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Un estado del arte

Breve cronología del M-19

1.1. Un estado del arte

El M-19 en la historiografía colombiana

Sobre el M-19 he encontrado y leído: historias parciales, del conjunto o sobre aspectos del movimiento. Existen obviamente historias militantes que dan cuenta de la evolución del M-19 y sus gestores. Obras de escritores/as e investigadores que han narrado la historia del desde su nacimiento M-19 y de los procesos de paz, tales como: Darío Villamizar, cuya labor ha sido recoger con juicio la historia del M-19, en minuciosos recuentos, en recopilación de entrevistas y material fotográfico de sus protagonistas, en valoraciones del proceso de paz, y en una biografía sobre el comandante del M-19, Jaime Bateman.24 Voces de primera mano en

24 Los libros de Darío Villamizar a los que hacemos referencia, son: Sobre origen y evolución del M desde el inicio hasta la dejación de armas: Aquel 19 será. Planeta Colombiana. Bogotá, 1995; una historia de imágenes de la organización guerrillera: Sueños de Abril, Planeta Colombiana. Bogotá, 1997; una recopilación de entrevistas del comandante del M-19 Jaime Bateman: Profeta de la Paz. Compañía Nacional para la Paz. Bogotá, 1995; una memoria de los procesos de paz de los años 90: Un adiós a la guerra. Planeta Colombia. Bogotá, 1997; una biografía del comandante del M-19: Jaime Bateman, Biografía de un revolucionario. Editorial Planeta Colombiana. Bogotá, 2002; un texto militante que destaca la figura de Gustavo Arias Londoño, Comandante Boris y muestra el impacto de las acciones del M-19 entre la población colombiana y la creación del Batallón América como iniciativa latinoamericana: Por Unas Horas Hoy, Por Siempre Mañana. Ediciones Pa'lante.

Bogotá, 1994

54 recopilaciones comentadas de entrevistas a dirigentes del M-19. Reportajes y crónicas sobre momentos del M-19 como el la escritora Laura Restrepo sobre el proceso de paz de los años 1984-85.25 Textos literarios como los de Germán Castro Caicedo y otros autores.26 Testimonios de militantes como los editados por la periodista Olga Behar.27 Libros autobiográficos como el libro del Comisionado de paz y exministro de defensa Rafael Pardo, con su visión sobre su experiencia28. Textos autobiográficos y biográficos de miembros del M-19, en los cuales me incluyo.29 Documentos de análisis del propio movimiento para explicar o sustentar posturas. Cientos de tesis de artículos, grado y postgrado sobre diversas facetas o momentos del grupo guerrillero, que me aportaron lecturas y conocimiento, profundización en aspectos que no había visto o no sabía30; la mayoría sustentan su marco conceptual en la teoría de la acción colectiva de Charles Tilly. Reflexiones y análisis sobre el ideario, el modelo organizativo y militar, el impacto de sus acciones, rasgos de su cultura política, balance de sus procesos de paz, el modelo de negociación y reinserción de las organizaciones guerrilleras, sus éxitos y fracasos Hay también infinita cantidad de estudios

25 RESTREPO, Laura. Historia de un entusiasmo. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara. Bogotá, 2010.

Originalmente publicado en 1986 bajo el nombre Historia de una traición, relata la experiencia del primer proceso de paz entre el gobierno colombiano y el M-19, en el cual la autora participó como mediadora.

26 De Germán Castro Caycedo, la investigación sobre El Karina, que relata una operación de un traslado masivo de armas. CASTRO CAYCEDO, Germán. El Karina. (Planeta Colombiana. Bogotá, 1985 -Primera edición); del periodista Hollman Morris Operación Ballena Azul. (Intermedio. Bogotá, 2001): crónica sobre el robo de 5.700 armas de un arsenal del ejército en Bogotá a finales de 1978 y la contundente reacción del ejército con la detención de miles de personas.

