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La reducción fenomenológica

In document Experiencia de pérdida de un ser querido (página 85-200)

CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO

1.8. Corriente Existencial-Fenomenológica

1.8.2. La reducción fenomenológica

Como refiere Dantas y Moreira (2009) lo primordial en la investigación fenomenológica es la descripción de la experiencia vivida. Esta experiencia vivida se constituye en flujo temporal de la relación del hombre y del mundo, en mutua construcción, por tanto, el papel del investigador sería la descripción del campo fenomenológico, pero también la comprensión propia de esta constitución mundana del hombre, como ser-en-el-mundo.

Al respecto Luypen (1967) refiere que la primera forma de reducción que hayamos mencionada en los escritos de Husserl entraña “poner entre paréntesis” la existencia fáctica de las cosas que se presentan en la conciencia. Para Merleau-Ponty, la reducción fenomenológica es la resolución no de suprimir, sino de poner en suspenso, con que «fuera de acción» todas las afirmaciones espontáneas en que vivimos, no para negarlas, sino para comprenderlas (citado por Dantas y Cols., 2009).

La descripción del fenómeno es la senda mayor para tener acceso al campo fenoménico del doliente. Justamente de ahí surge la idea de utilizarse, como método de esta investigación, a una persona que tenga vivida la experiencia de pérdida de un ser querido; se presupone que existe una relación dialógica constituida por el interés en comprender, con el otro, el significado del fenómeno en cuestión. El investigador quiere aprender del doliente, ¿qué vivió o está viviendo? de la experiencia que él quiere estudiar. Es importante destacar que el investigador no es para nada ingenuo, ni ajeno de aquello que le inquieta y le interesa investigar. Tal postura posibilitaría al investigador dejar iluminarse y percibir tal iluminación del fenómeno en sus múltiples facetas.

Finalmente Dantas y Moreira (2009) destacan el habla auténtico ya que este es facilitador para la emergencia del sentido porque es un habla genuino, primario, el habla que “sale desde adentro” del doliente. Ver y oír fenomenológicamente pueden también ser posturas de intervención del investigador. A través de estas intervenciones, se desdoblarían espacios para la posibilidad de percibir al otro de forma plena y “ver el invisible”, más allá de la palabra.

CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA

2.1. Método

La presente es una investigación cualitativa, que según la definición del Diccionario de Métodos Cualitativos en Ciencias Humanas y Sociales (Mucchielli, 1996), corresponde a toda investigación empírica que responde a las cinco características siguientes:

1. La investigación es concebida en gran medida desde una óptica comprensiva. 2. Aborda el objeto de estudio de manera abierta y amplia.

3. Incluye una recogida de datos efectuada mediante métodos cualitativos: es decir, métodos que no implican, en la práctica, ninguna cuantificación, incluso ningún tratamiento de datos, lo que sucede en el caso de la entrevista, la observación libre y la recopilación de documentos.

4. Da lugar a un análisis cualitativo de los datos en el que las palabras son analizadas directamente por otras palabras, sin pasar por una operación numérica.

5. Desemboca en un relato o una especie de teoría y no en una demostración.

La técnica utilizada para la recuperación de la información fue la entrevista de profundidad, misma que permitió al doliente hablar libremente sobre su experiencia de pérdida, profundizando en aquellos temas que para él tenían mayor relevancia o significado. En este caso, el investigador interviene solo discreta e indirectamente para alentarlo a hablar sobre lo que necesita saber. Al respecto Hernández y Saldaña (2002) refieren que:

El entrevistador tiene una lista de cuestiones a investigar derivadas del problema general que quiere estudiar. Entorno a esos problemas se establece una lista de tópicos en relación a los cuales se focaliza la entrevista, quedando ésta librada a la discreción del entrevistador, quien podrá sondear razones y

motivos, ayudar a esclarecer determinado factor, pero sin sujetarse a una estructura formalizada (p. 31).

