• No se han encontrado resultados

En el caso de una economía abierta, la demanda agregada varía con el tipo de cambio real. En el gráfico 1 es posible apreciar que, ante un descenso de P, Y debe ser necesariamente mayor que antes para poder dar cuenta del aumento en la DA que deviene del incremento en las exportaciones netas.

Gráfico 1. La función de demanda agregada y el tipo de cambio real.

↓P ↑Y ↑R→↑XN DA DA’ P Y

Vemos, en consecuencia, que cuando caen los precios domésticos mejoran las exportaciones netas. En realidad, recordemos que en este modelo sólo las importaciones están relacionadas con la producción interna: a mayor nivel de ingreso o producción doméstica, mayor será el volumen de importaciones, las cuales fueron oportunamente definidas a partir de la siguiente ecuación IM=mY, donde m es la propensión marginal a importar respecto del ingreso nacional. Por su parte, recordemos que en el modelo de oferta y demanda agregadas basado en

1 Recuérdese que en el modelo IS-LM los precios se suponían constantes, por lo que cada vez que se incrementaba la cantidad nominal de dinero, aumentaban los saldos monetarios reales.

el esquema IS-LM, las exportaciones no dependen de Y, sino del ingreso o producción del resto del mundo Y*. Por lo tanto, en este esquema analítico se presume que el nivel de exportaciones no cambia cuando cambia Y.2

Asimismo, vimos que ambas variables (exportaciones e importaciones) dependen del tipo de cambio real. Por tanto, estas dos variables dependen de los precios, tal como se postula en la ecuación 2. Podemos suponer entonces que para cada nivel de ingreso existe un nivel de tipo de cambio real que iguala las exportaciones con las importaciones (curva XN = 0 en el gráfico 2). Si el precio no es el que permite igualar XN a cero, estamos en una posición por fuera de la función XN = 0.

Si los precios son altos con respecto a la curva XN = 0 (o sea, si estamos en un punto como el B en el gráfico 2), los productos nacionales son demasiado caros para el resto del mundo y, por lo tanto, no se está exportando lo suficiente (al mismo tiempo, ello significa que los precios de los productos importados respecto a los nacionales son baratos y que se está importando demasiado). Ergo, en un punto como el B, estamos en una situación de déficit comercial.

Entonces, si estamos en un punto como B, los precios internos deben bajar para que aumenten las exportaciones y disminuyan las importaciones. Es decir, P debe bajar para que suba R y, de esta manera, se hagan más baratos los productos nacionales, logrando corregir el déficit comercial existente en B.

Si los precios son bajos con relación a la curva XN = 0 (o sea, si estamos en un punto como el A en el gráfico 2), los productos nacionales son lo suficientemente baratos para el resto del mundo y, por lo tanto, las exportaciones están aumentando (al mismo tiempo, tal fenómeno implica que los precios de los productos importados respecto a los nacionales son demasiado caros y que no se está importando lo suficiente). En consecuencia, en un punto como A, estamos en una situación de superávit comercial.

Gráfico 2. La función XN = 0. P Y ↑P A ↑Y ↓Y B ↓P XN = 0 XN > 0 XN < 0

Nótese que en un punto como A, el ingreso es demasiado bajo. Por consiguiente, las (potenciales) presiones al alza de Y inducirían un aumento de las importaciones. La corrección de este desequilibrio puede resolverse por la vía de una caída en el tipo de cambio real (es decir, aumentando los precios). Cuando la moneda nacional vale más en términos de

2 En algunos modelos heterodoxos las exportaciones dependen negativamente del ingreso nacional. Esto se da en el caso de economías que producen internamente (y exportan) bienes-salarios.

363 las divisas, es más barato comprar al resto del mundo y, por lo tanto, las importaciones suben simétricamente con la baja de las exportaciones.

Los efectos de una devaluación (o los incrementos de los precios de los bienes internacionales) pueden verse en el gráfico 3. Es importante tener en cuenta que una devaluación nominal (aumento de e) puede verse contrarrestada por el aumento de los precios domésticos. Esto significaría que, en términos reales, la devaluación no produce efecto alguno. En consecuencia, para suponer los desplazamientos ocurridos en el gráfico 3, debemos suponer que cambia e y que los precios no cambian (o que se modifican en una menor proporción que e).

El desplazamiento a la derecha de la función XN = 0 puede deberse a una devaluación (en un esquema de tipo de cambio fijo) o a una depreciación del tipo de cambio (en el caso de un régimen de tipo de cambio flexible). Como resultado de esta medida, los bienes foráneos se tornan más costosos, con lo cual las importaciones se reducen. Asimismo, las exportaciones se vuelven más competitivas, por lo que XN = 0 se desplaza a XN’ = 0. En el caso contrario, una caída del tipo de cambio nominal reduce la competitividad externa y la función se desplaza hacia XN’’= 0.

Gráfico 3. Desplazamientos de la función XN = 0.

P Y XN = 0 ↑e P* ↓e P* XN’ = 0 XN’’ = 0

Un razonamiento similar puede hacerse con respecto a los precios internacionales P*. Un incremento de los precios internacionales reduce las importaciones y aumenta las exportaciones de los bienes domésticos que compiten con los bienes externos, por lo que la función se desplaza a XN’= 0. Inversamente, una caída de P*, desplaza la función de exportaciones netas a la izquierda a XN’’= 0.