27 Libros como Siembra vientos y recogerás tempestades, de Patricia Lara, (Planeta Colombiana. Bogotá, 1982), que contiene reportajes y entrevistas de los tres primeros comandantes del M-19; Olga Behar con Las Guerras de la Paz (Planeta Colombiana. Bogotá, 1985), con relatos de diversos los protagonistas del conflicto; Noches de humo: Cómo se planeó y se ejecutó la toma del Palacio de Justicia ( 1988); Noche de Lobos, de Ramón Jimeno, a propósito de los hechos acontecidos en el Palacio de Justicia. Prohibido Olvidar, de Mauréen Maya en coautoría con Gustavo Petro sobre los hechos acontecidos en el Palacio de Justicia (2006). Del periodista Ángel Becassino, M-19, El Heavy Metal Latinoamericano, con entrevistas a los comandantes del M-19 y de las FARC, entre 1988 y 1989. (Fundación Editorial Santo Domingo. Bogotá, 1989)

28 PARDO, Rafael. De primera mano. CEREC-Editorial Norma. Bogotá, 1996

29 María Eugenia Vásquez con Escrito para no morir (Ministerio de Cultura. Bogotá, 2000); Vera Grabe con Razones de Vida. (Planeta Colombiana. Bogotá, 2000)

30 Destaco algunos: el trabajo de grado para la licenciado en historia en la Universidad del Valle (2014) de Jorge Albeiro Holguín Pedroza y Miguel Ángel Reyes Sanabria, llamada “Militancia urbana y accionar colectivo del M-19 en Cali 1974-1985”, porque hace un estudio local detallado del M-19 en uno de sus epicentros como fue Cali, en cuanto a su arraigo social, impacto y consecuencias de sus acciones durante hasta el momento del primer proceso de paz; la tesis de maestría del escocés Philip Paterson para la Universidad de Utrecht (2014), llamada War beyond the gun: An investigation into the successs of Colombia's 'April 19th (2014), que se pregunta de las razones del logro del M-19 de lograr llegar a una Asamblea Constituyente; dos textos (2008,2009 de Paulo César León Palacios, sociólogo e historiador colombiano, demostrando la articulación, pero también las tensiones con tres expresiones de la cultura de izquierda de los años 70, como fue la revista Alternativa que nace el al mismo tiempo con el M-19, y el Teatro La Mama, cuyo director fue miembro cofundador del M-19.

55 políticos y recopilaciones sobre el porqué, cómo y qué se logró con los procesos de paz en la primera parte de la década de los noventa del siglo pasado. Como el estudio de Mauricio García, sacerdote jesuita con una tesis doctoral sobre movimientos de paz31, sobre los procesos de los años 9032; o un balance poco conocido sobre la transición, llamado De las armas a la democracia, editado en el año 2000 por el Ministerio del Interior y el Instituto Luis Carlos Galán, con aportes de exguerrilleros y personas que desde los gobiernos fueron parte de los procesos. Todos son textos que ubicaría en lo que podemos llamar literatura especializada o específica.

Hay quienes afirman que si bien militantes y actores sobrevivientes tienen mucho que decir y lo han hecho, aún la historia de esta guerrilla está escrita a medias y lo que falta aún son aportes desde una perspectiva académica para facilitar la comprensión del movimiento y de su impacto33. En los escritos históricos sobre violencia en Colombia, no todos abordan al M-19 como actor central; lo ubican en la línea de tiempo con otras guerrillas; se centran en otras guerrillas como las FARC, el ELN y el EPL; o hacen acercamientos en compilaciones de artículos sobre temas específicos.34 Entre los textos académicos que caracterizan al M-19 desde un abordaje desde la cultura política, está el libro de Fabio López de la Roche, Izquierdas y Cultura Política. ¿Oposición o alternativa?35

31 GARCIA DURAN, Mauricio. Movimiento por la paz en Colombia 1978-2003. CINEP. Bogotá, 2006

32 GARCIA DURAN, Mauricio. De la Uribe a Tlaxcala. Procesos de paz. CINEP. Bogotá, 1992. Un texto donde se analizan los diferentes acercamientos y procesos desarrollados entre 1984 y 1992 con las diferentes guerrillas, y se hace un estudio comparativo y de caso de la negociación entre el gobierno nacional y el M-19.

