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Propuesta de modelo de planeación estratégica para construir paz

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Academic year: 2020

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(1)Propuesta de Modelo de Planeación Estratégica para Construir Paz. Elina Rivera Calero y Eduardo Pacheco Rodríguez Universidad Externado de Colombia. Directora de tesis Carolina Franco Triana. Notas del autor Elina Rivera Calero y Eduardo Pacheco Rodríguez, Facultad de Finanzas Gobierno y Relaciones Internacionales, Universidad Externado de Colombia Noviembre de 2017.

(2) 2 Resumen Ejecutivo: La empresa privada puede identificar y comprender el papel que juega frente a la construcción de paz y comprometerse activamente con el rol que asume. El presente documento propone un modelo de planeación estratégica para la paz, que ayude a las empresas a tener un mejor entendimiento de su entorno, de forma tal que su gestión favorezca una transformación de éste, y no una simple adaptación para su supervivencia o competencia.. Executive Summary: Private enterprises can identify and understand the role they play in peace building, and actively commit to assume this role. The present document proposes a strategic planning peace building model for companies to help enhance their understanding of the context in which they operate, in such a way that it favors a transformation of themselves and their environment, over a simple adaptation for survival or competition..

(3) 3 TABLA DE CONTENIDO CAPÍTULO 1. EL RETO DE LA PAZ PARA LA EMPRESA. 12. 1.1 Costos del conflicto. 12. 1.2 Construcción de paz. 14. 1.3 Actores que construyen paz. 18. 1.4 Rol de la empresa en la construcción de paz. 20. CAPÍTULO 2. LA RESPOSABILIDAD SOCIAL COMO RESPUESTA A LOS RETOS DEL DESARROLLO PARA LOGRAR LA PAZ. 30. 2.1 Desarrollo Sostenible. 30. 2.2 Responsabilidad Social Empresarial. 35. CAPÍTULO 3. EMPRESA QUE CONSTRUYE PAZ: ANTEPROYECTO DE UN NEGOCIO DINAMIZADO POR SU ESTRATEGIA. 49. 3.1 Modelo de negocio. 51. 3.2 Planeación estratégica. 57. 3.3 Planificación transformadora por escenarios. 61. Primer paso: Convocar a un equipo proveniente de todo el sistema.. 63. Segundo paso: Observar lo que está sucediendo.. 64. Tercer paso: Construir historias sobre lo que podría suceder.. 66. Cuarto Paso: Descubrir lo que puede y debe hacerse.. 67. Quinto paso: Actuar para transformar el sistema.. 68. CAPÍTULO 4. GESTIÓN SOCIALMENTE RESPONSABLE DE LOS DESAFÍOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ. 72. 4.1 Iniciativas de gestión socialmente responsable. 73. Modelo de Gestión de B4P de Pacto Global.. 73. Norma ISO 26000:2010 Guía de responsabilidad social.. 75. Estándares del Global Reporting Initiative. 78. 4.2 Análisis integrado de modelo de gestión de B4P - ISO 26000 - GRI. 81.

(4) 4 4.3 Desafíos de la construcción de paz: elementos fundamentales. 84. Private sector and peacebuilding: a framework for analysis del Swedish Institute of International Affairs y del International Council of Swedish Industry. 85. Peace through prosperity: integrating peacebuilding into economic development de International Alert. 88. Towards a strategic framework for peacebuilding: getting their act together del International Peace Research Institute de Oslo (PRIO).. 91. “UN Peacebuilding: an orientation” de la Oficina de Apoyo de Naciones Unidas para la Construcción de Paz. 93. Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 - Agenda 2030 de las Naciones Unidas. 94. Guía para trabajar en la construcción de la paz: qué es y qué supone la construcción de paz de la Cámara de Comercio de Bogotá y el Instituto Catalán para la Paz. 96. Guía práctica: ¿Cómo construir paz desde las empresas? de Fundación Ideas para la Paz (FIP). 97. Invirtiendo en el futuro: guía para la construcción de paz desde el sector empresarial en Colombia de Fundación Paz y Reconciliación. 100. 4.4 Integración de elementos de construcción de paz. 102. CAPÍTULO 5. TRANSFORMANDO LA GENERACIÓN DE VALOR COMPARTIDO EN CREACIÓN DE VALOR COLECTIVO. 107. 5.1 Estructura del modelo. 114. 5.2 Elementos de construcción de paz. 116. Planeación y Gestión Estratégica para la Paz. 116. Seguridad. 117. Gobernanza. 120. Desarrollo Sostenible. 122. Reconciliación. 125. Justicia Transicional. 126.

(5) 5 5.3 Aplicación del Modelo. 128. Paso 1. Comprometerse - convocar. 128. Paso 2. Evaluar – observar lo que está sucediendo. 129. Paso 3 Analizar – Construir historias sobre lo que podría suceder. 130. Paso 4. Definir – Descubrir lo que puede y debe hacerse. 132. Paso 5 Implementar – Actuar para transformar el sistema. 133. Paso 6. Comunicar. 133. CONCLUSIONES. 135. RECOMENDACIONES. 137. LISTA DE REFERENCIAS. 139. LISTA DE ILUSTRACIONES. Ilustración 1. Proceso de investigación.. 8. Ilustración 2. La Paleta de Construcción de Paz según Smith.. 16. Ilustración 3. Actores que construyen paz desde todos los niveles según Lederach.. 19. Ilustración 4. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según International Alert.. 22. Ilustración 5. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Business for Peace.. 23. Ilustración 6. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Global Compact y Fundación Ideas para la Paz.. 24. Ilustración 7. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Prandi.. 25. Ilustración 8. Semáforo del rol de la empresa en la construcción de paz.. 27. Ilustración 9. Integración de la responsabilidad social en toda la organización.. 43. Ilustración 10. Modelo de gestión de Pacto Mundial.. 45. Ilustración 11. Modelo de gestión de Business for Peace.. 47. Ilustración 12. Factores determinantes de la competitividad sistémica.. 50.

(6) 6 Ilustración 13. Plantilla para el lienzo de modelo de negocio (canvas).. 55. Ilustración 14. Planeación transformadora por escenarios.. 70. Ilustración 15. Modelo International Alert.. 89. Ilustración 16. Continuo rol de la empresa desde la planeación estratégica.. 108. Ilustración 17. Modelo de planeación estratégica para construir paz.. 115. LISTA DE TABLAS Tabla 1. Conceptos de responsabilidad social empresarial. ..................................................... 36 Tabla 2. Definiciones de modelo de negocio. .......................................................................... 52 Tabla 3. Elementos de construcción de paz. .......................................................................... 104. LISTA DE ANEXOS Anexo 1. Matriz de análisis de herramientas de gestión responsabilidad social. Anexo 2. Matriz de análisis de herramientas para la construcción de paz. Anexo 3. Matriz de análisis de elementos de construcción de paz frente al rol de la empresa. Anexo 4. Guía modelo de planeación estratégica para la construcción de paz..

