Pontiicia Universidad Javeriana
Artes
Visuales
Proyecto de grado
David Julián López Rodriguez
Bogotá Colombia
Los placeres de la
Tabla de contenido
Justiicación...1
Objetivos...13
Antecedentes...15
Marco Teórico...49
¿Qué es el instinto?...50
La creación psicológica...52
La creación visionaria...54
La imaginación...55
¿Qué es la imaginación?...56
La imaginación vista desde la ilosofía...58
La imaginación en la psicología...66
Referentes visuales y literarios...78
Proceso de la obra...115
Conclusiones...126
JUSTIFICACION
“La imaginación tiene mucho más imperio que la realidad”.
A
lo largo de mi vida siempre me he hecho preguntas acerca de mi vínculo con las artes visuales, preguntarme por qué dibujo o por qué sentí queesto era lo que yo quería; pero al cuestionarme mi imaginación inmediatamente
me responde. Sus respuestas siempre son positivas, asegurándome de que todo
esto, estudiar artes y ser iel a mis pasiones, me están llevando por el camino
correcto, y que con el tiempo veré los resultados. Con esas respuestas me basta,
pues siendo la imaginación quien me responde no sólo le creo sino también voy
creando sin parar. Pero entonces, me surgen otras preguntas como: ¿de dónde
viene la imaginación? ¿Cómo nace? ¿Es acaso una energía cósmica otorgada a
los seres humanos por un ser divino o es tan sólo la capacidad de ver a través de
La imaginación como compañera
En mi vida la imaginación tiene un papel demasiado importante, ella es
prácti-camente la matrona de mi existencia, me guía sin descanso y por medio de mi
intuición nos comunicamos. Soy un instrumento para ella, dejo que se libere, que
se exprese a través de mí, pero para ser justos, somos como un dúo dinámico:
yo observo el mundo que me rodea y ella extasiada crea el suyo a través de él y
afortunadamente, poseo la manera de representar las cosas que va elaborando.
Pero no se trata de hacer un paralelo entre su mundo y el mío, al contrario, creo
que basta con ver el de ella para entender cómo mi vida comienza a tener un
sentido distinto. Hablo de una vida llena de instantes que despiertan mis sueños,
mis emociones, mis deseos y que la imaginación va tomando para así convertirlas
en imágenes únicas, es por eso que creo más en sus ideas porque son las que me
mantienen vivo. Así es, la imaginación es fundamental para mí, porque muchas
de las cosas que son difíciles de alcanzar en el mundo real la imaginación me
las ofrece gratis a cada segundo; no es egoísta, prácticamente todo lo que anhelo
lo puedo sentir vivo por periodos largos, solo basta con cerrar los ojos para que
eso suceda. Hablo por ejemplo de cosas tan nobles como amar apasionadamente
siendo correspondido, o hundirme en lo más profundo del mar encontrándome
Como decía Winston Churchill:
“La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser”.
Lo lógico sería que este trabajo hablara de mí, pero sin la imaginación mi vida es
aburrida, es por eso que todo lo que se escribirá aquí será con el in de descifrar
su importancia y como ha ido creciendo a través de mí.
Para la imaginación el orden y el tiempo son secundarios, y para mí esto es
mara-villoso pues yo no permito que sus ofrendas se hagan en una hora o lugar
deter-minado. Si inmediatamente su idea ronda mi cabeza, en ese preciso momento me
dispongo a realizarla, no importa donde me encuentre, soy obediente pues creo
irmemente en su valor por encima de cualquier otra cosa, es por eso que llevo
una bitácora a todas partes. En este semestre por ejemplo, en la única clase
teóri-ca que veo, contexto sociocultural, han surgido decenas de dibujos, situación que
me recuerda al colegio. Fue así como yo comencé a darle importancia a la
ima-ginación: desde niño he tenido preferencia por los puestos más alejados, tal vez
porque siempre he sido muy tímido y por ello me es difícil hacer amigos; además,
nunca demostré ser un estudiante destacado. Mis profesores me respetaban
por-que no era indisciplinado, cumplía con las tareas y todo tipo de trabajos extras,
pero en cuanto a la participación en clase un miedo me invadía siempre, pues he
sufrido de pánico escénico toda la vida. A muchas personas les pasa, pero en mi
caso, estos comportamientos me hicieron recurrir al dibujo, tal vez por que las
y a medida que lo hacía, caminaba por todo el salón. Yo estaba como siempre
alejado de todos en el otro extremo del salón dibujando. A medida que la maestra
se acercaba, yo volvía a tomar el libro de ciencias y aparentaba estar al tanto de
la clase, pero cuando se alejaba, volvía a abrir mi cuaderno y seguía dibujando.
Hasta el día de hoy no logro entender por qué lo hacía de forma clandestina, si
al inal se convertiría en mi futuro. Durante mi estancia en el colegio nunca me
sentí aburrido, solo imaginen a un joven sentado en su puesto y que a simple vista
parece ser alguien carente de amigos, pero siempre he dicho que en el interior de
un individuo pueden suceder cosas fascinantes y que a simple vista no lo parece.
La importancia de la bitácora como formato
Referente a la obra, como dije antes, no dudo ni un segundo en tomar un lápiz
y una bitácora y comenzar a dibujar, eso es lo que hago básicamente, sin
em-bargo, con muchas de las cosas aprendidas en la carrera, puedo intervenirla con
múltiples técnicas, y así las imágenes son más ieles a mi imaginación. Ahora
bien, ¿por qué una bitácora? Bueno, encuentro en este formato mucha intimidad,
además no requiere de un enorme espacio para ser intervenida, es sencillamente
práctica. Además la bitácora me recuerda a mis cuadernos del colegio, porque
siempre los rellenaba con dibujos, muy pocas veces los usaba para escribir la
palabras; o a la de un soñador, este último posiblemente emplearía ambos
me-dios. Sin embargo, en este proyecto quise recurrir a esta tradición, quise rendir un
homenaje por así decirlo, a lo que he hecho durante toda mi vida, pues durante
20 años he estado a merced de mi imaginación. A través de la bitácora puedo ver
no sólo mi evolución en el dibujo, pero lo más importante, cómo la imaginación
ha tenido un rol importante en mi vida en diferentes edades, en mi niñez, en
mi adolescencia y ahora en mi edad adulta. Aseguro que este proceso es
since-ro a pesar de que en mi vida se den cambios en mis caprichos, lo único que se
mantiene irme es mi conexión con la imaginación. Solo recuerdo la primera
vez que pensé en dibujar sobre las páginas de una bitácora, bueno, en realidad
era un block de hojas blancas pero suelo llamar bitácora a todo lo que contenga
mi libertad creativa. Me sentí a gusto porque había culminado el colegio, había
dejado atrás los cuadernos, los libros de texto, los pupitres, las hojas de examen
y todo lo referente, para sumergirme plácidamente en mi imaginación.
Afortuna-damente no tenía preocupaciones, tenía la plena libertad de hacerlo ya que mis
padres lo veían como un pasatiempo sano sin pensar en la posibilidad de que esto
fuera a trascender. Luego de ocho años volví a ver el block y créanme, fue
nostál-gico, no sólo viajé en el tiempo sino también recordé que durante esos años entré
en duelo con mi padres sobre mi necesidad de estudiar artes, para ellos era una
carrera noble pero no para la vida; según sus experiencias, expresarse no es una
prioridad para el mundo del adulto, porque el mundo necesita gente útil y ¿cuán
que hago es realmente inútil. Hasta el momento no he recibido esta respuesta.
No puede haber algo más satisfactorio para mí que registrar en este presente lo
que en años posteriores volveré a ver, porque sabré una vez más que la
imagina-ción me ha permitido existir.
