fue publicada (El poema de la creación Enuma Elish, Monterrey 1961; Poesía en El Mundo: volumen extra, 9) esta versión fue modificada, según la condición que entonces presentaba el texto, con el propósito de obtener simultáneamente unidad de estilo y legibilidad más fluida: Antes de la palabra nada había: Cuando arriba no nombrado cielo, abajo tierra con nombre no llamada, Apsu, primordial, su progenitor, Mummu Tiamat, alumbradora de todos, aguas en uno mezclaban, pastizales no hacinados, carrizales no aparecidos, cuando de dioses ninguno había surgido, nombres no nombrados, destinos no destinados Luego aparece la fuerza creadora y el gran Marduk a través de la palabra da orden a la vida: Oh Marduk, tú eres ciertamente nuestro vengador, a ti hemos otorgado la soberanía sobre el universo entero. Cuando te sientes en la asamblea, tu palabra será suma. (…) Señor, verdaderamente tu destino es el primero entre los dioses,.

(9) di sólo de destruir o de construir, y ello será. Abre tu boca, se desvanecerá la imagen; habla de nuevo, y la imagen estará toda. (Recuperado de https://laplacamadre.files.wordpress. com/2013/09/enuma-elish-traduccic3b3n-y-notas-de-luis-astey-v. pdf) Marduk luego en un acto de bondad, entregaría a los humanos el poder de la palabra. El mundo en el que vivimos es posible gracias al lenguaje, es la capacidad y la invención del verbo la que nos diferencia del resto de seres vivos, por eso en los mitos fundacionales, lo primero es la acción de nombrar, para ordenar el cosmos, para dar sentido. En el Génesis, un mito fundacional que nos resulta más cercano, sucede exactamente lo mismo, de hecho, numerosos autores hablan de la relación existente entre el Enuma Elish y el Génesis, siendo el de la tradición hebrea heredero del de la mesopotámica, D´ Agostino afirma que “las semejanzas entre la tradición bíblica y la babilónica son muy evidentes, y eso permite pensar que hay una influencia cultural y literaria de la civilización mesopotámica sobre la tradición hebrea” (2007, p.18). Dice el Génesis “Al principio la tierra no tenía forma y la oscuridad habitaba” Y el Enuma Elish “(Tiamât: Tehôm) acuoso, y de una obra de división del cuerpo de Tiamât: cielo y tierra”, luego sobre la formación del hombre menciona el Génesis “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.” Y el Enuma Elish “Marduk lo formó con su sangre, modelando la arcilla; por eso al dios creador se le llama “dios alfarero” (Duk-kabur)”.Lo que es común en el monomito de la creación es la idea del autor sagrado, para el dios creador la palabra es un atributo personal, crea sin ninguna. resistencia, pronuncia las cosas y de su palabra emana la existencia, respecto a esto dice Paul Tillich: La palabra no es un medio de revelación además de los otros medios; es un elemento necesario en todas las formas de revelación. Puesto que el hombre existe por el poder de la palabra, nada realmente humano puede ser tal sin la palabra (2001, p. 166). La Tierra Prometida es el arquetipo del mito fundacional que me interesa, no solo cuenta una historia, sino que revela un horizonte, una promesa, por ese motivo y en relación con la narrativa Judeo-cristiana (vigente en nuestra cultura popular católica y confesional) donde se habla de la tierra de las mieles y leches, he nombrado y caracterizado este proyecto, pensándome en el proceso de la construcción de una idea moderna fallida de ciudad colombiana, que emprendió la labor “civilizatoria” de la provisión de vivienda como una estrategia estatal de control biopolítico de sus habitantes, en analogía con la Tierra Prometida. Nuestra experiencia en la tierra está nutrida en la mitología, a través de un paisaje vivo plagado de sugerencias simbólicas: las colinas, los bosques y cómo no las ciudades, están asociadas con episodios populares bien conocidos en la historia particular de la creación del mundo, a la cual es devoto cada uno desde su fe. En el lugar donde ha nacido o muerto un héroe se crean santuarios, para los héroes muertos construimos templos, porque como dice Campbell “alguien en este lugar descubrió la eternidad un ser para la historia” (p. 31). Las personas se toman fotografías en la hacienda Nápoles y algunos aún visitan la tumba de Leo Kopp mientras pronuncian sus plegarias -fe en la palabra mágica- y esperan el milagro. En esta búsqueda las ideas sobre el espacio y la naturaleza están enfrentadas, desde el punto de vista de los per-. sonajes que deben habitarlo, la perfección de la escena cósmica creada por los dioses ya no lo es tanto, los patrones armoniosos que mueven el mundo desaparecen y las columnas que sostienen el gran escenario que le da forma al universo se ajustan o incluso se fuerzan a tomar determinada forma, la de nuestra miserable y caótica experiencia sobre la tierra, una que produce espinas, abrojos y donde el mortal gana el pan con el sudor de su frente. Los mitos de la humanidad ilustran incansablemente el punto de que el conflicto está en la experiencia humana sobre el mundo creado. Así pues y en analogía, a los obreros y campesinos que inician su migración a la ciudad de Bogotá 70 años atrás, se les promete una tierra, que no es ni fue lo que parece. Como menciona Mercier (2002) en su teoría del lugar: “el mito es fundamental en tanto la experiencia humana de espacio está siempre mediada por una mitología que le da sentido a la misma”. Escoger la parábola para contar esta historia radica en su naturaleza, en las posibilidades literarias y poéticas que ofrece, un relato figurado, proveniente de la divina palabra creadora, de donde se deriva una enseñanza, plagado de simbología, con un marcado acento pedagógico, que es capaz de abordar los asuntos de la vida cotidiana y transformarlos en pura idiosincrasia; en reglas morales que le indican al pueblo un derrotero para poder vivir en comunidad y sobrellevar los pesares de la existencia consciente. La Tierra Prometida es la esfera de protección del estado, el resto del mundo mientras tanto (o sea, con mucho, la porción mayor de la humanidad) queda fuera de su simpatía y amparo, que provee justicia y misericordia al mismo tiempo que castiga y persigue. Es esta es la relación principal que existe en la simbiosis del territorio entre los barrios de la localidad de Rafael Uribe Uribe, concretamente los que se ubican abajo de la Avenida Caracas y arriba. [9].