33 Mario Luna Benítez, sociólogo y profesor de la Universidad del Valle. “El M-19 en el contexto de las guerrillas en Colombia” Revista Sociedad y Economía No. 10, abril de 2004 pp.157 a 188

http://www.cedema.org/uploads/Mario_Luna_Benitez.pdf

34 Por ejemplo, en el texto de Gonzalo Sánchez y Ricardo Peñaranda, en el libro Pasado y Presente de la Violencia en Colombia (CEREC. Bogotá, 1984), que recoge ensayos de distintos autores sobre diversos grupos guerrilleros; estudios comparativos como el del Eduardo Pizarro entre el planteamiento de las FARC y el modelo del M-19 como parte de las “guerrillas de segunda generación”, entre las que se cuentan también el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL-guerrilla indigenista del Cauca), Autodefensa Obrera (ADO), Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). O caracterizaciones como la de William Ramírez Tobón en su libro Estado, Violencia y Democracia (IEPRI - Universidad Nacional de Colombia, Tercer Mundo, 1990), en el cual analiza críticamente la lo que considera la ausencia de proyecto político y carácter militarista. O muchos análisis a partir de 1990 una vez se firma la paz, sobre la negociación, el modelo de acuerdo, la reinserción de los combatientes, el alcance del acuerdo en la Constituyente de 1991: el estudio de caso en De la insurgencia a la democracia (CINEP – OBSERPAZ. Bogotá, 2009); Francisco Leal Buitrago y Álvaro Camacho Guisado, en Armar la paz es desarmar la guerra. (IEPRI de la Universidad Nacional, FESCOL, Alto Comisionado de la Paz, Presidencia de la República. Bogotá, 2000)

35 LÓPEZ DE LA ROCHE, Fabio. Izquierdas y Cultura Política. ¿Oposición o alternativa? CINEP. Bogotá, 1994

56 Como podemos ver, la producción es amplia, sin contar miles de artículos, trabajos de colegio y de grado universitario, que nos ocuparía decenas de páginas registrarlos.

Aunque las valoraciones son inevitables, la intención de este trabajo no es un balance de lo hecho y logrado por un movimiento guerrillero, sus carencias o presencias. En una articulación de testimonio con análisis académico, se trata más bien de una mirada a cómo, con el correr de los tiempos y una vez decantados los entusiasmos y las decepciones, preguntarse: ¿Qué se va sedimentando en la memoria y en la historia? ¿Cómo va quedando relatada e interpretada esta historia? Por esta razón este estado del arte quiere dar respuesta a:

¿Cómo queda inscrito el M-19 en la historia de Colombia, cómo se cuenta su historia?

Cuando se cuenta, porque la historia es hoy una gran ausente en la educación básica de Colombia, se refunde en lo que se llaman “Sociales”, y aparece sólo al final de la secundaria.

Para responder a la pregunta, decidí salirme de los estudios y relatos mencionados, que algunos llamarían apologéticos o partidistas36, y buscar, en textos de reconocidos politólogos, sociólogos, antropólogos, juristas, filósofos metidos a historiadores, historiadores y estudiosos colombianos o extranjeros con larga tradición de investigar sobre y en Colombia, lo que dicen sobre el M-19 en cuanto a su definición, ubicación, como ejemplo de cómo se cuenta la historia. Estos estudiosos son los colombianos Jorge Orlando Melo, Eduardo Pizarro, Marcos Palacios37, Medófilo Medina38, Gonzalo Sánchez39, Eduardo Posada40, Ricardo Arias Trujillo,

36Ginneth Esmeralda Narváez Jaimes en su tesis de maestría en historia: “La Guerra Revolucionaria del M-19 (1974-1989)” Universidad Nacional, Bogotá, 2012, hace referencia a crónicas y reportajes de periodistas, escritores que resultaron ser simpatizantes del M-19 o miembros del propio M-19 que escriben desde su experiencia y visión.

37 Dos libros de Marcos Palacios: el primero, Entre la legitimidad y la violencia Colombia 1875-1994 .Grupo Editorial Norma. Bogotá, 1995; el segundo, PALACIOS, Marco, SAFFORD, Frank. Colombia, país fragmentado, sociedad dividida. Grupo Norma Editorial. Bogotá, 2002.

38MEDINA, Medófilo, SÁNCHEZ, Efraín. Tiempos de Paz - Acuerdos en Colombia 1902-1994. Alcaldía Mayor de Bogotá. Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 2003. Tiempos de Paz, es una obra escrita y recopilación de fotografías, símbolos, pinturas, producto de la labor investigativa del entonces Instituto Distrital de Cultura y Turismo, bajo la coordinación de Rocío Londoño, con ocasión de 100 años de la firma de tratado de Wisconsin en 1902.

