El agua dulce en la cultura hitita

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Tesis presentada por:

Ana Arroyo Cambronero

para la obtención del título de Doctor por la Universidad Autónoma de Madrid (U.A.M.) con la mención de “Doctorado Europeo”

Tutor/Co-Director:

Dr. Joaquín M. Córdoba Zoilo, Catedrático de Historia Antigua

del Departamento de Historia Antigua, Medieval, Paleografía y Diplomática, Universidad Autónoma de Madrid (U.A.M.)

Co-Director:

Univ.-Prof. Dr. Jörg Klinger, Institut für Altorientalistik, Fachbereich Geschichts- und Kulturwissenschaften,

Frei Universität Berlin (FU-Berlin

)

Informes externos:

Prof.-Dr. emeritato Alfonso Archi, Facoltà di Lettere e Filosofia, Universitá di Roma - “La Sapienza”

PD Dr. Ariel Bagg, Seminar für Sprachen und Kulturen des Vorderen Oriens / Assyriologie Ruprecht-Karls-Universität Heidelberg

Universidad Autónoma de Madrid (U.A.M.)

2014

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A mis abuelas, DINGIR.MA! , porque les hubiera gustado verlo.

A mis padres, sin los que no hubiera sido posible verlo.

ÍD-a! ara!zi

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En la realización de la presente Tesis he tenido la gran fortuna de contar con la ayuda y el apoyo de muchas personas e instituciones a las cuales quiero mostrar mi profundo agradecimiento.

Al DAAD (“Deutscher Akademischer Austauschdienst”) y “La Caixa”, por la beca de investiga- ción en Alemania sin cuyo aporte económico me hubiera resultado casi imposible completar esta Te- sis, y al “Institut für Altorientalistik” de la “Frei Universität” (FU) de Berlín, por la oportunidad de hacerlo en su sede. Al “DAI-Orient Abteilung” (“Deutsches Archäologisches Institut-Orient Abtei- lung”) de Berlín y a todos sus trabajadores, por la cálida acogida que me brindaron, y en especial al personal de su biblioteca, Elena Tens y Jana Friedrich, quienes han puesto a mi disposición todos los recursos de la misma sin límite de horarios y me han dotado de un espacio de trabajo en ella.

A mis dos Co-Directores, Prof.-Dr. Joaquín M. Córdoba y Prof.-Dr. Jörg Klinger, por haberme acogido como alumna suya de doctorado, por su paciencia ante mis dudas, inseguridades y errores, por sus oportunos y sabios consejos y observaciones sobre mi trabajo y por su apoyo constante duran- te estos años. Sin ellos hubiera estado perdida en una maraña de información y sin su experiencia y buen hacer como profesionales en sus respectivos campos no me hubiera sido posible dar el trata- miento adecuado al contenido de este trabajo.

A la Prof.-Dr. Suzanne Herbordt quien puso a mi disposición sus conocimientos sobre Arqueo- logía, Iconografía y jeroglífico anatólico que me fueron de grandísima utilidad, me ha provisto con publicaciones recientes relativas a mi tema de estudio y me ha prestado un apoyo y aliento constantes.

A Annik Payne, por su ayuda también en materia de jeroglífico anatólico y la información bibliográfi- ca prestada para la lectura de aquellos más problemáticos. Al Prof. Ariel Bagg por su amable y pronta disposición a resolver mis dudas en materia de Hidráulica y por la redacción de uno de los informes necesarios para la presentación de esta Tesis. Al Prof. Emérito Dr. Alfonso Archi quien me brindó la oportunidad de poder estudiar y trabajar con él durante el primer período de investigación de mi doc- torado en la Universidad de Roma “La Sapienza”, por su generoso apoyo y sus oportunas observacio- nes durante todos estos años, así como por haber redactado también él uno de los informes requeridos.

A Alfredo Aparicio y a Francisco R. Badenes, quienes han puesto a mi disposición sus conocimientos sobre Geología y Petrografía el primero, e Hidráulica el segundo, y quienes han revisado los capítulos y parágrafos correspondientes a estas materias. A Federico Manuelli, quien me ha facilitado valiosa información sobre cerámica hitita y ha enriquecido mis conocimientos sobre Arqueología durante el período en que excavamos juntos en Arslantepe/Malatya. A Álvaro Santamaría, por haber invertido su tiempo y esfuerzo en retocar y convertir en presentables algunas de las imágenes del Catálogo. A José Arroyo, quien ha realizado con infinita paciencia y mejor profesionalidad los mapas, ilustraciones y dibujos necesarios para completar con imágenes mis palabras.

Con mis compañeros del “Institut für Altorientalistik” y del “ Institut für Vorderasiatische Archäologie” de la “Frei Universität” (FU) de Berlín, que me han mostrado siempre su apoyo, comprensión y cariño; estoy en deuda por su apoyo emocional constante y largas y productivas con- versaciones sobre algunos de los puntos de esta Tesis, así como sobre otros particulares metodológi- cos, históricos, filológicos y arqueológicos en los ámbitos de su competencia dentro del Próximo Oriente Antiguo; y en especial con Patrizia Camatta, Roswhita Del Fabbro, Marta Pallavidini y Ange- la Greco. Un agradecimiento especial se lo debo a Christoph Purschwitz por sus sagaces comentarios sobre Geografía y su dulzura para conmigo, a Johannes S. Bach por su incansable apoyo, las horas in- vertidas a mi lado en la corrección de mi alemán y nuestras frecuentes conversaciones sobre Metodo- logía, Literatura y Filología, además de por su cercanía y aliento; a M. Bianca d’Anna, sin cuya ayuda en la realización del Catálogo de imágenes, éste no hubiera sido posible; quien me ha ayudado a resol- ver algunas cuestiones espinosas sobre Arqueología y quien ha sabido estar a mi lado en los momen- tos más difíciles; y a Costanza Coppini, con quien he discutido hasta extenuarla muchos de los temas tratados en esta Tesis y en especial aquellos más conflictivos, y cuya amistad, inconmensurable pa-

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acompañará siempre. Todos ellos han iluminado parte de las zonas oscuras que encontraba, han hecho de mi vida en Berlín una gran experiencia personal y profesional y me han regalado, además, su amis- tad, sin la cual mi estancia en esta ciudad no hubiera podido ser ni productiva, ni desde luego, fácil.

A Elsa González, David Rodríguez y Cristina Barés, por haber sabido conservar la amistad que nos une y sin la cual no hubiera tenido la tranquilidad emocional necesaria para acometer esta empre- sa, así como por sus observaciones y consejos. A Raquel Hernández, con quien he mantenido extensas y fructíferas conversaciones sobre Filosofía y con la que disfruto de una larga amistad no deteriorada por el tiempo ni la distancia. A Bárbara Solans, incansable en prestarme su ayuda, especialmente con el manejo de los diferentes programas informáticos; sagaz en sus comentarios acerca de la metodolo- gía más conveniente a seguir y perspicaz y aguda en la lectura atenta de muchos de los capítulos y pa- ragráfos de que consta esta Tesis; además de por haberme regalado también ella su amistad, in- quebrantable a pesar de la distancia y las dificultades y que la ha llevado ha embarcarse conmigo en un viaje inolvidable por gran parte de Turquía para que yo pudiera documentar sobre el terreno muchas de las estructuras analizadas en estas páginas. A Julio C. Herraiz, sin el que, sencillamente, yo

“no hubiera llegado tan lejos”.

A mi familia, que ha conseguido abatir las barreras del tiempo y del espacio para estar siempre a mi lado y hacer que no me desalentara, y en concreto a mi hermano, Daniel Arroyo, quien ha sabido aportarme las necesarias dosis de alejamiento para que los árboles no me impidieran ver el bosque. A mis abuelas, Pilar Calvín, Isabel Campos, Carmen Campos y Josefina Campos, quienes a pesar de que no puedan ya leer estas páginas, me impulsaron y me apoyaron siempre en seguir adelante. Y a mis padres, Mª Nieves Cambronero y José Arroyo, sobre todo a ellos, porque ellos me han dado la oportu- nidad de estudiar y de hacerlo donde creí más conveniente, porque nunca desfallecieron para que yo no pudiera tampoco hacerlo, porque siempre estuvieron a mi lado y porque han sacrificado el que yo estuviera cerca de ellos para que pudiera finalizar mi doctorado. Nada de lo aquí contenido hubiera si- do posible sin ellos.