(10) de ella, una versión sofisticada de la idea cristiana de la Ciudad de Dios, presentada por el estado: la Tierra Prometida para los obreros simpatizantes y los que quedaron por fuera de su indulgencia.. EL ARTE COMO UN MEDIO Y UNA FORMA DE PENSAR PARA PRODUCIR CONOCIMIENTO SIMBÓLICO Como estudiante de la Facultad de Artes ASAB y habitante de Bogotá, Colombia tomo una postura, la de la inconformidad respecto a las políticas públicas del lugar en el que vivo y transito, pero también de afecto, pues aquí es donde transcurre mi vida. Este proyecto pretende desbordar la representación y construir una forma de pensar poética y subjetiva, desde las microhistorias y el trabajo en comunidad. El arte se convierte en el medio para producir conocimiento simbólico, para entregar lo que sé hacer al lugar al que pertenezco y al mismo tiempo forjar lazos de afectos sobre los territorios, con las personas que me ayudaron a construirlo, reconociendo que la parte de la historia que tenemos que contar también es importante, diversa y que a través de ella nos encontramos en la cultura y en su expresión más mínima e importante: la palabra. La intención de Parábolas para una Tierra Prometida es promover el ejercicio del pensamiento sobre un fragmento de la ciudad con el fin de incidir en mi comunidad tanto social como académica.. [10]. ¿QUÉ SABER ES EL QUE SITUÓ? Nos acostumbraron a pensar que las expresiones de la cultura están reservadas para el encuentro en espacios de élite como galerías, museos y salas de concierto o espacios de diversión dedicados exclusivamente al entretenimiento, sin embargo, creo que esta postura no podría estar más lejos de la realidad. La cultura se desborda REUNIDA CON YOLANDA ROJAS Y MARIELA CHAPARRO EN SU PROYECTO DE CASA AUTOSUSTENTABLE, HABLANDO SOBRE LAS PARÁBOLAS. SEPTIEMBRE DE 2018.. en la vida cotidiana, en todas las expresiones imaginadas por las sociedades humanas. La academia y las políticas públicas han encerrado las prácticas del arte plástico y visual en dos expresiones: el primero en la escuela primaria, donde son sinónimo de las manualidades; y el segundo en los espacios exclusivos de museos y galerías especializados, donde no existe un tránsito real de saberes, por lo tanto, nuestro discurso y conocimiento se encierra en un círculo y el debate se vuelve monótono, todos opinamos lo mismo y no hay espacio para el disenso. Escribir sobre la ciudad de Bogotá, se enmarca en el problema de re-pensarla, no solo desde su geografía, sino también desde una postura histórica, ideológica, política y subjetiva. La tarea de pensar surge de la necesidad de hacerlo, habitualmente esta acción nace, al darnos cuenta de algo que no funciona, que nos agota o nos genera problemas, algo similar sucede en la tarea de repensar el territorio como una urgencia por construir algo diferente, una necesidad de sentido en la edificación del pensamiento humano. Esta necesidad de sentido se incorpora al ser humano, en su capacidad de construir y asumir la realidad histórico-social como un desafío, darse cuenta, ser consciente y ser capaz de incorporarlo y hacerlo real no solo como parte de una producción intelectual, sino también en nuestra vida cotidiana, una necesidad de apropiarnos del momento histórico desde la perspectiva de Barrueta: El momento histórico como lo entendemos nosotros no es entonces sólo la descripción puntual del contexto; se trata, más bien de rescatar la historicidad de ese contexto y la forma en que se articulan los diferentes procesos que lo componen (2004, p.46)..

(11) 2. LA TIERRA DE LAS MIELES Y LAS LECHES. [11]. VENTA DE PESCADO EN LA CALLE 32, QUIROGA CENTRAL. JULIO DE 2018..

(12) LA INCIDENCIA DE LOS PROCESOS DE MODERNIZACIÓN, EN EL CONTEXTO DE LA ÉPOCA DE FUNDACIÓN DE LOS BARRIOS OBREROS 2.1 LA MODERNIZACIÓN EN BOGOTÁ Y EL PENSAMIENTO MODERNO ¿Cómo podemos interpretar el proceso de modernización en Colombia, específicamente en Bogotá? ¿Cuáles fueron sus alcances? ¿Qué factores explican el hecho de que en la sociedad colombiana haya existido una inercia para asumir la tarea de incorporar la ciudad como elemento primordial para su modernización social?. [12]. El siglo XX fue fundamental para las ciudades latinoamericanas en la búsqueda del paradigma de modernidad de la cultura occidental. Existen rasgos comunes en la transformación que se llevaría a cabo en sus ciudades coloniales, como la predominancia de la idea de ciudad europea, que se observa en el potente influjo del modelo de Haussmann1, sin embargo cada ciudad abordaría este proyecto con sus particularidades y diferencias. Sobre este tránsito Romero dice “en pocos años, veinte o treinta ciudades latinoamericanas, en distinta medida, vieron transformarse sus sociedades y arrinconar las formas de vida y de mentalidad de las clases tradicionales” (1976. p.274).. 1 Hace referencia al modelo planteado por Haussmann en la renovación de Paris, llevada a cabo en el siglo XIX, cuando creo un plano de esta ciduad pensado para ser flexible a los cambios y aun así mantener su estructura vigente a través del tiempo, por medio de la organización de un mecanismo financiero que combinaba recursos públicos e intereses privados, generando plusvalía para los propietarios.. Bogotá entró de forma tardía al proyecto modernizador del continente debido a la predominancia de la región con respecto a la ciudad y con ello me refiero a la desconexión existente con el resto del país, Lauchlin Currie el economista canadiense que revolucionaria el ahorro en Colombia, reseña sobre esta situación: En los comienzos de este siglo la economía era casi completamente agrícola y pastoril. Se exportaba del oro y los productos agrícolas a cambio de las limitadas necesidades del país en bienes de consumo manufacturados y equipos de capital. Viajar a cualquier distancia constituía difícil empresa. Las diferentes regiones del país estaban casi completamente aisladas unas de otras, al punto de que sus pobladores desarrollaban acentos distintos al hablar y aun características y apariencias físicas distintas. Sin embargo a través de todo este período, una diminuta clase alta mantuvo celosamente los vínculos culturales e intelectuales con el mundo exterior (1961, p.14). Bogotá hasta entrada la década de los años 20, debido al relativo aislamiento geográfico de la ciudad y a la convivencia con sus provincias sin traumatismos, no produjo migraciones masivas durante un buen periodo de tiempo, este aislamiento tuvo su sustento en una diversidad de situaciones de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX dentro de las cuales encontramos la conformación de la nación cafetera, así como las prolongación de sucesivas guerras civiles, haciendo que el aparato estatal fuera débil y que en el persistieran muchos fundamentos de la. sociedad rural. El proyecto modernizador que generalmente se entiende como esa transición que ocurrió entre 1920 y 1950 en Colombia, inició en 1922 con la administración Ospina y su modernización del aparato de Estado de Bogotá, que pretendía convertirla en la sede de los poderes centrales y tuvo su punto de inflexión en el año 1950, porque en este periodo a raíz del 9 de abril cobra vital importancia formular un plan moderno para Bogotá que recordemos, se venía demandando con anterioridad, pero ahora dentro de la perspectiva de reconstruir una ciudad devastada por la violencia. El arquitecto Juan Carlo Del Castillo en El tránsito a la ciudad moderna (2003) fue capaz de sintetizar el análisis de la modernización de Bogotá en el periodo de 1920 a 1950 en tres aspectos fundamentales: 1) La modernización del medio Urbano: La transformación física de la ciudad, a través de la construcción de edificios públicos que se convertirían en la sede de las instituciones del estado y equipamientos modernos como teatros, parques, centros educativos, hospitales entre otros. 