39Del profesor Gonzalo Sánchez, entre otros: SANCHEZ, Gonzalo. Guerra, memoria e historia. (ICANH.

Bogotá, 2003) aporta una mirada amplia sobre los comportamientos históricos de las guerras, rebeliones, paces, amnistías y de la propia historia y memorias; y el texto Colombia: violencia y democracia (. UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA. Bogotá, 1987) que ha sido un hito en los estudios de la violencia y recomendaciones para la paz, resultado de la labor de ocho investigadores y un exmilitar, integrantes de la

57 Hernando Gómez Buendía; y los investigadores extranjeros: el británico Malcolm Deas41, el sueco Roland Anrup42, el francés Daniel Pecaut43, el norteamericano Frank Safford, que escribe con Marco Palacio.44 No son estudios dedicados al M-19 solamente, sino lo abordan en el marco de textos más genéricos, o cubren espacios de tiempo largos – décadas y siglos - de la historia colombiana. Otros son latinoamericanos que han estudiado la insurgencia o la izquierda del continente y en ese marco integran a Colombia. Entre ellos, el mexicano Jorge Castañeda y Daniel Pereyra45 son un ejemplo.

Es importante precisarlo, porque se trata de una mirada en perspectiva, más allá de la coyuntura, de una visión decantada. Lo cierto es que todos estos estudiosos tienen una clara opinión, incluso se podría decir que sobre todo se trata de valoraciones en las cuales los hechos sirven de soporte para las mismas.

Entre ellos, he escogido una muestra significativa de referencias y calificaciones específicas del M -19, que, en primer lugar, resumo en un cuadro en el cual resumo los tópicos empleados en relación con el M-19, que tienden a repetirse en los estudios o relatos sobre esta organización guerrillera. Acá me limito a agregar el nombre de un investigador, su obra y fecha de publicación, a modo de ejemplo. Y posteriormente incluyo la referencia y cita completa mencionada en el cuadro.

TÓPICO AUTOR OBRA AÑO

Comisión de Estudios sobre la violencia, convocada por el ministro de gobierno de la administración Barco en 1987, para encontrar nuevos abordajes al problema de la violencia y posibles salidas para frenarla.

40De Eduardo Posada Carbó, el polémico texto La nación soñada (Fundación Ideas para la Paz, Grupo Editorial Norma. Bogotá, 2006) que no se ocupa de hacer un recuento histórico, pero si recurre a episodios de la historia reciente para discutir y cuestionar nuestros estereotipos e imaginarios violentos, sobre todo frente a nuestra propia historia, algo que para mi trabajo resulta inspirador.

41 Tres textos de Malcolm Deas, escritos en diferentes épocas: Reconocer la guerra para construir la paz (CEREC, Ediciones Uniandes Grupo Editorial Norma Bogotá, 1999), obra realiza conjuntamente con María Victoria Llorente; Intercambios violentos (Taurus, Bogotá, 1999); y Del poder y la gramática (Taurus, Bogotá, 2006), que contiene un relato sobre la paz firmada en 1984 entre el gobierno Betancur y el M-19.

42 ANRUP, Roland. Antígona y Creonte. Rebeldía y estado en Colombia. (Ediciones B Colombia, Bogotá, 2011). Hace una mirada de la violencia colombiana, recurriendo al mito griego trágico griego, y en ese contexto aborda el tema del M-10 como parte de la tragedia y en esa medida nueva frustración para el pueblo colombiano.

43 Autor de muchos estudios, para este caso, he tomado de Daniel Pecaut, Guerra contra la Sociedad (Espasa.

Bogotá, 2001) que analiza la mutación de la violencia política a la barbarie y violencia desbordada.

44 PALACIOS, Marco- SAFFORD, Frank. Colombia. País fragmentado. Editorial Norma. Bogotá, 2002.

45 PEREYRA, Daniel. Del Moncada a Chiapas. Historia de la lucha armada en América Latina. Los Libros de la Catarata. Madrid, 1994

58 PUBLICACIÓN En la larga fila y dentro de las etapas del

movimiento guerrillero:

grupo de “segunda generación” o de

“subversión de la subversión.”