(7) 7 INTRODUCCIÓN. En el marco de un escenario de post-conflicto en Colombia y las oportunidades que éste genera, el presente proyecto de investigación pretende indagar sobre el rol que el sector privado puede tener en dicho contexto para lograr la paz, tomando un papel más activo. En este sentido, se formuló una pregunta de investigación que enmarca el desarrollo del proyecto de investigación: ¿Cómo podría una empresa construir paz desde su modelo de negocio a través de su planeación estratégica? De cara a este interrogante, se emprendió un proceso investigativo con los siguientes objetivos: 1) Caracterizar el rol de la empresa en la construcción de paz; 2) Evidenciar cuál es la relación entre responsabilidad social y construcción de paz; 3) Identificar modelos de planeación estratégica tradicionales e innovadores; y, 4) Evaluar herramientas de gestión y guías e iniciativas para la construcción de paz existentes, con el objetivo central de diseñar un modelo de planeación estratégica para la construcción de paz desde la empresa. Es importante plantear algunos elementos a tener en cuenta dentro del alcance de la presente investigación. Por una parte, el modelo que se propone se fundamenta en un acercamiento académico a varias propuestas a nivel mundial y de Colombia, así que el lector podrá evidenciar a lo largo del documento la estructura teórica que argumenta el modelo y encontrará los análisis conceptuales que generan una línea base sobre la cual se puede concebir una propuesta aplicable al contexto actual del país. Si bien, se podía llevar a cabo una investigación que revisara las prácticas de responsabilidad social de las empresas en Colombia asociadas a la paz para poder llegar desde el método inductivo a conclusiones generales sobre prácticas comunes, para efectos del presente ejercicio, se siguió más un método deductivo, que inicia desde las teorías generales más reconocidas para poder generar premisas que pudiesen ser aplicadas a diversas organizaciones. De esta forma, la investigación entrega como resultado final una guía inicial que debe ponerse a prueba en diferentes escenarios para que en futuras investigaciones se pueda evaluar en el marco de experiencias particulares. Para llevar a cabo el presente trabajo académico, se aplicó una metodología de investigación cualitativa desde la perspectiva teórica, cuyo proceso es circular tendiente a movimientos espirales, donde la misma revisión de la literatura, recopilación, organización y análisis de la información, permite la generación de nuevas preguntas de investigación que el.

(8) 8 mismo estudio va resolviendo en la medida en que se despliega permitiendo así la generación de conocimiento. El rigor de la metodología, se dio en el cumplimiento estricto de todas las fases propias de cualquier investigación: idea, planteamiento del problema, inmersión inicial en el campo, concepción del diseño de estudio y de la muestra del estudio, revisión de fuentes y literatura, recolección, recopilación y organización de información, análisis de ésta e interpretación de los resultados, y finalmente elaboración de documento consolidado, que incluye para el presente ejercicio académico, síntesis y generación propositiva de un modelo integrador de los hallazgos de la investigación. Tal como se muestra en la imagen a continuación:. Ilustración 1. Proceso de investigación. Elaboración propia con base en el proceso cualitativo. (Metodología de Investigación, Hernández, Fernández y Baptista, 2010). Como se plantea en el libro Metodología de la Investigación, se entiende la perspectiva teórica desde dos dimensiones: proceso y producto. Hernández, Fernández & Baptista lo plantean.

(9) 9 como un proceso en tanto “inmersión en el conocimiento existente” (2010) y un producto “(marco teórico) que a su vez es parte de un producto mayor: el reporte de investigación” (2010) de manera que, el desarrollo de la perspectiva teórica permite una revisión de la literatura existente desde diferentes fuentes a través de cinco fases: 1) revisar, 2) detectar, 3) consultar, 4) extraer y recopilar, e 5) integrar. Es importante resaltar que “las investigaciones cualitativas se basan más en una lógica y proceso inductivo (explorar y describir, y luego generar perspectivas teóricas) y van de lo particular a lo general” (Hernández, Fernández & Baptista, 2010, pg. 9), tal como se aplicó en el presente trabajo. Este ejercicio de investigación se da en un escenario de oportunidades para construir paz en un país que históricamente ha sido marcado por la violencia, la cual ha dejado más de ocho millones de víctimas. La firma del acuerdo de paz en septiembre de 2016 entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), logró formalizar un deseo colectivo de los colombianos de ponerle fin al conflicto y darle fin a décadas de violaciones de derechos humanos. Después de diferentes intentos fallidos del Estado de terminar el conflicto, el pueblo colombiano se ha unido para emprender esfuerzos propios de construcción de paz en sus territorios, y la coyuntura actual fortalece estos esfuerzos de base y hace un llamado a toda la sociedad colombiana a unirse para lograr la paz. El compromiso de todos los sectores de la sociedad, incluyendo la sociedad civil, la academia, la fuerza pública, los medios de comunicación, el sector público y el sector privado, es esencial para lograr en el corto plazo una implementación efectiva del acuerdo de paz y en el mediano y largo plazo, la convivencia pacífica en Colombia. Esta coyuntura crea un panorama especial en el que la empresa privada puede identificar y comprender su rol en la construcción de paz. Es evidente que existe un debate sobre la participación de las empresas y los impactos de las acciones que realizan éstas en entornos complejos. Sin embargo, es importante resaltar que en contextos de conflicto se ha identificado que “es precisamente la existencia de esos riesgos y retos lo que muchas veces lleva a las empresas a trabajar en iniciativas innovadoras de cara a la superación del conflicto apostando por la construcción de paz y los derechos humanos” (Rivas, 2011). La discusión ha permitido abordar el tema desde diferentes posiciones y generar interrogantes frente a la capacidad de alineación estratégica de las organizaciones para alcanzar.

(10) 10 objetivos propios del posconflicto. Dicho esto, es válido el planteamiento de un nuevo cuestionamiento para el sector privado: ¿Puede asumirse la construcción de paz como parte de su modelo de negocio? Lo anterior se plantea como nuevo reto en la medida que las acciones que se han empezado a generar desde las empresas en materia de construcción de paz, están generalmente ligadas a prácticas puntuales de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), y no a la transformación de un modelo de negocio. Como lo propone Prandi (2011) “en contextos de postconflicto se da la necesidad de incorporar en las políticas de RSE criterios de lucha contra la pobreza y de reconstrucción física (…) de contribución a la superación de las fracturas sociales desde una perspectiva de transparencia y equidad”. Pero, ¿Se podría pensar en la transformación de las empresas basada en la planeación estratégica que le apunte a la construcción de paz desde su modelo de negocio?, si la respuesta es afirmativa, ¿Cómo se podría llevar a cabo? Al reconocer el potencial que tiene la empresa para aportar a la paz, es evidente que varias organizaciones han iniciado trabajos alrededor del papel que ésta jugaría, y han propuesto nuevas iniciativas tales como la adaptación del modelo de gestión responsable realizada por Pacto Global desde la plataforma de Business for Peace (B4P) lanzada en 2013, o las guías presentadas por Fundación Ideas para la Paz (FIP) y Fundación Paz y Reconciliación (PARES), ambas publicadas durante el desarrollo de esta investicagación. Con la publicación de estos documentos se valida el interrogante central de la investigación y, al mismo tiempo como lo dicta la metodología de investigación, se nutre el proceso investigativo para comprender sus posiciones y planteamientos y así poderlos integrar al análisis y propuesta que surge de este trabajo. De acuerdo con lo anterior, este documento consolida el análisis del alcance de las diferentes herramientas y modelos existentes, destaca sus principales características, identifica sus aportes, interpreta y contrasta los elementos comunes y diferenciados, e integra los hallazgos de la investigación. Lo anterior sirve de base para estructurar una primera aproximación a una guía que le brinda a la empresa un modelo de planeación estratégica para la construcción de paz. Definir un modelo asociado a la construcción de paz para las empresas privadas es necesario debido a que tradicionalmente, como actores independientes, han tenido un rol predominantemente económico basado en una lógica lucrativa que, en un contexto de posconflicto, exige cambios y adopción de nuevos roles. Contar con una herramienta que le.