2) La formación de un pensamiento moderno sobre la ciudad. 3) La percepción de la ciudad como un factor clave en la modernización social. En este periodo existieron varios intentos por edificar un proyecto de modernidad en Colombia, Ricardo Olano, hacia 1920, en La ciudad futura, un tabloide que se editaba en Medellín, fue una de las primeras voces que se alzaron en el país en relación a.

(13) la construcción de un proyecto de ciudad moderna. El comerciante y dirigente cívico antioqueño, encausó su plan modernizador en varios frentes. El primero en la revista llamada La ciudad futura que hacía propaganda de las ideas que proponía en Europa el “city planning”2, por otro lado también promovió varias iniciativas en el consejo de Medellín, y la influencia de dichas ideas se vió reflejada en Bogotá. Olano defendía una concepción sobre el futuro de las ciudades de Colombia que me parece importante reseñar en este momento por su contraste con la cultura imperante en nuestra gestión urbana, él resaltaba el valor del ciudadano que se reconoce en lo público para la construcción de un pensamiento moderno. En variadas intervenciones y artículos, Olano habla de la necesidad de modificar la cultura anti-urbana, que se expresa en la indiferencia, el egoísmo y la ignorancia. La modernización de Bogotá y Medellín desde su mirada, requerían del espíritu público, enfrentando con educación el egoísmo y la ignorancia que eran contrarias al progreso de las ciudades. Sin duda alguna uno de sus aportes más valiosos fue la idea del plano futuro, sobre este concepto acota: Lo primero que debe hacerse es el plano futuro de la población, es decir, la norma y el reglamento del progreso municipal futuro. Ese plano indicará las mejoras que puedan hacerse en la urbanización existente y en las líneas que ha de acomodarse la ciudad en su desarrollo futuro, si lo hubiere. Como se ve, nada hay más sencillo… Un ingeniero inteligente, con visión del por2 El city planning fue movimiento importante de la escuela de Liverpool, centrado en la planeación futura de las ciudades nacientes. En Latinoamérica estructuro las ciudades por medio del recurso científico de modelar el crecimiento a través de la intervención de la morfología.. venir, podrá, sobre el terreno, trazar las calles y plazas, previendo las futuras necesidades, y más tarde vendrán los estudios complementarios (1919, p.16). Otro esfuerzo clave ocurrió en la década de los años 30, específicamente en 1935, cuando Brunner y el departamento de urbanismo formularon el primer proyecto de organización vial en la ciudad, para 1938 durante la administración de López además del tema de vías y barrios se agregaron los equipamientos a escala urbana tales cómo, la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional, la Biblioteca Nacional, escuelas, hospitales y el plan de mejoras de obras públicas; mientras que en los 40 la ciudad se concentró en la modernización vial, luego ocurre el Bogotazo y se hace necesario reconstruir la capital. Por ultimo a mitad de siglo con Le Corbusier se plantea por primera vez un plan integral para la ciudad que contempla los planes regionales, metropolitano y urbano, al mismo tiempo Lauchlin Currie presenta su plan de modernización para la economía colombiana. Para los años 20 del siglo XX, la modernización del medio urbano en Colombia y su inspiración en un pensamiento moderno (en el concepto de lo público, tan debatido aún por la clase dirigente ultraconservadora), no tuvieron en Colombia una lógica de causa y efecto y no hubo correspondencia entre el proceso de modernización y el proyecto moderno. Quizá por ello uno de los fallos más grandes en la planeación de las ciudades colombianas es que hasta la década de los 50, el empeño en que la ciudad debía ser un espacio para pequeños grupos estaba arraigado en el pensamiento de sus dirigentes, confiando en que la mayoría de la población seguiría en el campo, dejando de lado importantes ideas de continuidad, como la que proponía Olano en el plano futuro.. El proceso de modernización en Colombia se centró en el medio urbano, o sea en la construcción de edificios, carreteras y monumentos, olvidando los otros dos factores fundamentales que menciona el arquitecto Del Castillo: un pensamiento moderno y la percepción de la ciudad dentro del mismo. El esfuerzo por realizar la transición de una aldea colonial a una urbe moderna se expresó en el proyecto de idea de ciudad, en los conceptos del gobierno y la gestión del espacio urbano, esta transformación ocurrió en contraste con la de las provincias, que siguieron enmarcadas en un modelo colonial. Colombia gracias al impulso liberal de la época se permitió soñar con la idea de una nación moderna. A pesar de las permanentes presiones del mercado mundial en expansión y de la cultura moderna mundial, este ideal tomaría en la marcha rumbos diferentes, es evidente que los significados de la modernidad tendrán que ser aquí más complejos. En la formación del pensamiento moderno y la percepción que del espacio tuvieran sus habitantes existió permanentemente una confrontación cultural e ideológica que hizo imposible la construcción de un proyecto a gran escala de ciudad en Colombia, atravesado, como no, por nuestros incesantes conflictos relacionados a la tenencia del territorio. Enmarcado en el análisis de esos tres aspectos podemos ver como esta modernización centrada en aspectos de transformación física no incluyó un modelo de formación de pensamiento moderno continuo. Sin embargo si existió un ánimo por construir dicho proyecto modernizador, que fue posible gracias al cambio de gobierno ocurrido en 1930 cuando se inicia la llamada república liberal durante el mandato de Alfonso López Pumarejo, con su programa “La Revolución en Marcha” se iniciaron los cambios a través de la construcción de edificios que. [13].

