DANIEL Y EL TIEMPO DEL FIN
Las vidas de Daniel,
Ananías, Misael y
Azarías prefiguran
la experiencia y
características de
los creyentes que
vivimos en el
tiempo del fin, tal
como se predice en
el libro de
SÉ FIEL
“El que es fiel en lo muy poco, también enlo más es fiel; y el que en lo muy poco es
injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10)
Daniel “se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey” (Daniel 1:8 NVI). Esta decisión fue
secundada por sus tres amigos.
Su fidelidad en este pequeño punto fue recompensada por Dios al otorgarles
“conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias” (Daniel 1:17).
Su fidelidad en lo poco los preparó para ser fieles también en las grandes pruebas
que tuvieron que afrontar después.
Debemos mantenernos fieles AHORA en las pequeñas batallas de la vida, para poder mantenernos también fieles durante el conflicto final. Solo
aferrándonos a Jesús podemos
permanecer fieles en cada circunstancia de nuestra vida.
“¿Qué habría sucedido si Daniel y sus
compañeros se hubieran sometido a
las exigencias de los oficiales paganos
y, bajo la presión del momento,
hubieran comido y bebido como los
babilonios? Esa sola transigencia con
el mal habría debilitado su capacidad
de percibir el bien y de aborrecer el
mal. La satisfacción del apetito
habría significado el debilitamiento
del vigor físico y la pérdida de
claridad intelectual y poder
espiritual. Un paso equivocado los
podría haber conducido a otros,
hasta que se cortara la conexión con
el cielo y los arrastrara la corriente
de la tentación”
TEN HUMILDAD Y DEPENDE DE DIOS
“A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porqueme has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que
te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey” (Daniel 2:23)
Daniel no conocía el sueño ni su interpretación. Ante esta crisis, demostró humildad y dependencia.
Se volvió a Dios en oración, demostrando así su total dependencia de Dios (Daniel 2:17-18) Cuando recibió el sueño, primeramente dio gloria a Dios (Daniel 2:19-23) Ante el rey, fue humilde y dio todo el crédito a Dios (Daniel 2:27-28)
Demostramos la misma humildad y dependencia que demostró Daniel cuando exaltamos la cruz de Cristo en lugar de a nosotros mismos.
Daniel 3
• “hizo una estatua de oro” (v. 1) • “y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo” (v. 11)
Apocalipsis 13
• “mandando […] que le hagan imagen a la bestia” (v. 14) • “hiciese matar a todo el que no la adorase” (v. 15)¿Estoy dispuesto a defender lo que la Biblia enseña aún a
riesgo de perder mi vida, mi trabajo, mi libertad, mis amigos…?
Lo único seguro en el campo de Dura era que Sadrac, Mesac y Abed-nego no transgredirían la ley de Dios.
“Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo,
porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede
humillar a los que andan con soberbia” (Daniel 4:37)
La demostración de la sabiduría y el poder de Dios a través de Daniel y sus amigos llevaron a Nabucodonosor a
reconocerlo como dios grande (Daniel 2:47; 3:28-29). Sin embargo, no lo convirtió en su Dios.
Solo cuando el Espíritu Santo abatió el orgullo del monarca, supo éste reconocer la autoridad y el poder de Dios en su vida (Daniel 4:34-37).
Al igual que el rey, muchos se convertirán a Dios en el último tiempo. Nuestro testimonio y el
poder del Espíritu Santo manifestado
en la “lluvia tardía” producirán
conversiones sin precedentes (Apocalipsis 18:1).
“Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo arrojaran al foso de los leones. Pero antes que se cumpliera la sentencia, el rey le dijo a Daniel: –¡Que tu Dios, a quien sirves con tanta fidelidad, te salve!” (Daniel 6:16 DHHe)
Adorar a Dios en secreto era, en ese momento, sinónimo de adorar al rey Darío.
En el tiempo del fin, “la bestia” será adorada por
todos los moradores de la tierra. Callar y adorar en secreto será sinónimo de renegar de Dios.
Daniel no comenzó a orar en ese momento, sino que siguió haciendo lo que acostumbraba a hacer.
Dios nos concede ahora un tiempo de oportunidad para habituarnos a serle fieles. Entonces, ante la persecución y la muerte, Él nos fortalecerá.
¿Por qué Daniel siguió orando públicamente cuando hubiera podido evitar el decreto de muerte