(11) 11 ayude a la empresa a entenderse, pensarse y actuar en función de un entorno desde una lógica transformadora que maximice su aporte al desarrollo sostenible, es esencial para la implementación efectiva de los acuerdos de paz. Más aún cuando se hace evidente la necesidad de fortalecer un tejido social fragmentado que depende en gran medida de la capacidad y liderazgo del sector empresarial para transformarse y generar nuevas interpretaciones e interacciones dentro de los territorios, que faciliten la reconciliación y la recuperación de la confianza. Las iniciativas existentes no logran articular elementos de construcción de paz con la estrategia empresarial, y entienden la primera como resultado de acciones de responsabilidad social. Si bien durante esta investigación surgieron propuestas en Colombia que lograron entender la construcción de paz asociada a la responsabilidad social, no llegan a integrar la construcción de paz al modelo de negocio y se limitan a acciones soscialmente responsables. El lector podrá encontrar en el primer capítulo una descripción de la relación existente entre paz y empresa, iniciando por la comprensión de los costos e impactos del conflicto hasta el rol de la empresa en éste. En el segundo capítulo se revisa la relación entre paz y desarrollo sostenible, abordando la responsabilidad social como paso importante hacia el de compromiso de la empresa frente a los retos que dicha relación supone. Posteriormente en el tercer capítulo, se presenta una revisión de modelos de gestión y planeación estratégica que concluye con la descripción de la metodología de planeación transformadora por escenarios. Una vez comprendidos y revisados varios de los conceptos que dan fundamento desde el marco teórico y conceptual al ejercicio de investigación, en el capítulo cuatro se analizan las diferentes herramientas y modelos existentes por una parte en gestión de responsabilidad social, incluido el modelo de Business for Peace que presenta una propuesta de integración entre responsabilidad social y paz y por otra parte, las iniciativas que abordan la construcción de paz y sus elementos. Finalmente, en el capítulo cinco se detallan los hallazgos de la investigación que dan fundamento a la guía que se entrega anexa como modelo de planeación estratégica para la construcción de paz desde la empresa..

(12) 12 CAPÍTULO 1. EL RETO DE LA PAZ PARA LA EMPRESA. En el siguiente capítulo se abordan los impactos del conflicto armado que históricamente han profundizado sus causas estructurales, y que han obstaculizado esfuerzos dirigidos a la terminación de la violencia y a la construcción de paz. Con el fin de llegar a un mayor entendimiento de este último, se realiza un recorrido conceptual de las múltiples definiciones de construcción de paz, lo cual permite proponer una definición de dicho concepto que se ajusta a los objetivos de esta investigación. De igual manera, se realiza una revisión de distintas posturas frente al rol de la empresa en ámbitos de conflicto y procesos de paz, las cuales se han visto enmarcadas en continuos dinámicos que permiten visualizar una amplia gama de roles que la empresa podría efectivamente asumir.. 1.1 Costos del conflicto. Los conflictos armados tienen un impacto particular en las condiciones de pobreza, y por ende, en el desarrollo social y económico de personas y comunidades (Restrepo y Aponte 2009). Esta realidad no es ajena a Colombia ya que el conflicto armado interno ha impactado de manera directa y negativa el desarrollo del país. Problemáticas estructurales como la desigualdad, conflictos agrarios no resueltos, limitada provisión de bienes y servicios públicos, exclusión social, pobreza, y falta de procesos democráticos efectivos, son algunos de los factores que suscitaron el conflicto interno, que se han profundizado en su desarrollo, y que continúan alimentando un conflicto de más de 50 años. Este círculo vicioso entre los impactos del conflicto y las causas subyacentes del mismo ha levantado barreras importantes para el desarrollo sostenible de Colombia, el cual ha sido ampliamente debatido. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONU, 2005), los conflictos bélicos y sus diferentes manifestaciones tienen el potencial de agravar la pobreza, aumentar la mortalidad de madres y niños, crear traumas psicológicos, deteriorar el medio ambiente, limitar el acceso al agua potable y a saneamiento básico, causar desplazamientos forzados y menoscabar la gestión pública, resultando así en una debilitación del capital humano y en un deterioro del tejido social de comunidades sobrevivientes de la violencia..

(13) 13 En el caso de Colombia, el conflicto armado ha resultado en más de ocho millones de víctimas, incluyendo más de siete millones de desplazados internos, más de 23.500 víctimas de delitos contra la libertad e integridad sexual, un millón de homicidios, aproximadamente 8,400 niños, niñas y adolescentes vinculados a grupos ilegales, 11,000 víctimas de minas antipersonal y artefactos sin explotar, y 36,000 víctimas de secuestro (RUV, 2017), lo cual ha causado roturas agudas en la sociedad colombiana, empobrecimiento de su gente y un aumento de condiciones de vulnerabilidad particularmente para los más afectados por el conflicto (CIDH, 2004). Asimismo, la guerra tiene la capacidad de desviar recursos nacionales para la financiación de actividades propias del conflicto, comprometiendo la inversión de fondos públicos para aliviar necesidades básicas insatisfechas, las cuales seguramente originaron el conflicto y se seguirán profundizando en el desarrollo y escalamiento del mismo (Restrepo y Aponte 2009). En este sentido, el conflicto también puede incrementar riesgos de seguridad que amenazan y desincentivan la inversión privada, afectando así la generación de nuevos empleos, la estabilidad de los mercados y el crecimiento económico de un país. Según Amis, Hodges y Jeffery (2006) el impacto económico directo del conflicto en Colombia corresponde a entre el 1,5% y 4,5% de su PIB anual, lo cual significa que si entre 2000 y 2009 el PIB estuvo alrededor de 3,8%, el conflicto armado en este periodo le costó al país 100% de su tasa de crecimiento anual (Villa, Restrepo, Moscoso, 2014). Dicho costo representa un re direccionamiento de fondos públicos que se hubiesen podido invertir en el mejoramiento de servicios básicos, fortalecimiento de una presencia Estatal a nivel local, estrategias para atraer inversión extranjera, nuevas oportunidades de empleo, y otras iniciativas para responder directamente a las prioridades de los ciudadanos. Según el Banco Mundial (2004), si Colombia hubiera establecido la paz hace más de 20 años, “el ingreso promedio de los colombianos sería un 50% más alto” lo cual habría permitido un mayor ahorro y calidad de vida para muchos colombianos. El conflicto y la violencia armada también han generado impactos negativos y costos no deseados para las empresas que operan en contextos de violencia, como por ejemplo costos asociados a nuevas medidas de seguridad, pérdida de infraestructura, una baja productividad, litigios legales inesperados, suspensión de la operación, fuga de cerebros, entre otros (Amis, Hodges y Jeffery, 2006)..

(14) 14 Según un estudio realizado por International Alert y la Universidad de los Andes en Colombia sobre los costos del conflicto armado en el sector privado, los costos no se han distribuido de manera equitativa entre las empresas ya que esto depende de su tamaño, sector, nacionalidad, y la región del país en el que operan (Rettberg, 2008). No obstante, Rettberg (2008) concluye que independientemente de dichos factores diferenciadores, las empresas que operan en territorios de conflicto enfrentan y se ven afectadas por costos tanto directos (extorsiones, secuestros, y ataques contra infraestructura y operaciones), como indirectos (pérdida de oportunidades de negocios, retrasos operativos, costos de oportunidad, impuestos y seguros) de la guerra. Los costos mencionados tienden a crear riesgos adicionales para la sostenibilidad de las empresas y terminan influenciando la toma de decisiones de la alta gerencia frente al futuro de sus operaciones. Empresas que han sido víctimas directas de secuestro, por ejemplo, han optado por reducir su inversión en territorios de conflicto (Pshisva y Suárez, 2010), mientras que otras han optado por reubicar completamente su operación a lugares más seguros (Camacho y Rodríguez, 2013). En ambos casos, la reducción de inversión privada puede desestabilizar los mercados locales, incrementar el desempleo, aumentar actividades criminales y acentuar la pobreza, lo cual limita profundamente el desarrollo económico y social del país implicado. En conclusión, las distintas manifestaciones de la guerra y sus consecuencias tienen un efecto erosivo y destructor que profundiza factores subyacentes que en algún momento encendieron el conflicto y que lo continúan alimentando. Esto no sólo desestabiliza a una sociedad en todo sentido, sino que también amenaza las posibilidades de lograr una finalización del conflicto y pone en riesgo el potencial de desarrollo de un país. Para romper el círculo vicioso del conflicto, es esencial que los países en estos contextos, emprendan activamente estrategias para construir paz en sus territorios, pero ¿Qué se entiende por construcción de paz, y cómo se puede lograr?. 1.2 Construcción de paz. El concepto de construcción de paz ha sido debatido ampliamente por la comunidad internacional, lo cual ha permitido que el concepto evolucione con el tiempo y los procesos de paz que se han desarrollado en el mundo. Galtung (1976), definió la paz no sólo cómo la ausencia del conflicto, pero cómo la búsqueda de una justicia social mediante oportunidades equitativas, la distribución justa del poder y de recursos, y la protección mediante el estado de.