Recuerdo el día en que me presenté para optar por un cupo en artes visuales,
había llevado justamente una bitácora, eso sí, estaba temeroso porque había visto
los portafolios de otros y sentí que lo mío no era suiciente. Muchos aspirantes
mostraron enormes pinturas, videos, esculturas, e incluso fotografías, pero yo tan
solo mostré mis dibujos a lápiz, ninguno llevaba color. Luego me llamaron para
ser entrevistado por la directora del departamento y ella me preguntó sobre lo que
me motivaba a dibujar (para mi es importante este recuerdo porque me llena de
seguridad para llevar este proyecto a cabo), yo, con mucho temor, viniendo de un
lugar en donde el contacto con el arte es casi nulo, sólo respondí: ¿Mi
imagina-ción? Como ven, contesté con una pregunta. Luego ella dijo: No sé,¿estás seguro?
Y moviendo mi cabeza automáticamente respondí: completamente.
Otro factor importante en este proyecto es el signiicado que yo le doy a la vida,
todos sabemos o sentimos que tenemos una misión en el mundo, incluso el
ins-tinto responde con certeza que vamos por buen camino, que la decisiones que
No puedo hablar de una existencia entera porque no he vivido todo y menos
cuando mi vida no ha sido muy activa. De hecho me pregunto: ¿es
deinitivamen-te necesario salir y exponerse andeinitivamen-te el mundo para que mi imaginación deinitivamen-tenga
ma-terial y así construir su versión? La vida que llevo no es necesariamente una vida
llena de experiencias, como dije antes me cuesta hacer amigos y a partir de ahí
mi participación en la sociedad es prácticamente nula. Entonces llego a la
con-clusión de que varias de mis imágenes son en realidad ausencias en mi vida, pero
mi intención no es ser literal con esas ausencias; cuando la imaginación
intervie-ne es como si intentara mostrarme una versión de aquello que me hace falta pero
que solo yo puedo entender, es como si camulara mis secretos, para que ante los
ojos del público queden como metáforas o fantasías.
Sobre el estilo.
Esta parte me preocupaba antes, pero luego me di cuenta de que mi estilo no es
necesariamente un sello estético, creo que el estilo es ser iel a uno mismo, ya
que no creo deba limitarse a una estética, un ejemplo de ello es Pablo Picasso,
cuyo trabajo tuvo muchas transformaciones estéticas, además considero que el ser
humano es todo un compendio de sensaciones y cada una diferente a las otras.
Opto por liberar mi imaginación para así ver sus diversas transformaciones, cómo
ésta siempre está mutando, porque de esta manera se enriquecen sus ofrendas y
¿Por qué es importante para mí expresarme?
Me privo de muchas cosas para enaltecer su esencia, me privo del realismo no
para evadir los problemas sino porque sé que con mi imaginación logro acercarme a
la sensación real, es casi como la otra cara del hombre. Él es creador por
na-turaleza pero creo que muchas de las cosas que le son imposibles merecen, en
esencia, estar relejadas en el arte. Por eso me expreso, porque es la manera de
asegurarme cómo el hombre está hecho de toda esta fantasía, que no es
solamen-te un ser lleno de conocimientos y que el mundo utiliza como herramienta; no, el
hombre es toda esta perfección que en la imaginación es visible y para expresarlo
tengo que dibujar, por ello considero que el arte es el lugar en el cual el hombre
puede aspirar a ser libre. No me convenzo de cualquier método que busque un
objetivo a la mera acción de crear, tan sólo crear es un objetivo en sí mismo,
simplemente la imaginación necesita despertar, y de algún modo no me convenzo
tampoco de aquellos que pretenden explicar o entender las representaciones del
alma, cuando ésta, dominada por un principio de ambigüedad, carece de sentido
ni explicación en su propio origen. Comparto este pensamiento maravilloso de
André Breton acerca de la vida:
“Cuando a veces se me presentaban razones para terminar con
mi vida, me sorprendía a mi mismo admirando un trozo
la vida estaba dada, que una fuerza independiente de la de
ex-presar y de hacerse comprender espiritualmente presidía, en lo
que concierne a un hombre que vive, las reacciones de un interés
inestimable cuyo secreto desaparecerá con él.”1
Mi apreciación sobre la vida es muy cercana a la apreciación de Breton, es por
eso que veo el arte como el mejor lugar para comprender al espíritu y esto me
tranquiliza. Sería lógico llamarme artista, pero siempre he creído que ser artista
no es más que un rótulo, el mundo lo transforma para su beneicio. Yo tan sólo
soy un joven que habla a través de su imaginación, y son esas imágenes las que
me obligan a creer y a crear.
Para culminar esta justiicación quiero dejar bien claro cúal es el propósito de este
proyecto. Las imágenes como bien dije son mi lenguaje, expresan la existencia
de un mundo interno, un mundo mucho más intenso que mi realidad y que no
sólo se construye a través de paisajes y fantasías; no, para que este mundo sea tan
sólido como un diamante depende de que cada imagen tenga un sentimiento,
que surja a través de un automatismo guiado por la emoción. Mi intención es sin
duda alguna ser iel a los impulsos de mi imaginación, y a tomar registro de cada
uno de ellos a través de una bitácora; sin pensar en el tiempo como un régimen,
veré como un solo instante. La bitácora es una obra completa, sus páginas no
tienen que verse como el registro de cada día, no hay un comienzo ni un inal,
necesito alejarme de toda esa estructura, porque esto no sólo me va a permitir ver
la forma en la que creo sino también a creer que los impulsos de la imaginación
solo aparecen. Sería muy agradable ver al espectador con la bitácora en la mano
y al abrirla no tiene que hacerlo necesariamente desde la primera página, puede
hacerlo desde cualquier otra, en el orden que este desee, como decía Paul
Clau-del, poeta francés del siglo XIX:
“El orden es el placer de la razón pero el desorden es la delicia de la imaginación”.
Como ven, esto es algo enteramente personal, creo que mi arte debe relejar mi
naturaleza, debe relejar mis errores, mis sueños, mis anhelos, mis tristezas, mi
fe-licidad. Cuando esto suceda me sentiré tranquilo porque miraré hacia atrás y diré:
Objetivo general:
Crear una bitácora que contenga dibujos y pinturas que representen la
espontaneidad de la imaginación.
Objetivos especíicos:
Responder varias preguntas acerca de qué es la imaginación, si es un factor •
instintivo de los seres humanos, si tiene la posibilidad de ser libre.
Establecer cómo el dibujo ha sido una herramienta fundamental en mi bús-•
queda de la expresión.
Establecer la importancia de la imaginación en mi vida y como ésta se ha •
Fig1. Según mi mamá, éste fue el primer dibujo que realicé a la edad de 4 años.
C
omo lo expresé en la justiicación, he llevado este proceso de dar rienda suelta a mi imaginación desde que tengo memoria, así que misanteceden-tes vienen mucho ananteceden-tes de comenzar mi carrera. Para mí es bueno volver al
pasado y ijar un comienzo en mi vida a través de dibujos, para así ver sus
trans-formaciones y los cambios que han surgido en mis intereses y fantasías. Lo que
van a ver no son maravillas visuales, pero sí son signiicativas cuando se quiere
establecer cuan importante es la expresión en una persona.
durante mi infancia lo que siempre dibujé fue eso, “personajes”. No me avergüenzo
al aceptar que fui un seguidor de Disney y de todo lo que esta “corporación”
pudiera ofrecerme, porque no tenía ninguna otra inluencia verdaderamente
artís-tica, ya que en los colegios por los que pasé jamás tuve una materia denominada
Artes, de hecho, cuando entré a estudiar artes visuales y al presenciar la materia
de constitución, nos exigieron un trabajo en el cual se expusiera algún
conoci-miento que violara los derechos de la constitución. En efecto, en este libro encontré
una derecho educativo el cual es la enseñanza obligatoria de materias de artes
en las instituciones académicas. Sin embargo, cuando visité uno de mis colegios
para reairmar mi denuncia, tuve que retractarme ya que poco después de
ha-berme graduado del bachillerato, habían comenzado a impartir dicha disciplina
porque ya tenían los “recursos” para ello.