(14) dieran cuenta de la idea de nación como la Universidad Nacional, la Biblioteca Nacional, Radio Nacional, entre otros. La mirada de esta república liberal evidenciaba una preocupación por la construcción de lo público y un intento por hacer corresponder la modernidad con la modernización introduciendo elementos como la cédula de ciudadanía.. [14]. Durante la administración de Jorge Eliecer Gaitán alcalde entre 1936 y 1937 quien tenía una visión envidiable de la relación que debía existir entre lo público y la conformación de una ciudad, se hizo evidente la importancia de la construcción de una percepción y un pensamiento moderno, evidenciado en su afán pedagógico para educar a la ciudadanía en las acciones colectivas, siendo ellos quienes se encargaran de enfrentar los problemas del territorio, así como su preocupación por la cultura, creando espacios de conciertos gratuitos, la inauguración de la primera feria del libro, entre muchas otras actividades que correspondían con el intento de hacer posible este espíritu modernizador. Demostrando que cuando los ciudadanos se reconocen en lo público, quieren y trabajan por su territorio se hace posible la dignificación de la vida en la ciudad. En 1938 se realiza un mapa cartográfico de Bogotá, hecho por la oficina de nomenclatura, el historiador Zambrano (2018), dice que en este momento se pasa de administrar la ciudad a gobernarla (conocer el territorio para poder dirigirlo). A pesar de ello, el sueño de la Bogotá moderna se hunde en la década del 40, con el surgimiento de la violencia, este suceso histórico desbarató las instituciones que estaban instauradas, poniendo al estado y a su institucionalidad al servicio de las querellas entre liberales y conservadores, provocando el fracaso del proyecto de gobierno urbano de la década de los años 30.. Como consecuencia de ello, el modelo de la especulación mercantil sobre la urbanización se aceleró y se convirtió en la única vía de la ciudad para desarrollarse. La inexistencia de un discurso acabado sobre la ciudad o el hecho de que no se identifique nítidamente un proyecto mayor que unificara al Estado y sectores dominantes de la sociedad, fue suplido por una cultura “subterránea” de la que hablo en las parábolas, que se configura en el día a día por un quehacer que sobre la marcha y los hechos elabora e incorpora los elementos de una perspectiva moderna sobre la ciudad y la convivencia de una sociedad urbana, seguida de una versión fragmentada de la metrópoli de la que habla Pérgolis y que traigo a colación en este momento a propósito de la importancia de los espacios públicos dentro de la construcción de ciudadanía. La continuidad que tenían las estructuras urbanas en Colombia desde su fundación hasta mediados del siglo XX, es su principal rasgo de identidad: “La arquitectura de las ciudades colombianas, nunca se propuso cómo un lenguaje de construcciones aisladas, por el contrario, hasta la modernidad, fue una arquitectura de largos parámetros continuos, que definieron el marco del espacio público” (1998). Formando en un tejido denso casi que compacto donde la manzana se convirtió en la unidad morfológica por excelencia. Sin embaro como menciona Pérgolis el problema lo encontraríamos en su choque con la modernidad:. ordenar el crecimiento de las ciudades, no permitió que las estructuras tradicionales se fragmentaran naturalmente, al alcanzar determinadas dimensiones y dejaran ver que la ciudad se asemeja más a una red tensional entre fragmentos arbitrarios. (p. 40) Dentro de esta modificación, las vías primarias que llevaban a Soacha, Tunjuelito, Engativá, Suba y Fontibón fueron determinantes en la estructuración de las mismas en el siglo XX, así como los ríos y quebradas que descienden desde los cerros orientales, porque desde allí se obtenía el agua para los primeros acueductos. Para la época del tránsito de la ciudad colonial a la ciudad moderna, el lugar ocupado por la Localidad Rafael Uribe Uribe, aún era considerado zona rural, estaba constituido por haciendas ocupadas en el cultivo y el pastoreo, conventos, molinos y algunos talleres de tejidos. Era la periferia del sur, los lugares fundamentales eran la Quebrada de los Molinos, el Molino de la Hortúa, Tres Esquinas, el cruce entre lo que hoy es la Avenida Caracas y la avenida primera iniciaba los caminos a Soacha y a Tunjuelo. El lugar donde se encontraban las iglesias, las comunidades religiosas y las propiedades de las mismas, fueron fundamentales en la conformación de muchos de los barrios populares del sur bogotano.. La urbanística moderna cortó y reorganizó ese tejido continuo, en partes pretendidamente coherentes entre sí y con la totalidad, estableciendo áreas especializadas para vivienda, industrias, comercio, administración, etc. Esta zonificación funcional, que se llevó a cabo para. EL PESEBRE, NOVIEMBRE 2018..