(15) 15 derecho; en otras palabras, la paz es la creación de condiciones bajo las cuales la sociedad se beneficia de un marco legal coherente, orden público, estabilidad política y oportunidades económicas (Chetail y Jütersonke 2015). Según Galtung, para lograr tales condiciones era necesario emprender procesos de consolidación de paz que implican la solidificación de estructuras que abordan “las ‘causas raíz’ del conflicto violento y el apoyo a las capacidades básicas para la gestión de la paz y la resolución de conflictos” (Brett, 2014). El término consolidación de paz fue retomado por el Secretario General de la Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, en un contexto internacional post-guerra fría para posicionar el compromiso de las Naciones Unidas con la paz. En el reporte Un Programa de Paz (1992), Boutros-Ghali definió la consolidación de la paz como “las medidas destinadas a individualizar y fortalecer estructuras que tiendan a reforzar y consolidar la paz a fin de evitar una reanudación del conflicto”, las cuales son de largo aliento y se activan cuando ha finalizado la fase armada de un conflicto (Barbeito, Redondo y Acebillo, 2009). El termino consolidación de paz se ha utilizado de manera intercambiable con construcción de paz, la cual Smith (2004), en un estudio llamado Towards a Strategic Framework for Peacebuilding: Getting their Act Together, define como acciones que buscan “promover el desarrollo de condiciones estructurales, actitudes y modos de comportamiento político que permitan un desarrollo social y económico pacífico, estable y próspero. Las actividades de construcción de paz están diseñadas para contribuir a finalizar o evitar el conflicto armado, y pueden realizarse durante o después, como un intento por impedir el inicio de un nuevo conflicto armado anticipadamente”. En el documento, Smith (2004) propone que las actividades de construcción de paz se enmarcan en cuatro categorías: “la provisión de seguridad, el establecimiento de bases socioeconómicas para una paz duradera, el establecimiento de un marco político para la paz duradera, y en la generación de oportunidades para la reconciliación, una sanación de las heridas de la guerra y la justicia”. Las actividades que se ajusten a cada categoría, o herramienta política, son vistas como pintura en una “paleta de colores”, que se pueden mezclar entre ellos según lo exija el contexto (Smith, 2004)..

(16) 16. Ilustración 2. La Paleta de Construcción de Paz según Smith. Fuente: Adaptado de Smith, D. (2004). Towards a Strategic Framework for Peacebuilding: Getting their Act Together. Overview report of the Joint Utstein Study of Peacebuilding. International Peace Research Institute. Oslo.. En línea con lo planteado por Smith, Pugh, Cooper y Turner (2008) y Rettberg (2014), enfatizan que la construcción de paz no se limita a una negociación para lograr el cese bilateral de fuego, sino que requiere del diseño de política pública, reconstrucción física, procesos de desmovilización, desarme y reintegración, justicia transicional, reparación a víctimas y reconciliación. La construcción de paz implica un trabajo importante de sanar las heridas causadas por la violencia y de procesos de cambio estructurales para prevenir conflictos internos hacia el futuro. En contraste a los planteamientos de construcción de paz presentados que definen el concepto como un proceso positivo que busca el bienestar de los países afectados por el conflicto, existe una serie de autores que critican la construcción de paz y quienes la promueven. Según Paris (2007), la construcción de paz es un enorme experimento social que implica el trasplante y la imposición de modelos occidentales de organización social, política y económica en estados destrozados por la guerra para controlar el conflicto civil; en otras palabras, la pacificación mediante la liberalización política y económica. Richmond (2006) limita la construcción de paz a un consenso entre estados liberales del occidente caracterizados por la democracia, derechos humanos, libre mercado, desarrollo, entre otros, que buscan controlar las dinámicas internacionales. En esta misma línea, Heathershaw (2008) argumenta que la construcción de paz.

(17) 17 liberal se centra en ideales democráticos de la construcción de paz, estado y sociedad civil, lo cual él llama “construcción de paz pragmática”, un discurso que idealiza y trata de auto-legitimar la comunidad internacional. Alvear (2008), rebate y crítica estas posturas argumentando que se limitan a concebir “la humanidad sólo como un medio para realizar los fines del mercado, luego profundiza las desigualdades sociales y por ende, estimula la violencia directa, la violencia estructural y la violencia cultural”. Esta instrumentalización de los seres humanos como medios para lograr un fin de manera efectiva y eficaz, rompe con los tejidos sociales y socava el interés colectivo de construcción de paz para el beneficio de todos por igual. De hecho, el argumento individualista y deshumanizante del neoliberalismo puede llegar a justificar la guerra como medio, dando pie a la exacerbación de la desigualdad y las causas de los conflictos. Frente a esto, Alvear (2008) propone “descentralizar” el discurso de la paz y “trasladarlo de manera disidente y radical a todas las esferas de la sociedad”, de esta manera la construcción de paz será un esfuerzo colectivo que beneficie y responda a las necesidades y prioridades de todos los involucrados. En este sentido, Lederach (1998) argumenta que la construcción de paz es un “conjunto de medidas, planteamientos, y etapas necesarias encaminadas a transformar los conflictos violentos en relaciones más pacíficas y sostenibles” sin importar si esto se da en contextos de riesgo de conflicto, de guerra, o de post-conflicto, y que se debe realizar desde lo local, por parte de los mismos actores que son afectados de manera directa o indirecta por el conflicto sin permitir que las élites políticas impongan medidas top-down de construcción de paz (1998). Según lo indican Anderson, Evers y Sjostedt (2011) las etapas de un procesos de paz se pueden conceptualizar como una secuencia de tres procesos interconectados, entendidos como: peacemaking, o hacer la paz, un proceso que busca finalizar el conflicto y tiene efectos de corto plazo; peacekeeping busca mantener la paz y prevenir una recaída del conflicto, y también tiene efectos de corto plazo; y finalmente peacebuilding, o construcción de paz, que implica una transformación de las estructuras de gobierno, sociedad y economía, y tiene efectos de largo plazo. Los procesos de paz pueden evolucionar de manera lineal entre los tres momentos descritos, pero con frecuencia se desarrollan de manera más dinámica y fluida, sin un orden específico e inclusive se pueden dar superponer momentos. Las dos últimas fases - peacekeeping y peacebuilding - han sido definidas por la Fundación Paz y Reconciliación [PARES] de manera distinta, diferenciando los dos momentos por el tipo.