Eduardo Pizarro, colombiano, sociólogo y politólogo colombiano

Texto: La guerrilla y el proceso de paz.46

Texto: La guerrilla revolucionaria en Colombia47

1989 1991

En el Siglo XX, en “De la Violencia a las violencias”: El panorama se pobló de siglas:

FARC, ELN, EPL, M-9, etc… pero también MAS, Tiznados, Justicieros…

Equipo académico:

Álvaro Triado Mejía, Jorge Orlando Melo (historiadores colombianos), Jesús Antonio Bejarano (economista colombiano48, 2 historiadores

La Nueva historia de Colombia Tomo II. Historia política 1946 -1986.

Bogotá, Planeta, 1989.49

1989

Dentro de otros grupos “ultra”: con raíces comunes desde el siglo XIX, con secuelas que se sobreponen, diferencias y por tanto necesidad de terapias diferenciadas, desde el los años 60, del M-19 y del ADO en los años 70, y hasta el Ricardo Franco, el Quintín Lame y otros grupos “ultra” en años recientes.

Hernando Gómez Buendía,

economista, abogado, sociólogo, periodista

colombiano

Texto: “La violencia contemporánea en

Colombia: un punto de vista liberal”.50

1991

Parte de un proceso político que respondía a la revolución cubana y al “voluntarismo como estimulante de la acción política revolucionaria, por contraposición a la visión cientificista marxista-leninista de la revolución” , el M-19 pasa del “extremo-izquierdismo a la renovación democrática y colombianista de la izquierda”

Fabio López de la Roche, politólogo colombiano

Izquierdas y cultura política. ¿Oposición alternativa?51

1994

Parte de “organizaciones político militares, izquierda intelectual, partidos comunistas, izquierda reformista” en la segunda ola,

“secuela de maduración de revolución cubana”, “los últimos coletazos”: el M-19 por Colombia junto a Sendero Luminoso

Jorge Castañeda,

político y

economista mexicano

La utopía desarmada. 52 1994

Como derivación, brazo, expresión o diferenciación de la ANAPO53, o sector radicalizado de la ANAPO

Daniel Pereira, escritor argentino, y en definiciones

Del Moncada a Chiapas” 54. 1994

46 GALLON GIRALDO, Gustavo. Entre movimiento y caudillos. 50 años de bipartidismo, izquierda y alternativas populares en Colombia. CINEP/CEREC, Bogotá, 1989, p.250 ss.

47 PIZARRO, Eduardo. En SÁNCHEZ, Gonzalo; PEÑARANDA, Ricardo. Pasado y presente de la violencia en Colombia. CEREC. Bogotá, 1991, p. 252

48 Jesús Antonio Bejarano fue consejero de paz en los gobierno Barco y Gaviria, asesinado en 1999 en plena actividad académica en la Universidad nacional de Colombia

49 Nueva historia de Colombia de 1989: Álvaro Triado Mejía, director científico y académico; asesor Jorge Orlando Melo y Jesús Antonio Bejarano. Tomo II. Historia política 1946 -1986. Bogotá, Planeta, 1989.

50 GÓMEZ BUENDÍA, Hernando. “La violencia contemporánea en Colombia: un punto de vista liberal”. En Pasado y presente de la violencia en Colombia. Gonzalo Sánchez/Ricardo Peñaranda (Compiladores) CEREC.

Bogotá, 1991, p. 375

51 LÓPEZ DE LA ROCHE Fabio. Izquierdas y Cultura Política. ¿Oposición o alternativa? CINEP. Bogotá, 1994, p. 255 ss.

52CASTAÑEDA, Jorge. La utopía desarmada. Espasa Calpe, Buenos Aires. 1994 pp.101 -110

59 políticas.

Guerrilla de izquierda con vaga ideología y la audacia propagandística de sus golpes.

Marcos Palacios, historiador

colombiano

Entre la legitimidad y la violencia.55

1995

Parte de la radicalización de la izquierda y su incapacidad de tomar relevo de ANAPO en el contexto de desmonte del Frente Nacional y las luchas sociales del momento.

Daniel Pecaut, sociólogo y colombianólogo francés

PECAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad. Espasa Hoy. Editorial Planeta Colombiana. Bogotá 200256

2002

Dentro de la serie de guerrillas revolucionarias 1961-1989”: ELN y FARC, foquista y agrarista-comunista, M-19 dentro de “Otros foquistas”.