(15) [15].

(16) 2.2 LA CREACIÓN DEL INSTITUTO DE CRÉDITO TERRITORIAL: LOS AÑOS 30, EL CONTEXTO DE LA ÉPOCA Y LA IMPORTANCIA DE LOS MOVIMIENTOS OBREROS. [16]. Entre 1910 y 1922 las huelgas se hicieron constantes, los obreros se organizaron en pro de exigir mejoras en las condiciones de trabajo. El gobierno de esa época utilizó la represión abanderada en contra del anarquismo y el comunismo, seguida de una política paternalista para hacerle frente a los reclamos, (dichas políticas estaban encaminadas a regular los conflictos y evitar que se radicalizaran), lo que se expresó en la creación de programas de gobierno como el Instituto de Crédito Territorial en 1929, entidad que se encargaba de construir y conceder crédito para la compra de vivienda con subsidios del estado sobre el precio de las viviendas y la tasa de interés3, este daría lugar a la construcción de la unidad habitacional del Quiroga. Pero no solo fue la creación del Instituto de Crédito Territorial la estrategia que cimentó este proyecto modernizador y paternalista, en 1932 se fundó el Banco Central Hipotecario con el objetivo de estimular al sector de la construcción a través del crédito. Para la década de los veinte el gobierno se encontraba desgastado, en Bogotá había un ambiente hostil, como menciona Melo “En 1920 se expidió una ley permitiendo las huelgas sometidas a ciertas condiciones y etapas de negociación” (2017, p.187), esto seguido de un descredito dado por la represión de las manifestaciones que existían en contra del clientelismo y la 3 Ley 200 de 1939. Con las reformas de 1942 y 1948 el ICT pasó a otorgar préstamos a cooperativas de empleados y a la construcción y adjudicación de vivienda urbana.. corrupción (un contexto que encuentro similar al de nuestros días), a lo que se sumó un estudiante muerto y la masacre bananera ocurrida el 5 y 6 de diciembre de 1928. Luego de años de bonanza y prosperidad gracias a la deuda, se recrudeció el panorama nacional, el gobierno tuvo que despedir a más de 20.000 trabajadores de las obras públicas, acentuando una cultura política autoritaria, intolerante con la disidencia y un sistema electoral que no brindaba las garantías de trasparencia para sus electores, identificado con la violencia y el fraude. Estos acontecimientos hicieron que el pueblo respondiera luchando ferozmente contra las derrotas que juzgaban inválidas. El enfrentamiento se apoyó en la contienda de opuestos entre la clase obrera contra la oligarquía y el catolicismo contra el liberalismo. Las desigualdades y las diversas formas de discriminación sirvieron para alentar el conflicto político y justificar la revolución. Este escenario terminaría por sumar a Colombia al panorama de la crisis mundial.. ca del sindicalismo y el socialismo en pro de generar estrategias que aseguraran su participación política.En contra del gobierno conservador, se sumaron las fuerzas del sindicalismo, junto con los movimientos inspirados en el socialismo que coincidió con el esfuerzo liberal por volver al poder. Aunque la distribución de la riqueza en la nación fue siempre desigual, en los años veinte la percepción se hizo clara y justificó el lenguaje radical de los intelectuales en contra de la corrupción. Los pensadores de la época propusieron una idea de progreso que más que estar pensada en estrategias que potenciaran el desarrollo económico y el mejoramiento gradual de la sociedad, encontraba su base en la justicia social y la concepción del ciudadano en relación con lo público; en pocas palabras en la edificación de pensamiento moderno, una idea política que vino a tomar forma en la primera década del siglo XXI en los gobiernos de sur América, sin embargo en Colombia 100 años después, sigue siendo un sueño lejano.. Por aquella época, la construcción de barrios obreros en las ciudades principales se volvió prioritaria cuando las diferentes industrias dieron luz a un sector obrero numeroso, el rápido crecimiento de este preocupó a los dirigentes más conservadores y religiosos, que hablaban de los riegos para la moral y el orden que traía consigo el incremento de la clase trabajadora en las urbes.. Para 1920 Los cafeteros promovieron la noción de que los minifundios eran la solución a los conflictos sociales, como ya pasaba en Antioquia, Caldas, Santander y otras regiones similares. Los partidos socialistas y la izquierda liberal presentaron el latifundismo como el responsable del atraso rural en las llanuras del atlántico y de la opresión de la población de tradición indígena de Cundinamarca, Boyacá, Cauca y Nariño.. Obreros y artesanos, ayudados por jóvenes liberales, fundaron el 1909 la unión industrial y obrera. Para la década de los años 30 existía una organización artesanal combativa, que daría luz a los conflictos entre las autoridades y trabajadores, expresadas en motines y desordenes. Los líderes del gremio artesanal combinaban la defensa del proteccionismo con diversas ideas acer-. La tradición de la guerra civil para 1924 y 1929, estaba llena de nuevas ideas revolucionarias para acabar con los largos periodos de gobiernos conservadores, los jóvenes se unían al liberalismo con el sueño del cambio a la luz de la revolución rusa y del marxismo, así fue como las ideas de la revolución armada se fortalecían entre las organizaciones obreras..

