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Modelo fenomenológico multidimensional desde un marco neurocognitivo (2015)

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4. Mindfulness

4.2 Mecanismos de acción del Mindfulness

4.2.9 Modelo fenomenológico multidimensional desde un marco neurocognitivo (2015)

El último modelo propuesto hasta la fecha es el realizado por (Lutz, Jha, Dunne, & Saron, 2015), tras realizar una revisión de la literatura, tanto de estudios de población clínica como en población normal y proponen un modelo basado en la práctica del mindfulness desde varias perspectivas tanto budistas como occidentales. La conceptualización principal que tienen sobre el mindfulness lo expresan como “un

conjunto de sistemas de atención, regulación y auto- discernimiento o auto indagación practicado en regímenes cerrados con varios fines, incluyendo el bienestar físico y psicológico” (Lutz et al., 2015). Destacan que las definiciones normalmente usadas están

sesgadas por la práctica particular del investigador, formuladas para el paciente en concreto o desde el modelo o paradigma particular de estudio, todas ellas obviando la magnitud de los mecanismos implicados, por lo que el modelo propuesto desde una perspectiva fenomenológica, en primera persona cubre, integra y contempla cualquier concepción evitando dar una definición especifica del mismo. Diferencian el uso del mindfulness bajo tres categorías: como un rasgo disposicional a medir, destacando la poca utilidad hasta el momento de esta concepción, como un camino de salvación en un sentido de estilo de vida amplio, típicamente usado en el modelo budista, destacando que no es útil en cuanto a la operativizacion del mismo pero válido como concepto general y como un proceso cognitivo incluyendo varios procesos, de los cuales al ser muchos no hay ninguno que defina por sí mismo el mindfulness. El modelo parte de dos asunciones generales, estos son: durante la práctica se requiere, una postura física que no sea aversiva (se asume los conceptos anteriormente nombrados como, aceptación, interés, motivación, compasión, etc. hacia la práctica), y un compromiso con valores axiomáticos de vivir. El modelo multidimensional surge al descomponer los distintos mecanismos observados en dos bloques principales; El primero, se compone de 3 dimensiones ortogonales (en el sentido de pueden experimentarse en cualquier dimensión), orientación hacia el objeto, dereificacion y metaconciencia. Y el segundo bloque se compone de cuatro elementos secundarios que acompañan a la práctica, esto es: la apertura (desde el punto de vista de los parámetros del objeto observado, grandes, pequeños, etc.), la claridad (conocimiento, entendimiento o visión correcta del objeto en cuestión), el esfuerzo (entendido como devoción y entrega) y la estabilidad

(en el sentido de la sensación de que se seguirá manteniendo la práctica y no hay perdida

en la actividad mental corriente) con sus respectivas intensidades. La dereificacion es un constructo que denota tener la percepción de los objetos del mundo social como socialmente relativas, correctas y sin apegarse a ellas, es un constructo similar al propuesto por Ken Wilber, en el estado sutil de conciencia, así mismo es utilizado en otros contextos teístas. La contrapartida del termino conlleva tres tipos de sesgos mentales; viaje mental, percepción imparcial y rigidez hacia un objeto o

reificación/cosificación de la percepción como si fuera real. Por ejemplo, la dereificacion

se produce cuando el paciente se da cuenta de que lo que en su mente ha imaginado que es “la realidad” de un objeto, fenómeno, situación o cualquier cosa observada dada, resulta no serlo, porque básicamente no se corresponde con los datos o el fenómeno apuntado, aspecto reforzado justamente con la práctica del mindfulness, defusión

cognitiva, descentración, etc. La orientación hacia el objeto es modulada por varios estilos de mindfulness, los dos tipos conocidos con sus diferentes prácticas, el monitoreo abierto (OM) y regulación de la atención (FA) que responden a un drive más básico, inconsciente y automático como los impulsos, necesidades o deseos inmediatos o la observación del vagabundeo mental que está en un nivel un poco mayor que la respuesta a un impulso inmediato. El objeto último experenciado pasa por tanto de un apego absoluto e inconsciente hasta su final experiencia que es el no experienciar ningún objeto en absoluto (marcado en la figura desde el gradiente 0 a 1 como un hipotético espacio mental en el que se experimenta la realidad y uno se apega o no a lo que aparece en “pantalla”). Por último, la metaconciencia descrita como el estado mental que llega cuando se monitoriza la experiencia y se observa los eventos mentales. La metaconciencia, es un constructo mucho más complejo que se caracteriza a menudo como la introspección, mirar hacia dentro y observar lo que sucede, pero a diferencia de este, la metaconciencia va más allá del objeto sin necesidad de mirar hacia dentro, al experimentarse como en segundo plano, por lo que aquí se entiende como la habilidad de observar las características de los objetos experimentados sin convertirlos en objetos otra vez, por ejemplo si después de contemplar una obra hermosa alguien pregunta, ¿qué te parece el dibujo? no es necesario volver a mirar el dibujo sea física o mentalmente para responder, es decir hacer introspección y dar cuenta del sentimiento, sino simplemente ser consciente del elemento, dado que ya está impregnada la cualidad, la consciencia sucede en un segundo plano, sucede lo mismo al darse cuenta de la vente vagando por si misma provocando conflictos internos y esta misma consciencia se mantiene sin alteración. (Lutz et al., 2015). Como resumen del modelo ver la figura 4; a más profundidad del cubo mayor nivel de conciencia, discernimiento y atención, a menos profundidad (superficialidad) más rumiaciones, posibilidad de conductas inconscientes como impulsos adictivos y menos capacidad de discernir la realidad. Así mismo realizan varias críticas a los modelos budistas que reivindican un auténtico modelo del mindfulness proveniente del “auténtico buda”. Por ejemplo, en el budismo antes de practicar se requiere compromiso a unos canones éticos, también exige ver las cosas tal cual son, que se llega al practicar el insight con los tres elementos (romper la dicotomía observador-observado), y realizarlo de un modo protocolario. Estos aspectos a lo largo del estudio afirman que son inconsistentes ya que no se sabe lo que buda dijo con exactitud, muchos practicantes originales no siguen el protocolo y no hay un único modo correcto de ver las cosas. También destacan que hay varios estilos del mindfulness que encajan mejor con tipos específicos de personas. Concluyen que el trabajo es una aproximación heurística al mundo del mindfulness, es provisional y con fines de refinar y reconfigurar el modelo. Cabe mencionar las relaciones reciprocas entre FA y OP, ya que están muy estrechas entre sí, a más práctica en regulación de la atención mayor capacidad de concentración, así como a mayor Mindfulness (en el sentido del recuerdo de lo correcto, como si de un protocolo memorístico se tratase) mayor facilidad de discernimiento, aprendizaje y crecimiento personal.

Figura 4. Modelo fenomenológico del Mindfulness recuperado de (Lutz et al.,

2015)

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