(18) 18 de acciones que se desarrollan y sus objetivos, pero también por el tipo de grupos poblacionales involucrados y sus territorios. Según PARES (2017), el mantenimiento de la paz “busca prevenir el surgimiento de nuevos conflictos violentos y fortalecer una cultura de paz con poblaciones y en territorios que no han sido afectados directamente por los actores y las dinámicas del conflicto armado”, mientras que la construcción de paz “intenta resolver los problemas que dieron origen al conflicto armado, reconstruir todo lo que resultó afectado durante la confrontación armada, y reconciliar a las personas y los grupos que antes se encontraban en bandos opuestos” y está dirigida a las poblaciones y territorios más afectados por el conflicto armado. Por otro lado, partiendo del entendimiento de que la paz no es solo la ausencia de la guerra, International Alert (2015) propone que la paz depende de un balance entre “factores de paz” como la seguridad, poder, justicia, bienestar e ingresos. Un desequilibrio entre estos factores, indica un estado de fragilidad y vulnerabilidad que puede resultar en un brote de violencia. En este sentido, la construcción de paz es la “promoción del progreso” hacia una articulación efectiva y balanceada de estos factores que permite tanto resolver y finalizar conflictos, como prevenir su generación y el escalamiento (International Alert, 2015). Teniendo en cuenta los argumentos y definiciones anteriores, en el marco de este documento, la construcción de paz se entenderá como un proceso transformador de largo plazo, basado en una comprensión profunda del contexto, que le apunta a abarcar efectivamente las causas subyacentes de la violencia para una finalización sostenible del conflicto, a sanar los daños causados, reconstruir las rupturas, y a transformar condiciones sociales, económicas y políticas, ya sea en escenarios de conflicto o de posconflicto. Si se parte de un acuerdo común sobre la necesidad urgente de construir paz para el beneficio del colectivo, ¿Quién(es) en la sociedad tiene(n) un rol en la construcción de paz?. 1.3 Actores que construyen paz. A la luz del interrogante planteado, la literatura demuestra un consenso general frente a la respuesta. Sin quitarles la responsabilidad directa e intransferible que tienen los gobiernos de velar por los derechos humanos y el bienestar de los ciudadanos, es claro que los gobiernos no son los únicos que juegan un rol esencial en la construcción de paz. Según Cutter (2005), la construcción de paz efectiva requiere esfuerzos simultáneos e integrales de diferentes sectores,.

(19) 19 incluyendo el político, público, diplomático, económico, social, humanitario, y otros, que le apunten a forman un tejido social estable y coherente. Frente a la transformación profunda que implica la construcción de paz, “es claro que ningún actor o institución por sí solo es capaz” de lograr una construcción de paz efectiva; “se requiere la participación de una gran variedad de actores, tanto locales como internacionales, con roles y mandatos complementarios (…) en diferentes campos políticos, sociales y económicos” (Banfield, Gündüz y Killick, 2006). Lederach (1998) agrupa los actores de construcción de paz en tres niveles: 1) líderes de alto nivel, incluyendo a líderes militares, políticos, religiosos y empresariales; 2) líderes de rango medio, incluyendo líderes respetados en sus sectores, líderes étnicos, académicos e intelectuales, líderes humanitarios y ONGs, pequeñas y medianas empresas, cámaras de comercio regionales, y líderes empresariales regionales; y, 3) líderes de base, incluyendo a líderes locales, de organizaciones indígenas, de desarrollo comunitario, funcionarios de salud locales, tenderos, comerciantes, y miembros de la economía informal. Un tipo de líder tiene el potencial de convertirse en constructor de paz en su propio entorno, pero puede lograr un mayor impacto en la medida que logre articular sus esfuerzos con otros actores de su entorno y líderes de otros niveles para llevar a cabo procesos colectivos de construcción de paz:. Ilustración 3. Actores que construyen paz desde todos los niveles según Lederach. Fuente: Adaptado de Banfield, J., C. Gündüz y N. Killick (2006). Local Business Local Peace: The Peacebuilding Potential of the Domestic Private Sector. International Alert, basado en Lederach, J. P (1997) Building Peace: Sustainable Reconciliation in Divided Societies. La organización International Alert, en el libro Local Business Local Peace (2006) hace un análisis del potencial que tiene el sector privado de un país en conflicto de “contribuir a forjar una paz duradera como parte de ese esfuerzo colectivo”. El estudio enfatiza que los actores locales son los principales responsables de la construcción de paz, y que las empresas locales.

(20) 20 tienen el potencial de generar altos impactos en la construcción de paz por su asociación con todos los niveles de la sociedad y vínculos con la comunidad. Pero, ¿Cuál es el rol de la empresa en la construcción de paz?. 1.4 Rol de la empresa en la construcción de paz. A pesar de que la responsabilidad principal de finalizar una guerra y de garantizar la protección y promoción de los derechos humanos es del Estado, el respeto y promoción de los derechos humanos es “una parte integral de las prácticas empresariales responsables”, y sin asumir la responsabilidad del Gobierno ni permitir que el Gobierno dependa de sus aportes, las empresas pueden jugar un papel importante en la construcción de paz, el cual va más allá de acciones filantrópicas tradicionales (Amis, Hodges y Jeffery, 2006). Según Jonas (2009) y la organización International Alert (2006), el rol de la empresa privada en países afectados por el conflicto armado ha sido desarrollado principalmente en el marco de dos corrientes. La primera, identifica la empresa privada como un actor clave que mediante su actividad económica puede ayudar a superar algunas de las causas subyacentes de los conflictos, como la pobreza. Esta corriente considera que “en zonas de conflicto es factible generar un círculo virtuoso de crecimiento económico que lleve a una reducción de la pobreza, lo que a su vez contribuye a la paz, con el sector empresarial como impulsor crucial” (Banfield, et al., 2006). En este sentido, se reconoce que el sector privado puede tener impactos positivos si asume un rol de catalizador de procesos de paz, particularmente a través de sus aportes al desarrollo económico del país afectado. La segunda corriente, plantea una visión mucho más crítica del impacto que puede tener la operación del sector privado, especialmente en su rol como alimentador de las economías de guerra, compuestas por redes ilícitas de crecimiento económico que perpetúan los conflictos (Ballentine y Nitzschke, 2005). Pese a que todos aquellos involucrados en las economías de guerra se ven beneficiados con ellas, se hace énfasis en los beneficios desproporcionados de los grupos ilegales que logran sostenerse y empoderarse mediante estos mecanismos. Las actividades empresariales generadoras de crecimiento económico, tienen el potencial de “determinar la duración, la intensidad y el carácter del conflicto” (Banfield, et al., 2006) en la medida que se involucran con estas economías ilícitas que financian la guerra..

(21) 21 En este sentido, las empresas que se comprometen a finalizar la violencia pueden directamente apoyar reformas institucionales, procesos de desmovilización, desarme y reintegración, y procesos de reparación a víctimas del conflicto, mientras que las empresas que contribuyen al conflicto y se oponen a su finalización, pueden dificultar procesos cruciales que limitan el desarrollo de un país como la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos, la estabilidad política, el fortalecimiento del tejido social y por ende, la construcción de paz. Según Anderson et al. (2011), la empresa puede tener un rol en procesos de peacemaking y peacekeeping involucrándose, por ejemplo, en diálogos y negociaciones entre los actores del conflicto para establecer y mantener acuerdos de paz. Sin embargo, según los autores, la empresa puede hacer contribuciones particularmente importantes en procesos de peacebuilding si logra identificar y potencializar acciones puntuales que tengan impactos positivos en dichos procesos. Similarmente, Fundación Paz y Reconciliación (2017), sin desconocer la importancia de los procesos de mantenimiento de paz, propone que a través de iniciativas empresariales que solventen los retos del post-acuerdo, beneficien a víctimas del conflicto y a excombatientes, y tengan impactos positivos en territorios afectados por el conflicto, el sector privado puede contribuir efectivamente a la construcción de paz. Según Amis, et al. (2006), las empresas cuentan con una amplia variedad de incentivos para comprometerse y enfocarse en lograr una finalización del conflicto, incluyendo: la protección de su reputación e imagen de marca; una ventaja competitiva frente a otras empresas; mejorar el reclutamiento, la permanencia y lealtad de su personal; lograr una mayor productividad; asegurar y mantener sus permisos de operaciones; reducir los costos de seguridad; asegurar el compromiso activo de sus grupos de interés; y, satisfacer las expectativas de los inversionistas, entre otros. Los beneficios mencionados pueden ser sostenibles en el tiempo en la medida que los conflictos no se reactiven y los índices de desarrollo social y económico demuestren un progreso favorable y equitativo. De acuerdo con Banfield, et al. (2006), las empresas generalmente toman la decisión de participar en procesos de paz por cuatro grandes motivos: 1) Los incentivos económicos mencionados anteriormente y los altos costos para el sector privado que genera el conflicto; 2) El imperativo moral de los empresarios que quieren terminar con el sufrimiento causado por el conflicto para reconstruir el tejido social; 3) Las oportunidades para sumarse a iniciativas reconocidas de construcción de paz, que crean espacios de diálogo y estrategias para que todos.