(17) 2.3 LA TIERRA PROMETIDA: SUEÑOS DE MODERNIDAD PARA EL BARRIO OBRERO Así como en el mito fundacional religioso judeo-cristiano en el que dios prometió una tierra a su pueblo, el gobierno prometió a sus campesinos a través del Instituto de Crédito Territorial las primeras unidades de vivienda urbana para conformar los sueños modernistas de la época. El reto estaba puesto en darles forma a las grandes ciudades y realizar el tránsito de la ciudad colonial a la ciudad moderna, una tierra de confort y oportunidades, que en similitud al mito de la tierra prometida, tenía y tiene una gran pluralidad de rasgos geográficos y comunales. En el caso de Bogotá y su relación con los procesos de modernización tardía, tratando de perfilar esa ruta moderna para la trasformación de la ciudad Fabio Zambrano acuña lo siguiente: A causa de la débil integración de Bogotá al mercado mundial, las transformaciones económicas fueron pasajeras y superficiales y causaron cambios profundos en el panorama social. Los principales grupos urbanos de fines del periodo colonial continuaban presentes a principios del siglo XX. Nos referimos a los artesanos, religiosos, rentistas, comerciantes y empleados en los llamados oficios menores (1989, p.17-18) En el libro El café en Colombia (1950-1970), Marco Palacio explica que la forma en la que el país se enfrentó a este proceso de modernización más que la creación de un espacio nuevo surgió como una yuxtaposición de panoramas, la “superposición de un país campesino y cafetero a una nación moderna” (2002), recordándonos la bonanza que Colombia vivía a causa de las. exportaciones de café para las primeras décadas del siglo XX. Es probable que de esta superposición surja lo que Del Castillo denomina como la inexistencia de un discurso unificado en el proyecto de ciudad durante el proceso de modernización del país. Esta situación fue suplida por una cultura “subterránea”, por un hacer cotidiano en la construcción de la nueva ciudad, que sobre la marcha y los hechos elaboró e incorporó los elementos de una perspectiva moderna, el desarrollo y la convivencia de una sociedad urbana (2003). De esa yuxtaposición es importante e innegable reconocer cómo Bogotá es el resultado de un proceso de continuas migraciones producto del éxodo rural iniciado en los años 30, de la época de la violencia bipartidista, del narcotráfico, del conflicto armado y últimamente del gran éxodo venezolano que sin duda alguna escribirá un nuevo capítulo en la historia del país y del continente.. 2.4 RAFAEL URIBE URIBE: EL QUIROGA Y EL PESEBRE LA TIERRA DE LA PROMESA La localidad tomó su nombre en memoria del abogado, líder liberal y parlamentario nacido en Antioquia Rafael Uribe Uribe quien fue asesinado el 15 de octubre de 1914 en Bogotá. Se construyó en el espacio que antiguamente era ocupado por las haciendas y fincas Llano de Mesa, Santa Lucía, El Porvenir, La Yerbabuena, San Jorge, Quiroga, Granjas de San Pablo, Granjas de Santa Sofía, Los Molinos de Chiguaza y La Fiscala. Aunque esos terrenos estaban poblados desde la época colonial, su nacimiento como territorio urbano se desarrolló durante el. siglo XX, como consecuencia de las migraciones masivas que se dieron desde el campo hacia la ciudad, en especial de obreros. Durante la colonia sus tierras fueron distribuidas entre personajes importantes de la ciudad, e históricamente hizo parte del antiguo municipio de Usme. En la primera etapa de construcción surgieron los barrios obreros Quiroga, Olaya, El Libertador, Bravo Páez, Santa Lucía, Marco Fidel Suárez, San Jorge y Centenario, a lo largo de la década de los años treinta El Claret, durante la década del cuarenta El Inglés y Murillo Toro. En la segunda etapa, comprendida entre 1950 y 1980 se generó el mayor crecimiento urbano de la localidad en el que predominaron los contrastes entre las construcciones legales e ilegales. La importancia de la relación simbiótica de los barrios que quedan debajo de la Caracas como el Quiroga, Olaya, Inglés y Libertador y los que quedan arriba de la avenida como Colinas y Río de Janeiro conocido popularmente como el Pesebre, existió desde su fundación, muchas de las familias que no tuvieron acceso a las viviendas que daba el Insituto de Crédito Territorial, decidieron poblar las laderas de la montaña. En 1952 se convirtió en la primera invasión masiva del Distrito, que dió origen al barrio Las Colinas en 1961, y durante los años 70 a los barrios Villa Gladis (reconocido por sus polvorearías), Los Chircales (conocido por las ladrilleras), Socorro, El Consuelo, Molinos I, Palermo Sur, Mirador y San Agustín. Estas primeras invasiones dieron lugar a más urbanizaciones, construidas por los inmigrantes de provincia en las zonas altas ubicadas al oriente de la localidad. La última etapa de crecimiento de la localidad va desde 1980 hasta nuestros días, donde continúa la construcción en la par-. [17].