Marco Palacios, historiador

colombiano y Frank Safford, historiador norteamericano

Colombia, país

fragmentado, sociedad dividida.57

2002

Dentro del descontento no resuelto durante el frente nacional, y poniendo en evidencia la fragilidad de la democracia frentenacionalista.”, surge la guerrilla más popular en esa década “porque su discurso no se acompañaba del dogmatismo comunista de las otras guerrillas, por el carisma de sus dirigentes y por la espectacularidad de sus acciones.”

Ricardo Arias, historiador colombiano

Historia de Colombia. Todo lo que hay que saber.58

2006

Grupo guerrillero de carácter mesiánico y con “amplitud de su discursos”, que incorpora a la lucha revolucionaria comunicación y golpe mediáticos. Bandera de respeto por la diferencia cultural y los derechos humanos .. Asumió la idiosincrasia nacional y religiosidad popular.

Patricia Madariaga Villegas

antropóloga colombiana

En: Una historia inconclusa.

Izquierdas políticas y sociales en Colombia. 59

2009

Un capítulo de la tragedia de la violencia colombiana, que luego de ser una esperanza para el pueblo colombiano, por “falta de conciencia de clase” y por acomodarse y tranquilizar al poder, significó que las

“expectativas que había abierto se vieron defraudadas. “

Roland Anrup, historiador sueco conocedor de Colombia

Antígona y Creonte.

Rebeldía y estado en Colombia.60

2011

53 ANAPO: Alianza Nacional Popular, partido político populista surgido en 1961 como tercera fuerza, producto del gobierno del General Rojas Pinilla.

54 PEREYRA, Daniel. Del Moncada a Chiapas. Historia de la lucha armada en América Latina. Los Libros de la Catarata. Madrid, 1994 , p. 67

55 PALACIOS, Marco: Entre la legitimidad y la violencia. Editorial Norma. Bogotá, 1995, p. 263 ss.

56 PECAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad. Espasa Hoy. Editorial Planeta Colombiana. Bogotá, 2002, p.

30/ 31

5757PALACIOS, Marco, SAFFORD, Frank. Colombia, país fragmentado, sociedad dividida. Grupo Norma Editorial, 2002, pp. 651 - 654

58RODRÍGUEZ, Luis Enrique, RODRIGUEZ, Ana Luz, BORJA, Jaime; CEBALLOS, Diana; URIBE, Carlos;

MURILLO, Amparo, ARIAS, Ricardo. Historia de Colombia. Todo lo que hay que saber. Taurus Pensamiento, Bogotá, 2006, pp. 330-332

59 Caracterización hecha por Patria Madariaga Villegas, antropóloga e investigadora del CINEP, prestigiosos centro de estudios y educación popular en Colombia, con sede en Bogotá, en ARCHILA, Mauricio. Una historia inconclusa. Izquierdas políticas y sociales en Colombia. CINEP. Bogotá, 2009, p.249 ss.

60 ANRUP, Roland. Antígona y Creonte. Rebeldía y estado en Colombia. Ediciones B Colombia. Bogotá, 2011, pp. 43-64

60 Ampliando esta información, tenemos una serie de interpretaciones que comparto a continuación.

En primer lugar, un texto en el cual el M-19 aparece simplemente narrado. Como dice el mexicano Jorge Castañeda en su libro “La utopía desarmada” afirma que “la mejor definición es con frecuencia una buena descripción”61, hecha por el historiador Ricardo Arias62 al narrar el surgimiento de los grupos guerrilleros (FARC y ELN) como parte de una tradición contestataria iniciada décadas atrás y con continuidades con el conflicto bipartidista de la época de la Violencia63: “Las raíces del descontento social y político no fueron, como vemos, debidamente resueltas durante el frente nacional, y la agitación, por lo tanto, se mantuvo e incluso aumentó en la década de los 70. A comienzos de ella apareció un nuevo movimiento guerrillero, el M-19, que rápidamente acaparó la atención nacional. Su surgimiento dejó al descubierto la fragilidad de la democracia frentenacionalista.” Acá hace referencia al fraude en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, que dio el nombre el M-19, según el autor la guerrilla más popular en esa década “porque su discurso no se acompañaba del dogmatismo comunista de las otras guerrillas, por el carisma de sus dirigentes y por la espectacularidad de sus acciones.”64