En el mismo sentido Rubio (2004) nos confirma que este tipo de entrevista no parte de un listado de preguntas fijas, sino de un guión de temas o aspectos a tratar. “El protagonismo y el peso de la conversación caen del lado del entrevistado, por lo que el entrevistador ha de procurar intervenir lo menos posible utilizando tácticas comunicativas que animen al entrevistado a seguir hablando, asociando ideas, recordando sucesos, etc.” (p. 414).

Como se pretendía conocer tanto la experiencia de pérdida como la asimilación de esta experiencia en la vida de los dolientes, comprensión hecha desde su propio mundo privado, iniciamos nuestra entrevista a partir de una pregunta disparadora, donde se pretendía centrar el tema exclusivamente en la experiencia vivida por los participantes ante la muerte de sus seres queridos. dejando que la persona libre y abiertamente hiciera uso de la palabra para relatar su experiencia de pérdida, con intervenciones esporádicas de acuerdo al discurso por parte del investigador.

Todas las entrevistas fueron individuales y llevadas a cabo en escenarios siempre propuestos por los participantes, mismos que les permitieran un medio propicio para sentir seguridad y tranquilidad sobre el tema a tratar. Antes de iniciar la entrevista se explicó al colaborador el objetivo del estudio y la importancia de su colaboración voluntaria, por lo que una vez aclaradas sus dudas, se solicitó su firma en una Carta de consentimiento de participación, grabación y utilización académica de la información obtenida en la entrevista (ANEXO 1), conteniendo los lineamientos éticos que el investigador tendría sobre

la información recuperada. Al mismo tiempo se solicitó a cada colaborador que llenara un

Inventario de historia de pérdidas (ANEXO 2), con la intención de que en el momento del análisis de resultados, esta información nos aportara datos valiosos sobre experiencias de pérdida anteriores a la pérdida actual, mismos que de no haber sido elaborados correctamente influenciarían directamente la experiencia de pérdida actual.

La duración de cada entrevista fue variable, con una extensión de una hora y transcripción de 12 hojas tamaño carta en promedio. No se siguió un guión de cuestionamiento por lo que cada colaborador determinó el ritmo y profundidad de su discurso, sin embargo sí se cuidó que durante su desarrollo la persona nos permitiera cubrir como mínimo los siguientes temas, de acuerdo a los objetivos descriptivos de la investigación:

 Antecedentes de pérdidas significativas (a partir del inventario de pérdidas llenado al inicio).

 Relación con su ser querido.

 Experiencia vivida de la pérdida.

 Vivencia posterior y actual.

2.2. Participantes

La población está formada por ocho participantes adultos de entre 27 y 52 años, de los cuales cinco son mujeres y tres varones, cuya pérdida de su ser querido había ocurrido dentro del plazo de un mes y medio a tres años diez meses. La selección se hizo en una primera fase por personas conocidas por el investigador, con el propósito de tener contacto con otras a partir de las personas originalmente entrevistadas.

Para preservar la identidad de los participantes en el presente trabajo de investigación, todos los nombres fueron cambiados y resguardados a través de un alias, previamente asignado e identificado por el investigador.

TABLA 4.Participantes en el estudio y generalidades importantes.

Nombre

(Alias) Edad Sexo Pérdida

Tiempo de la Pérdida Causa de muerte Religión Fecha de Entrevista

Renata 52 años F Hijo 3 años

10 meses Accidente

Católica

activa 21/11/12

Luis 36 años M Padre 9 meses Complicaciones

de enfermedad

Cristiano

activo 17/01/13

María 27 años F Hermano 10 meses Cáncer Ninguna 19/11/12

Fernando 51 años M Hermano/ sobrina Hermano 10 meses 7 meses Accidente Cáncer Cristiano inactivo 11/02/13

Raquel 47 años F Padre 1 mes

15 días

Enfermedad edad avanzada

Cristiano

activo 23/11/12

Alberto 41 años M Padre 3 meses Enfermedad

edad avanzada

Católico

inactivo 25/10/12

Ana 46 años F Padre 1 año

7 meses

Enfermedad edad avanzada

Católica

activa 20/02/13

Laura 31 años F Abuela

materna 2 años 4 meses Enfermedad edad avanzada Católica inactiva 21/02/13 2.3. Instrumento

En relación a los instrumentos utilizados durante la investigación se hizo uso del siguiente instrumento:

 Inventario de historia de pérdidas (ANEXO 2). Debido a la necesidad de conocer si la

persona había vivido pérdidas significativas anteriores que afectaran su actual experiencia de pérdida, siendo de gran importancia para este estudio su aplicación.