(18) te alta y media como consecuencia del surgimiento del barrio Diana Turbay en 1979, promovido por un reconocido urbanizador ilegal del sur de Bogotá. El Instituto de Crédito Territorial, que fue remplazado por el INURBE, acabado durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, promovió la conformación de asentamientos legales, como es el caso de Ciudad Bochica Sur y Molinos. Sobre esta diferenciación del territorio que se convierte en un límite social, se describe en la ficha básica de la localidad:. [18]. Posee una parte plana, prolongación de la Sabana de Bogotá, donde se concentran las viviendas más antiguas de la localidad y otra parte de media montaña, territorio quebrado y pendiente de crecimiento acelerado y desordenado, de mal uso urbanístico y explotación de canteras y chircales (Historia de Rafael Uribe Uribe, s.f.). La importancia de la fundación de estos barrios como una forma de expresar los intentos del gobierno nacional por conformar un estado moderno son evidentes en el discurso de Carlos Lleras Restrepo en 1942 al inaugurar los trabajos de construcción del primer barrio popular de Bogotá: La construcción de los barrios populares modelos responde a una necesidad tan palpable y notoria, que casi resulta inútil emprender su defensa… Lo que la trasformación de la vivienda y los hábitos sociales representa como labor educativa y civilizadora, como aumento efectivo en el rendimiento del trabajo, como elevación de la moral en las costumbres, como higiene y salubridad. En nuestro nuevo mundo no existe la estratificación profunda que haga necesario, para cada cambio un previo cataclismo destructor y es conveniente que. jamás llegue a formarse. Hay una civilización para hacer un progreso por realizar, una sociedad cuyos lineamientos aun vagos admiten rectificaciones indoloras y suaves (30 años de servicio. Instituto de Crédito Territorial de Colombia. 1969. P. 60). Un discurso lleno de promesas que no escondía por supuesto la labor “civilizatoria” de la provisión de vivienda como una estrategia estatal en el control bio-político de sus habitantes. Es importante mencionar en este momento que la revolución técnica en el uso del concreto fue la que brindó la posibilidad de una vivienda digna y bien hecha a más personas. La Unidad Vecinal que se construyó en el Quiroga constó de más de 4000 unidades de vivienda, realizadas con métodos constructivos de prefabricación de piezas arquitectónicas, un proceso supervisado por el arquitecto Álvaro Ortega. Los terrenos donde la construcción empezó hacían parte de la Hacienda Quiroga que pertenecía a Jenaro González, quien posteriormente vendería el lote a la Beneficencia de Cundinamarca. Algunos de los criterios de selección para la construcción de la Unidad Vecinal fueron: 1) Que fuera cercano al centro de la ciudad (5 kilómetros), 2) que tuviese una topografía regular y 3) que el territorio contara con posibilidades de expansión pues la hacienda colindaba con diferentes terrenos vacíos. Desde el comienzo de su construcción, el barrio fue pensado para la población obrera, pero en un principio al encontrarse a las afueras de la ciudad, hacia que para los primeros pobladores conseguir alimentos y movilizarse a sus sitios de trabajo fuera una verdadera hazaña, debido a esto, las tipologías que fueron propuestas en su planeación cambiaron hasta. construir y encontrar espacios adecuados para el suministro. Otro factor importante fue que el sistema constructivo que se utilizó fue lo suficientemente flexible para permitir las modificaciones espaciales sin alterar la vivienda estructuralmente, por lo que son muy pocas las casas que se mantienen sin variaciones de su diseños originales, como es el caso de las unidades residenciales de la primera etapa con forma de bóveda en donde a través del lenguaje arquitectónico se quería hacer evidente el uso de concreto, mostrando las curvaturas de las cubiertas prefabricadas en fachada. Los usos del concreto por parte del estado alimentaron la idea de calidad en las construcciones que utilizaban este material, esto se ve reflejado en la edificación de las viviendas informales, que a pesar de no estar supervisadas ni planeadas por profesionales y ser construidas con métodos vernáculos se realizaron con ladrillo y cemento. En una descripción muy detallada,, documentada en el libro sobre “El joya” dedicado a la historia del peligroso criminal del barrio Quiroga, escrito por Yesid Quiñones, uno de los primeros habitantes del barrio se refiere a los asentamientos iniciales de esta manera: Me gustaba verlos disfrutar de los últimos rincones de campo que todavía quedaban de aquella hacienda grandísima que hacia 1950 vendrían a urbanizar con el nombre de Urdaneta Arbeláez. El nombre de Quiroga fue posterior, ya uno llegaba al paradero de buses urbanos ubicado en el parque en frente a la iglesia del Olaya. Al pasar la veintiocho, dos cuadras hacia el sur uno llegaba al barrio..

(19) Los Joya, los Peña, Los García, así como todas las familias que vinieron a estrenar barrio procedían casi siempre de los pueblos. Los Joya por ejemplo eran del Líbano, Tolima, una familia traída por la violencia, por ser liberales gaitanistas, pudieron respirar primero un poco de paz en una pieza del barrio Centenario y luego en el Restrepo para que por último el Instituto de Crédito Territorial les adjudicara la casita en 1954, durante el gobierno de gurropin4. Al papa no le alcanzó la plata para comprar la octava etapa que era la mejor, y a los chinos les pusieron los cocacolas varados. Casitas de un solo piso en Teja, Así fueron estas, las de la primera etapa, entre las veintitrés para arriba hacia la Caracas, en la quinta etapa: casi todas las casas tenían una fachada parecida a las bóvedas, por lo que se les conoció con el nombre de “el cementerio de los vivos”. La sexta, séptima y octava etapa fueron en su totalidad de dos pisos, algunas en forma de bóveda y las otras con placa de cemento. Y los techos habitados siempre de golondrinas que vagaban por ahí de mañana a tarde. Vinieron luego las bandadas de pajaritos, de palomas que embardunaban de caca los tejados y la invasión posterior de gatos y ratones. La gente construía poco a poco según fueran mejorando sus ingresos: una pieza atrás en el patio, echaba la plancha, un segundo piso, la escalerita y luego la de adelante: una sala grande para bailar cómodamente, instalaban las puertas y completaban los muros. La necesidad de construir apremiaba porque había mucha familia. 4 Gurropin era el apodo con el cual se conoció en la época al expresidente colombiano Gustavo Rojas Pinilla.. La Caracas era una avenida angosta. Del río Albina para allá, hacia las laderas de las colinas se apreciaba un paisaje de bosques.. un policía que contaba con ocho hijos y los García en la esquina posterior (2008, p.27).. Aquello era una finca grande donde aún sobrevivían cultivos de cebada y trigo hasta llegar a Santa Lucía y San Carlos. Barrios de una que otra casa. Bogotá no iba más allá. Del Tunal para el sur solo eran bosques y potreros. Según dicen el Quiroga fue construido sobre un lago o un pantano, sobre un relleno. Pasaba un arroyo por donde ahora es el barrio Las Lomas y ahí nos bañábamos porque sus aguas eran cristalinas. Había una casa abandonada en la mitad de la loma, lo que hoy día es el Pesebre, que llamábamos el Castillo. Al subir Rojas Pinilla al poder, buena parte del barrio estaba construido y él lo continuó. En la primera etapa, que es en la que yo vivo sobre la veintiocho, se instalaron las primeras familias para poblar el barrio. En 1955 ya estaban los Peña en la esquina occidental, la mamá, doña Julia, tenía una tienda de líchigo que atendía con 7 hijos. Enseguida los Camargo, unos nueve chinos que no se metían con nadie. Luego la casa de un policía, el papa de Carlos, Inés y seis pelados más. Los Calderón y después como ya dije los Joya que eran ocho hijos y en la esquina los Salazar.. [19]. En la acera de enfrente quedaba la panadería Boyacá, del viejo Díaz, junto a la que llamaban la casa de los pobres, la de los Sánchez que eran unos once y donde todos llegaron a ser albañiles. Enseguida los Mora que eran otro montón, pero a diferencia de los anteriores, todos son hoy profesionales que hace tiempo abandonaron el barrio. De ahí en adelante los Romero que tenían miscelánea, la familia de ANÓNIMA.(1969).EL QUIROGA. INSTITUO DE CRÉDITO TERRITORIAL,30 AÑOS DE SERVICIO..