La anterior descripción contrasta con la caracterización del profesor Marco Palacio y las calificaciones y clasificaciones que se establece para poder ubicar o definir a grupos como el M-19, de las cuales incluyo algunos ejemplos:

1.- Marco Palacio ubica al M-19 en el capítulo de “Las guerrillas de izquierda” 65 en el cual describe a las guerrillas colombianas como continuidad de las formas más politizadas y radicales del liberalismo de la violencia, una respuesta izquierdista al ‘bloqueo político del pacto bipartidista’”. Guerrillas que actúan bajo la influencia de la teoría foquista, del ejemplo del Che Guevara y de teóricos de la revolución como Frantz Fanon que concebían la ciudad

61 CASTAÑEDA, Jorge. Op.cit., p. 21

62 RODRÍGUEZ, Luis Enrique, RODRIGUEZ, Ana Luz, BORJA, Jaime; CEBALLOS, Diana; URIBE, Carlos;

MURILLO, Amparo, ARIAS, Ricardo. Historia de Colombia. Todo lo que hay que saber. Taurus Pensamiento, Bogotá, 2006, pp.330-332

63Ibid., pp. 330-331

64Ibid , p. 333

65 Ibíd., .Marco Palacio: Entre la legitimidad y la violencia. Editorial Norma. Bogotá, 1995, p.263 ss.

61 como corruptora de los revolucionarios, ubicando la lucha en el campo, lo cual empata con el planteamiento de la revolución china. Enumera entonces la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) pro Cuba, un EPL (Ejército Popular de Liberación) prochino, unas FARC producto de la violencia y la resistencia campesina. Y el M-19 que surge en el desmonte de Frente Nacional y el “desencanto ciudadano frente a la política”, cuyos dirigentes vienen de las FARC y la ANAPO: “Su vaga ideología y la audacia propagandística de sus golpes le ganaron la atención pública”66 con acciones populares en algunos casos e impopulares en otros... Y eso es todo.

2.- El historiador sueco Roland Anrup67 inscribe al M-19 como un capítulo de la tragedia de la violencia colombiana, al lado de todas las demás tragedias, de la insurgencia, del Estado y de las violencias paramilitares. Trágica en el sentido de que, luego de haber sido una esperanza para el pueblo colombiano, lo defraudó: por “falta de conciencia de clase” y por acomodarse y tranquilizar al poder, significó que las “expectativas que había abierto se vieron defraudadas. “68 Es una mirada desde el marxismo a una organización que se distanció del marxismo, y que luego optó por la democracia, la reconciliación y la paz. No se le pueden pedir peras al olmo, y no se puede mirar a un actor sólo desde las propias expectativas frustradas: porque obviamente para un marxista el M-19 es tremendamente frustrante, por decir lo menos, si esperaba que el M-19 actuase como tal. Interesante sería ver cómo sería una lectura desde un marxismo renovado de un caso como el del M-19.

3.- Hernando Gómez Buendía define por etapas y modalidades la violencia en general y la violencia política en particular:

“Aunque, en un plano elevado de abstracción, tienen sin duda raíces comunes, y aunque sus secuelas se sobreponen, no fueron idénticas en su etiología, y, por lo mismo, pueden ser iguales en su terapia: las 63 guerras y miniguerras civiles del Siglo XIX; los brotes violentos de los años 30; la guerrilla liberal del Llano y el masivo desangre interpartidista en la región andina, entre 1948 y 1953; el bandolerismo, la autodefensa campesina y las llamadas “Repúblicas Independientes”, hasta medidos de los años 60;

el surgimiento sucesivo: de las FARC; el ELN, y el EPL en los años 60, del M-19 y del ADO en los años 70, y hasta el Ricardo Franco, el Quintín Lame y otros grupos “ultra”

66 Marco Palacio: Entre la legitimidad y la violencia. 263 ss.

67 ANRUP, Roland. Antígona y Creonte. Rebeldía y estado en Colombia. Ediciones B Colombia, Bogotá, 2011.

68 Op. Cit., pp. 43-64