Así que este vínculo con la creación artística en un principio se manifestó con lo
que fuera. Aquí hablaré como un individuo que se refugiaba en el dibujo, y cómo
estas imágenes tan simples, a estas alturas de la vida, poseen un valor
considera-ble para mí (ver igura 2).
No puedo hablar mucho de estas primeras imágenes, solo sé que durante esas
épocas ya le había encontrado gusto al dibujo. Mi padre solía verme dibujar e
in-cluso intervenía en mis hojas, ya que a él también le agradaba dibujar. De hecho
le gustaban mucho las tiras cómicas de los periódicos y copiaba algunos
El colegio.
En los primeros años del colegio siempre tuve el placer de llevar en mi maleta
un block de hojas blancas, era unos de los materiales requeridos en mi curso, y
en manualidades nos dejaban dibujar lo que queríamos. Esa era la única materia
que debió gustarme por que aún conservo el block y un cuaderno. El block estaba
completamente lleno de dibujos mientras que el cuaderno, al parecer de español,
era de 50 hojas y no había llegado si quiera a la número veinte. En ese entonces
aún no intervenía mis cuadernos porque mis profesores fueron muy estrictos a
la hora de revisarlos, por lo que, me imagino yo, llegué a respetar el orden en
los cuadernos, dedicados únicamente a escribir y a uno que otro dibujo por si se
[image:23.567.106.426.357.571.2]Fig. 5 dibujo de mi block de manualidades
Un par de años más tarde realicé ciertos dibujos basándome en unos mitos
latinoamericanos. Fue la primera vez que encontré en estas historias la necesidad
de ilustrarlas, porque me fascinaban esos relatos donde había personajes
legenda-rios y monstruos y tan solo imaginarlos me daba como una ansiedad de
dibu-jarlos que uno, en ese momento, no mira si es bueno en ello o no, tan solo
quiere divertirse con esto y de hecho dibujar era más placentero que jugar con
mis juguetes (ver iguras 6 y 7). Hay una particularidad en estos primeros dibujos
Fig. 6 Ilustraciones de un mito latinoamericano
Tratando de analizar esta elección por así decirlo, puedo mencionar que trazar
líneas y generar formas ya me satisfacía, el color fue un agregado; por lo que en
varias de la siguientes imágenes, el color está ausente.
[image:25.567.130.403.376.552.2]A veces solía coger mis cuadernos y rellenar los vacíos que dejaba en cada página
con todo lo que se me ocurriera para así matar el tiempo, siempre motivado en
mis adentros por el gusto que encontraba al trazar una línea y ver el rumbo que
tomaba para luego convertirse en una igura. Este comportamiento, debo aceptarlo,
me distanció de las personas, sentado ahí en mi pupitre era como estar encerrado
en una burbuja que se hacia cada vez más grande a medida que mi gusto por
el dibujo se incrementaba. Era, lo que yo llamo ahora, mi encierro psíquico.
Tuve la fortuna de ser respetado por mis compañeros, no fui el tonto del grupo ni
tampoco tuve ningún apodo o algún tipo de sobrenombre el cual me identiicaría
entre la gama de estudiantes con defectos y virtudes, tan solo para ellos fui David,
pero eso no signiicó que haya sobresalido, para nada, de hecho no me hacía
sentir, no tenía ese ego ni mucho menos el carisma para darme a conocer; solo
sabían que dibujaba siempre sumergido en el más absoluto de los silencios.
[image:26.567.120.253.376.563.2]Para mi madre era muy desconcertante tomar mi maleta, sacar mis cuadernos y
encontrar imágenes sobre mis anotaciones, ella vivía muy preocupada por mi
rendimiento académico, lo que la llevó a cambiarme constantemente de colegio.
Reitero que no fui nunca un buen estudiante pero tampoco fui un mediocre, sólo
me ganaba el impulso por dibujar. Cada vez que me disponía a prestar atención
a una clase, inexplicablemente ya me encontraba trazando líneas en mis
cuadernos, incluso en las famosas guías, esas hojas tamaño oicio con
infor-mación y problemas a resolver (ver iguras 10 y 11). Mi mamá no soportaba que
rayara esas hojas, ni siquiera las de mis cuadernos. Cada vez que tenía la
oportu-nidad, ella me recordaba sus penurias de infancia, épocas terribles donde ella no
tuvo la fortuna de establecer su educación y cada cuaderno que le compraba
mi abuelo era una reliquia, un tesoro. Ese pensamiento me lo transmitía todos
los días, algunas veces con regaños muy fuertes.
Así que compraba muchos blocks y de esa manera se convirtieron en mis
prime-ras bitácoprime-ras. Debía ya abstenerme de dibujar sobre las hojas de mis cuadernos.
Siempre cargaba un block a todas partes, llegué a portarlos hasta el último grado,
dejando un legado de imágenes que inmortalizaron mi infancia. Siempre tuve
la fortuna de escaparme en los recreos y dibujar en lugares tranquilos, sin ruido,
alejado como siempre de las personas. Ésta siempre ha sido mi elección, es una
Fig. 10 y 11 Guías de informática
La inluencia de los comics y el anime.
Como dije antes, por los colegios que pasé nunca tuve una materia especialmente
dedicada a las artes, lo que siempre presencié fue esa famosa clase de
manuali-dades en donde nos ponían a hacer ese engrudo y a cubrir con tiras de papel
periódico bombas inladas y así crear jarrones de papel o nos ponían a moldear
mí, no poseía referentes visuales enteramente artísticos, de hecho ni siquiera tuve
la motivación de buscarlos en libros o enciclopedias. La “onda” de la animación
crecía, por lo que me aferré a las caricaturas y a los comics, creyendo que este
sería mi camino. Éstas etapas perduraron por mucho tiempo, me había hecho a
la idea de estudiar algo relacionado con los comics y hasta llegué a inventarme
[image:29.567.154.380.247.569.2]
Godzilla. Quimera
Mi primer acercamiento al retrato
A pesar de sentirme a gusto con mis referentes de infancia, mi mamá creyó que
poseía talento y decidió inscribirme en un curso de dibujo. Yo no quería, ya me
había acostumbrado a dibujar basándome en las caricaturas, incluso el día que
presenté mis dibujos al maestro que impartía el curso, consideró que sus
ense-ñanzas no coincidían con mi manera de dibujar, además no encontraba en mis
dibujos ningún tipo de retrato o bodegón, aclarando que eso era lo que él enseñaba.
basándome en fotos y tratar de acercarme al realismo, mi imaginación parecía
estar frenada ahí o eso era lo que yo creía, porque cada vez que dibujaba un
personaje de caricaturas no sólo pensaba en su forma, a medida que lo plasmaba
al papel yo emitía ciertos sonidos como si fueran sus poderes, como en el dibujo
anterior de Godzilla. A medida que dibujaba su cola, pensaba en los sonidos de
ésta golpeando los ediicios; decía cosas como “pum” o “plash” repetidas veces
hasta terminar la cola. A propósito de los retratos, estos fueron los únicos que hice
en ese curso de dibujo:
Estas manos también las dibujé en el curso, me acuerdo que fue la única imagen
que me gustó.