(20) 3. NOSOTROS LOS CONDENADOS. MARGINALIDAD Y DESEO. [20].

(21) 3.1 EL MITO DE LA MARGINALIDAD URBANA. DEL CONCEPTO AL BARRIO OBRERO EN BOGOTÁ. Alrededor de la urbanización en Latinoamérica surgieron muchas teorías asociadas a los cambios económicos que ocurrieron desde la primera veintena del siglo XX, el debate por aquella época sobre la urbanización era radical y la mirada decimonónica otorgaba a unos la civilidad y a otros la barbarie, a esto le siguieron una serie de estudios urbanos adelantados desde la sociología, la historiografía y la literatura que vinieron a afianzar el urbanismo como disciplina en la academia y el sector público, dentro de estas teorías me propongo analizar la de la marginalidad urbana en Bogotá y en la localidad Rafael Uribe Uribe. Cuando la pobreza en las ciudades se convirtió en una problemática de interés, el crecimiento de la urbanización desmedido debido a las migraciones masivas, dió luz al concepto de marginalidad como un derivado de la pobreza urbana. Jhon Williams En el libro Cambio y evolución discursiva en el análisis de la ciudad latinoamericana: de la dependencia a la globalización (2006) nos explica como los gobiernos del mundo encausados en el proyecto modernizador, pusieron sus esfuerzos en el desarrollo de estrategias económicas, con la pretensión de acabar la marginalidad a través de las políticas de remoción de barrios informales, legitimando el carácter excluyente de los estados modernos y segregando a la población a través de una política urbana que él llama de tipo quirúrgico, aplicada en los programas de erradicación de los barrios. Esta idea cumplió una función ideológica y política para sostener un orden social, justificando así la desigualdad extrema y la incapacidad del estado para ofrecer unos estándares de calidad de vida dentro de las urbes.. Robert Park el periodista y sociólogo urbano estadounidense fue uno de los pioneros en el análisis de dichos fenómenos, Park utilizaba a la ciudad de Chicago como un laboratorio. Sobre uno de sus ensayos más importantes Migración y hombre marginal (2000) nos explica que la desorganización y la desmoralización social de las personas migrantes que llegan a un nuevo territorio y se enfrentan con esta cultura de una forma brusca, no es un síntoma de declive, sino un proceso, una fase natural necesaria en la recomposición del grupo social. Park, quien fuera alumno de Georg Simmel en Berlín, compone su tesis en relación con la noción de extranjero de Simmel, situado en el contexto de una ciudad moderna. Simmel es consciente de que la marginalidad surge de la urbanización y la industrialización de las sociedades contemporáneas, señalando que esta define una personalidad en tránsito, que aislada y desprotegida, busca una oportunidad para echar raíces en medio de una cultura dominante. De lo anterior podemos concluir que esa marginalidad la entendía como parte de un proceso civilizatorio, donde lo que importaba, son las condiciones de adaptación de los migrantes y reconocía la necesidad de los procesos de migración, para los avances culturales de la humanidad. En contraste con esta visión compleja sobre lo marginal, en el contexto de Colombia y gran parte de Latinoamérica, derivó en una especie de determinismo cultural, en el que la marginalidad y la pobreza se explican a través de las deficiencias culturales comportamentales: “la marginalidad fue considerada la fuente de todas las formas de desviación, perversidad y criminalidad, purificando así la autoimagen del resto de la sociedad” (Perlman. 2003. P.19).. FAMILIA BAJANDO POR LA ESCALERA PRINCIPAL DEL PESEBRE. JUNIO DE 2018.. La violencia de los académicos y políticos convirtió a los pobres en los culpables y todos lo creyeron incluyendo a los pobres. La construcción de los barrios informales, en la discusión sobre la población marginal, tiene su principal argumento en que la ciudad de Bogotá al igual que las principales capitales de Latinoamérica, continúa creciendo más allá de su capacidad para absorber y brindar garantías a la población migrante. En el caso de la localidad, el territorio se asoció históricamente con el peligro y el crimen, aunque la ciudad ha extendido sus límites y multiplicado sus barrios de periferia, el estigma que aún sobrevive sobre Rafael Uribe Uribe, especialmente en su parte montañosa, es la imagen colectiva del espacio. Basta con ver el artículo propagandístico de la gestión del Alcalde Enrique Peñalosa titulado “Duro golpe de Peñalosa a estructuras criminales en Rafael Uribe Uribe” publicado en la página web de la Secretaria Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (2017). Es aquí donde se hace claro la falta de conciencia de la clase dirigente, que aún es incapaz de gobernar esta ciudad porque no desea conocerla y la forma en que abordan los problemas que atañen a las condiciones de las márgenes, la tesis sigue asociando la marginalidad espacial a problemas de conducta y establece a la vigilancia policial como el medio de solución del conflicto (como si vigilar, controlar y castigar fueran sinónimo de gobernar) en el mismo artículo, se asegura que: “Con trabajo de inteligencia su administración capturará a más cabecillas de bandas.” Y como buena muestra de su gestión terminó por señalar “Muchas de las organizaciones criminales que están en la ciudad, están ya infiltradas,. [21].

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