A todos ellos les estoy profundamente agradecida, y soy consciente de que, a pesar de su ayuda, todos y cada uno de los errores e incorrecciones contenidos en estas páginas son de mi única responsabilidad.

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I.I.Notas sobre la transcripción ... VIII

1.Introducción

...1

2.Geografía

...4

2.1.Introducción

...4

2.2.Consideraciones generales: Geomorfología e hidrografía ..

...5

2.2.1.- Geomorfología ... 5

2.2.2.- Clima e hidrografía ...7

2.3.Meseta Central anatólica ...

...10

2.3.1.- Región de los lagos y curso alto del Sakarya ...12

2.3.2.- Curso medio del Kızılırmak ...13

2.3.3.- Curso alto del Kızılırmak ...14

2.4.Cordillera del Tauro

... 15

2.4.1.- Tauro occidental ... 16

2.4.2.- Tauro central ... 17

2.4.3.- Tauro oriental ... 18

2.5.Cordillera del Ponto ...

... 19

2.6.Sistema de montañas y rifts del oeste

... 20

2.7.Anatolia del sur

... 21

2.8.Conclusión

... 22

3.Iconografía

... 25

3.1.Introducción

... 25

3.2.Elementos representados

... 38

3.2.1.- Objetos ... 38

3.2.1.1.- Vestimenta ... 40

3.2.1.2.- Panoplia ... 45

3.2.1.3.- Símbolos ...48

3.2.2.- Zoomorfos ... 51

3.2.3.- Antropomorfos ...53

3.3.Relación entre imagen e inscripción ...

... 58

3.4.Conclusión ...

... 61

4.Corpus del material arqueológico

... 65

4.1.Extramuros ...

... 65

(6)

4.1.1.- Fuentes ... 65

4.1.1.1.- Eflatun Pınar, Aslanta! y Fasillar ... 65

4.1.1.2.- Yalburt... 73

4.1.2.- Relieves ... 76

4.1.2.1.- En relación con un manantial y una montaña ...76

4.1.2.1.1.- Hatip ... 76

4.1.2.1.2.- Akpınar ... 80

4.1.2.2.- En relación con un río y una montaña ...84

4.1.2.2.1.- Hemite ... 84

4.1.2.2.2.- Fıraktın ... 86

4.1.2.2.3.- Ta!çı ... 92

4.1.2.3.- En relación con un paso de montaña ... 97

4.1.2.3.1.- Karabel ... 97

4.1.2.3.2.- Hanyeri ... 101

4.1.2.3.3.- Imankulu ... 105

4.1.2.3.4.- Keben ... 108

4.1.2.4.- En relación con un río y una estructura ...110

4.1.2.4.1.- Sirkeli ... 110

4.1.2.4.2.- Gâvurkalesi ...113

4.1.3.- Consideraciones sobre la datación de los relieves ... 117

4.1.4.- Estructuras hidráulicas ... 122

4.1.4.1.- Generalidades ... 122

4.1.4.2.- Conducciones ... 126

4.1.4.3.- Fuentes ...128

4.1.4.4.- Depósitos: cisternas y estanques ... 129

4.1.4.5.- Presas ...131

4.1.4.6.- Potabilidad ...136

4.1.5.- Embalses ... 137

4.1.5.1.- Karaküyü ... 137

4.1.5.2.- Köylütolu Yayla ...142

4.1.5.3.- Gölpınar ...146

4.2.Intramuros ...

...147

4.2.1.- Bo"azköy / #attu$a ... 147

4.2.1.1.- Conjunto en la Südburg: ‘Ostteiche’ 1 y 2 y “Cámaras” 1 y 2 ...150

4.2.1.2.- ‘Quellgrotte’, ‘Unterstadt’ ... 159

4.2.1.3.- ‘Wasserbecken’, Büyükkale ... 163

4.2.1.4.- Edificio C, Büyükkale ... 166

(7)

4.2.1.5.1.- Los estanques de ‘El Barrio de los Templos’... 168

4.2.1.5.2.- Los ‘Südteiche’ ... 170

4.2.1.6.- Instalaciones en los templos: Pilas y bañeras ...174

4.2.1.7.- Pilas en la ‘Ostplateau’ ... 175

4.2.1.8.- Pila en la ‘Oberstadt’ ... 176

4.3.Extramuros pero asociadas a un recinto de población

... 177

4.3.1.- Yazılıkaya, !attu"a ... 177

4.3.2.- Ku#aklı/$ari""a ... 208

4.3.2.1.- $uppita""u, Ku#aklı/$ari""a ... 209

4.3.2.2.- Embalses Noroeste, Suroeste y Sureste, Ku#aklı/$ari""a ... 213

4.4.Conclusión

... 219

5.Corpus de textos

... 222

5.1.El agua dulce como paradigma de fluído

... 222

5.2.El agua dulce como materia

... 231

5.2.1.- Punitiva ... 232

5.2.2.- Ritual ... 235

5.2.2.1.- Como término de comparación ... 236

5.2.2.2.- Como materia purificadora/higiénica ... 239

5.2.2.3.- Caracterizada ... 247

5.2.3.- Utilitaria ... 252

5.2.4.- Destructiva ... 259

5.3.Según su procedencia ...

... 265

5.3.1.- Fuente ... 265

5.3.1.1.- Como divinidad ... 276

5.3.1.2.- Como senda ... 286

5.3.2.- Río ... 292

5.3.2.1.- Como divinidad ... 300

5.3.2.2.- Como senda ... 302

5.3.2.3.- Como lugar puro ... 308

5.3.3.- Estancada ... 311

5.3.3.1.- luli(i!a)- ... 311

5.3.4.- Lluvia ... 317

5.3.5.- Dapi- / Dabi- ... 323

(8)

5.3.6.- DINGIR.KASKAL.KUR ... 330

5.4.Conclusión ...

... 338

6.Conclusiones

... 341

7.Zusammenfassung

... 353

8.Schlussfolgerungen

... 354

II.Abreviaturas bibliográficas ... 366

II.I.Bibliografía ... 385

III.Índices ... 441

Textos ... 441

Inscripciones ... 444

Sellos ... 445

Antropónimos ... 445

Topónimos, Hidrónimos y Orónimos ... 446

Teónimos ... 449

Montañas (!UR.SAG/MONS), Ríos (ÍD) y Fuentes (PÚ) hititas ... 450

(9)

(10)

I. Abreviaturas generales

abl. ablativo.

ac. acadio.

acc. acusativo.

ah antiguo hitita, período.

ápud. apud (= señala mención en la obra del segundo autor citado).

bl. bloque (con inscripción).

(C) Cuneiform (= cuneiforme).

cf. cónfer (= compárese).

d.-l. dativo-locativo.

dch. derecha.

Ed. Editor.

ed. edición.

ej. ejemplo.

esp. especialmente.

Fn Fußnote (= nota al pie)

gen. genitivo.

(H) Hieroglyph (= jeroglífico).

hat. hático.

hit. hitita.

hurr. hurrita.

Ibídem. ibídem. (= última obra citada).

Ídem. ídem. (= último autor citado).

Imp. Imperativo.

Inf. Infinitivo.

inst. instrumental.

izq. izquierda.

l. línea.

lk. R. linke Rand (= borde izquierdo)

LSU Landschenkungsurkunden (= documentos de entrega de tierras).

luv. luvio.

mh medio hitita, período.

MP Medio Pasivo.

MS Middle Hittite Script (= ductus medio hitita).

n. nota al pie.

N.A. Nota del/la autor/a.

ND nombre de divinidad.

nh nuevo hitita, período.

nom. nominativo.

NP nombre de persona.

NS New Hittite Script (= ductus nuevo hitita).

op. cit. opere citato (= en la obra citada).

p. página.

Part. Participio.

per. persona (gramatical).

pl. plural.

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Pres. Presente.

Pret. Pretérito.

Red. Redactor.

Rs. Rückseite (= reverso).

sing. singular.

ss. siguientes (páginas).

sum. sumerio.

Vs. Vorderseite (= anverso).

x En una transcripción: signo visible pero ilegible.

Entre cifras: por.