Últimos años en el colegio
Mi infancia y adolescencia no fueron realmente interesantes, pero yo mismo
jugaba con mi imaginación para que así lo fueran. En mis últimos días en el
colegio, había comenzado a preocuparme por mi futuro, no era bueno en
mate-máticas ni en química, dos disciplinas fundamentales en mi familia porque están
llenos de una generación de ingenieros químicos e industriales. Mi mamá esperaba
que yo optara por una carrera así, a pesar de apoyarme en mi interés por el
dibujo ella seguía viéndolo como un capricho de infancia, mi padre incluso no
soportaba esos momentos en los que le mencionaba que iba a estudiar
Luego de graduarme me tomé un año sabático y pensar en mi carrera, en el colegio
ya me habían desmentido la existencia de esa carrera que denominé caricaturismo,
y después de eso me preocupé mucho, y mi paso por el curso de dibujo me
convenció de que las artes era lo último que quería estudiar, yo solo quería dibujar
basado en mi imaginación y rogaba por encontrar algo que me permitiera eso.
Por lo que después del colegio me tomé un año para pensar con claridad, mientras
lo hacía me dediqué a un proyecto enteramente personal y que hasta el día de
hoy no he logrado culminar. Sin embargo pensaba en el éxito que éste podría
llegar a tener, porque luego de vivir en esos tiempos la moda de la literatura
fantástica con libros como Harry Potter o El señor de los anillos, esa moda me
inspiró a crear una historia, una obra que desde el primer momento en que la
pensé, llevaría como título: La mitología de las aves. Aquí puse a prueba mi ima-ginación, pensé en un mundo habitado por seres antropomorfos, mitad hombre
mitad ave, creados por poderosas deidades que se gestaban en el interior de planetas
que vagaban por el universo sin rumbo ijo. Los planetas eran como huevos y que
luego de un tiempo cada uno se quebraría liberando al Dios gestado. Éste saldría
disparado como un rayo y comenzaría su travesía por el cosmos para así dar
comienzo a mi historia. No sólo sería un mundo fantástico sino también sería mi
mundo imaginario porque no quería excluir nada en él, para mí cualquier cosa
Aún no me despegaba de ese estilo manga al dibujar, por lo que los primeros
bosquejos de mis personajes no se parecían en nada a lo que imaginaba (ver
igura 20). En mi cabeza elaboraba unos seres muy personales pero en el papel
se relejaban mis limitaciones al representarlos.
A pocos meses de culminar mi año sabático, aun no había encontrado la
carre-ra que quería estudiar, andaba muy preocupado por lo que le pedí consejo a mi
hermana mayor, ella entendía muy bien el funcionamiento de las universidades y
conocía carreras que se acomodaran a mis gustos; ella mencionó Artes Visuales
en la Javeriana y al enterarme de lo que ofrecía me convenció rápidamente, sin
embargo aún mi mamá no sabía que yo seguía con la idea de estudiar algo
rela-cionado con el dibujo, pero luego de comentarle a ella preirió que estudiara algo
inmediatamente a seguirme teniendo en la casa sin hacer prácticamente nada.
Así que opté por artes visuales como solución rápida porque en mis adentros solo
saber que la carrera llevaba la palabra artes, inmediatamente se me venía a la
ARTES VISUALES
Aliutak, Dios de los vientos. Plumilla/ papel. 2007
Entrar a Artes visuales y empaparme de todo lo que la carrera me ofrecía, no sólo
me hizo cambiar mi percepción sobre las artes sino también logré aprender
muchas cosas, sobre todo en las materias de dibujo que, sin creerlo, me
per-mitían expresarme, y era muy recursivo a la hora de mis entregas. Algo que debo
mencionar y es muy importante es el hecho de que yo haya dibujado primero,
impulsado por mi imaginación para luego buscarle un concepto a ese dibujo. Es el
proceso inverso al que nos aconsejan los profesores, quienes consideran que es
mejor pensar en el concepto y luego crear la imagen basándose en ese concepto.
En dibujo V para la entrega inal debía pensar en un tema en particular, mientras
lo hacía elaboré un dibujo la noche anterior a la entrega (ver igura 22), al
termi-narlos debía pensar en su concepto, y recordé que durante esos días había leído
una noticia acerca del rapto de mujeres indígenas en México para la
experimen-tación en laboratorios Norteamericanos. Pensé que en la entrega pedirían una
explicación o algo relacionado pero no fue así, simplemente miraron el dibujo y
lo relacionaron con el título y afortunadamente logré pasar. Rescato esta anécdota
porque pertenece a una serie de hechos en donde recurrí al mismo proceso, el de
Fig. 22 Madre indígena amasando harina de maíz, plumilla y aguadas sobre cartón blanco. 2007.
Caso similar ocurrió en ilustración II, debíamos crear una imagen partiendo de un
escrito de Julio Cortazar, en mi caso era “instrucciones para llorar”, al leerlo me
gustó mucho y sin pensar en una imagen particular sólo me dejé llevar por el
sentimiento en una gran hoja de papel. Todo ocurrió en una sola imagen, no hice
bocetos ni mucho menos elaboré varias imágenes inales, por lo que si cometía
errores en la ilustración podía corregirlos ahí mismo, eso sí, pensé en una técnica
agua-Disfruté mucho hacer esta imagen porque a pesar de estar vinculada al escrito de
Cortazar, el acto de llorar es una prueba de la sensibilidad humana, y mientras
la elaboraba, recordé esos momentos de mi infancia en donde llorar era casi
un placer.
Instrucciones para llorar, Tinta sobre papel, 2007.
Antecedentes con el libro como formato.
hacer una versión impresa para la entrega inal. En ilustración en cambio teníamos
muchas posibilidades, no era una exigencia, si se trabaja el formato del libro,
sacar una versión impresa, pero en mi caso, para la entrega inal de esta materia
quise tomar como base un mito colombiano acerca de la creación de la humanidad:
El mito de Fura tena.
Páginas del Diario de Dios.
Para representar el mito pensé en Dios escribiendo un diario, y sus imágenes eran
bosquejos de las primeras formas de la naturaleza. Me dio la misma sensación
que tengo cuando dibujo en mis bitácoras, pensando en elementos y en
perso-najes para nutrir mi mundo imaginario. más que todo ese era el propósito:
Otro proyecto que abordé con el libro como formato fue justamente en procesos
editoriales, en lo personal debo decir que esta materia me exigió mucho, sobre
todo en la entrega inal porque justo el primer día que comenzamos a verla, los
profesores ya exigían una idea del proyecto inal, yo inmediatamente pensé en
un bestiario, quería ya tener de manera formal un compendio de esos seres que
elaboro en mi imaginación. Sin embargo no bastaba con ilustrarlo y ya, debía
escribir una historia, debía involucrarlos en una narración para que tuvieran un
vínculo. Entonces mientras dibujaba, pensaba en la historia, y luego me pregunté
porqué no involucrarme también como personaje. Así nacieron los portadores de
luz, seres con el alma visible como un fragmento de luz, y yo me representé en
la portada, sosteniendo una lámpara con la intención de hacerles creer que yo
también tenía mi propia luz (ver igura 26). Hablaba de ellos con tanta propiedad
que, me convertí en el narrador, por lo que hablé muchas veces en el escrito en
primera persona y a pesar de mencionar a un dios creador en la historia, yo
res-petaba a la deidad y jugaba con la idea de que de él venían esas criaturas y no de
mí. En un principio le había dado el nombre de la imaginación creadora, pero mis
profesores sugirieron pensar en un nombre menos personal, así que simplemente
llamé al Dios como la criatura interminable. Desafortunadamente por
cuestio-nes de tiempo no logré ilustrarla, pero aquí enseño algunos de los personajes del
“Balbartha” el trotamundos, color digital.