(22) 22 los involucrados en la construcción de paz se vean beneficiados; y 4) la internacionalización de la responsabilidad social empresarial que de cierta manera presiona a las empresas a que se vinculen, y provee herramientas para que las empresas se conviertan en constructoras de paz. Independientemente de los motivos e incentivos de las empresas, y como ya se ha mencionado anteriormente, en los contextos dinámicos en los que se desatan y evolucionan los conflictos la empresa privada puede llegar a tener una amplia variedad de roles que impactan la guerra de maneras distintas. Dichos roles se han analizado extensamente por distintos autores quienes han explicado la relación empresa-conflicto o empresa-paz a través de continuos dinámicos que permiten identificar el potencial que tiene la empresa para impactar, de manera positiva y/o negativa, tanto el conflicto como la paz. Según International Alert (2006), la acciones empresariales locales frente a un conflicto armado interno se pueden enmarcar en un espectro compuesto por las siguientes tres partes: mantenimiento del conflicto (extremo izquierdo), adaptación y supervivencia (centro), y reducción del conflicto y construcción de paz (extremo derecho). La empresa privada que se ubique en el extremo izquierdo puede estar contribuyendo al mantenimiento del conflicto mediante la participación activa y directa en una economía de guerra. Si la empresa se ubica en el centro, puede estar en un proceso de adaptación al contexto dinámico de la guerra, lo cual puede resultar en acciones que contribuyan a la continuación de la guerra pero que aseguren la supervivencia de la empresa, o en acciones que ayuden a reducir los conflictos violentos. Cuando la empresa se logra ubicar en el extremo derecho es porque está actuando de tal manera que sus actividades le apuntan a la reducción del conflicto y a la construcción de paz en el territorio en el que opera; estas actividades son denominadas por Banfield, Gündüz y Killick (2006) como “emprendimiento en acciones de paz” y buscan “fomentar el desarrollo de las condiciones estructurales, actitudes y modos de comportamiento político que permitan un desarrollo social y económico, pacífico, estable y en último término próspero”.. Ilustración 4. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según International Alert. Fuente: Adaptado de Banfield, J., C. Gündüz y N. Killick (2006). Local Business Local Peace: The Peacebuilding Potential of the Domestic Private Sector. International Alert..

(23) 23. Por otro lado, la plataforma internacional Business for Peace del Pacto Global, propone un espectro para enmarcar tipos de involucramiento de las empresas con zonas afectadas o en alto riesgo de conflicto. Similar al continuo anteriormente descrito, el espectro planteado por Pacto Global está dividido en tres secciones: 1) gestión del riesgo (extremo izquierdo); 2) sensibilidad al conflicto y acción sin daño (centro); y 3) abordar los factores subyacentes del conflicto y construcción de paz (extremo derecho). Para lograr una gestión del riesgo efectiva, la empresa empieza con una comprensión integral del impacto del contexto en las estrategias, operaciones y programas de la empresa, y busca minimizar los riesgos para la compañía y su personal. Mediante este proceso, la empresa evalúa la viabilidad de su operación en áreas de conflicto, o toma acciones para asegurar la continuidad de sus operaciones y la seguridad de su personal y bienes. En el marco de la acción sin daño, la segunda sección del espectro, la empresa debe analizar y comprender los impactos de su operación en un contexto de conflicto, y debe actuar adecuadamente para minimizar impactos negativos e involuntarios en sus operaciones, y maximizar los impactos positivos. Pacto Global (2015) define el concepto de acción sin daño como acciones que “no intensifican inadvertidamente los conflictos existentes ni crean nuevos conflictos, mitigan los riesgos, y cuando sea posible, ayudan a mejorar el conflicto”. Por otro lado, las empresas que se enmarcan en la construcción de paz, la tercera sección del continuo, deliberadamente comprenden, abordan las causas subyacentes del conflicto, y buscan maximizar sus contribuciones a la paz mediante operaciones, programas y alianzas estratégicas. Las acciones de estas empresas le apuntan directamente a un abordaje de problemáticas estructurales para finalizar el conflicto, y a la construcción de alianzas para coordinar y promover estrategias de paz multisectoriales.. Ilustración 5. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Business for Peace. Fuente: Adaptado de Pacto Global (2015). Advancing the Sustainable Development Goals by Supporting Peace: How Business can Contribute. Pacto Global de Naciones Unidas, Business for Peace.

(24) 24. Los autores Amis et al. (2006) desde el International Business Leaders Forum proponen un continuo del compromiso que las empresas pueden adquirir para enfrentar los problemas que causan y se exacerban por los conflictos. Cómo los espectros expuestos anteriormente, este continuo se divide en tres secciones: acato de la lay (extremo izquierdo), minimización de riesgos (centro), y creación de valor (extremo derecho). Cuando las empresas se comprometen a acatar la ley, como mínimo cumplen con las regulaciones y normas para que sus actividades no generen o aumenten el conflicto ni vulneren los derechos humanos. Las empresas también se comprometen en asegurar que sus empleados y los involucrados en su cadena de valor también cumplan con el compromiso adquirido. Cuando las empresas deciden minimizar riesgos, se comprometen a acatar la ley, pero también a lograr un entendimiento del contexto en el que operan y a identificar cómo sus operaciones pueden crear o exacerbar conflictos. Con este conocimiento, las empresas diseñan e implementan estrategias de mitigación de riesgos para evitar que el potencial que tienen de alimentar los conflictos se materialice, protegiendo simultáneamente a sus empleados, grupos de interés, bienes e inversiones. Por último, si las empresas deciden participar activamente en la creación de valor, se habrán comprometido con los dos puntos anteriores, y con crear valor más allá de la producción de bienes, provisión de servicios, creación de empleos, y pago de impuestos. Las empresas se habrán comprometido con abordar directamente las causas raíz del conflicto y de violaciones de derechos humanos, partiendo desde un diálogo con sus grupos de interés. De esta manera, las empresas le están apuntando a las construcción de paz mediante iniciativas como: inversión social innovadora, diálogos sobre políticas públicas, activismo, construcción de instituciones, entre otras (Amis, Hodges y Jeffery, 2006).. Ilustración 6. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Global Compact y Fundación Ideas para la Paz. Fuente: Adaptado de Amis, L., A. Hodges y N. Jeffery (2006). “Desarrollo, paz y derechos humanos en Colombia: una agenda para las empresas”. Global Compact y Fundación Ideas para la Paz. The Prince of Wales International Business Leaders Forum.. Por otro lado Prandi y Lozano (2010) enmarcan su análisis del rol de las empresas en escenarios de conflicto en la “teoría de sensibilidad del conflicto”, y adaptan la caracterización.

(25) 25 de intervenciones internacionales en contextos de conflicto, propuestas por Jonathan Goodhand, a las empresas. Con base en lecciones aprendidas de las intervenciones humanitarias fallidas en el genocidio de Ruanda en 1994, la teoría sensibilidad al conflicto surge como un llamado a la comunidad internacional sobre la necesidad de “que la intervención en países en tensión o conflicto armado adopte una “mirada sensible” al contexto, y evite así tener impacto negativo en el grado de violencia del país mediante una serie de herramientas y recursos” (Prandi y Lozano, 2010). La teoría parte del reconocimiento de que cualquier intervención implementada en contextos de conflicto per se, tiene impactos negativos y/o positivos sobre los mismos. Una de las herramientas que surge a raíz de la teoría de sensibilidad del conflicto es la “acción sin daño”. Con base en un aporte clave de Mary Anderson sobre la definición de este concepto, la cual “identifica algunos de los elementos que pueden reducir o reforzar la tensión en un contexto de conflicto armado, como son los elementos “conectores” y “divisores” de la sociedad en conflicto” (2010), Prandi y Lozano, indican que si las empresas utilizan la sensibilidad al conflicto como medio de planeación, tienen el potencial de escalar los elementos “conectores” y evitar los elementos “divisores” de la sociedad en conflicto. Sin embargo, dado que las empresas no necesariamente utilizan la sensibilidad al conflicto como medio de planeación, Prandi y Lozano, indican que las intervenciones empresariales en contextos de conflicto se pueden clasificar de tres maneras: 1) intervenciones alrededor del conflicto; 2) intervenciones en el conflicto; e 3) intervenciones sobre el conflicto.. Ilustración 7. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según Prandi. Fuente: Adaptado de Prandi M. y J. Lozano (2010). La RSE en contextos de conflicto y postconflicto: de la gestión del riesgo a la creación de valor. Servei de Publicacions de la UAB..