!(!) signo de glosa

= equivalencia.

[ ] texto cuneiforme reconstruido.

˹ ˺ signo(s) parcialmente perdidos.

( ) texto (español) reconstruido omitido en el original cuneiforme o citado.

§ parágrafo.

*123 signo jeroglífico.

*abc palabra reconstruida.

I. I. Notas sobre la transcripción

Para los textos cuneiformes:

Salvo que se indique de otro modo en nota al pie, todas las traducciones al castellano de los textos tratados son de la autora sobre la copia de la tablilla, la transcripción de la editio princeps, la de ediciones posteriores y, en ocasiones, de colaciones de algún pasaje sobre la foto en www.hethiter.net.

La transliteración sigue la norma general, excepto /w/ que se transcribe /u!/, e /y/ que aparece como /i!/ siguiendo HW1 y HW2. Solo en los casos de topónimos y onomástica ya consensuados y refrendados por el uso deja de aplicarse este sistema, como en los casos de Tud"aliya y Kizzuwatna.

La transcripción del hitita se expresa en minúscula cursiva (ej. u!atar), la del acadio, en mayúscula cursiva dentro del texto hitita (ej. INA) y minúscula cursiva fuera de él pero preccedida de ac. (ej. ac. mû/mê), y del sumerio, siempre en mayúscula, precedida o no por sum. (ej. (sum.) A).

Las abreviaturas hititas del texto cuneiforme se expresan sin guiones entre las sílabas y separando la abreviatura del resto de la palabra, p. ej: gi(pe!!ar); aquellas en acadio siguen la convención de las notaciones de esta lengua, como PA para ac. par"su.

La numeración se expresa en arábigo sin cursiva.

La numeración de las líneas del texto cuneiforme precede a las mismas en superíndice.

Para los textos en jeroglífico anatólico:

Las traducciones de los textos citados se basan en la editio princeps y en ediciones posteriores y han sido colacionadas sobre foto y dibujo.

La notación y transcripción de los jeroglíficos anatólicos sigue M. Marazzi (Ed.), 1998, 3-10.

Los nombres de las inscripciones se escriben en mayúscula con numeración correlativa según el lugar de procedencia, ej: AKPINAR 1.

Este trabajo se acabó de redactar a inicios del 2014, por tanto no será recogida la bibliografía publica- da después de 2013.

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1. Introducción

La preocupación por el agua dulce es una constante de todas las culturas de cualquier época y lugar por el obvio y llano motivo de que es necesaria para la vida. De ahí que haya sido causa de conflictos entre regiones, países y territorios y entre los individuos que los habitan; y que del mismo modo haya sido también fundamento de parte o toda la autoridad de un sistema de gobierno1de modo tal que K.

Wittfogel pudo formular su modelo de “Civilizaciones Hidráulicas”2.

Esta constante geográfica y temporal ha impulsado su estudio no solo en relación a las sociedades actuales sino también a aquellas del pasado y en el ámbito de Oriente Próximo Antiguo, especialmente en Mesopotamia. Pero en una geografía compleja como la anatólica (Map. 1) que incluye mesetas, cadenas montañosas, volcanes y elementos característicos derivados de la composición caliza de sus suelos –kars, kársticos–, este problema adquiere una dimensión particular respecto a las demás áreas próximo-orientales.

Pese a ello y en contraste con sus homólogos mesopotámicos, los estudios sobre el agua dulce en el ámbito hitita no gozan de una larga tradición3. Salvo algunas obras aisladas centradas en la fuente de Eflatun Pınar y los diques de Köylütolu Yayla y Karaküyü, la hititología no ha prestado demasiada atención a este tema; e incluso en estas obras el interés se focalizaba no en la hidráulica, sino en la iconografía o las inscripciones que forman parte de estas estructuras. Por su parte, las excavaciones en los diversos asentamientos hititas han recuperado frecuentemente varios tipos de canalizaciones de descarga que han sido documentadas en las correspondientes monografías pero nunca estudiadas con detalle4. Solo la monografía de K. Bittel y R. Nauman sobre #attu$a dio cuenta de las posibilidades de abastecimiento de agua potable de la capital hitita con una detallada y amplia observación del terreno y del clima5.

La posible conexión del agua dulce con la religión bajo una perspectiva histórica y filológica fue sin embargo objeto de estudio desde casi el inicio de la disciplina a través de los relieves en paredes naturales, la mayor parte de ellos en los cañones de los ríos. Y fue con la obra de P. Neve,

“Regenkultanlage in Bo#azköy/$attu!a. Ein Deutungsversucht”6 con la que adquirió también importancia en la bibliografía arqueológica.

Con la obra de A. Hüser sobre los diques en torno a la ciudad de %ari$$a7y las prospecciones y la pequeña excavación en torno a la dolina cercana, %uppita$$u, se dio el salto cualitativo hacia la fase de la investigación en la que actualmente se haya la hititología, esto es, el estudio detallado de las implicaciones políticas, constructivas (arquitectónicas y de ingeniería), sociales y religiosas, es decir,

1 Cf. UNESCO/FAO (1973), 291-333, esp. 307; V. Strang (2008), 123, y n. 2, con bibliografía señalada.

2 Cf. 4.1.4.1.- Generalidades, p. 123, n. 418.

3 Cf. A. Hüser (2007), 134.

4 La obra de C. Hemker (1993) respondió a la necesidad, que no podía ser obviada por más tiempo, de compilar y explicar estos tipos de canalizaciones; pero nótese que su estudio no se circunscribe únicamente al ámbito anatólico. Por su parte, la obra de A. Bagg (2000), dio cuenta de las estructuras de distribución y acopio de agua dulce en la cultura asiria aunando la arqueología con la documentación textual.

5 K. Bittel y R. Nauman (1952), 15-20; cf. también 2.8.- Conclusión, p. 23, n. 157. La obra de O. Puchstein (1912), también contaba con una descripción similar de #attu$a aunque su interés estaba centrado en las vías de comunicación y la topografía del asentamiento, cf. Ibídem, 5-12.

6 P. Neve (1971). Una continuación de este estudio de P. Neve desde la filología fue el artículo de I. Wegner, “Regenzauber in Hattiland”, cf. Ídem. (1978).

7 A. Hüser (2007); cf. también Ídem. (2006); Ídem. (2009).

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culturales en sentido amplio, del agua dulce8.

Entre las excavaciones de P. Neve de los años 1970 y 19909 que sacaron a la luz tres grandes estanques en la capital, #attu$a (Fig. 107), y la publicación de la monografía de A. Hüser en 2007, se produjeron nuevos hallazgos en la capital: J. Seeher descubrió en la “Ciudad Alta” cinco grandes cisternas y en la “Südburg”, un gran estanque más (‘Teich 2’) asociado a aquel (‘Teich 1’) hallado por su predecesor, P. Neve. Estos hallazgos vinieron a sumarse a aquellos ya realizados (Map. 1) tiempo atrás pero que sin embargo no habían tenido demasiada repercusión desde el punto de vista del estudio global de la cultura hitita: T. Özgüç y R. Temizer documentaron al este de la actual Ilgın una nueva fuente monumental con inscripción en tres de sus cuatro lados, Yalburt, que adquirió realmente importancia con la publicación del texto que la acompañaba10; y R. O. Arık descubrió en las inmediaciones de Alaca Höyük otro gran embalse, Gölpınar, que no fue excavado hasta 200211. Todos estos descubrimientos de obras de ingeniería hidráulica unidos a la larga tradición de estudio de los relieves sobre paredes naturales conformaron la nueva “sub-disciplina” muy en boga especialmente en los últimos años con la celebración de congresos y seminarios y la aparición de monografías y artículos sobre el particular12, esto es, el estudio del agua dulce como entidad cultural, tanto en su vertiente productiva ligada a su acceso, acopio y distribución, como en su faceta simbólico-religiosa.

El presente trabajo tiene por objetivo compilar la información relativa al agua dulce en la documentación arqueológica y textual relativa a #atti, analizarla de modo crítico mediante una metodología pluridisciplinar y extraer de ella las implicaciones culturales que tuvo en la cultura hitita.

