Dentro de una economía nacional la inversión extranjera puede presentarse de distintas formas.
Este hecho hace que el desarrollo logrado a través de la inversión y el nivel de compromiso de
ésta con el país receptor de la inversión varíen en función de la modalidad que se adopte. Dentro
de las principales modalidades de inversión extranjera directa que se pueden presentar se
encuentran las siguientes:
4.1. LA BUSQUEDA DE NUEVOS ACTIVOS
Dentro de este esquema la inversión extranjera se instala en el país receptor a fin de crear nuevas
empresas distintas a las ya existentes en esa economía. Según el modelo descrito el inversionista
aporta sus capitales y/o sus conocimientos tecnológicos con el propósito de instalar y desarrollar
una nueva organización empresarial. Esta forma de inversión se presenta principalmente en los
países desarrollados, en los mercados asiáticos y en el caso de América Latina recientemente se
ha difundido en los países de América Central y el Caribe. Desde el punto de vista económico
esta modalidad de inversión es la que representa para los países la mejor forma de inversión ya
que trae consigo la creación de nuevas empresas que a su vez genera nuevos empleos.15
4.2. LOS PROCESOS DE PRIVATIZACIÓN
Mediante esta modalidad la inversión extranjera adquiere activos de propiedad del Estado que son
objeto de procesos de privatización. Este tipo de proceso de inversión ha ocurrido principalmente
15
en los países en vías de desarrollo, principalmente en las naciones sudamericanas. Es importante
señalar que el proceso peruano se ha basado esencialmente en esta modalidad. El escenario
político, macroeconómico e internacional en que ocurre la transferencia de empresas, el tipo de
contratantes, las obligaciones que se contraen entre el sector público y el sector privado son sin
duda determinantes. La privatización debe ser parte de un proyecto integral, que ante todo implique la generación de empleo productivo. Las políticas macroeconómicas, al igual que los
bajos tipos de interés, que contribuyen a dicho propósito, deben ser puestas en vigor, ya que como
afirma Joseph Stiglitz “sin las adecuadas estructuras legales e instituciones del mercado, los
nuevos propietarios de las empresas privatizadas podrán tener un incentivo para deshacer los activos más que para utilizarlos como bases para expandir la industria”.16
4.3. LAS FUSIONES Y ADQUISICIONES
En este supuesto el inversionista extranjero no adquiere activos del Estado, sino de los
particulares que intervienen en el mercado. Este sistema no tiene como finalidad la creación de
nuevos activos, simplemente lo que se hace es cambiar la titularidad que ostenta el propietario de
los activos preexistentes. Esta modalidad de inversión ha sido frecuentemente utilizada en los
países más desarrollados especialmente en años recientes. Sólo durante el año 1997 las fusiones y
adquisiciones representaron las 3/5 partes de los flujos de inversión producidos, siendo poco
significativa su utilización en la región de Latinoamérica.
En el Perú no existen normas de control de fusiones y adquisiciones de empresas, con excepción
del caso del sector eléctrico. Así, de acuerdo a lo establecido en el Decreto Supremo N. 27-95-
ITINCI, publicado el 19 de octubre de 1995, la Comisión de Libre Competencia del INDECOPI
16
“Las privatizaciones han generado un grupo de interés que cuenta con el incentivo, y el dinero, para mantener su posición monopólica, paralizar las regulaciones y la competencia y distorsionar el proceso político. Fueran o no los monopolios privatizados más eficientes que los estatales a la hora de producir, a menudo resultaron más eficientes a la hora de explotar su posición dominante: el resultado fue que los consumidores sufrieron. El FMI se limita a dar por sentado que los mercados surgen rápidamente para satisfacer cualquier necesidad, cuando en realidad muchas actividades estatales surgen porque los mercados no son capaces de proveer servicios esenciales”. STIGLITZ, J. E. El malestar en la globalización. Cit. p. 91 y ss.
podrá intervenir en los casos en que se produzcan adquisiciones o fusiones entre empresas
generadoras, transmisoras o distribuidoras de electricidad dentro de un mismo Sistema
Interconectado.
Debemos resaltar que la fusión y adquisición de empresas por operadores transnacionales, ha
conducido a que mercados que fueron desintegrados verticalmente al momento de la privatización o que la legislación posterior abrió a la competencia, hayan vuelto a integrarse sin que existan
leyes al respecto para evitarlo. Esto se advierte en el sector eléctrico y de telecomunicaciones en
más de un país de la región.
En otros casos, pese a que la legislación admite la entrada de nuevos actores al mercado, en la
práctica ello no ocurre por la magnitud de los costos hundidos, es decir, las gigantescas
inversiones que requiere el poder competir con la empresa actualmente dominante en el mercado.
Así ocurre claramente en la telefonía básica, donde existe un operador dominante, o en el
mercado de la generación cuando las centrales eléctricas son agrupadas bajo una sola empresa en
lugar de separadas horizontalmente entre distintos propietarios. Los avances tecnológicos,
especialmente en telecomunicaciones (telefonía móvil) pero también en el sector eléctrico
(centrales eléctricas de ciclo combinado), han permitido crear productos y servicios a costos
muchos más bajos e introducir competencia en los mercados.