(26) 26 Las empresas que implementan intervenciones alrededor del conflicto son aquellas que consideran que el conflicto es algo externo a sus operaciones, que no lo tienen que tener en cuenta a menos que impacte negativamente el desarrollo de sus actividades, son insensibles al conflicto que enfrenta su entorno. Las intervenciones empresariales en el conflicto son sensibles a éstos, pero no necesariamente se desvían de la actividad empresarial clásica para reducir los riesgos del conflicto en sus operaciones y para reducir los riesgos de sus operaciones en el contexto en el que operan. Finalmente, las intervenciones sobre el conflicto también son sensibles a éste, y van más allá de las actividades empresariales clásicas para incidir en ámbitos de construcción de paz enfrentando las causas y/o consecuencias del conflicto, y fortaleciendo su gestión teniendo en cuenta las dinámicas y los intereses de los actores implicados. Con el fin de analizar los continuos expuestos e identificar tanto sus similitudes conceptuales como sus diferencias, se elaboró el siguiente semáforo como herramienta visual para facilitar su visualización. Los continuos se ubicaron de forma vertical para que el rol dinámico de la empresa se pueda observar a través del continuo en forma ascendente y con cambios de colores. Una empresa que se encuentra en el color rojo, indica, que de alguna forma sus acciones o decisiones aportan al conflicto, y se ubicaría en el área verde si su aporte es positivo hacia la construcción de paz.. International Business. International Alert. Business for Peace. Reducción del conflicto y. Contribución de paz. Creación de valor. Sobre el conflicto. construcción de paz. Deliberadamente. Se habrán comprometido con. Son sensibles al conflicto, y. Fomentan el desarrollo de las. comprenden, abordan las. abordar directamente las. van más allá que las. condiciones estructurales,. causas subyacentes del. causas raíz del conflicto y de. actividades empresariales. actitudes y modos de. conflicto, y buscan maximizar. violaciones de derechos. clásicas para incidir en. humanos. Leaders Forum. Prandi y Lozano. comportamiento político que. sus contribuciones a la paz. permitan un desarrollo social y. mediante operaciones,. paz enfrentando las causas y/o. ámbitos de construcción de. económico, pacífico, estable y en. programas y alianzas. consecuencias del conflicto. último término próspero. estratégicas.

(27) 27. Acción sin daño Analizan y comprenden los impactos de sus operaciones en un contexto de conflicto, y actúan adecuadamente para minimizar impactos negativos e involuntarios en sus operaciones, y maximizar los impactos positivos Gestión del riesgo. Adaptación/Supervivencia. Minimización del riesgo. En el conflicto. Empiezan con una. Diseñan e implementan. Son sensibles al conflicto y sin. comprensión integral del. estrategias de mitigación de. necesariamente desviar la. impacto del contexto en las. riesgos para evitar que el. actividad empresarial clásica,. estrategias, operaciones y. potencial que tienen de. buscan reducir los riesgos del. Embarcan un proceso de. programas de la empresa, y. alimentar los conflictos se. conflicto en sus operaciones y. adaptación al contexto cambiante. minimizan los riesgos para la. materialice, protegiendo. reducir los riesgos de sus. de la guerra, lo cual puede. compañía y su personal. simultáneamente a sus. operaciones en el contexto en. resultar en acciones que. empleados, grupos de interés,. el que operan. contribuyan a la continuación de. bienes e inversiones. la guerra pero que aseguren la supervivencia de la empresa, o en. Acato la ley. Alrededor del conflicto. acciones que ayuden a reducir los. Como mínimo, cumplen con. Consideran que el conflicto es. conflictos violentos. las regulaciones y normas. algo externo a sus. para que sus actividades no. operaciones, y que no lo tienen. generen o aumenten el. que tener en cuenta al menos. conflicto, ni vulneren los. que impacte negativamente el. derechos humanos. desarrollo de sus actividades. Mantenimiento del conflicto Contribuyen al mantenimiento del conflicto mediante la participación activa y directa en una economía de guerra. Ilustración 8. Semáforo del rol de la empresa en la construcción de paz. Fuente: Elaboración propia. Con base en un análisis de las descripciones de construcción de paz presentadas por los continuos, se concluye que la empresa que le apunta a estos procesos debe comprometerse con aliviar causas estructurales del conflicto. En este sentido, y si se tiene en cuenta el círculo vicioso del conflicto previamente expuesto, dichos procesos también implican un abordaje de las consecuencias de la violencia, que en muchos casos serán las mismas causas subyacentes de la guerra, pero agravadas. Asimismo, la empresa debe mantener diálogos con los diferentes actores.

(28) 28 involucrados y tener en cuenta los intereses y las dinámicas locales durante la planeación de iniciativas y fortalecimiento operacional. Mediante el diálogo con grupos de interés, la empresa podrá identificar cómo aportarle a la paz más allá de la generación de empleos y provisión de bienes y servicios. Para lograr una construcción de paz, la empresa también deberá apuntarle a una evolución en actitudes y comportamientos que genere cambios estructurales en el tejido social de las comunidades implicadas. En el marco de este análisis, se identificó una diferencia importante entre el continuo de Business for Peace y el resto de propuestas en cuanto al punto intermedio del espectro. Desde B4P, se plantea que el momento medio del espectro tiene que ver con la acción sin daño, la cual implica: un entendimiento del contexto en el que opera la empresa; una comprensión del impacto de la operación empresarial en su entorno, y viceversa; acciones que le apuntan a minimizar los impactos negativos de su operación en su entorno; y, acciones que buscan maximizar los impactos positivos de la operación en el mismo. Este último, evidencia que la empresa está dispuesta a asumir un rol proactivo para utilizar su conocimiento y relacionamiento con el entorno para efectivamente incidir en el contexto de manera positiva y lograr beneficios compartidos. Por otro lado, los demás continuos analizados definen el momento intermedio del espectro como un ejercicio de mitigación del riesgo que principalmente busca lograr la supervivencia de la empresa. En este sentido, la empresa conoce los impactos negativos del entorno en su operación y busca reducir y mitigar los riesgos que amenacen su éxito y existencia, lo cual también implica una reducción de los impactos negativos que la empresa pueda tener en el entorno ya que éstos podrían presentarle amenazas a futuro. La mitigación del riesgo se puede entender como un ejercicio pasivo de adaptación por parte de la empresa basado en un interés propio de subsistir, y que no busca contribuir con aportes positivos adicionales al entorno en el que opera. Desde los continuos de International Business Leaders Forum y Prandi y Lozano, se propone un momento al otro extremo de construcción de paz en el que la empresa limita su conocimiento a los posibles riesgos que el entorno le pueda causar, pero que en términos generales no tiene en cuenta las dinámicas del contexto en el que opera para desarrollar sus actividades empresariales. La organización cumple con lo mínimo requerido por la ley y considera que el conflicto es algo.