Un tema tan extenso debe ser debidamente seccionado para facilitar al lector el acceso a los datos presentados y la lectura crítica, de ahí los capítulos que lo conforman y su división interna con un parágrafo final donde se recogen las conclusiones extraídas del mismo. El capítulo de Geografía expone la formación, la composición geomorfológica y las características más sobresalientes del territorio hitita que han influido fuertemente, aunque no de manera determinante, en la cultura que lo habita y que lo describe, y que por ello será también de importancia en el análisis de la documentación textual. La sección sobre Iconografía presenta los aspectos relativos a las imágenes visuales que acompañan muchas de las estructuras hititas relacionadas con el agua dulce de modo que cuando éstas sean descritas, el lector tenga ya una base para su interpretación; porque muchas de las conclusiones aparecidas en la bibliografía especializada conciernen y/o se derivan de asunciones o presupuestos iconográficos o iconológicos. El capítulo Corpus del material arqueológico compila y analiza todas las estructuras hititas documentadas hasta la fecha en relación al agua dulce y los relieves en paredes naturales. Incluye un parágrafo (4.1.3.) sobre la datación de estos últimos que recoge las conclusiones del capítulo sobre iconografía y resume los datos más sobresalientes sobre la cronología que se les adscribe; y un parágrafo (4.1.4.) centrado exclusivamente en obras hidráulicas desde el punto de vista de la ingeniería y la arquitetura para facilitar la comprensión de aquellas hititas que serán objeto de estudio y sobre todo, para su mejor clasificación y explicación, porque un embalse

8 Desafortunadamente, los artículos de A. Ünal (1993); y M. C. Trémouille (1998), pasaron desapercibidos para la mayor parte de los autores.

9 De entre ellas destacan, P. Neve (1969/70); Ídem. (1982); Ídem. (1984); Ídem. (1988); Ídem. (1996); Ídem. (1996c); Ídem.

(1999); cf. también Ídem. (2001); e Ídem. (2001b).

10 M. Poetto (1993). Nótese que el descubrimiento de Yalburt se realizó en 1970 y que pasaron más de 20 años hasta que esta fuente monumental adquirió su debida importancia en hititología.

11 R. O. Arık (1937); A. Çinaro&lu y E. Genç (2003); 281-282, Res. 2-3; y 4.1.5.3.- Gölpınar, p. 146, con notas.

12 Cf. especialmente, A. Schachner y H. Wittenberg (2012); Ídem. (2012b); Y. Erbil y A. Mouton (2012); G. Beckman (2013b); y los congresos celebrados recientemente: “Water Management” (TOPOI (A-3), 13-14/02/2014, Berlin; y esp. H.

G. K. Gebel, “Archaeohydrology. Research imperatives, theoretical frameworks, and transdisciplinary experiences”) y

“Sacred Landscapes of Hittites and Luwians” (Università degli Studi di Firenze, 6-8/02/2014, Firenze).

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y una fuente monumental difieren entre sí de medio a medio a pesar de que los dos contengan agua y sin embargo han sido prácticamente subsumidos en la misma categoría al ser estudiados. El capítulo Corpus de textos se centra en la documentación cuneiforme hitita relativa al agua dulce incluyendo todos los géneros y organizado conforme al objeto de estudio. Se divide en tres grandes apartados: 1) el carácter del agua dulce como fluído por antonomasia, 2) su función en la cultura hitita extraída del análisis de sus ocurrencias, y 3) su procedencia, primero como elemento natural y cultural en el ámbito hitita, segundo, también como elemento natural y cultural pero respecto a su función social, política, administrativa, simbólica y religiosa; y finalmente, las formas en que este elemento se da en el paisaje hitita, tanto de modo natural como artificial, su terminología y su significado cultural.

El último capítulo compila y detalla las conclusiones que se derivan de todo el trabajo y delimita y explica el agua dulce como elemento integrante de la cultura hitita y como aquel de todos ellos que quizá refleje mejor su complejidad y sus matices.

(15)

2. Geografía

2.1.- Introducción

No es inusual reconocer una relación entre la geografía y la geomorfología de un territorio –paisaje, composición del suelo, formaciones, relieve, hidrografía, clima, etc.– y las características y desarrollo de una cultura porque el ambiente condiciona, limita y modifica las estrategias de supervivencia a través de la disponibilidad de materias primas, las posibilidades de asentamiento, el tipo de produc- ción agrícola (regadío o secano), etc.1También porque la presencia de ciertas características geológi- cas combinadas con ciertas particularidades geográficas como el clima, influyen, o pueden influir, en el desarrollo de una determinada cosmogonía2.

Para el interés de estas páginas, esta relación entre geografía y cultura se centrará en la interdependencia entre geomorfología y producción material hitita en relación con el agua dulce3, tanto desde un punto de vista práctico o utilitario como más allá de este, como símbolo cultural. Esto es, se centrará en todas aquellas estructuras y paredes naturales trabajadas que presentan una conexión con el agua dulce –fuentes monumentales, embalses, estanques, pilas y relieves rocosos– y simultáneamente un significado simbólico y cuya finalidad será dilucidar la conexión entre la geografía histórica, la geomorfología del territorio y el corpus del material arqueológico de este trabajo.

El agua dulce era y es un recurso de capital importancia, y tanto es así que, entre otras atestaciones, deviene en cláusula en el establecimiento de fronteras entre territorios4, determina las estrategias de asedio y sus resultados5e impulsa la creación de estructuras de acopio, especialmente en épocas de sequía como la que verosímilmente azotó Anatolia durante la segunda mitad del siglo XIII6.

Sin pretender caer en un determinismo geográfico, sí es objeto de este capítulo dilucidar hasta dónde pueden llegar las implicaciones de esta relación y hasta qué punto son útiles para explicar ciertos patrones culturales relativos a la esfera religiosa. El propósito de este capítulo es, pues, investigar si es posible establecer esta conexión entre geografía y cultura que explicaría la base del origen y desarrollo de las estructuras hititas relacionadas con el agua dulce y su extensión conceptual a la esfera simbólica.

1 Cf. entre otros, J. Yakar (1991), 10-19; Ídem. (2000), 5; J. Seeher (2007), 153; G. Barjamovic (2011), 68 y n. 207, 69-70, 77: “Plainly, the Turkish landscape exerts a strong and ever changing influence upon all who reside in it (…) Climate and access to natural resources are decisive”.

2 E. Laroche, NH, 274-275; V. Haas (1982), 47, 55-56; I. Hodder (2011), esp. 111; G. Barjamovic (2011), 65; M.

Edgeworth (2011), 15: “In order to properly understand rivers and their entanglement with people through time, (…) the methods of archaeology and history need to be combined with those of hydrology, sedimentology and geomorphology.”.

3 De la cual será excluida la cerámica por considerarse que constituye una categoría en sí, cf. 3.1.- Introducción, p. 25ss., con notas. Sin embargo, sí se tendrá en cuenta en relación a la datación del corpus del material arqueológico y a la funcionalidad de éste, en ocasiones derivada precisamente de la tipología de los hallazgos cerámicos. Para la discusión sobre los términos “hitita” y “cultura hitita”, cf. 3.1.- Introducción, p. 30, n. 27.

4 Cf. 5.2.3.- Utilitaria, esp. p. 255, n. 215, y p. 257, y n. 222; cf. también 5.3.3.1.- luli(i%a)-, p. 311ss.; 5.3.6.- DINGIR.KASKAL.KUR, p. 331ss., con notas.

5 Cf. 5.2.3.- Utilitaria, p. 257ss., con notas.

6 Y. Ku'lu y Ü. (ahin (2009), 2010.

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2.2.- Consideraciones generales: Geomorfología e hidrografía

La península Anatólica7se localiza al noreste del mar Mediterráneo, rodeada al norte, oeste y suroeste por tres mares más: el mar Negro, el mar de Mármara y el mar Egeo, respectivamente (Map. 1). Ha- cia el este se une con Georgia, Armenia e Irán; mientras que por el sur limita con Siria e Irak. Debido a su posición entre Asia y Europa ha sido tradicionalmente denominada y considerada “cruce de culturas”.