La historia de este personaje nació por un recuerdo de infancia. De niño había
imaginado vivir en el lomo de un monstruo, y viajar por todo el mundo encima
Saoma enfurecida, color digital.
Este otro al que llamé Saoma, fue un personaje que elaboré pensando en el carácter
ginación, en primera medida había planteado otro bestiario pero quería
empapar-me de más ideas.
Por último más que un antecedente fue ante todo una anécdota. Había tomado
como electiva la materia de Nuevo retrato, fue muy agradable porque el profesor me permitió en varias ocasiones expresarme con mis trabajos. Dibujé con gran
agrado en esa materia pero en la entrega inal, mostré una pintura que no
conven-ció al jurado, consideraron que era bastante “juiciosa” y recuerdo las palabras de
uno de los jurados: “solo me bastan tres segundos para verla y ya.”
Retrato de Aurora. óleo sobre papel.
Pero en esta entrega tuvimos la oportunidad de mostrar también el proceso que
habíamos tenido durante la materia, así que incluí en ese proceso una bitácora
mucho más interesante que la obra inal, que ahí había intimidad, había imaginación,
había toda una riqueza de elementos y de frescura que valía la pena rescatar.
Las siguientes son algunas páginas de la bitácora enseñada en Nuevo retrato.
No niego que disfruto mucho trabajando en este tipo de formatos, sin embargo
me preguntaba por qué las cosas más libres y espontáneas, en mi caso, suelen
funcionar más que las cosas que planeo. Cuando dibujo pongo en una hoja de
papel muchos elementos, muchas cosas al azar, solamente bajo el ritmo del gusto
y de sentir que cada imagen que hago me relaja, me hace sentir bien. Otras
pre-guntas que han surgido a lo largo de mi vida es si imaginar es un acto instintivo,
analizando desde la primera vez que comencé a sentir el dibujo como parte de
mí, quería saber por qué se convirtió en algo fundamental, porque para mí el
solo hecho de crear algo me convence de que estoy cumpliendo con mi
propó-sito de vida. Por eso, y luego de refrescar mi memoria con estos antecedentes me
siento obligado a defender el instinto creativo, la libertad de la imaginación pero
sobre todo la entera libertad que tengo para expresarme, que según creo yo, lo
hago mejor a través del dibujo que de las palabras. Luego de pasar por una
carrera que me enseñó muchas cosas, algo fundamental que rescaté de ella es
que el hombre tiene la posibilidad de ser libre, pero para asegurar esto doy paso
al marco teórico, el cual desarrollé pensando puntualmente en la imaginación y
en el instinto creativo, porque considero que no son exclusivos del artista, creo
¿Qué es el instinto?
Mi preocupación por establecer si el sólo hecho de crear imágenes hace parte del
instinto, me llevó a preguntarme en primera medida sobre el signiicado de
instin-to. Biológicamente, el instinto esta formado por un conjunto de pautas que
contri-buyen a una función común, siendo compartidas por todos los miembros de una
especie, desarrollándose en ausencia de los modos habituales del aprendizaje. Es
transmitido por herencia y no se basa en una experiencia vivida. Por otra parte,
el instinto visto como un impulso, como un relejo, presume una nueva
interpre-tación a la establecida por la biología. Psicológicamente, el instinto entra a hacer
parte fundamental del comportamiento humano. Así, el psicólogo suizo Carl Jung
estableció los cinco grupos principales de factores instintivos2 :
1. El hambre estimado como el instinto primario de auto-conservación. 2. La sexualidad.
3. La relexión, la necesidad mística y religiosa hacia la búsqueda de
un signiicado existencial.
4. La actividad. La actitud impaciente que lleva al gusto por los juegos, viajes, por el movimiento).
5. La creatividad. Para Jung, la creatividad a pesar de entrar en la cate-goría de los instintos, también posee identidad propia. Las descripciones
Aunque pareciera que la creatividad corresponde al primer tipo de necesidades,
es decir las naturales, de alguna manera el hombre siente a través de las formas de
creación que su existencia comienza a tener sentido. Jung al clasiicar la
creati-vidad entre los cinco grupos principales de factores instintivos, se está reiriendo
justamente al impulso de crear como algo que merece una mención especial, no sé si instinto sea la palabra correcta. Usamos el término instinto creativo porque este factor se comporta como un instinto. Al igual que el instinto, es compulsivo,
pero no es común ni es una organización ija e invariablemente heredada. Por lo
tanto, preiero designar al impulso creativo como un factor psíquico de naturaleza
similar al instinto, teniendo realmente una conexión muy estrecha con los instintos, pero sin ser idéntico a ninguno de ellos (…) la creación es tanto destrucción como construcción3 .
Se da así un cambio a términos mucho más precisos, de instinto pasamos a impulso;
y al hablar de la creatividad como un acto impulsivo es válido decir que esos
impulsos están estrechamente vinculados con la experiencia del individuo, es
decir que a medida que obtiene respuestas de su entorno referentes a sus
nece-sidades la reacción misma es el impulso de crear y satisfacer esas necenece-sidades.
Por otro lado, la creación artística es una forma de diálogo, un diálogo que se
al segundo respectivamente. Jung airma que existen dos tipos de creación
artística: La creación Psicológica y la visionaria.
La creación psicológica
Básicamente, Jung establece que este tipo de creación se preocupa
fundamental-mente por las experiencias vividas del creador. El tipo Psicológico tiene como
materia un contenido que se mueve dentro de la riqueza de la conciencia humana,
es decir una experiencia de la vida, una emoción fuerte, una vida pasional, el
destino del hombre en general, algo conocido de la conciencia humana o que,
por lo menos, pueda llegar a sentir ésta4 .
Estas experiencias nutren la conciencia humana y así pueden ser asimiladas
por el individuo dejando de ser cotidianidades simples para trascender hacia una
vivencia legítima, de modo que en la obra del creador tenga una representación
digna soportada por sus emociones y represiones. La materia prima de estas obras de creación procede de la esfera del hombre, de la cadena eterna de sus dolores y alegrías, es un contenido enteramente de la conciencia humana, que la creación
poética se encarga de aclarar y transigurar. 5En consecuencia, la conciencia del
individuo se nutre de vivencias, de experiencias y anhelos; es la manera como lo
real impacta al individuo y éste proyecta sus impresiones con modiicaciones
Jung en su obra El hombre moderno en busca de su alma menciona que la creación psicológica no supera a la creación visionaria, ya que los conceptos que el creador
capta son visiones limitadas a las cuales da forma y transforma pero que no se
salen de la propia realidad; lo que quiere decir que el creador es sólo responsable
de la forma más no de la idea. Sin embargo, la leve inferioridad de este tipo de
creación no es para relegarla, al contrario, no solo es parte del artista este tipo de
génesis a partir de las experiencias, todos los seres humanos encontramos ainidad
con ésta. Si entramos en la historia del arte, muchos artistas han representado
justamente sus experiencias, incluso mucho más en tiempos modernos que en la
antigüedad, es por eso que Jung llama a este tipo de creación artística modo
Psicológico, porque se mueve siempre dentro de los linderos de lo psicológica-mente captable y perceptible6. Sin embargo, mi pregunta ahora es: ¿Cómo entra
la imaginación en la creación Psicológica? Si bien Gaston Bachelard, pionero de
la ilosofía poética, airma que deberá siempre buscarse una iliación entre lo
real y lo imaginario7 , debe existir un escape de lo real, para descubrir netamente
nuestra realidad íntima: un ser privado de la función de lo irreal es tan neurótico como el hombre privado de la función de lo real8. Así, en su obra El aire y los
sueños, expresa la libertad absoluta de la imaginación sobre las formas reales.