(29) 29 externo a sus operaciones, lo cual puede resultar en impactos inesperados e involuntarios, tanto negativos como positivos, en el mismo conflicto. A diferencia de los otros espectros, el continuo planteado por International Alert visibiliza el potencial que tienen las empresas de mantener y exacerbar los conflictos armados mediante su operación y contribución directa a la guerra, lo cual es clave porque permite conocer y entender una serie de riesgos que requieren ser abordados por las empresas para prevenir el escalamiento de la guerra y la creación de nuevos conflictos, y así crear un espacio más propicio para la construcción de paz. Teniendo en cuenta los impactos que puede tener la empresa en un ámbito de conflicto según el rol que ésta decida asumir, ¿Cómo pueden empresas dispuestas a comprometerse con la paz moverse a lo largo del semáforo para convertirse en constructoras de paz? Una de las posibles respuestas a este cuestionamiento se plantea desde la responsabilidad social en la medida que la empresa amplía su espectro de gestión y empieza a concebirse como un agente social con el potencial de contribuir a la superación de los retos del desarrollo, los cuales en contextos de conflicto han sido repetitivamente algunas de las causas subyacentes y motores perpetuadores de los mismos..

(30) 30 CAPÍTULO 2. LA RESPOSABILIDAD SOCIAL COMO RESPUESTA A LOS RETOS DEL DESARROLLO PARA LOGRAR LA PAZ. Los retos del desarrollo han sido analizados a lo largo de la historia y se han sometido a una amplia variedad de estrategias para ser superados. En este sentido, la manera como se ha concebido el desarrollo ha evolucionado desde una visión limitada como crecimiento económico, a un entendimiento del desarrollo como concepto integral basado en el equilibrio entre lo social, ambiental y económico para lograr su sostenibilidad. De cara a dicho contexto, el rol económico que tradicionalmente ha tenido la empresa también ha evolucionado con el reconocimiento de su potencial, como actor social, de aportarle al desarrollo sostenible, y por ende, a elementos fundamentales de la paz. Frente a un llamado internacional a que las empresas asuman dicho rol, la responsabilidad social surge para ayudar a las organizaciones interesadas a superar los retos del desarrollo y de la paz mediante la creación de valor económico, social y medioambiental, teniendo en cuenta los intereses y dinámicas de su entorno.. 2.1 Desarrollo Sostenible. En la década de los ochenta, en un escenario de crisis económica post-Segunda Guerra Mundial, la economía del desarrollo enfrentó un cambio drástico marcado por una transición de políticas económicas dirigidas por el Estado, a políticas económicas dirigidas por el libre mercado. El Consenso de Washington, elaborado por el economista estadounidense John Williamson, institucionalizó dicha transición en 1989 a través de políticas estándar para reformar las economías de América Latina. En términos amplios, el Consenso de Washington planteó que para lograr el desarrollo, los gobiernos debían: controlar la inflación y reducir déficits fiscales para asegurar una estabilidad macroeconómica; abrir sus economías al mundo a través de la liberalización del capital y el comercio; y, liberalizar sus mercados internos mediante la privatización de desregulación (Gore, 2000). Para la implementación de dichas recomendaciones, instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), apoyaron a países en vía de desarrollo a lograr niveles óptimos de desarrollo económico..

(31) 31 En este sentido, el Consenso de Washington diseñó y promovió políticas de desarrollo económico basadas en un entendimiento del progreso económico como indicador del desarrollo en sí. Éstas políticas han sido reprochadas por la comunidad internacional y la academia por sus limitaciones e impactos en los países subdesarrollados. Según Mora (2006), las políticas de liberación y apertura económica lideradas por el Consenso de Washington han sido criticadas por “los efectos perversos de este tipo de políticas sobre la distribución del ingreso, la desaparición de la autonomía de lo nacional en favor de la hegemonía global del capital transnacional, la mayor importancia de la eficiencia respecto a la equidad en la definición de las políticas públicas, los efectos de la globalización financiera sobre la inestabilidad de los sistemas económicos, los desequilibrios y asimetrías del comercio internacional teóricamente liberalizado en perjuicio de los países pobres, entre otros”. Adicionalmente, dichas políticas han sido criticadas como modelo estándar del occidente impuesto en países del Sur sin ninguna consideración diferenciada. Según Gore (2000), el Consenso de Washington, centrado en el crecimiento del PIB, fue implementado con un enfoque “top-down, donor-conditionality driven and outside-expert-led”, o en otras palabras, se impuso desde las élites políticas con base en sus propias creencias de lo que países en vía de desarrollo necesitaban y debían hacer. De manera paralela a estos cambios en pensamiento y políticas económicas para el desarrollo, un movimiento internacional empezó a surgir en protección del medio ambiente y los derechos humanos. En el marco de un nuevo orden económico internacional neoliberal, los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), elaboraron un “código de conducta para las transnacionales que las protegiera de prácticas discriminatorias y fortaleciera las relaciones entre los gobiernos y empresas multinacionales” (Hernández, 2009) llamado Líneas Directrices para Empresas Multinacionales. Según John Evans, el Secretario General de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE dichas Directrices fueron aprobadas en 1976 “como consecuencia de la preocupación pública por el creciente poder y las irresponsabilidades de las empresas multinacionales” (Hernández, 2009). Las Directrices incluyen principios y normas internacionales en materia de empleo, relaciones industriales, derechos humanos, medio ambiente, transparencia, anticorrupción, ciencia y tecnología, entre otros, que buscan establecer un único código de conducta responsable de las empresas y “promover la contribución positiva de las empresas al progreso económico, medioambiental y social en todo el mundo” (OCDE, 2013). Las Líneas Directrices para.

(32) 32 Empresas Multinacionales de la OCDE han sido revisadas y actualizadas de manera constante desde su creación. En 1983, una plataforma internacional convocada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo surgió en reconocimiento del vínculo entre el desarrollo económico y social y sus efectos en el medio ambiente, con el propósito de responder a la urgencia de crear una agenda global para el cambio climático. Mediante la publicación en 1987 del informe Nuestro Futuro Común, o el Informe Brundtland como también es conocido, la Comisión analizó problemas críticos del desarrollo, como la pobreza extrema en la que vivían grandes segmentos de la sociedad, y los problemas medioambientales, como el consumo descontrolado de recursos no renovables y el calentamiento global. El resultado de este análisis mundial fue una nueva propuesta de modelo de desarrollo llamado desarrollo sostenible. El concepto de desarrollo sostenible fue descrito en el informe por primera vez como, “el desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades” (UNESCO, 2012). En este sentido empezó a cambiar el paradigma del desarrollo económico, con un mayor reconocimiento de la interconectividad entre lo económico y lo ambiental, y la necesidad de equilibrar el progreso económico con el cuidado ambiental para alcanzar un desarrollo de largo aliento que no pusiera en riesgo la satisfacción de necesidades de futuras generaciones. En 1990, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), influenciado por el economista Amartya Sen, fortaleció este nuevo paradigma del desarrollo al introducir el enfoque de desarrollo humano a las agendas internacionales. Según Gore (2000), la crítica del PNUD al Consenso de Washington se basa en diferencias de valores, resaltando que el Consenso de Washington se implementó con un enfoque top-down que utiliza el crecimiento del producto interno bruto (PIB) como único indicador del desarrollo, mientras que el desarrollo humano sostenible mide el desarrollo a través del mejoramiento en la calidad de vida de las personas, en su libertad de tomar decisiones, y en su acceso equitativo a nuevas oportunidades. El desarrollo humano se enfoca en el mejoramiento del bienestar de los individuos, y no asume que el crecimiento económico por sí solo lleva a dicho mejoramiento. El crecimiento económico es visto como un medio para lograr el desarrollo, más no un fin en sí mismo. El enfoque de desarrollo humano fue anclado por Amartya Sen (2000) en su libro Desarrollo como Libertad en el que propone una manera innovadora de entender el desarrollo indicando.

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Ilustración 1. Proceso de investigación.
Ilustración 2. La Paleta de Construcción de Paz según Smith.
Ilustración 3. Actores que construyen paz desde todos los niveles según Lederach.
Ilustración 4. Continuo del rol de la empresa en escenarios de conflicto según International Alert
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