A pesar de que Anatolia presenta “a very complex geology, whose main features are still poorly understood despite an increasing amount of geological data that have become available in the last 25 years”8, el Primer Congreso Anatólico de Geografía9celebrado en 1941 consiguió el acuerdo de los especialistas para dividir internamente la península en siete grandes áreas (Map. 1): Meseta Central, Cordillera del Tauro, Cordillera norte o Ponto, Sistema de montañas y rifts del oeste, Anatolia del sur y Volcanes y llanuras orientales, que serán las que, con excepción de esta última por no contener vestigios hititas, serán seguidas en estas páginas10. Pese a ello, Anatolia puede ser también interpretada como un territorio relativamente homogéneo atendiendo a su altitud, porque la actual Turquía es una meseta elevada que contiene cuencas, volcanes, cordilleras y valles profundos atravesados por cursos de agua y rodeada por cadenas montañosas (Maps. 1-2, 8). Esta altitud deriva de una elevación ocurrida durante el Plio-Pleistoceno11 que modificó todo el relieve anterior: los valles cortaron las antiguas llanuras, las cuencas profundas de los ríos fueron colmatadas con sedimentos y los violentos movimientos tectónicos generaron fenómenos volcánicos tanto en el centro como en el este, cuyas lavas y tobas volcánicas cubrieron también parcialmente los cauces y los valles. Este tipo de terreno permite una erosión especial, la kárstica12, cuyo relieve es producto de la acción química y mecánica del agua.

2.2.1.- Geomorfología

La imagen actual de Anatolia deriva fundamentalmente de orogenias recientes13que han conformado la mayor parte del relieve. Sin embargo, la historia de su formación se remonta al Precámbrico14como muestra la presencia de bloques compuestos por rocas metamórficas (mármol, gneis, esquisto y filita) ocupando cuatro zonas: el macizo del Menderes al oeste15, el macizo Istranca al noreste, en Tracia16; el

7 Para la historiografía de los estudios geomorfológicos que comenzaron con los viajeros del s. XIX, cf. N. Güldalı (1979), 35-39; y los últimos trabajos de W.-D. Hütteroth (1982); Ídem. y V. Höhfeld (2002); y A. Ökay (2008).

8 A. I. Okay (2008), 20. Cf. también J. C. Dewdney (1971), 15; N. Balkan-Atli (2004), 17.

9 Birinci Co&rafya Kongresi. Raporlar, Müzakereler, Kararlar, Ankara, 1941.

10 Cf. también J. C. Dewdney (1971); 16-27; W. Kündig-Steiner (Ed.) (1974), 16-22; G. Barjamovic (2011), 77-85.

11 Cf. N. Güldalı (1979), 47; G. Barjamovic (2011), 77.

12 Para una visión general de la erosión kárstica y el relieve resultante, cf., A. S. Goudie (2004), 586-594, con referencias señaladas, e Ibídem, 1092-1097 para este tipo de relieve en terrenos volcánicos; cf. también E. I. Gordon (1967), 70, y n. 1;

D. C. Ford y P. W. Williams (2011); H. Karimi (2012).

13 Orogenias Laramide y Alpina, en el Cretácico y Neógeno, respectivamente. Cf. N. Güldalı (1979), 1; S. Erinç (1978), 106; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 29; A. I. Okay (2008), 31, 37; G. Barjamovic (2011), 77, y n. 213.

14 R. Stewig (1977), 47; N. Güldalı (1979), 1, 3; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 30-31; A. I. Okay (2008), 19.

15 Cuyo nombre deriva de las curvas trazadas por los ríos de esta región, meandros, especialmente del Büyük Menderes, cf.

N. Güldalı (1979), 1; A. I. Okay (2008), 31-33, y Figs. 3, 4, 9, 11, para una descripción general.

16 Cf. A. I. Okay (2008), 23-25, Figs. 6, 11, para una descripción general.

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macizo Bitlis en el sur17y el macizo de Kir'ehir en el área del Kızılırmak o Halys, de ahí también su denominación homónima, que se encuentra en el origen de la península18.

Con la orogenia Varisca (Hercínica) a finales del Paleozoico emergió del mar de Tethys19 un bloque que ocupaba la zona del actual Mar Negro desde Rusia a la costa actual de Turquía. Como consecuencia, el macizo triangular del Halys fue separado de la tierra emergida por un brazo de mar (Map. 2) y las depresiones formadas se colmataron progresivamente con sus sedimentos. Fueron estos sedimentos los que se plegaron durante la orogenia Varisca en dos zonas diferenciadas: no- metamórfica al sur y norte y metamórfica en el interior, una de cuyas consecuencias es la presencia de carbón en la confluencia de la depresión norte y el bloque interior. Posteriormente, “in geologisch junger Zeit”20, la zona norte se hundió permaneciendo hasta hoy bajo el mar Negro excepto su borde sur que forma la actual costa turca. Tras la orogenia Varisca y hasta principios del Triásico, la península continuó emergiendo del mar con la consiguiente deposición de sedimentos orientados este- oeste.

Durante el Triásico Medio se desarrollaron geosinclinales en el fondo del mar de Tethys que se fueron ampliando durante el Jurásico y de las cuales las más importantes son aquella que describe una línea en forma de “s” desde el sur del Egeo a los Zagros pasando por Chipre y coincidiendo con parte de la actual cadena del Tauro, y aquella que corre al norte del macizo Halys hasta el norte del Egeo21 (Map. 2) . En el curso de la orogenia Laramide, en el Cretácico Superior, la falla que corre por el norte se plegó, y con ella los sedimentos que contenía como arenas, arcillas22 y rocas marinas sedimentarias. La cadena de volcanes que se extiende por el norte de Anatolia tiene su origen en este Período23.

Entre el final del Cretácico y el inicio del Cenozoico (Terciario Inferior) toda la península basculó (epirogénesis) hacia el este24 y los sedimentos de los estratos superiores acabaron en las mencionadas geosinclinales norte y sur con la consiguiente incongruencia en la disposición de estos estratos y la dificultad de su datación. Durante la orogenia Alpina estos sedimentos se plegaron dando lugar a las actuales cadenas del Tauro y el Ponto. Contemporáneamente a esta epirogénesis, el mar de Tethys se replegó dejando en la región central un lago salobre abierto al sur, en cuya zona este25 durante el transcurso del Oligoceno y debido a un clima cálido y seco, se depositaron sales, yesos y margas26. Pero de nuevo este mar sufrió alteraciones y durante el Mioceno cubrió el este del Tauro gracias a su apertura hacia el sur. Como resultado se depositaron arenas, margas y conglomerados sobre los estratos previos de yeso y se crearon nuevos lagos salobres en las cuencas tectónicas del

17 N. Güldalı (1979), 1; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 30, 32; A. I. Okay (2008), 33-35, y Figs. 4, 12.

18 Cf. W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 30; A. I. Okay (2008), 33, Figs. 3-4, para una descripción general.

19 N. Güldalı (1979), 2; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 30, Abb. 7; A. I. Okay (2008), 20: “The geology of Turkey is closely linked up with the evolution of the Tethys ocean.”, Fig. 1.

20 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 31.

21 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 32.

22 L. Cassar (1997) ápud. Y. Gorokhovich y L. Ullman (2010), 209: “Since clay is impervious, a large number of springs occur through the percolation of rain water, being significant as a domestic water source”.

23 S. Erinç (1978), 106; A. I. Okay (2008), 28.

24 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 35: “Der Osten des Landes liegt noch im Miozän tiefer als der Westen“.

25 N. Güldalı (1979), 5.

26 Y. Gorokhovich y L. Ullman (2010), 209: “marl is a sedimentary rock consisting of clay and calcium carbonate, usually formed by diagenesis from marine deposits. The heterogeneity of this material favors existence of perched aquifers, which would provided water for domestic needs.” Esto, como la referencia a las arcillas de nota previa, es importante para ilustrar el objetivo de este capítulo, esto es, el impacto de la geomorfología en la esfera cultu(r)al.

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oeste.

En el Mioceno Medio la península volvió a sufrir una epirogénesis, pero mientras los sedimentos del centro y oeste no se vieron muy afectados, aquellos alrededor del Tauro se plegaron y desplazaron. Contemporáneamente, las zonas inundadas perdieron su salida al mar27 y se transformaron en lagos con sedimentos de arenas, calizas y arcillas.