2.4. Análisis

Según nos indica Rubio y Col. (2004) el análisis de un trabajo de investigación supone la elaboración teórica de los resultados empíricos, es decir, la refundición en conclusiones y modelos teóricos y por tanto abstractos, y datos concretos. Para realizarlo, Greimas (1987) propone la realización de un análisis exhaustivo del conjunto de textos obtenidos a través de dos fases:

1. Partir de un fragmento o fragmentos representativos del conjunto del material y construir un modelo inicial de trabajo.

2. Proceder a la verificación de ese modelo inicial analizando el resto del material de un modo exhaustivo, y modificando la estructura del modelo a partir de los nuevos elementos que encontremos; o bien, seleccionar porciones representativas del conjunto total para ir completando el modelo inicial (p. 497).

Para el caso específico de este trabajo, se eligió el modelo propuesto por Dantes y Moreira (2009) para llegar al mundo privado vivido por el doliente, a través de la intervención fenomenológica; los autores nos refiere que el investigador hace uso de dos momentos: el envolvimiento existencial y el alejamiento reflexivo. En el primer momento se pone en suspenso cualquier conocimiento adquirido por el investigador para que el mismo pueda introducirse en el flujo de experiencias de la vivencia descrita -en un intento por aproximarme lo más genuinamente posible a la versión particular del doliente-. En el segundo momento se busca distanciarse de la vivencia para enunciarla, describiendo su sentido a partir de la auto-escucha del investigador y exponer con ello su consideración comprensiva del fenómeno como acción reveladora de la vivencia. Es importante destacar que su resultado es más descriptivo-comprensivo que explicativo, lo que, en esta propuesta, no significa buscar una unidad del significado o síntesis vivencial de la experiencia.

Finalmente y considerando que nuestra búsqueda de respuestas sobre la comprensión de la experiencia de pérdida por muerte va más allá de la creación de categorías o códigos que nos lleven a rigidizar nuestra visión de investigador, y considerando aún más, que la teoría que se elije para hacerlo es la del Enfoque Centrado en la Persona, siendo entre otras, una de sus mayores aportación la de colocar al terapeuta y/o investigador en un segundo lugar, siendo su único papel, el de esforzarse continuamente por percibir la experiencia que le es relatada, desde el campo perceptual tal como aparece para la propia persona, así como los significados puestos en él, no encontramos mejor elección que el método fenomenológico crítico propuesto por los autores Dantas y Moreira (2009), que a nuestro parecer privilegia la profundidad y la variabilidad de los significados producidos y revela la comprensión de las vivencias a partir de la minuciosa descripción de la experiencia vivida. Al respecto Rogers (2010 a) refiere que cuando nos acercamos al individuo sin un conjunto preconcebido de categorías a las que esperamos se ajuste, no solo resulta una comprensión más vivida del significado de su conducta, sino que se amplían al máximo las oportunidades para un nuevo aprendizaje (p. 421).

En todos los casos, antecedemos a la entrevista un breve perfil socio demográfico, mismo que aporta elementos importantes para comprender desde la singularidad del doliente el relato compartido sobre su experiencia de pérdida, el cual se obtuvo de la carta consentimiento (ANEXO 1) donde se les requirió de algunos datos generales indispensables.