Si en la creación Psicológica partimos de nuestras propias experiencias
La creación visionaria:
“Es preciso hallar detrás de las imágenes que se muestran, las
im-ágenes que se ocultan, ir a la raíz misma de la fuerza imaginante9”
Según Jung, el material de la creatividad visionaria surge del inconciente colectivo,
concepto básico que establece la existencia de un lenguaje en los seres humanos
constituido por símbolos; de esta forma se expresa el contenido de la psiquis
que esta más allá de la razón, y que no resulta ser algo familiar para el artista.
Este lenguaje es precisamente inesperado, surge sobrepasando la conciencia,
aquí la forma no se advierte sino que va generándose evadiendo el accionar del
pensamiento. La obra de arte es para Jung signo del espíritu de los tiempos; ella
posee un carácter colectivo, es un mensaje simbólico procedente del inconciente
colectivo, que utiliza al creador para salir a la luz. Es, en deinitiva, una revelación,
una epifanía sin ánimo exagerado, el receptor de los arquetipos imaginativos
universales; la creación visionaria es la que rompe los esquemas, es la que
im-pone vanguardias.
Jung, sin embargo, no descarta la posibilidad de que dentro de la experiencia
utilizar para que la creación visionaria se materialice.
La teoría de Jung establece también que la experiencia visionaria proviene de la expresión de una entidad desconocida10. Esta entidad, este ser, ha de vivir en otra
realidad, en una realidad psíquica. Jung al mencionar la presencia de una entidad
desconocida, me permite inmediatamente asociarla con el alma la imaginación pura.
La visión de este ser “nos revela cosas desconocidas y ocultas, cosas que por naturaleza son recónditas, y si alguna vez se tiene conciencia de ellas, se ocultan y disfrazan intencionadamente”11 .
Desde este punto se abre el campo de la imaginación, lo que siempre me ha
preocupado y a la vez encantado sin previo aviso. A partir de aquí se planteará su
signiicado y a la vez su actitud permisiva para la expresión humana y del alma.
La imaginación
Para empezar es preciso exponer la acepción primaria que se le han dado a la
imaginación, para luego pasar por las interpretaciones que le dan a ésta
discipli-nas como la ilosofía, la psicología y el arte y así entender sus variaciones y por
¿Qué es la imaginación?
El diccionario enciclopédico deine de esta manera el concepto de imaginación:
“Es la facultad de representarse en la mente las cosas reales o ideales. Distínguense dos clases fundamentales: la representativa, especie de memoria imaginativa por la que se reproducen imágenes de objetos conocidos o experiencias vividas, y la creadora que transforma o combina más o menos libremente tales imágenes.
Tradicionalmente ha sido identiicada con la fantasía o capacidad de ver objetos
no asequibles a los sentidos. Sin embargo, la imaginación es mucho más que una nueva representación de experiencias previas; implica una nueva experiencia y, con frecuencia, es el resultado de una necesidad o un deseo de la persona”12.
Encontramos entonces tres términos fundamentales en esta definición:
ima-ginación representativa, imaima-ginación creadora y fantasía. Previamente habíamos
establecido los dos tipos de creación; la Psicológica y la visionaria, asociando
los términos aseguramos que la imaginación persiste en ambos tipos de creación,
si bien, en la psicológica es representativa, en la visionaria es entonces creadora;
sin embargo, el diccionario menciona que las representaciones imaginativas
pueden clasiicarse en dos grupos: voluntarias y extravoluntarias. Podríamos
decir entonces que la primera es la que se somete a la conciencia, estrechamente
relacionada con la creación psicológica, mientras que la segunda es la que en
libertad en la representación de los impulsos interiores. Tales representaciones que tienen como motivo principal la grandeza y el amor, nos sumen en extrañas y, a veces, inconfesables aventuras que resultan sorprendentemente satisfactorias. Es por eso que la imaginación le es entregada al hombre como una virtud, como
una grandeza cuyo in depende del individuo13 . Así, encontramos la imaginación
cientíica, la que nos provee de grandes invenciones para poseer todo tipo de
conocimiento sobre lo existente. Gracias a los inventos de hoy veremos los inventos
futuros, ya que casi siempre son modiicaciones de lo anterior, o en casos
extraor-dinarios, la imaginación cientíica nos ofrece cosas que hasta el momento no se
han visto. Sin embargo, la imaginación en su acto más puro no excluye a nadie,
ese es el caso del astrónomo y el astronauta: para el astrónomo que nunca ha ido
al espacio exterior, solo le basta con unos instrumentos y su imaginación para
indagar los secretos del universo. La imaginación en el astrónomo estará siempre
activa, latente, permitiéndole explorar en su interior sobre las cosas que el espacio
exterior pueda ocultar. Hará uso de la matemática, de secuencias numéricas que
le ayudarán a ijar los puntos precisos de los cuerpos celestes. Su telescopio le
permitirá observar dichos cuerpos, pero al llegar al límite de sus elementos, en ese
punto su imaginación asistirá como su leal amiga y con ella verá más allá de
lo que el telescopio pueda permitirle. Por su parte, el astronauta estará siempre
y logró en vida lo que muchos han logrado durante siglos. Los instrumentos de
su tiempo carecían de extrema precisión por lo que dependía casi siempre de su
imaginación para visualizar lo que mucho después se descubriría, como sucedió
con el planeta Neptuno, que según fuentes, Galileo fue el primero en creer que
existía, pero tan sólo lo imaginó como un extraño cuerpo para luego reducirlo
al de una estrella. Tuvieron que pasar dos siglos para que dicho planeta fuera
descubierto oicialmente. Así es como juega la imaginación en la ciencia, no
im-porta el tiempo ni el lugar, no existen límites para el hombre mientras tenga como
instrumento a la propia imaginación.
Las ciencias y las artes son disciplinas muy cercanas, tal vez sus herramientas
y resultados sean diferentes pero el ingenio y la pasión que las caracteriza
son iguales.
La imaginación vista desde la ilosofía
No cabe duda que los conceptos básicos de la imaginación no diieren mucho
de los conceptos profundos que puedan otorgarle disciplinas como la ilosofía.
Entran en acuerdo cuando establecen que la imaginación es propiamente la
facultad de producir imágenes mentales. Sin embargo, la ilosofía se preocupa
por encontrar una respuesta mucho más amplia, atravesando temas como lo
espiritual e incluso la diferenciación entre razón e imaginación.
la facultad de formar imágenes. Para el ilósofo francés la imaginación es la facultad de deformar las imágenes suministradas por la percepción y sobre todo la facultad de librarnos de las imágenes primeras, de cambiar las imágenes14. Esta
airmación radica principalmente en el proceso de observación del individuo
frente a una imagen, a partir de la cual el individuo, mentalmente, visualiza una
imagen ausente; es decir que la imagen real debe evocar a una imagen ausente, a
una imagen propia del imaginario.
Dentro de su obra menciona las siguientes palabras de William Blake acerca de la
imaginación: “La imaginación no es un estado, es la propia existencia humana”15.
Quisiera que dicha expresión fuera suiciente para sustentar el proyecto de grado,
sin embargo, dentro de mi recorrido por la obra de Bachelard, el autor
profundi-za sobre la presencia del alma en la génesis de las imágenes. De hecho, impuso
un nuevo tipo de ilosofía denominada: La ilosofía poética. Gracias a ella abarca
el tema de la imaginación explorando la estética poética, así analiza la escritura
espontánea de diversos poetas, preguntándose sobre la iliación del espíritu en la
libertad de las palabras.