Al final del Neógeno (Plioceno) se desarrolló y activó con frecuentes erupciones la cadena de volcanes de la falla que corre del suroeste al noreste (Map. 2), como el Erciyas-Da&, Hasan-Da& y Kara-Da&, con cotas muy altas debido a su origen reciente. Sus cenizas se mezclaron con los sedimentos de los lagos mientras sus rocas –especialmente andesita, traquita, dacita y obsidiana28– cubrieron grandes extensiones. Al final del Plioceno hubo un fuerte movimiento tectónico que cubrió, con algunas fases de pausa, todo el período hasta el Pleistoceno, la península volvió a alzarse, emergieron los grandes lagos del centro y oeste, y se crearon las cuencas de los actuales Bey'ehir, Burdur y Acigöl, entre otros (Maps. 1, 5, 8) en una línea paralela a la cadena del Tauro.

En cualquier caso, los terremotos que aún hoy sacuden Anatolia demuestran que la tectónica de la península no ha finalizado29 y que el relieve derivado de estos fenómenos seguirá cambiando.

Como también seguirá modelando el relieve la erosión kárstica.

2.2.2.- Clima e hidrografía

La importancia que tiene para la población el acceso al agua y su aprovisionamiento juega un papel fundamental en Anatolia en la zona centro debido a la aridez, y en el área del Mediterráneo debido a la escasez de lluvias en verano30(Map. 3). La península comprende también zonas húmedas, sobre todo en el norte, pero es especialmente sensible a los cambios en la circulación atmosférica31y tanto las características geomorfológicas como la larga y continuada ocupación humana han contribuido a modificaciones ambientales en una secuencia de fenómenos relacionados entre sí.

Durante la última glaciación, y a pesar de que no hay acuerdo entre los especialistas acerca de la caracterización del Holoceno con lo que se encuentran diferentes interpretaciones en la bibliografía especializada32, las precipitaciones, también en forma de nieve, fueron más frecuentes que en la actualidad y las temperaturas más bajas. Esto produjo una baja evaporación y el mantenimiento de la nieve en cotas altas con la creación de glaciares en las cordilleras, especialmente en el Ponto y el este.

Como consecuencia también, el nivel de los lagos y ríos existentes aumentó y otros nuevos se crearon.

El número de afluentes era mayor que en la actualidad y su caudal también, intensificando la erosión

27 A. I. Okay (2008), 37.

28 Cf. 4.2.1.3.- ‘Wasserbecken’, Büyükkale, p. 165ss., con notas.

29 S. Erinç (1978), 106; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 40-42, Abb. 11; A. Sagona y P. Zimansky (2009), 2, más bibliografía señalada; G. Barjamovic (2011), 77, y n. 213.

30 O. Erol (1983), 38.

31 S. Erinç (1978), 87.

32 Cf. entre otros, N. Balkan-Atli (2004), 18: “D’autre parte, tous les autours s’accordent sur l’impossibilité actuelle d’établir une véritable histoire écologique de l’Holocène.”. Cf. S. Erinç (1978), 88, 106; J. Yakar (2011), 17-18: “The Climate in Early and Middle Holocene had long-lasting spells of humid conditions.”; G. Barjamovic (2011), 85, y n. 228;

parcialmente contra K. W. Butzer (1995), 123: “the closing millennia of the last glacial age (…) were drier (…) than at present.”; W. van Zeist y S. Bottema (1982) ápud. N. Balkan-Atli (2004), 18: “cette période comme la plus tiéde de la dernière glaciation.”

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y el proceso kárstico, con la consiguiente formación de cuevas, dolinas33 y cambios en las desembocaduras. Durante el período post-glacial la tendencia fue, con algunas fluctuaciones, una desecación general con una incidencia mayor en el Tauro central y noroeste. La cantidad de agua contenida en las cuencas de Konya y en la denominada “Región de los lagos”34 menguó, como también lo hizo el caudal de los ríos provocando “changes in the chemical and biological properties of some lakes (…) expanding the range of saline soils”35; y parece que el patrón de lluvias anual conoció períodos de sequías regulares de 2-3 años en ciclos de ca. 10-20 años durante el período hitita36.

En general pueden distinguirse cinco tipos principales de clima: Mediterráneo, mar de Mármara, mar Negro, continental y sur (Map. 3).

El clima mediterráneo37, a lo largo de las costas oeste y sur (Map. 3), muestra las características típicas: inviernos suaves y moderadamente húmedos, y cálidos y secos veranos. El índice de pluviosidad anual es superior a los 600 mm, concentrándose en su mayor parte en primavera y otoño aunque en las faldas de las montañas puede alcanzar hasta 1500 mm. El mejor ejemplo de cómo el relieve influye en el clima se encuentra en la llanura de Antalya, donde las montañas frenan los vientos húmedos del Mediterráneo y hacen que la pluviosidad sea la mayor de la península con más de 2000 mm38.

La región adyacente al mar de Mármara (Map. 3) presenta una desviación del clima mediterráneo con influencias del norte39porque los vientos procedentes de esta dirección hacen que los veranos sean más frescos y húmedos, especialmente en la cara norte de la cordillera, con precipitaciones anuales entre los 1000 y los 2000 mm.

El clima del mar Negro (Map. 3) está fuertemente influido por la presencia del mar y los vientos húmedos y fríos del norte a pesar de que la altitud de la cordillera los frena. Como consecuencia, la lluvia es costante todo el año pero la cara sur es más seca40. El total de precipitaciones anual oscila entre los 1000 y los 2000 mm dependiendo del relieve.

El clima continental del centro de Anatolia (Map. 3) presenta dos sub-tipos: el estepario y el

“intra-anatólico”41. Hay un fuerte patrón continental en las áreas cercanas a las montañas, con inviernos fríos y húmedos y veranos calurosos y secos donde las precipitaciones anuales no superan los 500 mm, mientras en las zonas de estepa, como alrededor del Tüz-Gölü, no alcanzan los 200 mm al tiempo que la evaporación es alta por la aridez.

Al sur de la cordillera del Tauro el clima es seco (Map. 3), especialmente en verano, debido a la influencia del área mesopotámica que produce además una fuerte desviación térmica, con inviernos

33 Las dolinas son “topographically enclosed depressions with funnel or bowl shapes, 10-100 m or more in diameter and proportionally deep. They may occur as scattered individuals, in groups determined by local geological or hydrological conditions (…) or can be regularly packed to fully occupy a surface - polygonal karst”, en: D. C. Ford y P. W. Williams (2011), 469. Cf. también p. 5, n. 12; e Ilus. B.

34 Cf., más abajo, p. 9.

35 S. Erinç (1978), 95. Cf. also O. Erol (1978), 120.

36 J. Yakar (2000), 272; H. Klengel (2006), 5, y n. 17 con bibliografía señalada.

37 En esta categoría se incluye el sub-clima del Egeo porque sus peculiaridades no son lo suficientemente notables para el objetivo de este trabajo. Pese a ello, en el Map. 3 y en la bibliografía aportada, el lector interesado podrá encontrar información más detallada; cf. también J. C. Dewdney (1971), 38, Figs. 10-11, Tab. II; G. Barjamovic (2011), 77.

38 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 79.

39 J. C. Dewdney (1971), 38, Figs. 10-11, Tab. II; O. Erol (1983), 49; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 80.

40 O. Erol (1983), 103; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 80; cf. también J. C. Dewdney (1971), 36-38, Figs. 10-11, Tab. II.

41 Cf. 2.3.- Meseta Central anatólica, p. 10ss.

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relativamente fríos y veranos muy calurosos –excepto en la orilla oeste del Éufrates donde es más suave– y en general las precipitaciones no superan los 400 mm anuales42.

La gran altitud de la orografía anatólica permite la existencia de una compleja y extensa red hidrográfica influida por la fusión de la nieve y la erosión kárstica que contribuye a regularizar el nivel de los acuíferos, además de por el tipo de clima de la(s) region(s) que atraviesan los cursos. El área central de la península es una gran cuenca endorreica43, con lagos como el Tüz-Gölü, donde desembocan los ríos del sur de la Meseta Central y de la cara interior (norte) del Tauro oeste, pero la mayor parte de los lagos y ríos periféricos, como el Kızılırmak y el Sakarya, drenan en sus márgenes, esto es, en el Mediterráneo, el Egeo, el Mármara y el mar Negro, mientras que los ríos que transcurren a lo largo de la falla norte han sufrido una dislocación de sus cauces debido a los movimientos tectónicos durante el Plioceno Superior44y presentan cursos complejos, con sus cursos superiores y medios dirigidos hacia el este y desembocaduras hacia el norte. Los ríos de la cara exterior (sur) del Tauro occidental así como todos aquellos del oeste desembocan en el Mediterráneo y el Egeo, respectivamente. Finalmente, el Tigris (Dicle) y el Éufrates (Firat) cruzan la cordillera del Tauro y la región sur de Anatolia para desembocar en el golfo Pérsico.