Para efectos de la mejor comprensión de la línea que siguió esta investigación, en los apéndices se integrará un caso completo que comprende la transcripción completa de la entrevista y el cuadro de análisis donde se prioriza la búsqueda de sentido del discurso del doliente, realizado a partir de la reducción fenomenológica, utilizando como elementos integradores los constructos de la teoría del enfoque centrado en la persona y la propia discusión del investigador.

2.5. Datos etnográficos

En la generalidad, todas las personas que participaron en esta investigación radican actualmente en la ciudad de Xalapa de Enríquez, Veracruz, ciudad que según datos de la página oficial del H. Ayuntamiento Municipal (Xalapa H. Ayuntamiento) cuenta con 413,136 habitantes, más la población flotante de un alto número de estudiantes. Su clima es húmedo y variado, con temperaturas que varían de acuerdo a la estación de 30 °C a 4 °C. Las lluvias son abundantes en verano y principios de otoño, siendo más ligeras en lo que resta del año, en invierno presenta grandes descensos de temperatura con heladas esporádicas. Su topografía es accidentada e irregular, lo que hace que sus calles sean tortuosas, estrechas y quebradas, por otro lado ofrece una excelente vista de gran variedad de paisajes. La dinámica económica de Xalapa está fundamentada en el desarrollo de sus actividades terciarias, primordialmente en la prestación de servicios (educación, administración pública, plaza bancaria y de finanzas) y por su actividad comercial. Existe además una intensa actividad agropecuaria y forestal.

CAPÍTULO 3. RESULTADOS

A continuación se exponen los análisis de los ocho casos de estudio, presentando las entrevistas de forma cronológica. Las letras que inician un párrafo están identificadas con la letra del nombre protegido del entrevistado (alias) y la E se refiere a entrevistador. En el caso en que aparece la figura que representa una serie de puntos entre corchetes cuadrados significa que han sido eliminados ciertos pasajes de la entrevista.

3.1 Experiencia de Renata

Renata tiene 52 años, es casada y sin hijos, profesa la religión católica y labora en la misma universidad pública desde hace 33 años, es jubilada pero aún sigue laborando en su último empleo. Su único hijo falleció hace tres años diez meses en un accidente automovilístico donde perdió la vida de forma inmediata.

Antecedentes de pérdidas significativas.

1er. Movimiento

R: Ya había pasado por esas etapas de que, de que seres queridos se habían adelantado; mi papá murió cuando yo tenía cuatro años […] como era una niña no, no me acuerdo, pero, a lo mejor sí me hizo falta su figura, pero no me, no me dolió tanto […]; cuando mi hermano muere, ahí sí me dolió porque veía yo a mi mamá sufrir por la ausencia de él, era como doble dolor, la pérdida de mi hermano y mi mamá sufriendo […] ahora se repite la historia conmigo, como que eso, me ha hecho ser un poquito más fuerte, o sea yo ya tenía pérdidas fuertes.

Saliendo del paréntesis

Antes de hablar de su última experiencia de pérdida evoca el recuerdo de la muerte de su padre y de su hermano como antecedentes de aprendizaje previo que forman parte de su

momento desde el sentimiento doloroso de su propia pérdida y de la comprensión

empática del sufrimiento de su madre. Años después, al experimentar la muerte de su propio hijo se identifica empáticamente con su madre. Pareciera comprender que la simbolización de sus pérdidas anteriores y la actualización de su estructura del Yomismo

le permiten afrontar su pérdida actual.

Relación con su ser querido.

2° Movimiento

E: ¿Podrías contarme de la relación que tenías con tu hijo?

R: Pues yo con él, me llevaba súper bien, era como mi amigo, aparte de ser mi hijo […] teníamos una relación muy estrecha, él era, estee, como que yo era el centro de él, y pues su papá también pero, más más estaba apegado a mí yo le decía las cosas buenas y malas que hacía, lo reprendía, esteee él siempre como que siempre me, me trató bien, nunca tuvimos problemas así graves, era un hijo bueno, un chico bueno en la palabra […] era mi mundo… mi motor, mi vida, o sea yo por él trabajaba todo el día, por él hice muchas cosas, [pausa] y yo creo que fui una madre, no ejemplar pero fui una buena madre para él, él tenía estee, como te diree, eeh, yo puse todo en él, él era mi centro, y pues ahí, él me respondió a lo que yo quería… a la mejor tenía sus defectos y todo peroo, él era mi orgullo, pero puees, desgraciadamente [llanto] no pude concluir muchas cosas.