Pero es preciso decir que la poética literaria y el arte visual son como hermanas gemelas, la leve diferencia radica en que las imágenes se disuelven en palabras y en la otra las imágenes se reforman manteniendo su estado visual, respectivamente.
Bachelard en su obra el “Psicoanálisis del fuego”, establece que la imaginación es
libertad creadora, pero no arbitrariedad ni sin sentido; el consideró que dentro de
la imaginación existe una lógica subyacente. Pero algo clave de su ensayo es lo
siguiente:
“La expresión siempre sobrepasa al pensamiento”16 .
De esta manera introduce el concepto de la psiquis, de la cual parten todos los
dinamismos excesivos que se convierten en imágenes; a su vez plantea que
den-tro de la poética no puede existir un vínculo con el pensamiento; para él, el arte
de la escritura radica en la explosión violenta de una visión, es el automatismo
que discrimina la preocupación por la lógica y la razón y que desde la mano de
los psicoanalistas pierden su intensidad cuando osan interpretar y a la vez reducir
su origen a una experiencia Psicológica; claro está que no discrimina del todo a
la psicología. Si hay una exploración completa y profunda de este campo sobre
la imaginación, pueden llegar a la conclusión que él establece: La imaginación
es, sobre todo un tipo de movilidad espiritual, el tipo de movilidad espiritual más
grande, más vivaz, más viva17 . En pocas palabras ambas disciplinas, la psicología
y la ilosofía, al tratar el tema de la imaginación deben procurar concluirla de la
misma forma: la presencia del espíritu dentro del mundo psíquico.
Continuando con la visión que explota con violencia, determina que es una
de provocar la libertad de imaginar. Esta exaltación, este impulso, al igual que el
amor, se maniiesta inesperadamente y por ende, nos asegura la libertad de expresarnos.
No se habla de una libertad que, en el caso del amor, excluye al pensamiento,
pero al poner como ejemplo dicho sentimiento, solo hay que comprender que
éste conecta la realidad con la psiquis, se ofrece al mundo real pero en el interior
de cada persona se maniiesta sorpresivamente, y si viene del interior, este lugar
es justamente la libertad. Puedo decir que el espíritu es más libre en su encierro corpóreo que el propio cuerpo deambulando en el mundo.
Dentro de su hipótesis, Bachelard airma que la palabra jamás conquista una
autonomía, es para el poeta un instrumento: “existe siempre, en el ser de una palabra, un ser antes de su ser, la palabra expresa”18. Es lo mismo que sucede con
la imagen, con el dibujo ó la línea y su formas, esto expresa y es también un
instrumento que habla de un ser más allá de mi ser. Las siguientes líneas de
Charles Baudelaire, poeta y crítico de arte del siglo XIX, hacen una referencia a
ese ser más allá de mi ser, también precisa sobre el proceso creativo del artista.
No sobra decir que me siento identiicado, tanto, que hasta su aspecto narrativo
es un relejo de la manera en que dibujo:
“Pocos son los hombres dotados de la facultad de ver; y más
que hace un momento le concedía a las cosas, esgrimiendo su
lápiz, su pluma, su pincel, haciendo saltar el agua del vaso
con-tra el techo, limpiando su pluma con la camisa, impaciente,
vio-lento, activo, como si temiera que las imágenes se le escaparan,
riñendo aunque solo, atropellándose a él mismo. Y las cosas
renacen sobre el papel, naturales y más que naturales, bellas y
más que bellas, singulares, dotadas de una vida entusiasta como
el alma del autor”19.
El alma es eso, el ser más allá de mi ser. Más allá de mi gusto por el dibujo, es mi
gusto por satisfacer el alma, por permitir su expresión, por creer en su libertad por
medio de la imaginación. Es precisamente la que impulsa la visión violenta
ex-plosiva, es de alguna manera autónoma y autosuiciente. Yo como posible artista,
gozo también de esa liberación, más aún en la noche, donde la luz abandona el
espacio y con solo recurrir a la oscuridad, la imaginación enciende su propia luz.
La libertad es una aspiración común en muchos artistas, incluso André Breton
hace una mención acerca de ella:
“Lo único que todavía me exalta es la palabra libertad. La creo
capaz de mantener indeinidamente el viejo fanatismo humano.
Responde, sin lugar a dudas, a mi única aspiración legítima.
Entre tantos infortunios que heredamos hay que reconocer que
también nos han dejado la máxima libertad espiritual. Depende
imag-inación a la esclavitud, aún cuando sea en provecho de lo que se
llama groseramente felicidad, signiica alejarse de todo lo que,
en lo más hondo de uno mismo, existe de justicia suprema. La
imaginación sola me informa de lo que puede ser, y esto ya es
suiciente para atenuar algo la terrible prohibición y quizá
también para que yo me abandone a ella sin temor de engañarme.
(Como si hubiera posibilidad de engañarse más aún)”20.
Así, la imaginación se convierte en un refugio para muchos cuya plenitud es la
ilusión de libertad, pero en ella es más efectiva que la del mundo conciente, sin
embargo, muchas de las transformaciones que posee la imaginación vendrán a
través de las experiencias de un hombre insatisfecho con la realidad; pero no
debería contaminar su imaginación con represiones o carencias, la imaginación
puede que consuele al hombre de lo que no puede ser, pero no podemos
redu-cirla entonces a una compañera comprensiva, ella es tan viva y festiva como el
alma, y su poder va más allá del consuelo.
Ahora bien, ¿en qué posición se encontraría el espectador frente a una obra de
entera expresión? Su percepción ante tal libertad ilusoria no puede quedar reducida
“Cuando contemplo un dibujo, pongo en esa misma mirada un
mundo de intenciones imaginarias de las cuales el dibujo es un
producto. Un hombre ha trazado esas líneas con el objetivo de
constituir la imagen de un corredor. Pero, sin lugar a dudas,
para que esta imagen se parezca, es necesario el concurso de
mi conciencia. El dibujante lo sabía y contaba con ello; solicita
esta participación mediante trazos negros. No habría que creer
que estas líneas se me ofrecen en primer lugar, en la percepción,
como líneas puras y simples para constituirse luego, en la actitud
igurada, como los elementos de una representación. En la misma
representación los trazos ya no son representativos. Hojead un
libro de bocetos: no captaréis necesariamente al instante el sentido
de cada línea, pero sabréis en cualquier caso que es representativa,
que esta allí para algo y que esto es su misma razón de
existir”21.
El solo hecho de que un dibujo, una línea o una palabra se tracen en las páginas
de un libro, ya tienen una razón de existir. Lo que se imagina se siente, lo que se
vive se revive, y en cada imagen que sorprenda con estas posibilidades, el alma
renace. El sólo hecho de trazar ya es un indicio del impulso creativo, vinculado
a la imaginación. Solo el espíritu goza de la sensibilidad que surge de lo vivido,
pero viendo la vida como un todo, así como la imaginación encierra en un todo
sus creaciones, luyen las visiones, los elementos o las formas que acompañan
esas visiones. Éstas deben ser un compendio de todo, el aprecio por el espacio y
sus elementos, de la existencia y, con la imaginación por supuesto, se reforman
con su propia especialidad. Lo vivido conserva la marca de lo efímero si no puede
ser revivido. Y, ¿como no incorporar con lo vivido la más grande indisciplina que es lo vivido imaginativamente?