La denominada “Región de los lagos” (Maps. 1, 5, 8) ocupa una gran superficie de más de 10.000 Km2 en dos regiones diferentes, la Meseta Central y el Tauro occidental y central, cuya característica principal es la gran cantidad de cuencas tectónicas y formaciones kársticas con lagos perennes o estacionales45. Dentro de las cuencas tectónicas se incluyen los lagos de Acigöl, Burdur, E&ridir y su adyacente y dependiente Kovada; Bey'ehir, Ak'ehir y Tüz-Gölü; mientras que las formaciones kársticas comprenden la ova de Elmalı, el sistema de poljes46de Kestel y el Su&la-Gölü con fuertes estiajes durante el verano. Estas áreas inundadas comprenden un sistema subterráneo de descarga orientado hacia el interior producto de las epirogénesis sufridas por el continente, de ahí que esta región sea una gran cuenca endorreica. Estos drenajes subterráneos en conjunción con el origen específico de cada cuenca han desarrollado diferentes tipos de formaciones que influyen en su evolución: en las cuencas kársticas con altos niveles de agua el desagüe de las mismas se produce mediante un ponor, que permanece inactivo cuando este nivel es bajo. Por otra parte, cuando el fondo de la cuenca no presenta depresión alguna o cuando ésta se desarrolla a la misma velocidad que la sedimentación, los nuevos estratos rehacen los antiguos manteniendo el nivel de la orilla y enmascarando su evolución diacrónica47.

El patrón de distribución de la pluviosidad, y por tanto el caudal de los ríos, presenta fuertes desemejanzas dependiendo de la región en la que se localicen: su posición en el mapa48, el relieve de la zona, el clima (Map. 3), la cubierta vegetal y la composición del suelo. De modo general pueden

42 O. Erol (1983), 157; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 81; cf. también G. Barjamovic (2011), 81.

43 N. Güldalı (1979), 28-29; Cf. también E. Lahn (1948) ápud W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 54; E. I. Gordon (1967), 70, y n. 1; A. Goudie (1995), 174; J. C. Dewdney (1971), 33, 193; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld, op. cit., 54-56.

44 S. Erinç (1978), 106; cf. también 2.2.1.- Geomorfología, p. 5ss.

45 N. Güldali (1979), 29: “Deswegen ist diese ca. 13.000 km2große Seen-Region nicht ohne weiteres als ein Gebiet mit Binnenentwässerung zu bezeichnen.” Al seguir en estas páginas el esquema de N. Güldali por su adecuación a la geomorfología, su clasificación ha sido también mantenida. Cf. también, W. Kündig-Steiner (1974), 52-53, 54-55 (= Mapa);

W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 54-56; G. Barjamovic (2011), 78,

46 Un “polje” es una formación kárstica derivada de la depresión de un macizo también kárstico. Generalmente presenta una configuración alargada cuyo fondo es plano y está cubierto de sedimentos y cuyo límite es el macizo mismo. El drenaje se produce en superficie mediante un arroyo o un río –“polje abierto”–, o bien a través de un ponor o un sumidero –“polje cerrado”–, cf. A. S. Goudie (2004), 801, con referencias señaladas.

47 O. Erol (1978), 112.

48 O. Erol (1983), 38; H. Louis (1985), 21.

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distinguirse tres tipos diferentes de regímenes fluviales: Mediterráneo, mar Negro y central, y este49 (Ilus. A).

Aquellos de régimen Mediterráneo (Ilus. A.a) se localizan en las regiones sometidas a este clima, en el sur y oeste (Map. 3). En general presentan cauces cortos por la cercanía de las montañas a la costa, pero en el oeste, donde las montañas se orientan en dirección este-oeste los cauces son más largos y forman valles extensos50. A este grupo mediterráneo pertenecen el Büyük-Menderes, el Küçük-Menderes y el Gediz en el oeste; y el Göksu, Ceyhan y Seyhan en el suroeste (Map. 1). De entre estos últimos, el Göksu ha formado un cañón mientras Ceyhan y Seyhan han dado lugar en su curso bajo a llanuras aluviales, grandes deltas y marismas51. La principal característica de todos estos ríos es la fuerte desviación anual de su caudal: durante los meses lluviosos de inicio del invierno y en la primavera alcanzan su máximo nivel, mientras en verano sufren fuertes estiajes, los cuales, dependiendo de la longitud del cauce y su caudal total, pueden llegar a secar el río. La composición kárstica del terreno provoca picos en las descargas durante los últimos meses del año, así como una mengua regular del caudal, como en el caso del Manavgat-Çay52.

Los ríos del tipo mar Negro (Ilus. A.b) son generalmente cortos y torrenciales por lo que erosionan fuertemente el terreno y encajan sus cauces. Estos ríos, como el Karadere o el cauce alto del Kızılırmak, no sufren estiajes debido a la alta pluviosidad de la región pero su caudal sí disminuye en verano y aumenta considerablemente en la época de lluvias y en primavera con la fusión de la nieve.

En invierno, las precipitaciones en forma de nieve no alteran este nivel. La composición del suelo tiñe sus aguas, y así el Kızılırmak y el resto de ríos de la zona presentan aguas rojas debido a la presencia de arenas, margas y yesos de este color, mientras aquellos alpinos que atraviesan zonas boscosas se caracterizan por sus aguas oscuras debido al humus que arrastran53.

El clima continental del centro y este de Anatolia (Ilus. A.c) determina que los caudales presenten su mayor nivel en primavera cuando la nieve se derrite y a inicios de año cuando las precipitaciones son frecuentes y abundantes, mientras en los cálidos y secos veranos se producen estiajes. Solo aquellos ríos que tienen un aporte de acuíferos subterráneos mantienen un caudal constante excepto en la época de lluvias cuando éste aumenta, como sucede con el Sakarya. Los ríos más largos, como el Éufrates (Firat), ven disminuir su nivel en el invierno porque las precipitaciones son en forma de nieve, pero con la fusión de la nieve en primavera éste aumenta considerablemente.

A pesar de estos patrones generales, los ríos más largos, como el Kızılırmak, el Sakarya y el Éufrates, caen bajo varios de estos patrones dependiendo de la región que atraviesen (Map. 3).

2.3.- Meseta Central anatólica

Esta región de Anatolia comprende varios tipos de terreno54 (Map. 1), entre ellos los más sobre- salientes son las cuencas neogénicas y las cordilleras, cada uno con sus propias peculiaridades climáticas e hidrográficas. Siguiendo a N. Güldalı55, el área al completo puede dividirse en cuatro re-

49 N. Güldali (1979), 31; O. Erol (1983), 38.

50 J. C. Dewdney (1971), 32.

51 S. Erinç (1978), 101.

52 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 91.

53 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 92; cf. también 2.3.3.- Curso alto del Kızılırmak, p. 14; y 2.8.- Conclusión, p. 22ss.

54 O. Erol (1983), 119, 120: “In all diesen Gebieten läßt sich über die Abgrenzung diskutieren, und es sind auch andere Möglichkeiten der Grenzziehung durchaus denkbar.”; cf. también J. Yakar (2000), 226ss; G. Barjamovic (2011), 81.

55 N. Güldali (1979), 51-81.

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giones: la “Región de los lagos”56, el curso alto del Sakarya y los cursos alto y medio del Kızılırmak.

Sin embargo, algunos de sus límites no están perfectamente delineados ya que “der Übergang der in- neranatolischen Berggebiete in die anatolischen Faltengebirgsketten [ist] vor allem im Norden häufig sehr fließend”57. Dos grandes pasos de montaña conectan esta región con la cordillera del Ponto y con la zona sur, respectivamente, el primero a través del Pa'a-Da&ı en las cercanías de Ankara y el segun- do a través del Hasan-Da&ı. El valle del Göksu conecta la costa y el área de Konya a través del Tauro central58.