Saliendo del paréntesis

Al relatar la relación que tenía con su hijo, la describe como un fuerte vínculo amoroso por parte de ambos. Pareciera que su hijo respondió a sus expectativas de madre. La vivencia de la relación madre-hijo fue establecida con un fuerte apego por parte de ambos, siendo notorio que la aceptación positiva incondicional era base de su amor. De algún modo, pareciera que el padre pasa a ocupar un tercer lugar en la relación. Su relato sugiere que su hijo representaba el propio sentido de su vida, él respondía a sus sueños de madre y aún reconociéndolo con defectos, se sentía orgullosa como madre.

Experiencia vivida de la pérdida.

3er. Movimiento

E: ¿Cómo viviste el momento de su pérdida?

R: Me habla mi hermana y me dice, tuvieron un accidente y falleció, fallecieron mi marido y Orlando, y yo pues, yo me quedé así, y dije: ¡ay no, no puede ser, no puede ser! y me dio un dolor en el estómago que nunca lo había sentido, haz de cuenta que me hicieron el estómago así [entrelaza las manos y las tuerce], me lo exprimieron, entonces yo me fui, así, toda como [pausa breve] yo pensando que no fuera.

Saliendo del paréntesis

Este movimiento permite conocer su experiencia al momento de recibir la noticia del accidente y muerte del esposo de su hermana y de su propio hijo. Su primera respuesta recurre a la negación, reacción primera que apunta la literatura sobre esta materia, como consecuencia de una noticia de ese tipo. Es un hecho que su cuerpo se manifiesta organísmicamente en forma de dolor intenso, como respuesta a la amenaza que representa la noticia de la muerte de su hijo.

4° Movimiento

R: En el camino le pedí a Dios, digo: si está muy mal herido, si no va a sobrevivir, llévatelo Dios mío, no lo dejes sufrir [con un hilo de voz].

Saliendo del paréntesis

Pareciera que antepone su inmenso amor de madre al pedir a Dios una muerte rápida para evitarle sufrimientos a su hijo, aún a pesar de su propio dolor por perderlo. Desde su propio marco de referencia interno solo la congruencia de sus sentimientos por el hijo puede permitirle pedir su muerte antes de conservarlo a costa de lo que sea.

5° Movimiento

R: Mi hermana estaba hecha loca, pues yo más o menos controlada, pero en eso de que tu cabeza no sé, te dicen cosas pero como que no asimilas nada, andas así como flotando en el aire […] yo me sentía así como, haz de cuenta como que estaba en un desierto solitario, yo no veía a la gente, yo las escuchaba pero no les tomaba atención, yo estaba centrada en mi hijo, pues en ese momento, pues ya estaba allá en el forense.

Saliendo del paréntesis

En este movimiento Renata refiere su estado durante el tiempo que su hijo estuvo en el forense, manteniéndose más o menos controlada, pero totalmente ajena a los demás. Aparentemente ella se encontraba en un estado de estupor tal, que no le permitía hacer contacto con su realidad. Su conducta se adecua a una realidad que se muestra

amenazante, manteniéndola en un estado de insensibilidad como acto de auto conservación de la estructura del Yomismo.

6° Movimiento

R: Yo, corrí [pausa breve] porque ya lo quería ver, y a la vez tenía miedo de verlo así, mal, desfigurado, pero no, mi hijo lo maquillaron y lo arreglaron tan bien, que parecía que estaba dormido con una sonrisa [pausa breve] y ya pues, [llanto] como madre le pedí perdón, porque a la mejor en algún momento no fui buena madre para él.

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