Mi percepción sobre la vida toma fuerza con la frase anterior, lo que vivo siempre
está a merced de la imaginación, cada uno de mis pensamientos no excluye la
realidad ni la imaginación, pero a veces nos dejamos embriagar por sus
posibili-dades, tanto que lleva a preguntarme si imaginar excesivamente puede llegar a
ser perjudicial. Es la huída constante hacia el reino de las fantasías, el
desprendi-miento del individuo de la realidad y que la psicología trata con entera
preocu-pación ya que este comportamiento no puede interpretarse como algo negativo,
todo lo contrario, depende del individuo el tipo de control que pueda tomar sobre
su desbordada fantasía. Mientras la fantasía siga siendo ese campo alejado donde
se idealizan hechos y vivencias de la realidad, la imaginación seguirá siendo la
globalidad del interior del propio individuo; en pocas palabras la fantasía es un
La imaginación en la psicología.
Antes que nada, La psicología deine a la imaginación precisamente como la
capacidad de la mente humana para representar en si misma imágenes de hechos
reales o ideales. No diiere mucho de la acepción básica establecida por el
diccionario, sin embargo en la psicología, la memoria y los recuerdos juegan un
papel esencial a la hora de evocar la imaginación; además, esta virtud ya no se
comporta como una función caprichosa del cerebro sino como una fuente vital y
necesaria. Así, en cada individuo las experiencias, reitero, vistas desde la
psico-logía, varían según el enriquecimiento que éstas puedan otorgar. El enfrentamiento
entre el individuo y su entorno provee situaciones que enriquecen su existencia
y a partir de ahí posee bases suficientes para crecer, madurar y promoverse
hasta llegar a su autoconstrucción. Sin embargo, ¿qué sucede cuando una
per-sona considera que no ha vivido ni siquiera la mitad de un ser humano normal?,
¿Qué sucede con la persona que ni siquiera ha experimentado cosas tan
naturales como el sexo, el amor, la amistad, la independencia, y muchas otras
cosas similares?… entonces, ¿no ha vivido? ¿No posee una memoria enriquecida
de experiencias?
Lev Semionovic Vigotsky, psicólogo bieloruso del siglo XX, establece en su obra
Arte e imaginación en la infancia, que la actividad creadora de la imaginación se encuentra en relación directa con la riqueza y la diversidad de la experiencia
mayor será el material del que dispone esa imaginación. Por eso considera que la imaginación del niño es más pobre que la del adulto, por ser menor su experiencia22.
Sin embargo aclara que la experiencia no es propiamente el enfrentamiento cara
a cara del individuo y su entorno. Para el autor, la experiencia también se adquiere
a través de las anécdotas de terceros, tomando a la imaginación como herramienta
para elaborar un conocimiento personal que la memoria adoptará:
“En tal sentido, la imaginación adquiere una función de mucha
importancia en la conducta y en el desarrollo humano,
convirtié-ndose en medio de ampliar la experiencia del hombre que, al ser
capaz de imaginar lo que no ha visto, al poder concebir basándose
en relatos y descripciones ajenas lo que no experimentó personal
y directamente, no está encerrado en el estrecho círculo de su
propia experiencia, sino que puede alejarse mucho de sus límites
asimilando, con ayuda de la imaginación, experiencias históricas
o sociales ajenas. En esta forma, la imaginación constituye una
condición absolutamente necesaria para casi toda la función del
cerebro humano. Cuando leemos los periódicos y nos enteramos
de miles de acontecimientos que no hemos presenciado
en todos estos casos nuestra fantasía ayuda a nuestra experiencia23”
.
En síntesis, la experiencia se adquiere con la activación constante de los sentidos,
a su vez la imaginación reforma el contenido obtenido y así personaliza la anécdota,
se torna íntima y representable, sin embargo hay que advertir que el cerebro no se
limita a ser un órgano capaz de conservar o reproducir nuestras pasadas
expe-riencias, es también un órgano combinador, creador, capaz de reelaborar y crear
con elementos de experiencias pasadas nuevas formas y planteamientos.
Pero algo fundamental en la adopción de experiencias ajenas es la manifestación
de la emoción. Ahora la pregunta central es: ¿cómo asimilamos las experiencias
ajenas si no es a través del sentimiento y la emoción? Es indudable que estos
tér-minos conectan precisamente a la imaginación con la realidad. En el individuo,
el sentimiento hacia las cosas, incluso de aquellas que no ha experimentado,
señalan su ausencia precisamente en la realidad y que la imaginación se encarga
de ofrecer como ilusión. Este enlace emocional tiende a exhibirse en determinadas
imágenes concordantes con ella, como si la emoción pudiese elegir impresiones,
ideas, con el estado de ánimo que nos sometiera en aquel instante. Un ejemplo,
en mi caso, es el amor. En muchas ocasiones suelo ser el que escucha las
desgracias ajenas y lo curioso es que aconsejo sin autoridad sobre algo que no
he vivido en carne propia. Sin embargo me apropio de esas historias, las imagino,
las reconstruyo pero tanto la imaginación como la fantasía me otorgan una versión
la realidad vivida de otra persona, el concepto que poseo del amor no se desprende
de la sublimación, así que de ese juego entre la anécdota impersonal y mi
imaginación surgen varias versiones del amor que a través del dibujo represento
respetando su variedad. El amor se descubre en mi imaginación dependiendo
de las cosas que he leído, que he visto; esa información que he ido obteniendo
en ocasiones lo lleva a la sublimación24 por lo que es muy difícil remplazar una
apreciación romántica por una visión realista de este sentimiento; en pocas
pala-bras mi fantasía supera mi realidad y por ende mis estados de ánimo cambian a
favor de mi fantasía, es decir, durante una depresión o un momento de rabia, la
fantasía se interpone y aplaca esos sentimientos. No es recomendable, de hecho
es la forma más fácil de tranquilizarse uno y es más efectiva cuando uno ya está
acostumbrado a ver la fantasía con mayor convencimiento que la propia realidad.
A propósito de los estados de ánimo, éstos son, en lo personal, los que promueven
mi instinto creativo, su pertinencia en mi elaboración de imágenes es mayor que
la propia razón, es sin duda alguna la manera en la que mejor luye mi imaginación.
Pero entonces cuando hablo de la libertad de la imaginación: ¿no está ya
sometida a factores determinantes como las emociones, los sentimientos, el alma
o la memoria? Claro que sí, pero la libertad no está interpretada, en este caso,
imaginación sucede gracias a la amplia sensibilidad del individuo que la porta.
Vigotsky explica que “todo sentimiento posee además de la manifestación externa, corpórea, una expresión interna manifestada en la selección de pensamientos,
imágenes e impresiones (…) de este modo los hombres maniiestan mediante
expresiones externas su estado interior del ánimo, también las imágenes de la fan-tasía sirven de expresión interna para nuestros sentimientos”25. Agrego a la
airma-ción de Vigotsky un punto de vista que tengo acerca de la expresión. Considero
también que es un proceso cíclico, recíproco, no sólo es la arbitraria imaginación
del individuo manifestándose en la realidad, en este caso, a través de imágenes;
también durante su creación, los instantes en los que observamos el proceso de
la imagen sugieren a la imaginación una transformación de su producto, es decir
que cuando dibujamos basados en nuestra inventiva, no siempre se representa
con entera idelidad la imagen mental de lo que vamos a hacer y aquí expongo el
sentimiento como idea. Un ejemplo para explicarlo mejor: cuando se representa
la felicidad, en la imaginación este sentimiento se expone de múltiples formas, sin
embargo al momento de representarla en la hoja de papel, las primeras líneas
tra-zadas sugieren ya su leve presencia, pero durante la creación esas líneas también
intervienen la idea primaria de la imaginación, lo que quiere decir que es un
tra-bajo conjunto entre la obra, el individuo y su imaginación. Y sigue siendo
espon-táneo su proceso, porque se va modiicando en el instante en que la imagen se va
creando, es durante su proceso donde la imagen adquiere transformaciones. La