Pueden distinguirse al menos dos tipos climáticos (Map. 3), la estepa59 y el clima continental.

Este último incluye el sub-tipo “intra-anatólico”60en las inmediaciones de las grandes montañas y los grandes ríos, caracterizado por veranos calurosos y secos en los que los acuíferos pueden llegar a secarse, e inviernos húmedos y más fríos que los del clima continental debido a vientos fríos como el Poyraz. Su máximo de pluviosidad, entre 400 y 300 mm61, se produce en primavera, pero la influencia del clima continental hace que no pueda dibujarse un patrón regular. El clima estepario presenta veranos cortos y muy calurosos e inviernos largos y fríos, y la pluviosidad no supera los 300 mm anuales62, el límite del cultivo de cereal. Los análisis paleobotánicos en los alrededores de Bo&azköy y

%ari$$a muestran que este último asentamiento estuvo una vez rodeado de robles y abedules63, mientras alrededor de la capital hitita aún perviven restos de la antigua masa boscosa64. De estos datos se colige que la acción humana unida al cambio climático ha modificado el ecosistema agrandando las zonas de estepa.

Por capilaridad la nieve derretida se filtra a los acuíferos y contribuye a aumentar el nivel de caudal de ríos y lagos, como en el caso del Sakarya65(Map. 3, Ilus. A.c), pero los tórridos veranos conllevan una alta evaporación con lo que este nivel desciende. Como consecuencia se hace necesaria la construcción de estructuras para asegurar el acopio de agua, como embalses o fuentes66.

La región se corresponde67, grosso modo (Maps. 1, 4), con la mayor parte del imperio hitita, el

“País-Inferior” y la región de Kane$. Aquí se localizan Yalburt, cerca de Dereköy y el lago Çavu'çu;

el embalse de Köylütolu, Gâvurkalesi y el relieve de Hatip, así como la misma capital, Hattu$a, y las estructuras que comprende (la ‘Quellgrotte’, el ‘Wasserbecken’, el complejo de la ‘Südburg’, el

“Edificio C” de la Büyükkale, los estanques de la “Ciudad Alta” y los ‘Sudteiche’, la cisterna de Sarikkale y las pilas de la ‘Ostplateau’ y la ‘Oberstadt’). Yazılıkaya y la ciudad de Alaca-Höyük con su embalse de Gölpınar se ubicarían en un área entre la presente y la contigua por el norte de la

56 Cf. 2.2.2.- Clima e hidrografía, p. 9.

57 O. Erol (1983), 119.

58 G. Barjamovic (2011), 84, y Map 7, contra H. D. Baker et al. (1995), 139, 142.

59 N. F. Miller (2010), 9: “The lower boundary of the central Anatolian true steppe is approximately 700 m, depending on local conditions.”; cf. también G. Barjamovic (2011), 82.

60 O. Erol (1983), 119; cf. también K. Bittel y R. Naumann (1952), 18-20; G. Barjamovic (2011), 81.

61 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 81; G. Barjamovic (2011), 82.

62 W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 81; G. Barjamovic (2011), 77.

63 W. Dörfler, R. Neef y R. Pasternak (2000), 370, y Abb. 1; cf. también S. Erinç (1974), 96-97, 107-108.

64 K. Bittel y R. Naumann (1952), 18: “Daß Eiche und Fichte in hethitischer Zeit schon beim Fachwerk der Lehmziegelmauer Verwendung gefunden haben, konnten wir durch Reste nachweisen, die bei den Gebäuden A (Fichte) und E (Eiche) auf Büyükkale gefunden worden sind.”; W. Dörfler, R. Neef y R. Pasternak (2000), 371: “Das Gebiet um Bo)azköy ist etwas waldreicher (als um %ari$$a).”

65 Cf. también E. I. Gordon (1967), 70, y n. 1; J. Börker-Klähn (1998), 11, y n. 10.

66 Cf. G. Barjamovic (2011), 81, y n. 221; 4.1.1.2.- Yalburt, p. 73ss., y 4.1.5.- Embalses, p. 137ss.

67 De acuerdo a: TAVO B-III-6; cf. también M. Forlanini y P. Meriggi (1986), Tav. XVI; G. Barjamovic (2011), 82.

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cordillera del Ponto, pero serán incluidas aquí porque sus características geográficas y geomorfológicas son más parecidas a las de esta región que a las del norte.

2.3.1.- Región de los lagos y curso alto del Sakarya

Llanuras como la de Konya, macizos y amplias cuencas endorreicas68caracterizan esta región sur de la Meseta Central plagada de marismas estacionales y lagos entre los que se cuentan el Tüz-Gölü, el Aksehir-Gölü y el Eber-Gölü (Map. 1). Está delimitada al sur por la cordillera del Tauro, al oeste por el monte Emir-Da&, al este por los volcanes Hasan-Da&ı (3268 m) y Melendiz-Da&ı (2963 m) y al norte por llanuras neogénicas y montes. Aquí se localizan Gâvurkalesi, Yalburt y el embalse de Köylütolu.

La llanura de Konya, también conocida como el “granero turco”, presenta una orientación este- oeste y se encuentra delimitada al oeste, en las cercanías de Karapınar, por altos volcanes como el Karada& (2271 m), el Karacada& (2025 m) o el Hasan Da& (3268 m). En origen era un área inundada, un antiguo lago del Pleistoceno que gradualmente fue secándose durante el Holoceno. O. Erol69 ha documentado al menos seis niveles diferentes de terrazas en sus márgenes que marcan las sucesivas fases en las que este gran lago fue secándose. Gracias al estudio de sus fósiles y la comparación con el material de algunos asentamientos como Çatal-Höyük, este estudioso data los tres niveles superiores entre el Würm (Pleistoceno) y el inicio del Holoceno, mientras el cuarto data de ca. 6750-6500 a. C.70. Los actuales Hotami'-Gölü y Akgöl (Map. 1) son los restos de este antiguo lago de Konya que se secan completamente durante los meses de verano71. Tras la cuarta fase, ca. 5000 a. C., “the rainfall mechanism has change. High frequency of heavy rainfalls made a lot of mass movements in the mountains, and formed alluvial fans on the terrace. (…) The edge zone of the alluvial fan was suitable for settlements, because it was easy to get ground water.”72 La composición del suelo, el tipo de erosión y el subsiguiente proceso de sedimentación dan al agua que contienen un alto contenido en sales, de donde toma su nombre el Tüz-Gölü, “lago Salado”73. Actualmente la superficie salinizada se ha extendido, probablemente debido a la acción humana, especialmente en la orilla sur. Esta zona de la “Región de los lagos” al sur de la Meseta Central (Map. 1) acumula sedimentos del Neogeno como arenas, arcillas y margas, y por ello la zona entre el Tüz-Gölü y la actual Konya sufre una fuerte erosión kárstica donde destacan formaciones como los poljes, las uvalas74y los obruks o dolinas que no siempre contienen agua. Las “obruks” presentan formas ovaladas y diámetros que van desde los 50 a los 100 metros, con un fondo plano cubierto de sedimentos arenosos. De entre ellas la más sobresaliente es aquella de Kirözen (Ilus. B) cuyos aportes proceden de numerosos manantiales

68 Cf. 2.2.2.- Clima e hidrografía, p. 9, y n. 43.

69 O. Erol (1969a) ápud. N. Güldalı (1979), 55.

70 Cf. J. Yakar (1991), 17; y esp. N. Roberts (1995); y http://www.catalhoyuk.com/archive_reports/.

71 Cf., entre otros, J. C. Dewdney (1971), 193; cf. también J. Börker-Klähn (1998), 11-12, y n. 16.

72 K. Kashima, T. Naruse y K. Sugiura (1998), 209; cf. también Ibídem, 216; y W. C. Brice (1978b), 144.

73 O. Erol (1978), 124; N. Güldalı (1979), 56; O. Erol (1983), 132; W.-D. Hütteroth y V. Höhfeld (2002), 110, 111; G.

Barjamovic (2011), 82.

74 Una “uvala” es una formación kárstica originada por la unión de dos o más dolinas que pueden devenir en lagos estacionales, cf. A. S. Goudie (2004), 591, con referencias señaladas.

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